Dries van Noten re¨²ne al qui¨¦n es qui¨¦n de la moda en su desfile n? 100
De Nadja Auermann a Carolyn Murphy, el dise?ador belga re¨²ne sobre la pasarela a 54 modelos que han trabajado para ¨¦l desde 1993.
Normalmente, en el backstage de un desfile, siempre de acceso restringido y flanqueado por un equipo de seguridad, el ritmo es fren¨¦tico. Hay prisas, nervios, ajetreo. El dise?ador, protegido por su equipo de relaciones p¨²blicas, recibe las felicitaciones en una esquina y, con suerte, concede microentrevistas a algunos elegidos de la presa invitada. Apenas tres minutos en los que esboza los trazos de la colecci¨®n, mientras las maniqu¨ªes huyen de los flashes camino de la siguiente cita. Ayer, en el de Dries Van Noten, la semana de la moda olvid¨® su ritmo fren¨¦tico por unos instantes. L...
Normalmente, en el backstage de un desfile, siempre de acceso restringido y flanqueado por un equipo de seguridad, el ritmo es fren¨¦tico. Hay prisas, nervios, ajetreo. El dise?ador, protegido por su equipo de relaciones p¨²blicas, recibe las felicitaciones en una esquina y, con suerte, concede microentrevistas a algunos elegidos de la presa invitada. Apenas tres minutos en los que esboza los trazos de la colecci¨®n, mientras las maniqu¨ªes huyen de los flashes camino de la siguiente cita. Ayer, en el de Dries Van Noten, la semana de la moda olvid¨® su ritmo fren¨¦tico por unos instantes. Las puertas se abrieron a aquellos que quisieron compartir con el dise?ador belga la ilusi¨®n y, sobre todo, la emoci¨®n del que era su desfile n¨²mero 100. El primero fue en 1992.
Era una celebraci¨®n ?sin nostalgia y con poco artificios?. Hab¨ªa hileras de luces colgando del techo. Camareros sirviendo copas de champ¨¢n. Canap¨¦s. Y en el medio de la sala, Dries, que no pudo contener las l¨¢grimas ante tantas muestras de cari?o. Rodeado de amigos, periodistas y, sobre todo, de mujeres. Las modelos, vestidas todav¨ªa con sus dise?os, tomaban una copa mientras charlaban unas con otras. Para muchas, era su ¨²nico desfile de la semana. El casting estaba formado por maniqu¨ªes de ayer y de hoy. 54 f¨¦minas que han desfilado en m¨¢s de una ocasi¨®n para ¨¦l. Carolyn Murphy, la belga Delfine Bafort, Guinevere van Seenus, Malgosia Bela, Yasmin Warsame, Sasha Pivovarova, Amber Valetta, Kirsten Owen, Michelle Hicks o la alemana Nadja Auermann, una de las supermodelos de Peter Lindbergh. Tambi¨¦n Kristina Coninck, historia viva de la moda belga, quien particip¨® en el primer show del modisto de Amberes y ayer abri¨® su desfile m¨¢s emotivo.
?Gracias por una reuni¨®n tan especial de amigos que somos casi una familia. Como siempre tus dise?os narran una historia preciosa y conmovedora?, escribi¨® Valetta en Instagram apenas unas horas m¨¢s tarde. ?Siento que lo que todos queremos ahora es algo m¨¢s personal y humano: un aut¨¦ntico show, en un espacio real, delante de gente real, que lo vive contigo?, hab¨ªa defendido apenas unos d¨ªas antes en una entrevista publicada en New York Times. ?Para m¨ª estar hoy aqu¨ª ha sido un orgullo?, confesaba Marina P¨¦rez entre bambalinas. ?Ha sido muy bonito porque, mientras desfil¨¢bamos, nos mir¨¢bamos las unas a las otras. Yo iba de las ¨²ltimas y pod¨ªa verlas a todas ah¨ª, de pie. ?Una pasada!?, explicaba Marina emocionada.
?No es un arquetipo sino una oda a la energ¨ªa creativa natural que comparten muchas mujeres?, resum¨ªa la nota de prensa. ?Jam¨¢s hemos hecho publicidad, porque no quiero tener que ce?irme a un prototipo ideal de mujer. Autom¨¢ticamente, habr¨ªa mujeres que no se sentir¨ªan identificadas con esa imagen?, argument¨® en una entrevista concedida a S Moda hace apenas unos meses. ?Es algo que tambi¨¦n tenemos en cuenta cuando hacemos el casting del desfile. Preferimos elegir siempre un grupo heterog¨¦neo de modelos, con estilos, razas y complexiones distintas?.
En la banda sonora, fragmentos de temas elegidos en ediciones anteriores se mezclan con ?la m¨²sica que ilumina el trabajo Pina Bausch?, una de las referencias recurrentes en la obra de Dries. Lust for Life de Iggy Pop, Heroes de David Bowie, Bolero de Ravel, Pulses de Steve Reich, Birds de Senjan, Elle et Moi de Catherine Denueve & Max Berlin¡ Tambi¨¦n se escuchan canciones de Louis Armstrong. Y fragmentos en versi¨®n original de cintas de Pedro Almod¨®var. ?Uy, mira, acaba de salir ahora mismo, guapa. Oye, que tienes aqu¨ª atacad¨ªsimo a tu director?. Es Loles Le¨®n en Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988).
La silueta era tambi¨¦n retrospectiva ¨Cliberada del yugo de las tendencias¨C. Un cat¨¢logo de prendas eternas e impecables que cobraban nueva vida (y nuevas dimensiones). M¨¢s reales. Y mucho m¨¢s personales. Un viaje a trav¨¦s de la moda belga que encontraba en los estampados el aut¨¦ntico hilo conductor de la historia de este modisto y su firma hom¨®nima. All¨ª estaban sus motivos favoritos, de colecciones anteriores, reinterpretados para adaptarse a los nuevos tiempos. Fotogr¨¢ficos, geom¨¦tricos, abstractos¡ Las flores de 1994, el orientalismo de 2004, las palmeras de 2007, el ikat de 2010, el kimono de 2012¡ Un escaparate de su universo gr¨¢fico que, para facilitar a los editores la ardua tarea de descifrar el a?o original, Dries recogi¨® en un libro de edici¨®n limitada (apenas mil ejemplares), a modo de glosario cronol¨®gico de prints, que regal¨® a los invitados.