La camiseta que confirma el fen¨®meno: la selecci¨®n femenina estadounidense bate r¨¦cord de ventas en Nike
La prenda con la que juegan Rapinoe o Morgan se convierte en la equipaci¨®n de f¨²tbol (femenino o masculino) m¨¢s vendida de la historia en su web en una sola temporada. Su lucha por la igualdad y la visibilidad LGTBI ha conseguido que llevarla trascienda lo deportivo.
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El ¨¦xito de ventas de la camiseta de la selecci¨®n femenina estadounidense confirma tres?fen¨®menos de una tacada: que el inter¨¦s p¨²blico por el f¨²tbol femenino ha despertado de manera definitiva y sin previsible marcha atr¨¢s con el Mundial de Francia este 2019, que el equipo de Carli Lloyd, Alex Morgan y Megan Rapinoe se ha convertido en su mayor exponente -y ellas, sobre todo Rapinoe, en la nueva obsesi¨®n medi¨¢tica- y que las camisetas de f¨²tbol se consagran como objeto de deseo del streetwear. La prenda blanca, de rayas azules y rojas en las mangas y tres estrellas sobre el escudo que acreditan las tres copas mundiales con las que el equipo ya se ha hecho (la ¨²ltima en 2015), se ha convertido en ?la camiseta de una equipaci¨®n de f¨²tbol, masculina o femenina, m¨¢s vendida en una sola temporada a trav¨¦s de la p¨¢gina web de Nike?, seg¨²n escrib¨ªa en Twitter Heidi Burgett, directora de comunicaciones globales de la marca. Y eso que, de momento, no se han erigido como campeonas. La gran final la disputan este domingo 7 de julio contra Pa¨ªses Bajos.
Mark Parker, CEO de Nike, ha sido el encargado de dar la buena nueva durante una comparecencia para rendir cuentas de las ganancias de la marca, en la que se?al¨® adem¨¢s que ?la exposici¨®n [del equipo femenino durante el Mundial] est¨¢ impulsando una venta extraordinaria en kits, sujetadores de alto rendimiento y otros productos de lifestyle¡±. A pesar de que la multinacional estadounidense vista a casi dos tercios de las selecciones del mundial -incluida la de las contrincantes neerlandesas-, desde sus redes y en p¨²blico se est¨¢n volcando en defender los colores de la camiseta de su pa¨ªs, que venden a 90 euros.
Pero las jugadoras del equipo se han puesto en valor sin necesidad de empuje. Arrancaron el Mundial como las grandes rivales a batir, con tres copas del mundo y cuatro oros ol¨ªmpicos a sus espaldas, y han ganado el juego medi¨¢tico tambi¨¦n fuera del c¨¦sped. Son un referente universal en un deporte que en su pa¨ªs gozaba hasta hace unos a?os de poca fama. Frente al f¨²tbol americano, el hockey o el b¨¦isbol, este deporte ha sido tradicionalmente relegado a las mujeres por considerarse que implica menor fuerza.
Mientras ellas acumulan esa bater¨ªa de t¨ªtulos, sus hom¨®logos masculinos no consiguieron clasificarse para el Mundial de Rusia en 2018. Esos datos contrastan de manera escandalosa con una brecha salarial que, en el mejor de los casos, es del 38%, favoreciendo a los jugadores masculinos. Ellos pueden llegar a ganar un m¨ªnimo por partido de entre 5.000 y 17.000 d¨®lares y ellas solo cobran si juegan con alguno de los 10 primeros clasificados de la FIFA y si ganan el partido. Si pierden o empatan, no ven un d¨®lar. Este es el motivo que les ha llevado a denunciar a la Federaci¨®n de F¨²tbol de Estados Unidos por discriminaci¨®n ante los tribunales en dos ocasiones. La primera en 2016, en la que participaron Carli Lloyd, Alex Morgan, Becky Sauerbrunn, Megan Rapinoe, y Hope Solo, y la segunda este pasado 8 de marzo, ya con el equipo al completo reclamando adem¨¢s igualdad en las condiciones en las que viajan para los partidos y en las que los juegan (un 19% m¨¢s de veces que ellos lo hacen sobre c¨¦sped artificial, que aumenta el riesgo por lesi¨®n). Esta cruzada, encabezada por la firma de Alex Morgan, le ha valido a la jugadora del Orlando Pride el t¨ªtulo de ¡°la igualadora¡± y un puesto entre las 100 personas m¨¢s influyentes del a?o en el m¨ªtico ranking de la revista Time.
Si a Morgan ya se le esperaban titulares inconformistas durante el mes de torneo, su compa?era Megan Rapinoe ha superado las expectativas. Como Morgan, Rapinoe ya hab¨ªa hecho expreso que no visitar¨ªa la Casa Blanca en caso de que tuvieran que celebrar su victoria. La jugadora del Seattle Reign, que hizo p¨²blica su homosexualidad en 2012 mientras sal¨ªa con la baterista de Band of Horses Sera Cahoone, ha declarado abiertamente los motivos por los que su posici¨®n p¨²blica es importante como altavoz para defender los derechos LGTBI. ¡°Dispongo de una plataforma tan poderosa como el deporte, que interesa a millones de personas en todo el planeta. Y formo parte de un equipo que recibe una gran cobertura medi¨¢tica. Callarme ser¨ªa ego¨ªsta¡±, contaba a El Pa¨ªs Semanal desde Par¨ªs dos meses antes de arrancar el Mundial.
Inspirada por la iniciativa de hincar rodilla durante el himno a modo de protesta que Kaepernick us¨® para denunciar la brutalidad policial y el racismo, Megan lleva todo el torneo guardando silencio sin llevarse la mano al pecho mientras este suena, mostrando as¨ª su disconformidad con la administraci¨®n Trump. El gesto y sus comentarios le han valido la cr¨ªtica (tuitera) del presidente de los Estados Unidos, que lejos de apoyar abiertamente a su selecci¨®n, decidi¨® en un primer momento, retarla a hablar una vez hubiesen ganado. El comentario ha dado lugar a que la propia pareja de Rapinoe, la jugadora de baloncesto Sue Bird, escribiera una carta defendiendo a su chica, contando sus sentimientos frente al asunto, y poniendo en valor c¨®mo el ¨¦xito cosechado por la jugadora durante el Mundial, que la consagra como ¡°superestrella gay¡±, ha ayudado a dar visibilidad al colectivo. ¡°Durante el encuentro, sucedi¨® algo incre¨ªble: TODO EL PA?S SE PUSO LAS GAFAS DE MEGAN. Parece que fue el momento que el pa¨ªs decidi¨® aceptar el f¨²tbol, el f¨²tbol femenino, una atleta abiertamente gay anotando dos goles y festejando con locura¡±, escrib¨ªa Bird.
Un convencimiento que tambi¨¦n han defendido y visibilizado otras jugadoras durante este mes de f¨²tbol y Orgullo. Las 38 jugadoras y dos entrenadoras en activo en el Mundial que han salido abiertamente del armario como lesbianas o bisexuales, seg¨²n datos de Out Sport (portal especializado en visibilizar la diversidad sexual en el deporte), rinden cuenta de ello. Desde la misma selecci¨®n, ¡®las Krashlyn¡¯ (la defensa Ali Krieger y su prometida Ashlyn Harris) han compartido escenas juntas desde Francia en sus redes despu¨¦s de anunciar su compromiso hace medio a?o con una exclusiva en People. El beso en mitad del campo de Pernil Herder, jugadora de la selecci¨®n danesa, a su novia, Magdalena Eriksson, cuando esta acababa de eliminar a Canad¨¢ con la selecci¨®n sueca. Las fotos de las jugadoras brasile?as, como Cristiane, con mensajes de amor a sus parejas en Instagram. O el mensaje dedicado a todas las mujeres que enton¨® la brasile?a?Marta Vieira, la pichichi del Mundial (y de todos los mundiales, masculinos incluidos), tras marcar su hist¨®rico gol n¨²mero 17 en un mundial. Todos suman pasos distintivos por parte de las mujeres que, a diferencia del f¨²tbol masculino en el que la homosexualidad es a¨²n el gran tab¨² por derribar, abrazan la lucha por la causa con conciencia plena sobre la repercusi¨®n de sus actos.
Resignificar la camiseta de f¨²tbol
La lucha de estas futbolista ha contribuido a la resignificaci¨®n que la camiseta de f¨²tbol atraviesa. Si bien la prenda ya se integr¨® el a?o pasado en los estilismo veraniegos con soltura -con la camiseta de la selecci¨®n nigeriana como gran favorita-, la adopci¨®n de esta por exitosos centennials como Billie Eillish haci¨¦ndola presente en unos armarios en los que las etiquetas de g¨¦nero sobran a menudo y de la tendencia del streetwear representando al nuevo lujo, suman. Dotarla tambi¨¦n de un valor, como en el caso de la camiseta de la selecci¨®n femenina estadounidense, es el paso siguiente. Artistas femeninas como la propia Eilish, la cantante Kehlani o la dise?adora Melody Eshani, han dise?ado en colaboraci¨®n con Bleacher Report una colecci¨®n de camisetas inspiradas en el patr¨®n de las cl¨¢sicas camisetas de f¨²tbol con colores y estampados entre los que aparece la bandera arco iris y frases reivindicando el feminismo, los derechos reproductivos?o la lucha contra las etiquetas de cualquier tipo (g¨¦nero, orientaci¨®n sexual¡).
Todo apunta a que el partido de este domingo tambi¨¦n batir¨¢ r¨¦cords de audiencia. En Espa?a, el partido de eliminaci¨®n de nuestra selecci¨®n contra las estadounidenses fue visto por 1.320.000 personas, m¨¢xima de espectadores de la temporada en GOL. Y en Estados Unidos, ya en 2015,? el partido con el que la selecci¨®n se consagr¨® ganadora fue el partido m¨¢s visto de toda la historia del f¨²tbol en el pa¨ªs. Ganen o no en Francia este 7 de julio, para las y los estadounidenses, el gesto de llevar la camiseta de la selecci¨®n femenina puesta ya no se ci?e estrictamente a lo deportivo, es tambi¨¦n una declaraci¨®n de intenciones contra las pol¨ªticas y el discurso de odio que se fraguan en el pa¨ªs.