2021: C¨®digo libre

Hace alg¨²n tiempo sub¨ª en el ascensor con una ni?a de 11 a?os. El aparato de madera, guardado por una reja met¨¢lica y con dos puertecillas acristaladas, le pareci¨® a la ni?a de lo m¨¢s pintoresco. ?Este ascensor es de los ochentas?, dijo con much¨ªsima emoci¨®n. En plural: los ochentas. El ascensor es de 1956 y la bruma que en la cabeza de esa ni?a unific¨® esos 30 a?os de diferencia me hizo dar un respingo. Que los ochenta le parecieran a esa ni?a decimon¨®nicos no me sorprende tanto como la nueva a?oranza de los 2000 cristalizada en el regreso del ch¨¢ndal deluxe, las mechas rubias contrast...

Hace alg¨²n tiempo sub¨ª en el ascensor con una ni?a de 11 a?os. El aparato de madera, guardado por una reja met¨¢lica y con dos puertecillas acristaladas, le pareci¨® a la ni?a de lo m¨¢s pintoresco. ?Este ascensor es de los ochentas?, dijo con much¨ªsima emoci¨®n. En plural: los ochentas. El ascensor es de 1956 y la bruma que en la cabeza de esa ni?a unific¨® esos 30 a?os de diferencia me hizo dar un respingo. Que los ochenta le parecieran a esa ni?a decimon¨®nicos no me sorprende tanto como la nueva a?oranza de los 2000 cristalizada en el regreso del ch¨¢ndal deluxe, las mechas rubias contrastadas y los pantalones cargo. Plataformas como Depop, a cuya CEO entrevistamos en este n¨²mero, venden a paladas pantalones de ch¨¢ndal de terciopelo y zapatillas Puma.

Mientras tanto, en un universo m¨¢s elitista, pero tambi¨¦n de segunda mano (ll¨¢menlo vintage), se disparan las ventas de las m¨¢quinas de escribir gracias al impulso de Tom Hanks, que en un post de Instagram en el que informaba de su estado de salud (pas¨® el coronavirus) mostraba una vieja Corona con la que adem¨¢s escribe frases que cuelga habitualmente en la red social. Fue el Financial Times el que public¨® la noticia de que las ventas de m¨¢quinas hab¨ªan aumentado un 30%, ilustrando su art¨ªculo
con la portada de la biograf¨ªa de Susan Sontag en la que la escritora aparece con su m¨¢quina de escribir y su taza de t¨¦
Blue Calico. Quiz¨¢ al comprar una vieja m¨¢quina nos veamos m¨¢s listas, m¨¢s altas, m¨¢s intelectuales y m¨¢s cultas, con un
bello mech¨®n de pelo cano.

La nostalgia codifica muchos de nuestros anhelos pues los objetos ya usados, ya vividos, contienen un significado. No hace falta explicarlos. Si tienes una vieja Olivetti en tu sal¨®n todo el mundo comprende de un vistazo qui¨¦n eres. La nostalgia tambi¨¦n es uno de los motores m¨¢s activos de la moda. Revisitar tiempos pasados toca una fibra sentimental dif¨ªcil de alcanzar por otras v¨ªas y eso tambi¨¦n es una trampa.

Carson McCullers, escritora precoz y lectora voraz (public¨® su primer libro a los 23 a?os), dec¨ªa para justificar que leyera absolutamente todo lo que ca¨ªa en sus manos: ?Me apasiona lo viejo, me fascina lo nuevo?. Es en este territorio en el que nos movemos, conscientes de que lo que conoc¨ªamos no volver¨¢ y que lo que viene es del todo desconocido.

No pretendemos por tanto en este n¨²mero hacer un alegato de la novedad, sino de la adaptaci¨®n. Mentes abiertas que sortean este tiempo con agilidad. Sigourney Weaver, quien como ella dijo ?es la mujer que cada cinco?u ocho a?os salva sola a la humanidad desde hace tres d¨¦cadas?, se interpretar¨¢ a s¨ª misma en televisi¨®n. Alicia Vikander dar¨¢ vida a Gloria Steinem, m¨¢s de actualidad que nunca a sus 86 a?os. En la moda, firmas de lujo organizan festivales de cine, se asocian con cartelistas feministas o se unen a un estudio de anime japon¨¦s. Otras organizan un desfile al uso, pero sin p¨²blico, en uno de los lugares m¨¢s imponentes que existen, un castillo.?

Abran paso a las ventas en Animal Crossing, pero tambi¨¦n a inaugurar una tienda en un edificio hist¨®rico del centro de una ciudad hist¨®rica porque ambas acciones son igual de audaces en este momento.?

La protagonista de esta portada, Mina El Hammani, con sus seis millones de followers en Instagram y sus v¨ªdeos en TikTok, representa la nueva hornada de superestrellas de la peque?a pantalla. De origen marroqu¨ª simboliza tambi¨¦n la diversidad (o realidad, como ella prefiere llamarla) de la sociedad actual. A sus 27 a?os, sin embargo, ya habla de lo fuerte que viene pisando la pr¨®xima generaci¨®n.

Ni la juventud es un valor al alza ni la vejez algo que debamos venerar. S¨ª lo son la curiosidad y el ingenio. Cerremos pues este texto y recibamos este a?o con la frase que mejor se burla de las convenciones de la edad. La pronunci¨® Karen Blixen harta de que no dejaran de preguntarle por la suya: ?En realidad tengo 3.000 a?os y he cenado con S¨®crates?. Abran paso.