En defensa del dise?o feo
?Y si el logo de los Juegos Ol¨ªmpicos no fuese horroroso sino interesante? Un libro recoge trabajos que desaf¨ªan lo visualmente aceptable
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Una silla de pl¨¢stico de jard¨ªn, cubierta por una sustancia azul que parece derretirse encima, no provoca de entrada el sosiego visual que proporciona, por ejemplo, una Tulip de Saarinen, pero tiene algo qu¨¦ decir. Algo que, en 2012, estamos mejor equipados para entender.
Esto es, entre otras cosas lo que viene a decir el libro Pretty Ugly (Gestalten Verlag), que han editado los dise?adores Lupi Asensio y Martin Lorenz, del estudio barcelon¨¦s Two Points.Net. Su tesis es que, mientras que el arte ha avanzado hist¨®ricamente por repulsi¨®n est¨¦tica (cuando una nueva escuela planteaba algo que era inaceptable para la anterior), al dise?o no se le hab¨ªa permitido hasta hace poco dejar de ser est¨¦ticamente agradable. Pero en las ¨²ltimas d¨¦cadas han surgido una serie de insumisos de lo est¨¦tico que est¨¢n dejando su impronta tanto en el dise?o gr¨¢fico como en la tipograf¨ªa, la moda, el mobiliario y la fotograf¨ªa. El libro recoge ejemplos de todos estos campos en formas, colores y perspectivas que se suelen considerar feas pero que, seg¨²n los autores, ya est¨¢n influyendo a los creadores del futuro. Se trata, seg¨²n dicen los autores, de superar la dicotom¨ªa entre bonito/feo, que sigue sujeta el dise?o y separar los trabajos entre ¡°interesantes¡± o ¡°aburridos¡±.
Asensio y Lorenz idearon el t¨¦rmino como un juego de palabras, ya que ¡°pretty¡± se traduce tanto por ¡°bonito¡± como por ¡°bastante¡±, as¨ª que el t¨¦rmino puede entenderse como ¡°bonito feo¡± y como ¡°bastante feo¡±. Ya antes, Patrick Burgoyne, el editor de la revista especializada Creative Review hab¨ªa acu?ado el t¨¦rmino New Ugly (Nuevo Feo) para referirse a la corriente est¨¦tica que domina estas primeras d¨¦cadas del siglo y que est¨¢ muy influida por la imagen de los ochenta y los noventa. ?Su ejemplo m¨¢s claro? El logo de los Juegos Ol¨ªmpicos de Londres 2012, que se puede considerar directamente feo o bonito-feo, seg¨²n se mire. De momento, el? logo de la agencia Wolff Ollins se ha ganado muchos m¨¢s enemigos que amigos en la comunidad del dise?o. La revista The Atlantic lo defin¨ªa hace tan s¨®lo cosa de un mes como un ¡°aut¨¦ntico desastre en colores ¨¢cidos. Da la impresi¨®n de que a sus dise?adores se les cay¨® al suelo, lo recogieron y decidieron utilizar las piezas rotas de todas formas¡±.
El logo de los Juegos Ol¨ªmpicos de Londres
Cuando se desvel¨®, en 2007, los autores de Pretty Ugly estuvieron entre los dise?adores que firmaron un manifiesto en contra del logo. ¡°Pero hoy en d¨ªa ya no asusta¡±, aseguran. Creen que sobrevivir¨¢ en el tiemo vinculado a su ¨¦poca, pero que en general lo fe¨ªsta no funciona en la identidad de marca, a no ser que el producto sea tambi¨¦n pretty ugly, ya que las im¨¢genes de marca tienen que envejecer bien y comunicar.
Para completar su cat¨¢logo de atractivos horrores, Asensio y Lorenz empezaron con una selecci¨®n intuitiva de ejemplos en la moda, el dise?o gr¨¢fico, el arte y la ilustraci¨®n y, a medida que seleccionaban, acabaron por cristalizar los conceptos que definen al movimiento. Esos productos tienen que ser feos, pero por una raz¨®n. Tienen que haber llegado all¨ª como parte de un proceso conceptual o metodol¨®gico.
Fotograf¨ªa de Brea Souders, inclu¨ªda en el libro ¡®Pretty Ugly¡¯.
Gestalten 2012
Los dise?adores que lo practican son en su mayor¨ªa j¨®venes, pero no todos. Tambi¨¦n hay fe¨ªstas que superan los 50,? como los holandeses Mevis y Van Deursen, tip¨®grafos (entre otras cosas) que han colaborado con los dise?adores Viktor&Rolf, un d¨²o que a menudo ha llegado a la subversi¨®n pero desde lo cursi, no desde lo feo. ¡°El Pretty Ugly lo vemos como un movimiento contra los criterios establecidos de lo que es el buen dise?o. Incluye lo que no te gusta y lo que va en contra de lo que tu educaci¨®n te dijo que era lo correcto. Entrar en el mundo de lo que est¨¢ mal libera y hace posible cualquier tipo de experimento¡±, aseguran Lorenz y Asensio, defensores de propuestas como las que en moda hacen Cruzcastillo, Roberto Piqueras o Killian Lodo, todos ellso incluidos en el libro.
Viendo algunos de sus ejemplos, como los carteles con tipograf¨ªas que parecen sacadas de un procesador de textos de los noventa, es imposible no preguntarse d¨®nde est¨¢ la frontera entre lo deliberadamente feo de lo sencillamente amateur. ¡°La diferencia reside en los detalles. No es un movimiento que lo haga mal porque no sabe hacerlo mejor, sino que una generaci¨®n altamente educada usa sus conocimientos para romper lo que nos has sido dado como normas. Un amateur tiene que tener suerte para crear algo interesante, mientras que un profesional conoce las reglas y por eso sabe c¨®mo romperlas¡±, afirman.
Imagen de la colecci¨®n de verano de 2012 de Roberto Piqueras.
Gestalten 2012