JW Anderson: ?Odio las tendencias. Una prenda buena nunca se tira?
La moda no puede vivir en una burbuja. Es el lema de la colecci¨®n de JW Anderson para Uniqlo. Prendas reales para una nueva democracia.
?Cuando trabajas en una colecci¨®n c¨¢psula de este tipo es muy f¨¢cil caer en grandes gestos y reproducir, por ejemplo, un look de pasarela. Dejar a la gente boquiabierta es sencillo; sobre todo ahora que vivimos en la era del estilismo y la moda se ha convertido en un ejercicio efectista?, dice JW Anderson, en una entrevista concedida en la Tate Modern de Londres, tras la presentaci¨®n de la l¨ªnea del creativo irland¨¦s para Uniqlo. Sus dise?os salieron a la venta online el 19 de septiembre y llegaron a las tiendas f¨ªsicas apenas un d¨ªa despu¨¦s, coincidi...
?Cuando trabajas en una colecci¨®n c¨¢psula de este tipo es muy f¨¢cil caer en grandes gestos y reproducir, por ejemplo, un look de pasarela. Dejar a la gente boquiabierta es sencillo; sobre todo ahora que vivimos en la era del estilismo y la moda se ha convertido en un ejercicio efectista?, dice JW Anderson, en una entrevista concedida en la Tate Modern de Londres, tras la presentaci¨®n de la l¨ªnea del creativo irland¨¦s para Uniqlo. Sus dise?os salieron a la venta online el 19 de septiembre y llegaron a las tiendas f¨ªsicas apenas un d¨ªa despu¨¦s, coincidiendo con la apertura de la primera boutique del gigante nip¨®n en Espa?a (en el paseo de Gracia de Barcelona). La suya es una oda al guardarropa contempor¨¢neo. Real y accesible. Sin patrones imposibles ni subidas de precio (ninguna prenda supera los 160 euros). ?A veces siento que esta industria puede parecerse mucho al Brexit. Cuando se encierra en su propia burbuja y no interact¨²a culturalmente, termina siendo una ciudad ajena al resto del pa¨ªs. Si no empleas el lenguaje de la democracia, puedes acabar hablando solo ante el espejo?, reflexiona.
Encontrar la camiseta blanca perfecta es el gran caballo de batalla.
Si en su d¨ªa Saint Laurent lament¨® no haber inventado los vaqueros, yo tengo la misma sensaci¨®n respecto a la camiseta. Es una prenda que mejora con el tiempo. Y en cada cuerpo adquiere un significado distinto. Cuando cre¨¦ mi marca ten¨ªa una imagen de Patti Smith y Robert Mapplethorpe grabada en mi cabeza. Ambos con camiseta; ella oversize; ¨¦l, entallada. La misma prenda; dos universos.
La que ha dise?ado para Uniqlo tiene un mensaje did¨¢ctico.
Soy un gran admirador del arte moderno brit¨¢nico y de Jim Ede, un personaje fascinante que descubri¨® a muchos artistas. La primera vez que visit¨¦ su casa, me cautiv¨® el trabajo de Henri Gaudier-Brzeska, uno de los escultores y dibujantes con mayor talento. Me obsesiona la pureza de su trazo; quise reproducir una de sus obras porque creo que es importante que la gente lo conozca.
No es el ¨²nico referente a la cultura brit¨¢nica. La l¨ªnea reinventa la tradici¨®n local. ?Ser irland¨¦s determin¨® su manera de entender el oficio?
Irlanda es un pa¨ªs de artesanos. Es maravilloso ver c¨®mo una regi¨®n define su identidad a trav¨¦s de su patrimonio y su estilo. Trabajo en Londres, Par¨ªs y Madrid y cada pa¨ªs tiene un clasicismo que lo hace ¨²nico. El brit¨¢nico tiene cierto toque rudimentario. Siempre hay algo que no encaja.
?Le preocupa no ser entendido?
Hace cinco a?os, sin apenas experiencia, habr¨ªa contestado ?nadie entiende nunca nada?. Cuando empiezas, buscas esa aprobaci¨®n. Pero con el tiempo aprendes que no existe una ¨²nica visi¨®n excluyente. Ni siquiera es importante que te entiendan, porque lo realmente interesante es que la gente proyecte su propia visi¨®n personal en las prendas que dise?as.
?Qu¨¦ opina de la etiqueta ?g¨¦nero fluido? con la que algunos describen sus creaciones?
El g¨¦nero nunca ha sido un punto de inter¨¦s. Me obsesiona la camiseta, la camisa, el vaquero, las zapatillas, las gafas¡ Son prendas sin g¨¦nero. Prendas que cambian en funci¨®n del patr¨®n y la talla. Todo se reduce a una cuesti¨®n de medidas. Nuestra visi¨®n gira en torno a las limitaciones que impone la sociedad y la cultura. Como Gaultier, la corte francesa ya coquete¨® con esta idea en el siglo XVII. Odio las tendencias. No hay nada m¨¢s anacr¨®nico que crear una historia en torno a una idea ¨²nica y excluyente. Ya no compramos as¨ª. Ni publicamos posts as¨ª. Vivimos sometimos a un reciclaje constante de im¨¢genes, en un bucle mon¨®tono, que todo lo uniforma. No tiene sentido hablar de etiquetas. Ya no existen reglas. Nada est¨¢ bien o mal. Puedes elegir qu¨¦ llevar. Es una cuesti¨®n de confianza.
?Qu¨¦ demandan hoy los consumidores?
Ser ellos mismos. Por eso, cuando planteo un desfile, me gusta dise?ar prendas que el p¨²blico luego pueda combinar. Incluso cuando esbozo un vestido, lo imagino instintivamente con pantalones. La gente busca dise?o. Lo bueno nunca se tira, se recicla.
Aunque ser predecible (y reciclar una f¨®rmula) es un problema que una marca no puede permitirse¡
Llevo diez a?os trabajando en una econom¨ªa did¨¢ctica. El mercado te ense?a a cambiar para seguir creciendo. Repetirse es aburrido. Quiz¨¢ esta parezca una camisa m¨¢s. Pero detr¨¢s hay muchas horas de trabajo. Es un ejercicio de reflexi¨®n que abre nuevas puertas. Estoy en un momento de inflexi¨®n. Quiero cambios, nuevos retos. Cada paso es una lecci¨®n.