El ¡®wrap dress¡¯ de la reina Letizia: historia del vestido inventado en los setenta que representa la liberaci¨®n femenina
La historia de este vestido habla de libertad sexual, pol¨ªtica y econ¨®mica, de las noches de Studio 54, y de c¨®mo la dise?adora que se codeaba con la ¨¦lite de Nueva York cambi¨® las reglas del vestuario femenino en los a?os setenta.
Como dijo Oscar Wilde, solo las personas superficiales no juzgan por las apariencias. O dicho de otro modo, si queremos leer a una persona p¨²blica, fij¨¦monos en lo que nos est¨¢ contando a trav¨¦s de su imagen porque la moda es una poderosa herramienta de comunicaci¨®n. M¨¢s especialmente cuando esa personalidad tiende a no salirse del discurso oficial, o lo que es lo mismo, el silencio. Funciona ¡ªcomo ahora mismo¡ª c...
Como dijo Oscar Wilde, solo las personas superficiales no juzgan por las apariencias. O dicho de otro modo, si queremos leer a una persona p¨²blica, fij¨¦monos en lo que nos est¨¢ contando a trav¨¦s de su imagen porque la moda es una poderosa herramienta de comunicaci¨®n. M¨¢s especialmente cuando esa personalidad tiende a no salirse del discurso oficial, o lo que es lo mismo, el silencio. Funciona ¡ªcomo ahora mismo¡ª cada vez que Letizia Ortiz lleva una prenda destacada. La ¨²ltima imagen de la reina ha sucedido esta semana, en un evento organizado por el Banco Santander en el que los invitados iban desde Ana Bot¨ªn a Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, Sandra Ibarra o el Padre ?ngel. Letizia ha escogido un vestido azul con dos importantes connotaciones: primero, est¨¢ dise?ado por la firma gallega Adolfo Dom¨ªnguez; segundo, se trata de un wrap dress, un vestido que se cruza en la cintura y que representa la emancipaci¨®n y la liberaci¨®n de la condici¨®n femenina. Esta es su historia.
Ocurri¨® en Nueva York, en 1974. A comienzos de los a?os setenta, una joven belga casada con el?pr¨ªncipe Egon von Furstenberg despuntaba en los c¨ªrculos sociales de la moda, el poder y la creatividad de Manhattan. Se llamaba Diane y aunque llevaba ya varios a?os de carrera, primero como modelo, despu¨¦s como dise?adora, un buen d¨ªa ide¨® la prenda que lanz¨® su fama a la estratosfera. Aquella pieza acab¨® siendo tan relevante que ha pasado a la historia como la tercera en ¡°liberar¡± a las mujeres, despu¨¦s de que Paul Poiret les quitara los cors¨¦s a comienzos de siglo y Gabrielle Chanel las vistiera de hombre unos a?os despu¨¦s. Esta es la breve historia de c¨®mo el wrap dress (o vestido envolvente, en su traducci¨®n) marc¨® a una generaci¨®n y contin¨²a siendo influyente medio siglo despu¨¦s.
La clave de esta historia est¨¢ en el d¨ªa que? Von Furstenberg vio en televisi¨®n a?Julia Nixon Eisenhower con un top anudado en la cintura combinado con una falda. Aquella silueta no se le fue de la cabeza y la idea del vestido cruzado tampoco. Su inspiraci¨®n, vista con perspectiva, era puro zeitgeist: Diane estaba reci¨¦n divorciada, se rodeaba de mujeres con vidas interesantes, que cada vez pasaban menos tiempo en casa, que ten¨ªan compromisos de d¨ªa y que sal¨ªan de noche, y se acababa de comprar un apartamento de 16 habitaciones en la Quinta Avenida en una impresionante demostraci¨®n de poder¨ªo y emancipaci¨®n. Era la ¨¦poca dorada de Studio 54 (donde la propia Diane coincid¨ªa con Bianca Jagger, Brooke Shields o Cher), los a?os en que las mujeres disfrutaban por primera vez de igualdad de derechos (tras la enmienda del Congreso en 1970) y en los que la moda femenina hab¨ªa buscado una prenda que representara todos los cambios pol¨ªticos, econ¨®micos y sexuales. Hasta el momento esta eran los pantalones, que hab¨ªan sido tomados prestados del armario masculino. Diane estaba deseando dise?ar una prenda que tuviera ese mismo papel liberador desde una perspectiva ¨ªntegramente femenina. Y as¨ª, en medio de todo ese contexto, es cuando cre¨® el wrap dress. Cuando Von Furstenberg present¨® la prenda al mundo, lo hizo con esta frase: ¡°Feel like a woman, wear a dress¡± (Si¨¦ntete como una mujer, lleva un vestido).
R¨¢pido, este vestido ligero y c¨®modo que cruza la silueta por la cintura se convirti¨® en un ¨¦xito de ventas y en aquella d¨¦cada produc¨ªa una media de 20.000 unidades a la semana en sus talleres de Italia y lleg¨® a vender cinco millones de unidades. ¡°Su ¨¦xito me ayud¨® a pagar las facturas y la educaci¨®n de mis hijos, y permiti¨® que me hiciera un nombre en el mundo de la moda; no lo digo en sentido figurado, es que literalmente?me dio poder e independencia¡±, cont¨® a?os despu¨¦s la dise?adora. En palabras de Diane, este vestido es ¡°una amiga, una?prenda c¨®mplice?que lo mismo te sirve para?ir a trabajar?que para?salir a ligar?y acabar con un hombre en la cama¡±.
En 1976 la propia Diane pos¨® con su vestido envolvente (que a d¨ªa de hoy sigue produciendo en infinidad de colores y estampados) en la portada de Newsweek, consagrando su estatus ic¨®nico. Desde entonces han sido muchas las mujeres de la realeza, famosas, pertenecientes a los c¨ªrculos de poder y de a pie que han llevado este vestido: de Cybill Shepherd en?Taxi Driver?a Madonna, Michelle Obama, Jerry Hall, Paris Hilton o Kate Middleton. Sin embargo, su preferida es Ingrid Betancourt: Tras seis a?os secuestrada, el primer vestido que se compr¨® fue un wrap dress. ?Ah¨ª fue cuando la sensaci¨®n de libertad que siempre defend¨ª que proporcionaba al cuerpo femenino tom¨® un nuevo significado?.