Artistas retratadas como v¨ªrgenes: la larga historia de una relaci¨®n tormentosa en la que nunca ganan los censores
Con una perspectiva cr¨ªtica feminista, de raza e incluso g¨¦nero, artistas y dise?adores proporcionan una relectura del mito mariano a partir de la iconograf¨ªa que le es propia. Esta semana, la cantante Zahara ha resucitado una pol¨¦mica que regresa c¨ªclicamente. Al cielo de la moda, la m¨²sica y la cultura pop con ella.
Santa o pecadora, virgen o pend¨®n. Las dos Mar¨ªas. La dualidad de la identidad femenina definida por los arquetipos religiosos sigue siendo objeto de debate y controversia 2.000 a?os largos despu¨¦s de que los evangelios sentaran c¨¢tedra patriarcal. Y la iconograf¨ªa utilizada para representarla puede considerarse responsable en buena parte de tanta tensi¨®n. Confesiones como la jud¨ªa, la isl¨¢mica e incluso algunas cristianas proscriben la reproducci¨®n gr¨¢fica de la divinidad/santidad para evitar el conflicto. Con la exaltaci¨®n de su imaginer¨ªa, la cat¨®lica ha dado sin embargo carta blanca a una ...
Santa o pecadora, virgen o pend¨®n. Las dos Mar¨ªas. La dualidad de la identidad femenina definida por los arquetipos religiosos sigue siendo objeto de debate y controversia 2.000 a?os largos despu¨¦s de que los evangelios sentaran c¨¢tedra patriarcal. Y la iconograf¨ªa utilizada para representarla puede considerarse responsable en buena parte de tanta tensi¨®n. Confesiones como la jud¨ªa, la isl¨¢mica e incluso algunas cristianas proscriben la reproducci¨®n gr¨¢fica de la divinidad/santidad para evitar el conflicto. Con la exaltaci¨®n de su imaginer¨ªa, la cat¨®lica ha dado sin embargo carta blanca a una idolatr¨ªa que trasciende el espacio de lo sagrado para significarse como cultura pop. ?Existe una hip¨®tesis compartida de lo que llamamos imaginario cat¨®lico que ha comprometido la creatividad de artistas y dise?adores, m¨¢s all¨¢ de cuestiones teol¨®gicas?, refer¨ªa Andrew Bolton, comisario jefe del Instituto del Traje del Museo Metropolitano de Nueva York, al presentar la exposici¨®n ¡®Heavenly Bodies: Fashion And The Catholic Imagination¡¯, en 2018. La extravagancia apost¨®lica desplegada en la proverbial gala de inauguraci¨®n no se ha superado todav¨ªa. ?La vestimenta siempre est¨¢ en el centro de toda discusi¨®n religiosa?, apostillaba el historiador, el mismo erudito que quiso exhibir un uniforme de Mao Zedong rodeado de im¨¢genes de Buda en ¡®China: Through The Looking Glass¡¯ tres a?os antes. Para el caso, el Vaticano estuvo encantado.?
Por ineludible injerencia cultural, la moda nunca ha escapado a la simbolog¨ªa religiosa, aunque ninguna como la cat¨®lica para insuflarle dramatismo. Entre ciertos vol¨²menes de Balenciaga (presuntamente) inspirados en los ropajes de las santas pintadas por Zurbar¨¢n y las enjoyadas cruces bizantinas de Chanel cabe de todo. El vestido-sotana (¡®il pretino¡®) que las hermanas Fontana dise?aron para Ava Gardner, con la bendici¨®n de la curia romana, parte de la colecci¨®n ¡®Cardenal¡® del oto?o/invierno 1956 que luego Piero Gherardi reinvent¨® para que Anita Ekberg hiciera de ¨¦l un esc¨¢ndalo en ¡®La dolce vita¡® felliniana. Las fantas¨ªas papales y las perversiones monacales de John Galliano en sus d¨ªas de gloria en Dior. La explotaci¨®n folcl¨®rico-tradicional de Dolce & Gabbana, rozando el ¡®merchandising¡® eclesi¨¢stico (m¨¢s im¨¢genes de v¨ªrgenes comercializadas en nombre del listo-para-llevar no se puede). Los h¨¢bitos de monja estricta de Rick Owens, tambi¨¦n en versi¨®n masculina¡ Nada comparable, claro, a esos atuendos de corte impepinablemente mariano que se han significado inesperado trasunto de la Virgen como mujer empoderada.
Suced¨ªa por primera vez en 2001, dos d¨ªas despu¨¦s de los atentados del 11-S, durante la semana de la moda de Londres: Arkadiusz Weremczuk escenificaba ¡®Virgin Mary Wears the Trousers¡® (¡®La Virgen Mar¨ªa lleva los pantalones¡®), una colecci¨®n que convert¨ªa las beat¨ªficas im¨¢genes de los altares de las iglesias rurales de su Polonia natal en desafiantes ¡®tableaux vivants¡® sobre la pasarela. ?Es una l¨¢stima que estos s¨ªmbolos sean siempre malinterpretados, y terminen alienando a la gente y generando conflictos. Para m¨ª, no significan otra cosa m¨¢s que libertad y amor?, explicaba el joven dise?ador, descubrimiento de la estilista/mecenas Isabella Blow, sobre una propuesta que inclu¨ªa prendas estampadas con fotograf¨ªas de beb¨¦s y hasta un trampantojo de la Esperanza Macarena sevillana. El impacto fue may¨²sculo, aunque tampoco tanto para evitar que Arcadius, su firma de discurso pol¨ªtico, desapareciera en 2005. En absoluto ajeno a tal referencia, Jean-Paul Gaultier tom¨® el relevo en la primavera de 2007, al hacer desfilar su terrenal visi¨®n de la Virgen Mar¨ªa en la alta costura parisi¨¦n. Los lujosos vestidos, con sus halos estrellados para que no hubiera p¨¦rdida, estaban numerados as¨ª: ¡®Inmaculada #1¡®, ¡®Inmaculada #2¡®, ¡®Inmaculada #3¡®¡ Nadie lo consider¨® una ofensa entonces, como tampoco aquel traje de Virgen trianera reinterpretado para novias que cerr¨® la costura oto?o/invierno 2009-10 de Christian Lacroix. Y eso que luego lo visti¨® la ¡®striper¡® Dita Von Teese. Casaos as¨ª, que se dice. O con el m¨¢s reciente dise?o del brit¨¢nico Richard Quinn (oto?o/invierno 2020-21) que evoca a las racializadas v¨ªrgenes triangulares del barroco latinoamericano.
La reivindicaci¨®n de tama?o poder¨ªo est¨¢ igualmente detr¨¢s de sonadas apariciones como las de Beyonc¨¦ y su relectura del mito mariano con perspectiva ¨¦tnica. En 2017, compareci¨® para cantar embarazad¨ªsima en los Grammys con un dise?o de Peter Dundas que, en un alarde de sincretismo, mezclaba las Och¨²n y Mami Wata de la religi¨®n youruba africana con su hom¨®loga cristiana. La ¡®Beymaculada Concepci¨®n¡® fue su manera de recordarle al mundo ¨Ctambi¨¦n v¨ªa Instagram, ya con sus gemelos reci¨¦n nacidos en brazos¨C que, en efecto, la madre de Jes¨²s no era blanca. Nicki Minaj replicar¨ªa la escena en una fotograf¨ªa de David LaChapelle justo antes de dar a luz, en 2020, con id¨¦nticas intenciones. ?La Virgen Mar¨ªa es la primera madre libre del pecado original de Eva. Por eso a partir de ella se juzga a todas las madres, algo muy problem¨¢tico cuando se habla del contructo de maternidad afro: las mujeres negras no se casan, no atienden a sus hijos, son pobres?, explica la doctora Kinitra Brooks, jefa de Estudios Literarios de la Universidad de Michigan, que refiere adem¨¢s el retrato de la provocativa rapera como ?herramienta para desarticular la idea de que las mujeres pierden su sexualidad tras ser madres?, al tiempo que refuerza la genuina etnicidad de Mar¨ªa.?
Tampoco falta la revisi¨®n cr¨ªtica en clave feminista y de g¨¦nero de la mujer m¨¢s importante en el catolicismo (pero tambi¨¦n en el islamismo, ojo). Se siente en Lana del Rey cantando ¡®Body Electric¡®, seg¨²n el poema de Walt Whitman, a veces semidesnuda como la pecadora Eva, a veces cubierta con el virginal manto azul mariano. Se observa en la portada de ¡®El Mal Querer¡® (2018) de Rosal¨ªa, tan expl¨ªcita que ni perdona el nimbo de estrellas ni la blanca paloma sobrevolando la cabeza, mientras un resplandor irradia su entrepierna en lo que podr¨ªa considerarse la particular ascensi¨®n de la artista catalana. Y se escucha cada vez que ese ??Y guapa! ?Y reina!? antes reservado a la exaltaci¨®n de las advocaciones marianas se le grita a la diva, a la ¡®jefa¡® de turno, se llame Zahara o Samantha Hudson. No diga ?am¨¦n?, diga ?yasss, queen?. ?