Baby y Crista, las misteriosas infantas Elena y Cristina del siglo XIX que obsesionaron a Espa?a con vestir a juego
La generaci¨®n Instagram recupera una costumbre centenaria y palaciega de ?familias bien? y reconvertida en 2020: lo que hoy ponen de moda Sara Carbonero o Grace Villarreal lo hicieron primero dos infantas espa?olas hace 100 a?os. Y es un gran negocio.
Lo habr¨¢n visto hasta la saciedad en Instagram: ni?os sonrientes y vestidos a conjunto con prendas de cuadros vichy, rayas marineras o cualquier otro estampado m¨¢s cl¨¢sico o m¨¢s hipster, combinados tal vez con su mam¨¢. Es la marca de las ¡°familias bien¡± y de las que aspiran a serlo: el encanto de la tribu combinada y feliz podr¨ªa sonar a estampa de otras d¨¦cadas y, sin embargo, en pleno 2020 hashtags como #miniyo, #twinning o #matchymatchy (...
Lo habr¨¢n visto hasta la saciedad en Instagram: ni?os sonrientes y vestidos a conjunto con prendas de cuadros vichy, rayas marineras o cualquier otro estampado m¨¢s cl¨¢sico o m¨¢s hipster, combinados tal vez con su mam¨¢. Es la marca de las ¡°familias bien¡± y de las que aspiran a serlo: el encanto de la tribu combinada y feliz podr¨ªa sonar a estampa de otras d¨¦cadas y, sin embargo, en pleno 2020 hashtags como #miniyo, #twinning o #matchymatchy (ya se sabe que en ingl¨¦s todo suena m¨¢s cool) est¨¢n al alza. El concepto suma cientos de miles de likes cuando una celebridad como Sara Carbonero publica en la red social una foto de sus hijos Mart¨ªn y Lucas vestidos con id¨¦nticas chaquetas de pana y pantalones joggers, y ha propiciado el ¨¦xito en nuestro pa¨ªs de influencers como Grace Villarreal (@gracyvillarreal en la red social, m¨¢s de 600.000 seguidores, madre de dos ni?as y un ni?o, cuyas fotos a conjunto son las que m¨¢s gustan), Esther @estoreta (m¨¢s de 100.000 followers, mam¨¢ de Valentina y Julieta, con quienes conjunta estampados) o @Verdeliss (cerca del mill¨®n y medio de fans en la red social y madre de siete hijos a los que suele vestir de la misma forma). La l¨ªnea que diferencia si este boom de los ni?os a conjunto refuerza de verdad la unidad del clan o si es una trampa m¨¢s del lucrativo espejismo de Instagram es muy fina y la marca la intenci¨®n. ?Por qu¨¦ se sigue vistiendo -y ense?ando- a los ni?os a conjunto? ?Por qu¨¦ nos atrae tanto esta est¨¦tica m¨¢s propia de los a?os 40?
Las pioneras: dos infantas espa?olas, hace 100 a?os
Para entender por qu¨¦ muchas seguidoras de estas influencers deciden vestir tambi¨¦n a sus hijos de la misma manera podr¨ªamos remontarnos muy atr¨¢s en el tiempo hasta dar con las aut¨¦nticas protoinfluencers: ¡°Se podr¨ªa decir que la Familia Real espa?ola invent¨® hace siglos la moda de vestir a los ni?os de manera id¨¦ntica¡±, nos cuenta Mart¨ªn Bianchi, periodista y autor de Baby y Crista, las hijas de Alfonso XIII que acaba de publicar La Esfera de los Libros. ¡°Ya en el siglo XX, la reina Victoria Eugenia, mujer del rey Alfonso XIII, volvi¨® a poner muy de moda -en Espa?a- esta tendencia de la Inglaterra victoriana (se cri¨® en la corte brit¨¢nica) con sus dos hijas mujeres: las infantas Baby y Crista, a las que vest¨ªa igual para todas las ocasiones: cuando iban a galas, cuando montaban a caballo, cuando jugaban al tenis, cuando sal¨ªan a navegar¡¡±. Lo curioso del caso es que se vistieron de la misma forma no solo durante la infancia sino tambi¨¦n durante toda su adolescencia e incluso cuando ya cumplieron la mayor¨ªa de edad. Solo dejaron de hacerlo cuando se casaron y cada una empez¨® su propia vida como mujer independiente y adulta. Victoria Eugenia, adem¨¢s, era gran amante de las compras y viajaba mucho a Par¨ªs: all¨ª se qued¨® prendada del estilo de aquellas madres e hijas que llevaban la misma ropa, explica Bianchi. La idea hab¨ªa sido de otra reina, esta vez de la costura, Jeanne Lanvin: en 1908 cre¨® una colecci¨®n de vestidos de alta costura para ni?as, tomando como musa a su hija de 11 a?os, Marguerite ¡°Marie-Blanche¡± di Pietro.
Victoria Eugenia llev¨® esta tendencia al Madrid de los a?os 20 y 30. Ena y las infantas vest¨ªan conjuntadas en muchos actos oficiales, t¨¦s ben¨¦ficos, cenas de gala¡ y de la misma forma que puso de moda veranear en el norte o practicar nuevos deportes como el golf o el tenis, o tomar el t¨¦ a las cinco como los brit¨¢nicos, las clases altas de la ¨¦poca comenzaron a imitar esta costumbre. Con el tiempo otras reinas espa?olas siguieron la senda: Do?a Sof¨ªa vest¨ªa en ocasiones igual que sus dos hijas, las infantas Elena y Cristina, a comienzos de los 70, algo que ¡°tiene sentido en aquella Espa?a de la Transici¨®n en la que la Familia Real ejerc¨ªa de Primera Familia¡±, observa Bianchi. De hecho, la coordinaci¨®n en la ropa florece en periodos hist¨®ricos en los que existe un mayor ¨¦nfasis cultural en la familia y en la relaci¨®n madre-hija, seg¨²n explica la historiadora de moda Jennifer Farley Gordon en un art¨ªculo en The Atlantic. Y es cierto: a lo largo de la historia, esta mimetizaci¨®n ha determinado un ideal de familia adinerada y con privilegio.
¡°La tendencia se convirti¨® en s¨ªmbolo de estatus, en algo aspiracional. Y para muchos sigue si¨¦ndolo¡±. Y es que, como apunta Bianchi, ¡°si algo caracteriza a la aristocracia es su capacidad para conservar las tradiciones a lo largo del tiempo: d¨¦cadas e incluso siglos¡±. Do?a Letizia tambi¨¦n coordin¨® a sus hijas Leonor y Sof¨ªa, pero solo cuando las ni?as eran peque?as: hoy, cuando inauguran la adolescencia, las infantas cuentan con la libertad de vestir diferentes. Hoy el concepto de aristocracia extiende sus tent¨¢culos a otras esferas de poder, tambi¨¦n entre quienes ostentan una gran influencia en las redes sociales, de ah¨ª que 100 a?os despu¨¦s las fotos de los ni?os coordinados de Sara Carbonero en nuestro pa¨ªs, o que las de los v¨¢stagos combinados de Beyonc¨¦, Kylie Jenner o Serena Williams sean tan cotizadas en todo el mundo.
Christy Beck, antigua estilista personal de Saks Fifth Avenue reconvertida en influencer gracias a un perfil de Instagram (@the.becktriplets, casi 200.000 seguidores) y a sus trillizos de dos a?os, lleva la tendencia hasta las ¨²ltimas consecuencias. Sus tres hijos (Rockwell, Cali y Elli Beck) van siempre vestidos iguales, delante y detr¨¢s de la c¨¢mara. Algo que puede ser complicado dados los t¨ªpicos accidentes infantiles que siempre acaban en manchas: si esto ocurre, les quita la ropa a todos y los vuelve a vestir igual. A Beck le gusta combinar tambi¨¦n su ropa con la de los ni?os, e incluso la de su marido, Ryan. En una entrevista en el Washington Post, aseguraba que sabe que alg¨²n d¨ªa sus hijos empezar¨¢n a protestar sobre el tema y que, cuando ese momento llegue, les dejar¨¢ vestir de manera diferente.
Del lujo a las marcas nacidas en Instagram
Hoy esta aproximaci¨®n a la moda cl¨¢sicamente asociada a la esfera social m¨¢s pija extiende sus tent¨¢culos, de manera transversal, desde marcas de lujo a peque?as emprendedoras nacidas al calor de la tendencia (y de las redes sociales). El motivo es que todos ellos saben que los padres est¨¢n dispuestos a gastar en sus hijos lo que no desembolsar¨ªan en ellos mismos. En la ¨²ltima d¨¦cada, firmas como Lanvin (de nuevo), Burberry, Gucci, Givenchy Dolce&Gabbana, Stella McCartney o Marni decidieron lanzar r¨¦plicas de sus prendas de lujo en versi¨®n infantil (de cero a 12 a?os). Parece imposible que alguien vaya a gastar unos 300 euros en una sudadera de Gucci para un ni?o de cinco a?os que le durar¨¢ una temporada, ?verdad? Pues los datos dicen que se trata de un jugoso mercado: hace tres a?os el mercado mundial de la ropa infantil val¨ªa la friolera de 203.400 millones de d¨®lares seg¨²n Statista y las estimaciones de Euromonitor, solo para EE.UU., eran de un crecimiento del 8% en 2021. Est¨¢ claro que los padres con dinero no quieren sacrificar sus elecciones est¨¦ticas por el hecho de vestir a sus hijos, tal y como dijo el director creativo de Moschino, Jeremy Scott, en Business of Fashion. Habr¨¢ que ver c¨®mo perfila esta tendencia la pandemia pero la curva en los ¨²ltimos a?os no ha parado de ascender: Farfetch, plataforma online de referencia en marcas de lujo, vio c¨®mo de 2016 a 2017 se cuadruplicaron las marcas infantiles en su cat¨¢logo. Uno de sus motores: la aspiraci¨®n que tan bien vende Instagram.
Otras marcas contempor¨¢neas de mujer, como Reformation, Sleeper, Anthropologie, H&M o Mango satisfacen esta ilusi¨®n de mam¨¢s y sus mini-yo lanzando peri¨®dicamente colecciones c¨¢psula perfectamente combinadas que se venden bien y desatan el bot¨®n del coraz¨®n en la red social. En Espa?a, tambi¨¦n, se replica un fen¨®meno que se est¨¢ expandiendo por todo el mundo: el nacimiento de peque?as marcas tras las que hay dise?adoras emergentes, habitualmente mujeres, de generaci¨®n millennial y algunas, madres. Minicoton (una marca para beb¨¦s hecha a mano en Barcelona) tiene faldas, tops y bolsos para madres que combinan con los cuadritos vichy de los ni?os, Brinit Petit (tras la que est¨¢n Sara y Anita, que dise?an y confeccionan entre Madrid y Zaragoza) tiene abrigos de cuadros id¨¦nticos para madres e hijas, Elefantine (que se define como ¡°un lugar m¨¢gico para mujeres, ni?as y mu?ecas¡±) dise?a los mismos cuellos babero en blusas para mayores y peque?as, y AMZ (made in Bilbao) combina estampados Liberty, entre otros, en prendas para madres y hermanos. Dos emprendedoras vascas afincadas en Par¨ªs, Aran y Nora, est¨¢n expandiendo el negocio de camisetas de rayas que lanzaron a trav¨¦s de Instagram, Bihotz Paris, hacia el mundo infantil: est¨¢n a punto de lanzar una colecci¨®n especial para ni?os desde los 3 a los 11 a?os con las palabras estampadas que m¨¢s ¨¦xito tienen entre los adultos ¨C?bihotz?, ?musutruk?, ?laztana¡±, ?sorgin¡±, ?lagunak? y ?sukaldari¡±, euskera que gracias a las redes sociales tambi¨¦n se vende en lugares como M¨¦xico, EE.UU. o Irlanda-. En su comunidad de Instagram cuentan muchas madres (@paulaarranzdia, @mumandcook, @bekerreke¡) que comparten con ellas sus inquietudes y sugerencias para la nueva colecci¨®n de ni?os. ¡°Hemos percibido que hay cierta tendencia a querer que sus hijas e hijos lleven un outfit que combine con el suyo, ya que les parece muy divertido y creen que estrecha sus v¨ªnculos afectivos. Muchas veces se encuentran que en un despiste de 10 minutos sin sus hijos, vuelven y se los encuentran rebuscando entre su ropa en el armario y jugando a vestirse como ellas. Hemos recibido muchas peticiones de gente que nos ped¨ªa hacer los mismos modelos de camisetas de adultos en versi¨®n infantil¡±, nos cuentan por email.
El lado oscuro de la tendencia
Los expertos coinciden en que la intenci¨®n detr¨¢s de esta elecci¨®n es lo que marca la diferencia. La psic¨®loga cl¨ªnica Linda Blair, autora de un libro que explora las relaciones entre hermanos (Siblings: How to Handle Sibling Rivalry to Create Strong and Loving Bonds), remarca que existe una fascinaci¨®n cuando los hermanos son gemelos o mellizos y que los padres a menudo intentan potenciar su innegable encanto haciendo que se parezcan m¨¢s a¨²n visti¨¦ndolos de igual manera, pero advierte que esto puede tener un impacto negativo en los propios ni?os y en su relaci¨®n como hermanos: ?Los ni?os quieren, m¨¢s que nada, ser especiales a ojos de sus padres, as¨ª como como diferentes a los dem¨¢s¡±, escribe y, si bien no cree que la mimetizaci¨®n provoque da?os a largo plazo, s¨ª que considera que al duplicarlos se pone en riesgo la calidez de su relaci¨®n: ?La persona con la que querr¨¢n competir y diferenciarse es la que m¨¢s se parece a ellos¡±, advierte. ?La mejor manera de criar ni?os seguros de s¨ª mismos es elogiar continuamente y mostrar orgullo de sus diferencias y singularidad¡±, a?ade.
El marketing tambi¨¦n ha estudiado este fen¨®meno: si bien hoy parece que nos movemos por impulsos mucho m¨¢s que nunca (los efectos del exitoso bot¨®n ¡°me gusta¡±) la pregunta que sobrevuela hoy a esta industria de mini-influencers vestidos a conjunto no es si tendr¨¢n ¨¦xito en la red social (eso se presupone) sino si se est¨¢ eliminando la individualidad de los ni?os y su capacidad para desarrollar sus propios gustos. Tal y como publicaba El Pa¨ªs en un art¨ªculo, es importante darles la posibilidad de escoger su vestimenta para que a trav¨¦s de la experiencia sienten unas bases y sepan distinguir lo que necesitan y lo que quieren, y para que den sus primeros pasos a a la hora de tomar decisiones que conformen su identidad. ¡°Se trata de una de las primeras elecciones vitales que pueden hacer los ni?os despu¨¦s de recibir un mont¨®n de pautas, normas y ¨®rdenes por parte de los profesores o los padres, por lo que elegir su ropa les da un respiro¡±, comentaba Abel Dom¨ªnguez, psic¨®logo infanto-juvenil del gabinete Dom¨ªnguez Psic¨®logos. Si el ni?o no toma esta decisi¨®n, pero tampoco otras como la actividad deportiva que le gusta o los amigos con los que relacionarse pueden indicar que est¨¢ sobreprotegido, es t¨ªmido, evita tomar decisiones por miedo a equivocarse o ser indicativo de ¡°inseguridad, baja autoestima, indecisi¨®n o padres autoritarios que deciden todo por el ni?o¡±.
El hecho de tomar decisiones en la vida, como si quieren vestir o no igual que sus hermanos o sus padres, es determinante en el desarrollo de un ni?o. No tanto por la elecci¨®n en s¨ª sino por la capacidad de poder hacerlo. Esto, dicen los expertos, est¨¢ estrechamente ligado a la autoestima porque, al fin y al cabo, la ni?ez pone los primeros pelda?os para labrar nuestra propia identidad y personalidad. M¨¢s a¨²n cuando su imagen se expone al mundo entero a trav¨¦s de las redes sociales. Si esto es bueno o malo queda en casa: nadie dijo que fuera f¨¢cil ser padres en la era Instagram.