Almod¨®var, llama a Mario Casas, por favor
Protagoniza junto a ?rsula Corber¨® la campa?a de verano de Springfield. Charlamos con ellos en C¨¢diz, entre surferos y el viento de Tarifa, sobre la falta (o no) de buenos papeles en el cine para las mujeres, directores so?ados o d¨®nde ver la puesta de sol perfecta.
Paciencia. Es lo que derrocha Mario Casas en las distancias cortas. El ¡®chico de oro¡¯ del cine espa?ol (lo certifican los casi 20 millones de euros recaudados por Palmeras en la nieve o Mi gran noche, sus dos ¨²ltimas pel¨ªculas) detiene conversaciones por minuto para hacerse fotos y posar con los solicitados fans, que no son pocos y aparecen por todas partes. Poco importa que sean las diez de la ma?ana de un viernes de abril y que lo que parec¨ªa una en la playa des¨¦rtica en Tarifa (C¨¢diz) se convierta en un goteo continuo de g...
Paciencia. Es lo que derrocha Mario Casas en las distancias cortas. El ¡®chico de oro¡¯ del cine espa?ol (lo certifican los casi 20 millones de euros recaudados por Palmeras en la nieve o Mi gran noche, sus dos ¨²ltimas pel¨ªculas) detiene conversaciones por minuto para hacerse fotos y posar con los solicitados fans, que no son pocos y aparecen por todas partes. Poco importa que sean las diez de la ma?ana de un viernes de abril y que lo que parec¨ªa una en la playa des¨¦rtica en Tarifa (C¨¢diz) se convierta en un goteo continuo de gente-que-quiere-hacerse-fotos-con-Mario-Casas. Un g¨¦nero que no entiende de sexo o edad. Olv¨ªdense de quincea?eras nerviosas y temblorosas o del sambenito de ¨ªdolo carpetero marcando abdominal por cintas como Tres metros sobre el cielo. Con Mario Casas quiere una instant¨¢nea todo el mundo. Desde la chavalita que pasaba por all¨ª, al conductor del equipo de prensa o al cocinero del chiringuito en el que est¨¢ grabando. Mario es algo as¨ª como el novio de Espa?a. El nuero perfecto. La culpa la podr¨ªa tener esa pel¨ªcula que super¨® a Star Wars en la taquilla espa?ola y dio m¨²sculo a un cine espa?ol que todos pronosticaban como agonizante. ?Ahora se me acerca gente de todo tipo?, cuenta divertido sobre todo este l¨ªo, ?se?oras de 50 y de 60 a?os me paran por la calle para decirme que les gusto mucho. Todo es por Palmeras en la nieve, que ha abierto el target de fans de una forma brutal?, apunta entre risas y encantado.
Charlamos con ¨¦l en medio del rodaje, porque Casas est¨¢ en Tarifa junto a ?rsula Corber¨® grabando el fashion film y posando para la campa?a de verano de la firma de moda Springfield. Los dos reinterpretan el Endless Summer, ese documental de culto entre la comunidad surfera con banda sonora de The Sandals sobre un verano sin fin en los 6o en el que dos amigos recorren el mundo a la b¨²squeda de la ola perfecta. S¨®lo que aqu¨ª, medio siglo despu¨¦s, la ola perfecta se busca en C¨¢diz? y ni Casas ni Corber¨® dominan lo que es subirse a una tabla precisamente. Ellos tienen otras preferencias en lo que a esa met¨¢fora vital se refiere: ?Para m¨ª ser¨ªa poder encontrar una playa desierta?, dice ¨¦l. ?Para m¨ª es beberme la primera horchata del verano. ?Cuesta una barbaridad encontrar horchata natural!, esa s¨ª que es la ola perfecta?, apunta ella.
Podr¨ªa parecer raro por eso de haber protagonizado varias series que hicieron historia entre el p¨²blico adolescente (¨¦l estuvo en Los hombres de Paco o El barco y ella sali¨® de esa f¨¢brica de actores que fue F¨ªsica o Qu¨ªmica), pero ni Casas ni Corber¨® hab¨ªan trabajado juntos. De hecho llevaban tiempo sin coincidir, ?nos conocemos desde que somos unos chavales pero nunca hab¨ªamos rodado juntos y es genial porque nos llevamos estupendamente?, cuenta Mario. Se reencuentran cargados de proyectos. Casas acaba de estrenar Toro bajo las ¨®rdenes de Kike Ma¨ªllo (y est¨¢ encantado, porque dice que le hubiese maravillado hacer el papel de Ryan Gosling en Drive y su Toro tambi¨¦n comparte ese halo malote y bravuc¨®n pero con coraz¨®n de oro como el que desprende el protagonista de la cinta de Winding Refn) y tiene pendiente de estreno El Bar (una comedia con Alex de la Iglesia y Blanca Su¨¢rez) o Contratiempo. ?Escog¨ª estos personajes porque son completamente distintos entre ellos. Toro es acci¨®n pura, El bar es una comedia negra y Contratiempo es un thriller psicol¨®gico. Se va a ver a un Mario distinto, quiero que se vea una madurez como actor y como persona. No estancarme?.
?rsula sigue de lleno en la tele. Acaba de estrenar La Embajada, la apuesta estrella de Telecinco para esta temporada. ??Mira que he interpretado a pijas en mi carrera y ahora me toca una m¨¢s!?, bromea, pero? asegura que ?esta vez es distinto? por las complejidad del personaje. ?Es un bombonazo.?Ester, en La Embajada, es una chica que tiene las ideas muy claras y el personaje es fant¨¢stico, tiene que reaccionar ante multitud de cambios en su vida. Cuando llevas dos a?os haciendo comedia quieres evolucionar porque crees que te vas a encasillar ¨Caunque en realidad es absurdo, porque me lo paso estupendamente y aprendo much¨ªsimo con la comedia¨C pero notaba que el cuerpo me ped¨ªa una cosa distinta, como para demostrarme m¨¢s ti misma?, apunta. Se nota que est¨¢ plet¨®rica con el proyecto, no s¨®lo porque all¨ª trabaja con su nueva pareja (Chino Dar¨ªn) que lo define como ?alguien maravilloso?, sino porque ha trabajado con Bel¨¦n Rueda (?he tenido much¨ªsima suerte de poder trabajar con ella, es una mujer incre¨ªble, es fuerte y c¨¢lida?) y se ha reencontrado con Maxi Iglesias de F¨ªsica y Qu¨ªmica (??es que adem¨¢s hemos rodado en el mismo plat¨® que en F¨ªsica!?, dice emocionada).
Los dos no se sorprenden con las recientes declaraciones de Blanca Su¨¢rez, que denunci¨® en Harpers Bazaar que ?en Espa?a, como en el resto del mundo, se escriben mejores papeles para los hombres?. ?Comparten ellos esa sensaci¨®n? ?Puede ser, entiendo lo que dice?, dice Mario. ?No tengo para nada esa sensaci¨®n?, discrepa ?rsula. ?All¨ª los protagonistas masculinos tienen m¨¢s peso?, dice ¨¦l, pero puntualiza sobre el momento actual en Espa?a: ?este a?o hay papeles de mujeres incre¨ªbles en el cine. Est¨¢ Julieta, La novia o Techo y comida. Se est¨¢ notando un cambio y Blanca, por ejemplo, en El Bar es la protagonista, toda la trama gira a su alrededor y¡. bueno ?hay otro proyecto del que no te puedo decir nada pero que tambi¨¦n pinta muy bien para las mujeres!?, dice antes de meter la pata. Para ?rsula el prisma es distinto. ?Tambi¨¦n creo que hay personajes masculinos muy poco interesantes. Mira todas esas superproducciones de s¨²perheroes. A m¨ª me llaman mucho m¨¢s la atenci¨®n las pelis que protagonizan ellas. Como Julianne Moore en Siempre Alice o Cate Blanchett en Blue Jasmine, hay personajes maravillosos y lo que ha hecho Natalia de Molina con Techo y comida es sobrehumano, pero igual nunca me he parado a analizarlo como Blanca y no he reflexionado bien al respecto?, puntualiza. Cuando le recordamos ese estudio reciente que indicaba que las actrices se tienen que desnudar tres veces m¨¢s en pantalla que los hombres responde: ?As¨ª que en Hollywood ellas se tienen que desnudar m¨¢s que los hombres ?y luego los hombres cobran tres veces m¨¢s! ?Que viva el machismo subliminal del siglo XXI!?, espeta enfadada. Por cierto, transcribimos aqu¨ª el gui?o/ruego que Casas lanz¨® a Almod¨®var en la entrevista: ?Me encantar¨ªa rodar con ¨¦l, es de los mejores directores que tenemos en Espa?a y cualquier actor que pueda tener la oportunidad deber¨ªa aprovecharla?. Haz algo, Pedro.
Ser¨¢n muy amigos, pero tienen una concepci¨®n muy distinta de lo que es vivir el verano perfecto. Mientras Casas espera terminar la serie documental Making a Murderer (?voy por el quinto y estoy enganchad¨ªsimo?), verse otras series del tir¨®n (?la ¨²ltima temporada de Leftovers me la vi en tres d¨ªas?) o terminarse Doctor Sue?o (la novela secuela de El Resplandor) mientras visita una playa solitaria por Portugal o las Canarias (?busco rincones de paz?), a ?rsula le va m¨¢s el bullicio. ?Soy una apasionada de Menorca. S¨ª que hay playas en Formentera incre¨ªbles, pero Menorca tiene la medida perfecta porque si quieres salir de fiesta, puedes. Veraneaba con mis padres all¨ª y tengo buen¨ªsimos recuerdos?, apunta. Sus puestas de sol perfectas tampoco pod¨ªan estar m¨¢s enfrentadas: Casas se queda con Lanzarote y Corber¨® con Ibiza. Busqu¨¦nlos por all¨ª a la caza de la ola perfecta.