El en¨¦simo retorno del abrigo Husky, el acolchado ?pijo? que arras¨® en los a?os noventa
La chaqueta del momento tiene sus coordenadas a medio camino entre Balmoral, el barrio de Salamanca y las calles m¨¢s ¡®cool¡¯ de Copenhague. Aqu¨ª tiene siete opciones para llevarlo bien.
Pocas (poqu¨ªsimas) prendas consiguen lo que todas desean: trascender generaciones, pa¨ªses, contextos y esferas sociales hasta convertirse en imperecederas. La chaqueta Husky es una de esas raras afortunadas y este dist¨®pico 2020 la moda encuentra refugio en un cl¨¢sico que inventaron un aviador retirado y su mujer hace m¨¢s de cincuenta a?os, que la realeza brit¨¢nica adopt¨® r¨¢pido para sus jornadas de caza (es un favorito de Isabel II), que despu¨¦s se extendi¨® como el uniforme pijo por excelencia (v¨¦ase la ratio de acolchados en los barrios adinerados de Madrid,...
Pocas (poqu¨ªsimas) prendas consiguen lo que todas desean: trascender generaciones, pa¨ªses, contextos y esferas sociales hasta convertirse en imperecederas. La chaqueta Husky es una de esas raras afortunadas y este dist¨®pico 2020 la moda encuentra refugio en un cl¨¢sico que inventaron un aviador retirado y su mujer hace m¨¢s de cincuenta a?os, que la realeza brit¨¢nica adopt¨® r¨¢pido para sus jornadas de caza (es un favorito de Isabel II), que despu¨¦s se extendi¨® como el uniforme pijo por excelencia (v¨¦ase la ratio de acolchados en los barrios adinerados de Madrid, por ejemplo) y que hoy adquiere nuevos significados gracias a la prescripci¨®n de personajes tan dispares como las influencers danesas, las fotos de archivo de una joven Lady Di (cuyo estilo estudian las revistas todas las temporadas) o Melania Trump. Llevar un Husky ha pasado de ser un s¨ªmbolo de pedigr¨ª a una tendencia de vanguardia.
De Prada a Zara: el nuevo Husky tendencia
El retorno del Husky lleva varias temporadas gest¨¢ndose. Primero, con la entrada del plum¨ªfero en la iconograf¨ªa del lujo, de la mano de Balenciaga en 2016. Aquellos plumas hiperdimensionados que parec¨ªan pensados para sobrevivir a una hipotermia en el Himalaya calaron en la est¨¦tica street y pusieron la primera ficha en el tablero. Dos inviernos despu¨¦s Prada dio un nuevo giro al acolchado sacando en pasarela una chaqueta color ne¨®n. Gucci, en un giro tan bohemio como millennial, visti¨® a uno de sus modelos con un h¨ªbrido entre abrigo, Husky y bata de boatin¨¦ en color malva en su colecci¨®n Cruise de 2018, y lo combin¨® con un ch¨¢ndal azul de est¨¦tica retro. El diamante mullido continu¨® entonces su expansi¨®n hacia otros armarios, desde la parisina Isabel Marant hasta la propia Zara. En Vesterbro, el barrio m¨¢s cosmopolita de Copenhague, se consolid¨® como el nuevo negro entre sus fotografiadas estrellas del street style. Marcas danesas modern¨ªsimas como Helmstedt, Ulla Johnson, Cecilie Bahnsen o Ganni lanzaron el a?o pasado sus propias versiones. Instagram hizo el resto y as¨ª llegamos hasta este oto?o, en el que no hay firma que no decline a su manera la est¨¦tica del Husky. Louis Vuitton, Chanel, Prada (de nuevo).
A pesar de que en sus propuestas el guateado trasciende su h¨¢bitat original, la chaqueta, y se aplica a toda prenda imaginable, desde los famos¨ªsimos zapatos y bolsos de Bottega Veneta hasta incluso trajes sastre como los de Moncler de Richard Quinn (lo que ocurre cuando explota una tendencia, que lo barniza todo), lo cierto es que la versi¨®n m¨¢s tradicional sigue siendo la m¨¢s f¨¢cil de llevar en la vida real. El Husky es esa prenda que coges al vuelo para salir de casa, sea para pasear al perro, ir a la universidad o a hacer un recado. Es tan c¨®moda y tan simple que encaja a la perfecci¨®n en la ¡°nueva comodidad¡±. No exige un estilismo a la moda, ni una ocasi¨®n especial. Es un ¡°poner y listo¡±. Un valor seguro, atemporal y cl¨¢sico que, no es de extra?ar, funciona como refugio ante un invierno incierto.
Conseguir un Husky original, sin embargo, es tarea de coleccionista. Algunos ejemplares suelen aparecer en tiendas de segunda mano como el portal digital Vestiaire Collective o Ebay. Desde 1990 la compa?¨ªa pertenece a la familia italiana Moschillo, que traslad¨® su sede a su pa¨ªs, pero en internet hay nost¨¢lgicos de cualquier cosa, tambi¨¦n de la chaqueta brit¨¢nica primigenia. El primer Husky se fabric¨® en Tostock, Inglaterra, en 100% nailon y relleno de poli¨¦ster (80 gramos exactamente, como a d¨ªa de hoy). Era muy b¨¢sico, resistente al agua, con un corte bastante cuadrado, cinco botones a presi¨®n en la parte delantera, dos aberturas de ventilaci¨®n laterales (que tambi¨¦n se pod¨ªan cerrar con las mismas tachuelas), dos bolsillos tipo parche terminados con ribetes de pana y un cuello en este mismo tejido.
En realidad, el primigenio Husky ten¨ªa forma de chaleco, pero muy pronto se le a?adieron las mangas, que se remataron con pu?os flexibles que se abrazan a la mu?eca para evitar que entre el aire fr¨ªo. Hoy se producen en Italia con nuevos materiales, as¨ª que lo m¨¢s cerca de una brit¨¢nica Husky original es probablemente una chaqueta Denham de Lavenham, que todav¨ªa se fabrica en Suffolk, o las Liddesdale o New Eskdale de Barbour, con un patr¨®n muy similar.
La idea fue de Steve Guylas, un exaviador estadounidense, y de su mujer, Edna, que una vez jubilados se mudaron a Inglaterra. Les gustaba dar paseos por la campi?a con su perro, de raza husky, y se lanzaron a confeccionar una chaqueta ultraligera que protegiera del fr¨ªo y de la lluvia, c¨®moda para montar a caballo, pescar o salir de caza. As¨ª naci¨® su famosa chaqueta, que pronto pas¨® a vestir a la familia real brit¨¢nica y a los Sloane Rangers, esa clase alta londinense de la d¨¦cada de los 70 en la que ellos participaban en actividades ecuestres y ellas llevaban pa?uelos de Herm¨¨s o Liberty anudados al cuello.
En realidad, la t¨¦cnica que consiste en la uni¨®n de dos tejidos con un relleno intermedio era algo mucho m¨¢s antiguo (ya se ve¨ªa en la corte francesa del siglo XVIII y tambi¨¦n en el mundo de la equitaci¨®n) y su modernizaci¨®n no lleg¨® hasta bien entrado el siglo XX, cuando Coco Chanel, pionera una vez m¨¢s, tom¨® el acolchado de las sillas de montar y cre¨® el primer bolso moderno de la historia, con asas para colgarlo del hombro y no tener que llevarlo en la mano, y un reconocible patr¨®n guateado: su nombre, el 2.55 (por la fecha de su creaci¨®n, en febrero de 1955). 2020 cierra el a?o ensalzando este tejido hiperligero y c¨®modo, que nunca pasa de moda y convertido ahora en el uniforme de la ¡°nueva comodidad¡±.
Siete opciones para el invierno de 2020
¡¤ La sobrecamisa verde, de Zara:
¡¤ El abrigo-bata, de Alexa Chung para Barbour:
¡¤ El chaleco largo, de Moncler:
¡¤ La chaqueta corta, de Burberry:
¡¤ El anorak sin cuello, de Mango:
¡¤ El abrigo dark, de Prada:
¡¤ El abrigo street, de Ganni: