El eterno retorno de las botas UGG, un icono gracias a la ocurrencia de unos surfistas
En pleno confinamiento, el informe de la web Lyst, una de las biblias de las tendencias globales en moda, se fij¨® en el brutal aumento de ventas de la marca. En parte gracias a que celebridades como Mila Kunis o Selena G¨®mez, entre muchas otras, han permanecido fieles a estas botas c¨®modas, calentitas y ¡®feas¡¯.
Se suele establecer el a?o 2004 como la edad dorada de las botas UGG, el momento en el que consiguieron poner a sus pies (ejem) a medio Hollywood y, tras ellos, al resto del mundo. Oprah Winfrey, Paris Hilton, Sarah Jessica Parker, Gisele B¨¹ndchen, Beyonc¨¦, Pamela Anderson y hasta Leonardo DiCaprio se calzaron en aquellos d¨ªas unas botas que, odiadas por unos y adoradas por otros, se hicieron enormemente populares. Pero, al igual que otras tendencias que surgieron durante el ya lejano inicio del milenio como los chockers, los cinturones de cadena o los ch¨¢ndales de Juicy Couture, las ...
Se suele establecer el a?o 2004 como la edad dorada de las botas UGG, el momento en el que consiguieron poner a sus pies (ejem) a medio Hollywood y, tras ellos, al resto del mundo. Oprah Winfrey, Paris Hilton, Sarah Jessica Parker, Gisele B¨¹ndchen, Beyonc¨¦, Pamela Anderson y hasta Leonardo DiCaprio se calzaron en aquellos d¨ªas unas botas que, odiadas por unos y adoradas por otros, se hicieron enormemente populares. Pero, al igual que otras tendencias que surgieron durante el ya lejano inicio del milenio como los chockers, los cinturones de cadena o los ch¨¢ndales de Juicy Couture, las botas UGG protagonizan, de vez en cuando, su propio regreso.
El invierno pasado, por ejemplo, en pleno confinamiento en muchos pa¨ªses occidentales, el informe de la web Lyst, una de las biblias de las tendencias globales en moda, se fij¨® en el brutal aumento de ventas que hab¨ªa experimentado la marca. Este a?o, las cosas han seguido el mismo camino: celebridades como Mila Kunis o Selena G¨®mez, entre muchas otras, han permanecido fieles a estas botas c¨®modas, calentitas y ¡°feas¡± casi por definici¨®n, como veremos ahora mismo.
El origen de las botas ugg
Nadie ha sido capaz de demostrar de manera convincente cu¨¢l es el origen de las botas ugg, escrito as¨ª, en min¨²scula, debido a que en su pa¨ªs de origen, Australia, ese nombre es una denominaci¨®n gen¨¦rica. Las ugg tradicionalmente se fabricaban de manera artesanal a partir de piel de oveja, con el borreguillo hacia dentro y comenzaron a utilizarse por los esquiladores de ovejas de ese pa¨ªs en la d¨¦cada de 1920, tras la Primera Guerra Mundial.
Estos trabajadores descubrieron que las botas de piel de oveja resist¨ªan mucho mejor sus largas jornadas de trabajo en contacto con la lanolina, la cera natural que segrega la piel del ganado ovino, que descompone el cuero fabricado a partir de la piel de otros animales como las vacas o los cerdos.
Pero nunca sabremos si los campesinos australianos dieron con la soluci¨®n por ellos mismos o se inspiraron en alg¨²n modelo anterior. Ejemplos anteriores hab¨ªa muchos. Para conocer el primer vestigio de unas botas c¨®modas de piel de oveja nos tenemos que remontar muy atr¨¢s en la historia de la humanidad. Los monjes budistas del antiguo monasterio budista de Subashi las llevaban hace 2500 a?os, seg¨²n se sabe por las momias que se encontraron entre sus ruinas.
Casi en la misma ¨¦poca, Plat¨®n describi¨® en una de sus obras c¨®mo los habitantes de la pen¨ªnsula de Casandra, al norte de Grecia, se proteg¨ªan los pies del fr¨ªo con unas toscas botas hechas de piel de oveja.
Ya en el siglo XIX, los exploradores europeos observaron c¨®mo este tipo de calzado tambi¨¦n se llevaba en las regiones del T¨ªbet y por el pueblo Inuit, los habitantes del ?rtico, aunque ellos las sol¨ªan engrasar para hacerlas impermeables.
Finalmente, durante los duros d¨ªas de la Primera Guerra Mundial, los pies de los aviadores brit¨¢nicos que luchaban contra el temible Bar¨®n Rojo, se quedaban literalmente congelados debido a la deficiente presurizaci¨®n de sus aeronaves. Para protegerse de ese fr¨ªo, el mayor Lanoe Hawker dise?¨® unas botas altas de piel de oveja, que llegaban por encima de la rodilla, y que fueron fabricadas por los almacenes Harrods. El modelo acab¨® convirti¨¦ndose en un b¨¢sico del equipamiento de los pilotos de la Royal Air Force, quienes las bautizaron como fug boots.
El t¨¦rmino fug describe un ambiente cerrado, caliente y cargado, como el que se quer¨ªa conseguir precisamente dentro de este tipo de botas, y de ¨¦l podr¨ªa proceder la palabra ¡°ugg¡±. Otra teor¨ªa de su origen, podr¨ªa ser que derivara simplemente de la palabra ugly (feo en ingl¨¦s) debido a su basto dise?o.
?Se les ocurri¨® a los australianos comenzar a utilizar esas botas tras ver a los pilotos de su Majestad llevarlas? Podr¨ªa ser, pero nadie puede demostrarlo. Lo que s¨ª que est¨¢ m¨¢s claro es que a partir de los a?os 30, estas zapatillas comenzaron a fabricarse de manera industrial. La primera empresa comercial de la que se tiene noticia es Blue Mountains Ugg Boots de Nueva Gales del Sur.
Las ugg comienzan a ser cool
Tras utilizarse durante d¨¦cadas en zonas rurales de Australia, a los surfistas profesionales del pa¨ªs se les ocurri¨® empezar a utilizarlas a partir de los a?os 70. El objetivo era mantener sus pies calientes tras surfear en las fr¨ªas aguas del Pac¨ªfico en los meses invernales. A partir de entonces las botas dejaron de venderse exclusivamente en almacenes de material agr¨ªcola y comenzaron a ocupar los escaparates de las tiendas de surf que acababan de abrir pocos a?os antes en algunas ciudades del este del pa¨ªs.
En aquella ¨¦poca, el mundo del surf era relativamente peque?o, lo que facilit¨® que la moda de las ugg llegara r¨¢pidamente a las revistas especializadas de California. A mediados de los 70, comenzaron a verse en tiendas de surf del Valle de San Fernando y de Santa Cruz. Ni siquiera es que hubiera un canal de importaci¨®n real, sino que eran los propios due?os quienes se tra¨ªan unos cuantos pares cada vez que visitaban el pa¨ªs de los canguros.
En 1978, un surfista australiano que viv¨ªa en Santa M¨®nica llamado Brian Smith, viendo la oportunidad de sacar algo de dinero, comenz¨® a importar este tipo de botas junto a su amigo Doug Jensen. Ese ser¨¢ el origen de UGG Australia, que durante los a?os 80 y los 90 va creciendo en popularidad, gracias a peque?as acciones de marketing como ser el calzado oficial del Equipo Ol¨ªmpico estadounidense durante los Juegos Ol¨ªmpicos de Invierno de 1994 o del equipo de f¨²tbol americano San Diego Chargers.
Pero, a mediados de los 90, las botas UGG nunca hab¨ªan conseguido salir del circuito de la ropa deportiva. Era normal, debido al concepto que de este calzado se hab¨ªa tenido siempre en Australia. All¨ª, las UGG continuaban siendo un calzado de esquiladores de ovejas, siempre fueron consideradas un art¨ªculo para personas incultas a quienes no les interesaba la moda, paletos de pueblo. As¨ª lo confirm¨® el estilista australiano Justin Craig en la entrevista que le hicieron para The Daily Telegraph en 2004: ¡°las ¨²nicas personas interesadas en la moda que se atreven a llevarlas en Australia son las modelos, como dando a entender: ¡®Soy tan guapa, que me veo bien llevando cualquier mierda¡¯¡±.
Fue a partir de 1995, momento en el que Smith vendi¨® la empresa a la multinacional de calzado Deckers Outdoor Corporation por unos 15 millones de d¨®lares, cuando las cosas empezaron a cambiar. Los nuevos due?os de UGG comenzaron a enviar pares a todas las celebridades imaginables, a mandar varios pares a los sets de rodaje para ver si alg¨²n actor decid¨ªa pon¨¦rselas durante alg¨²n descanso y a pagar cantidades astron¨®micas para que su producto apareciera en series de televisi¨®n de ¨¦xito como Sex and the city o pel¨ªculas como Mam¨¢ a la fuerza, donde Kate Hudson las luce hasta en el cartel. Una potent¨ªsima campa?a de publicidad que, como bien sabemos, funcion¨® de maravilla.
La marca le debe una gran parte de su ¨¦xito inicial a la presentadora de televisi¨®n y empresaria Oprah Winfrey, que alrededor del cambio de milenio se entusiasm¨® con este calzado, habl¨® sobre ¨¦l en antena y lleg¨® a regalar p¨²blicamente 350 pares a todos sus trabajadores.
Seg¨²n cont¨® el a?o pasado a CNN el creador de la marca, Brian Smith, que vivi¨® todo esto ya fuera de la empresa, ¡°Nike despeg¨® por el jogging, Reebok por el aer¨®bic, Zoom por la pandemia y las UGG por Oprah¡±. La presentadora no ha dejado de hablar de ellas desde entonces, de hecho, el a?o pasado volvi¨® a citarlas en la recomendaci¨®n de productos que realiza anualmente con motivo de la navidad: Oprah¡¯s Favourite Things 2021.
Para el gran p¨²blico, las UGG se convirtieron a partir de entonces en un accesorio imprescindible que capturaba ese esp¨ªritu californiano que series como The O.C., Laguna Beach y unos a?os antes Sensaci¨®n de vivir o Melrose Place, hab¨ªan hecho ansiar a los j¨®venes de todo el mundo. Hac¨ªan que te sintieras Lindsay Lohan, Nicole Ritchie o Kate Moss acosadas por los paparazzis un domingo por la tarde de camino a tomar un caf¨¦.
Entre 2002 y 2003, las ventas crecieron en m¨¢s de un 300%. En ciudades como Nueva York se desat¨® una locura tal que la gente se agolpaba a la entrada de las tiendas, discutiendo e incluso llegando a las agresiones f¨ªsicas seg¨²n contaron los diarios de la ¨¦poca, agotando remesas enteras en cuesti¨®n de horas y acumulando listas de espera de m¨¢s de un mes. La reventa tambi¨¦n era frecuente y muchos pagaban m¨¢s del doble del precio original en eBay para conseguir su par.
Pero conforme la d¨¦cada llegaba a su final, el hype se fue enfriando un poco, el mercado se inund¨® de incontables imitaciones y las UGG fueron pasando temporadas cada vez m¨¢s largas en los armarios de las personas que antes las hab¨ªan adorado. Como en el cuento de la Cenicienta, el hechizo se disip¨® y, aunque segu¨ªan siendo c¨®modas y calentitas, volvieron a ser simplemente unas botas feas de piel de oveja.
Por qu¨¦ han vuelto las UGG
Diez a?os despu¨¦s, sin embargo, esta rareza del calzado de nuestras ant¨ªpodas volvi¨® a la vida. Las b¨²squedas en Google repuntaron y comenz¨® a verse con ellas a gente como Irina Shayk, Gigi Hadid o Rihanna. Tambi¨¦n a antiguas fieles como Sara Jessica Parker o Sienna Miller. Si debemos culpar a algo de esta vuelta, hag¨¢moslo a la pandemia, que foment¨® el uso de calzado c¨®modo con el que pod¨ªamos estar por casa y a la vez salir a la calle a hacer peque?os recados como comprar unas mascarillas. La vuelta de las UGG se debe a las mismas razones que la de los Crocs, las Birkenstock y las Dr. Scholl, espoleadas adem¨¢s por la brutal fascinaci¨®n por los 2000 que tanta influencia ha tenido en la moda de los ¨²ltimos a?os.
La marca no se ha quedado quieta, reinterpretando su producto una y otra vez y colaborando con dise?adores como Eckhaus Latta, Feng Chen, Molly Goddard o Y-Project (que desarroll¨® una colecci¨®n que curiosamente recordaba mucho a aquellas fug boots de los aviadores brit¨¢nicos), lo que la ha hecho ganarse un puesto en las mentes de los fan¨¢ticos de la moda m¨¢s iconoclastas. Asegurando a la marca, lejos ya de la locura del principio del siglo, un lugar relevante en la moda de los pr¨®ximos a?os.