¡°La victoria llegar¨¢ cuando las tallas grandes no sean noticia¡±
El gusto por una feminidad m¨¢s rotunda gana presencia. Aqu¨ª, las coordenadas para empaparse del movimiento.
Con apenas 18 a?os, la que entonces era su agente le asegur¨® que ganar¨ªa dinero suficiente para pagarse la universidad, pero que nunca har¨ªa del modelaje una carrera. Aquellas palabras se fueron por el desag¨¹e el d¨ªa que Huffine apareci¨® en la portada de Vogue Italia, fotografiada por Steven Meisel, junto a Robyn Lawley y Tara Lynn. ?Quiz¨¢ lo dijo porque nadie imaginaba un futuro prometedor para las maniqu¨ªes de talla grande. No me lo tom¨¦ mal. Pero me alegra que se equivocase?, cuenta la estadounidense.
Era 2011 y hac¨ªa una d¨¦cada que una modelo plus no protag...
Con apenas 18 a?os, la que entonces era su agente le asegur¨® que ganar¨ªa dinero suficiente para pagarse la universidad, pero que nunca har¨ªa del modelaje una carrera. Aquellas palabras se fueron por el desag¨¹e el d¨ªa que Huffine apareci¨® en la portada de Vogue Italia, fotografiada por Steven Meisel, junto a Robyn Lawley y Tara Lynn. ?Quiz¨¢ lo dijo porque nadie imaginaba un futuro prometedor para las maniqu¨ªes de talla grande. No me lo tom¨¦ mal. Pero me alegra que se equivocase?, cuenta la estadounidense.
Era 2011 y hac¨ªa una d¨¦cada que una modelo plus no protagonizaba una portada. Candice recuerda aquel a?o como un punto de inflexi¨®n. ?Las chicas con mis medidas no ten¨ªamos la oportunidad de hacer este tipo de trabajos a menudo. No nos ve¨ªan como modelos de moda. Serv¨ªamos para cat¨¢logos y comercio online. Pero aquella portada cambi¨® las reglas del juego?, confirma. Hoy las maniqu¨ªes con curvas arrasan y el circuito fashion reconoce el empuje de un mercado que ata?e al 65% de la poblaci¨®n y genera 17.500 millones de d¨®lares solo en Estados Unidos. En Europa, los n¨²meros son similares. Con esas voluminosas cifras, es inevitable preguntarse por qu¨¦ las firmas siguen prefiriendo cuerpos con los que gran parte del p¨²blico (y clientela en potencia) no puede identificarse. ?Cada vez m¨¢s, las mujeres verbalizan el tipo de f¨¦mina que quieren ver en un anuncio?. Y la industria ha empezado a escuchar.
Desde aquella sesi¨®n, hace ya 15 a?os, a Huffine no le ha faltado trabajo. En su porfolio: CR Fashion Book, W y esta cabecera, que se hizo eco del auge de las redondeces y le dedic¨® una portada en 2012. Despu¨¦s llegar¨ªa el calendario Pirelli de 2015, en el que volvi¨® a posar para Meisel, pero esta vez con tops como Adriana Lima, Carolyn Murphy o Joan Smalls. ?Pirelli puso el punto y aparte. Aquello ten¨ªa que ver con la belleza, no con la talla?, dice la top. Los titulares proliferaron: ?La primera modelo de talla grande en aparecer en el calendario?, rezaban triunfantes. La lectura de Huffine era otra. ?Fue un paso en la direcci¨®n correcta. Pero la verdadera victoria llegar¨¢ cuando ver a una modelo de talla grande en una revista de moda no sea noticia?, opina. Como mujer y como maniqu¨ª, suspira por el d¨ªa en el que no haya divisiones. ?La palabra ¡°plus¡± para referirse al cuerpo de una mujer es problem¨¢tica, porque tiene connotaciones negativas. Necesitamos modificar el enfoque. Aunque tambi¨¦n creo que las etiquetas, en general, son innecesarias. ?Qu¨¦ sentido tiene encasillarnos as¨ª??, reflexiona.
Ese punto de vista auspicia su afinidad con Violeta, de la que vuelve a ser imagen esta temporada. Igual que ella, la ense?a no piensa en la moda como una expresi¨®n ligada a la talla. ?Su papel es crucial en esta evoluci¨®n, porque ofrece a las mujeres con curvas lo mismo que a cualquier otra f¨¦mina?, asegura. En las colecciones de Violeta no hay prejuicios. Tampoco ponchos bajo los que esconderse. ?Ya le he echado el ojo al pantal¨®n palazzo blanco y al top de croch¨¦ que llev¨¦ el d¨ªa que fotografiamos la campa?a?, cuenta. ?Odio que las mujeres con curvas crean que existen reglas para ellas. No hay absolutamente ninguna tendencia que una chica no pueda llevar por su talla?, garantiza.
Ver firmas como Violeta ampliar el concepto de moda m¨¢s all¨¢ de la 42 empuja la confianza de Huffine en que se instaurar¨¢ un nuevo canon. Incluso en una pasarela que, aunque a veces hace enmienda de cambio ¨Cla ¨²ltima en diciembre, cuando el Parlamento franc¨¦s aprob¨® una ley por la que las modelos deben presentar un certificado m¨¦dico¨C, sigue encorsetada en la delgadez. ?La feminidad viene en todo tipo de tama?os y formas. La gente quiere diversidad y s¨¦ que los dise?adores no har¨¢n o¨ªdos sordos. Las costumbres son dif¨ªciles de romper. Pero el cambio es inevitable, y ya ha empezado. De eso estoy segura?, afirma.