Malika Favre, la ilustradora m¨¢s copiada del mundo: ?Los hombres no saben dibujar el erotismo?
Cre¨® el elegante abecedario del Kamasutra y es una habitual en las portadas del ¡®New Yorker¡¯. Charlamos con la francesa sobre ser un ¡®expat¡¯ en el Londres del Brexit, la influencia de la mirada masculina o por qu¨¦ la gente cree que es igual a las mujeres que dibuja.
Malika Favre dice tener el remedio para el p¨¢nico que asalta a todo freelance creativo con vocaci¨®n: el miedo a verse prostituido en su trabajo, no identificarse con lo que produce, pero acabar haci¨¦ndolo porque, al fin y al cabo, hay que llegar a fin de mes. Para evitar el temido s¨ªndrome Kellyanne Conway, Favre encontr¨® la f¨®rmula. ?Es bastante simple. No importa c¨®mo lo hagas, pero ahorra todo lo que puedas antes de hacerte aut¨®no...
Malika Favre dice tener el remedio para el p¨¢nico que asalta a todo freelance creativo con vocaci¨®n: el miedo a verse prostituido en su trabajo, no identificarse con lo que produce, pero acabar haci¨¦ndolo porque, al fin y al cabo, hay que llegar a fin de mes. Para evitar el temido s¨ªndrome Kellyanne Conway, Favre encontr¨® la f¨®rmula. ?Es bastante simple. No importa c¨®mo lo hagas, pero ahorra todo lo que puedas antes de hacerte aut¨®nomo e ir por tu cuenta; as¨ª sabr¨¢s que tienes un colch¨®n detr¨¢s y podr¨¢s darte el lujo de decir que no a lo que no te convence. A m¨ª me funcion¨®, no s¨¦ si fue suerte, pero pr¨¢cticamente ni llegu¨¦ a tocar esos ahorros y pude centrarme en lo que realmente quer¨ªa hacer?. Ll¨¢menlo suerte o ll¨¢menlo genialidad, pero esta parisina residente en Londres se ha erigido en la ¨²ltima d¨¦cada como una de las ilustradoras de referencia a escala global. Y tambi¨¦n en la m¨¢s copiada y apropiada sin su consentimiento, o como se dice en la jerga anglicista del dise?o gr¨¢fico, Favre es la m¨¢s ripeada. Ser¨¢ por el seductor allure de sus glamurosas mujeres, por su caracter¨ªstico y preciso uso del negativo y del positivo o por esa sugerente fantas¨ªa de perfecci¨®n que emana su pop art, pero la parisina ha conseguido ese hito art¨ªstico de escuchar el ?esto es muy Favre? al ver las m¨²ltiples y descaradas variaciones de su trabajo. Como ella misma dice entre risas, tras aclarar que un equipo legal persigue sin descanso estas infracciones, ?al final, es una pena que te copien tanto, porque en el proceso se pierde el sello y esencia del trabajo original?.
Colaboradora habitual de?The New Yorker y la editorial Penguin, templos contempor¨¢neos de la creatividad en la ilustraci¨®n, Favre visit¨® Barcelona para celebrar su alianza con la firma catalana Arrels, la marca creada por Javier Llaudet, ex trabajador de Inditex que ha decidido lanzar lo que el denomina ?el festival S¨®nar de las zapatillas ilustradas por creativos?. Aqu¨ª Favre ha estampado una colecci¨®n de calzado y bolsos de playa inspirada en altinha, el popular f¨²bol que se juega en las playas de Rio de Janeiro. ?Estaba en en Brasil visitando a un amigo de Londres, me asom¨¦ a la terraza y all¨ª vi a centenares de persona jugando en grupos de diez. Era como un patr¨®n casi perfecto?, cuenta, aclarando que la inspiraci¨®n le lleg¨® en pleno viaje de un par¨®n profesional y desintoxicaci¨®n ?necesaria? de 8 semanas, que aprovech¨® para recorrer Sud¨¢merica, Australia y Nueva Zelanda. ?Mis padres nunca me sacaron de Par¨ªs. No empec¨¦ a viajar hasta que tuve 25 a?os y me he convertido en una aut¨¦ntica adicta?, cuenta la ganadora del prestigioso World Ilustration Award en 2015.
Da la impresi¨®n que en la ¨²ltima d¨¦cada la relaci¨®n entre moda e ilustraci¨®n ha evolucionado much¨ªsimo, tanto en revistas como en las colaboraciones de las firmas, como es el caso de Arrels. ?Has notado ese cambio?
S¨ª, much¨ªsimo, pero no s¨®lo en moda, en otros campos tambi¨¦n se est¨¢ est¨¢ utilizando m¨¢s. Vivimos una gran ¨¦poca en el gremio. Antes hab¨ªa una gran diferencia entre la vertiente comercial y la art¨ªstica, pero ahora esas fronteras han desaparecido y convergen sin problemas. Las marcas se han interesado por los ilustradores, pero tambi¨¦n hay un lado muy comercial que pretende exigirte lo que debes hacer. Eso es un error. Yo, que siempre tuve problemas con la autoridad, no quer¨ªa ser alguien a qui¨¦n le dijesen lo que ten¨ªa que hacer y no suelo congeniar con ese tipo de demandas. Creo que te hace mucho m¨¢s atractivo como ilustrador, especialmente para las marcas, el tener tu propia voz. Aunque somos muy pocos los que podemos hacer cosas as¨ª.
?Es muy distinto el planteamiento de una ilustraci¨®n para el New Yorker o para una revista de moda?
Totalmente. El tipo de trabajo es diferente, adem¨¢s, ya no trabajo mucho con la moda. Con el gran lujo es muy duro y asfixiante, porque tienen una identidad de marca tan fuerte que te ves obligada a adaptarte a ellos. Por eso prefiero marcas como ¡®Arrels¡¯, que te dan m¨¢s libertad. Mi favorito es el trabajo editorial. Revistas y libros. Es el mayor reto, cuando tienes grandes art¨ªculos y escritores detr¨¢s es un reto incre¨ªble poder ilustrarlo. Y luego, claro, el New Yorker es mi favorito (r¨ªe).
Las mujeres de tus ilustraciones son glamurosas, con clase y pr¨¢cticamente perfectas. ?Por qu¨¦ ese ideal tan marcado?
La gente que no me conoce siempre imagina que yo soy igual que ellas¡ ?y en casa voy en pijama! Desde peque?a siempre tuve esta fascinaci¨®n por la belleza, pero no s¨®lo en lo f¨ªsico,? tanto en el arte como en los objetos que nos rodean. La est¨¦tica de lo bello me fascina. Las mujeres que dibujo s¨ª, son bellas, pero tambi¨¦n son independientes, fuertes y tienen much¨ªsima clase. Es una fantas¨ªa, pero no es una fantas¨ªa masculina cosificadora. Es una fantas¨ªa femenina que va sobre celebrar a la propia mujer. Cuando empec¨¦ a ilustrar me di cuenta de que la mayor¨ªa de mujeres estaban dibujadas por hombres y no captaban ese appeal. Algo que tambi¨¦n ha pasado much¨ªsimo en la ilustraci¨®n er¨®tica, totalmente dominada por la mirada masculina.
Una vez dijiste que ?el sexo se dibuja fatal? y atribu¨ªas la culpa a los hombres.
S¨ª, por supuesto. Es que hay una diferencia tremenda en c¨®mo se dibuja lo er¨®tico entre hombres y mujeres, porque, b¨¢sicamente, tampoco vivimos el sexo igual. Los hombres lo ven de una forma m¨¢s tribal y el resultado es una percepci¨®n de sexo totalmente distinta. En consecuencia, hay much¨ªimas ilustraciones en las que se pierde la sensualidad de lo er¨®tico. No lo consiguen. Es muy respetable y v¨¢lido que lo vean as¨ª, pero yo lo hago de una forma totalmente distinta. Creo que es m¨¢s sobre lo que no se ve, sobre el juego de la sugerencia. Vamos, que tienes que ser muy, muy, muy raro si te ofendes al ver mis ilustraciones er¨®ticas.
Tengo entendido que uno de los mayores retos que has tenido fue el alfabeto del Kamasutra.
S¨ª, fue uno de los m¨¢s duros. Fue en los inicios de mi vida como freelance, uno de mis primeros trabajos (Favre estudi¨® publicidad y trabaj¨® cuatro a?os para el estudio Airside hasta dar el salto e independizarse). Ten¨ªa much¨ªsima presi¨®n, porque, hasta ese momento, tampoco hab¨ªa dibujado a muchos hombres. Ten¨ªa que salir de mi zona de confort, porque aunque conoc¨ªa muy bien el cuerpo femenino, no sab¨ªa si lo podr¨ªa conseguir con el masculino. Tard¨¦ como tres meses en hacer la portada. Lleg¨® a un punto en el que el director de arte de Penguin me mandaba mails muy directos diciendo: ?No. No es sexy?, ?esto es una mierda, no? o cosas as¨ª. Me aterrorizaba perder ese trabajo, porque era un punto de inflexi¨®n. Pero lo consegu¨ª, as¨ª que mereci¨® la pena toda la angustia.
?C¨®mo vive un ¡®expat¡¯ en el Londres del Brexit?
En Londres se habla todo el rato del Brexit. Yo no pude votar, por ser extranjera, pero nadie de mi entorno se imagin¨® que esto pasar¨ªa. He procurado todo este tiempo no entrar en p¨¢nico, para m¨ª es b¨¢sico no hacerlo. Por supuesto que ha habido incidentes racistas con extranjeros en Reino Unido, pero no es la t¨®nica general y Londres, adem¨¢s, vot¨® en contra del Brexit. Yo no percibo esa sensaci¨®n de miedo que algunos medios quieren imprimir. El d¨ªa perciba que se ha evaporado ese sensaci¨®n de libertad y de diversidad, me ir¨¦ de la ciudad a otro lugar donde me sienta tan acogida como me he sentido aqu¨ª. Obviamente, no vivo en Londres por el clima, as¨ª que si todo eso desaparece, que es lo que me atrae y me hace seguir en la ciudad, me marchar¨¦. Tengo el resto de Europa. No es el fin del mundo. No s¨¦, podr¨ªa irme a Portugal o Barcelona, pero, por ahora, no tengo esa sensaci¨®n.
En Espa?a existen grupos como Hits with Tits, que buscan visibilizar la ilustraci¨®n hecha por mujeres y denuncian la segregaci¨®n de g¨¦nero del sector. ?C¨®mo te posicionas dentro de esta cuesti¨®n?
No tengo una posici¨®n muy clara. Tengo como una dualidad interior con este tema. Hay un grupo similar en Reino Unido al que me cuentas que se puso en contacto conmigo para unirme a ellas y no s¨¦ muy bien por qu¨¦, pero nunca vi claro el implicarme de esa manera. Quiz¨¢ es porque he tenido suerte, pero nunca me he sentido menos valorada por ser mujer en mi trabajo. No he sentido que he tenido menos acceso o menos ¨¦xito por serlo. Para m¨ª, la ilustraci¨®n va sobre el talento, y s¨¦ que hay much¨ªsimas ¨¢reas profesionales en las que no es el caso y que es muy dif¨ªcil triunfar o ascender si eres mujer. Eso es muy preocupante. Por otro lado, si te soy sincera, el 80% de los ilustradores de ¨¦xito que conozco son hombres.
?No te parece significativa y aclaratoria esa cifra?
No s¨¦, ?por qu¨¦ esa cifra? No s¨¦ la respuesta. S¨¦ que las mujeres debemos luchar mucho pero insisto en que no ha sido mi caso.
Pero cuando estudiabas o en tu trabajo antes de ser freelance, ?no has percibido una mayor¨ªa masculina a tu alrededor?
S¨ª, honestamente, cuando miras en la industria creativa hay much¨ªsimos hombres. Cuando trabajaba en el estudio, era la ¨²nica chica dise?adora de un equipo de cinco. Una de las fundadoras era mujer, y por ejemplo en marketing y en relaciones p¨²blicas hab¨ªa una presencia femenina abrumadora, pero si miramos en la ilustraci¨®n, una de las cosas que m¨¢s me llama la atenci¨®n es por qu¨¦ las mujeres dominan la ilustraci¨®n de libros para ni?os. ?Por que? No s¨¦ por qu¨¦ las mujeres se sienten m¨¢s atra¨ªdas en dibujar libros para ni?os o los hombres hacen m¨¢s ilustraci¨®n contempor¨¢nea. No creo que sea culpa del sistema. Pero s¨ª que s¨¦ que yo nunca tuve problemas para entrar ah¨ª, ni se me pusieron trabas. De hecho, todos mis amigos siempre me han dicho en broma que era ¡®muy t¨ªo¡¯ o que reacciono como un hombre. La industria creativa es dura, tienes que jugar fuerte y tienes que estar centrado, algo que siempre se ha relacionado con las cualidades masculinas. Yo nunca sent¨ª una brecha en lo profesional, as¨ª que no pod¨ªa luchar contra algo con lo que no me puedo identificar. Igual depende de los pa¨ªses. En Londres no importa el idioma, de d¨®nde vienes o lo que hagas, lo que importa es el talento. Pero luchar por la mujer y por nuestros derechos es algo crucial. Yo dibujo para todas las mujeres, y las dibujo fuertes. Creo que este, en el fondo, es el menor de los problemas a los que nos enfrentamos como mujeres d¨ªa a d¨ªa.