Mercadillos por Europa: hay vida m¨¢s all¨¢ de Portobello
El viejo continente, que tiene una larga tradici¨®n en el tema de la venta en la calle, a¨²n conserva algunos secretos bien guardados en lo que a mercados de objetos vintage y de segunda mano se refiere.
¡°La basura de un hombre puede ser el tesoro de otro¡± es el lema que resume la filosof¨ªa del Flea Market Barcelona y que tambi¨¦n podr¨ªa aplicarse al resto de los m¨²ltiples mercadillos que han visto la luz en Espa?a en los ¨²ltimos a?os. Este en concreto surgi¨® gracias a la iniciativa de Natalia y Mark, residentes en Barcelona, que desde 2007 se encargan de la organizaci¨®n de este evento al que cualquiera puede apuntarse a vender los trastos ¨Co tesoros, seg¨²n se mire¨C que tenga por casa y que ya no necesite. La iniciativa es un ¨¦xito en cada convocatoria y se ha convertido en una de esas citas ...
¡°La basura de un hombre puede ser el tesoro de otro¡± es el lema que resume la filosof¨ªa del Flea Market Barcelona y que tambi¨¦n podr¨ªa aplicarse al resto de los m¨²ltiples mercadillos que han visto la luz en Espa?a en los ¨²ltimos a?os. Este en concreto surgi¨® gracias a la iniciativa de Natalia y Mark, residentes en Barcelona, que desde 2007 se encargan de la organizaci¨®n de este evento al que cualquiera puede apuntarse a vender los trastos ¨Co tesoros, seg¨²n se mire¨C que tenga por casa y que ya no necesite. La iniciativa es un ¨¦xito en cada convocatoria y se ha convertido en una de esas citas que se apuntan en la agenda para que no se pase la fecha. Al fin y al cabo, por cantidades de dinero m¨¢s que razonables el asistente avispado puede darle nueva vida a su vestuario, renovar sus enseres de cocina, amenizar su hogar con originales objetos decorativos o hasta volver a casa pedaleando en una nueva bicicleta. De todo se ha visto en esas animadas jornadas de compra-venta en las que las claves para triunfar son prestar atenci¨®n a las ofertas, desenvolverse con el regateo y no dudar a la hora de decidirse a comprar: si vuelves m¨¢s tarde seguramente ya no est¨¦.
Estos bazares populares se han unido a la larga tradici¨®n de mercados al aire libre presente en nuestro pa¨ªs desde hace siglos. Algunos de los ejemplos m¨¢s longevos (y m¨¢s conocidos) son Els Encants Vells de Barcelona (que nacieron en el siglo XIV) o el Rastro de Madrid (1740), hermanos de otros mercados callejeros tradicionales como Portobello en Londres (siglo XIX) o el mercado de las pulgas de Saint Ouen de Par¨ªs (finales del siglo XIX). La masificaci¨®n de los viajes, gracias a las l¨ªneas a¨¦reas de bajo coste y la concepci¨®n del ocio como necesidad de primer orden, ha hecho que algunos ¨Cque no todos¨C de estos mercadillos pierdan gran parte de su esencia, pasando a ser m¨¢s un reclamo para el 'guiri' que un verdadero n¨²cleo potencial de tesoros a precios irrisorios. Sin embargo, no todo est¨¢ perdido: los bolsillos europeos no pasan su mejor momento y este tipo de comercio vive una de sus ¨¦pocas estelares gracias tanto a los que quieren convertir sus pertenencias en dinero como a los que quieren comprar sin arruinarse o a los creyentes en la filosof¨ªa de la reutilizaci¨®n. En Europa a¨²n quedan muchos montones de ropa, pilas de libros o ba¨²les rescatados de desvanes por rastrear en busca de la joya escondida y el verano puede ser el momento perfecto para hacerlo.
He aqu¨ª algunos de esos mercadillos que puede que a¨²n no hayas visitado:
Oporto
Los s¨¢bados por la ma?ana (y esto significa de 8 a 13 horas, los horarios no son los mismos que en Espa?a aunque sean pa¨ªses colindantes) en la Alameda das Fontainhas tiene lugar el mercadillo conocido como Feira da Vandoma en el que se puede encontrar pr¨¢cticamente de todo por precios que no superan, generalmente, los cinco euros. Ropa, libros, aparatos electr¨®nicos, objetos de papeler¨ªa y mil cachivaches m¨¢s se amontonan sobre s¨¢banas en el suelo esperando a que alguien los rescate y se los lleve a casa. El ambiente es amigable y abierto al regateo, aunque en la mayor¨ªa de las ocasiones no tiene mucho sentido ya que los precios son muy bajos de por s¨ª.
Consejo: hay que dejar los remilgos en casa y atreverse a rebuscar entre los montones de ropa, metiendo el brazo hasta el hombro si hace falta. Hay verdaderas joyas aunque de entrada parezca que no.
Amsterdam
La capital holandesa es bastante prol¨ªfica en mercadillos de todo tipo (libros, flores, comida, segunda mano¡), aunque hay uno que destaca debido a su tama?o. Presentado por sus organizadores como ¡°El mercado de pulgas m¨¢s grande de Europa¡±, el Ij-Hallen se celebra una vez al mes reuniendo a m¨¢s de 1.000 vendedores que ofrecen ropa, muebles, l¨¢mparas y dem¨¢s objetos cl¨¢sicos de este tipo de eventos.
Consejo:? reserva 4, 5 euros de tu presupuesto para pagar la entrada y otros 2 si vas con un ni?o o ni?a menor de 11 a?os. El parking es gratis.
Berl¨ªn
El m¨¢s conocido de la ciudad es, sin duda, el de Mauerpark en d¨®nde se pueden conseguir libros, ropa, gafas o discos por precios m¨¢s que razonables; disfrutar de un delicioso y cal¨®rico currywurst o bailar con la m¨²sica de los conciertos que tambi¨¦n se celebran en ocasiones. Sin embargo, la ciudad alemana tambi¨¦n tiene otros menos conocidos como el mercadillo de Boxhagener Platz, en el barrio de Friedrichshain, m¨¢s peque?o pero con una amplia gama de objetos a precios asequibles como libros, muebles o ropa. Tambi¨¦n se celebra los domingos as¨ª que un buen plan puede ser visitar ambos o pasarse por el segundo y celebrar las adquisiciones tom¨¢ndose una cerveza por el barrio, repleto de buenos sitios para ello.
Consejo: deja el momento cerveza para despu¨¦s de las compras. El alcohol puede nublar el juicio del comprador moment¨¢neamente y que al llegar a casa descubra que en vez de tesoros se ha gastado el dinero en piezas del museo de los horrores.
En Europa a¨²n quedan muchos montones de ropa, pilas de libros o ba¨²les rescatados de desvanes por rastrear
Ginebra
No todo es derroche en la ciudad del lujo y adem¨¢s de las joyer¨ªas y las casas de Alta Costura, en Ginebra tambi¨¦n hay mercados al aire libre. Aunque los que m¨¢s destacan son los de comida o los de flores, como el de Boulevard Helvetique o el de Place du Molard respectivamente, tambi¨¦n existe el de la Plaine de Plainpalais, una amplia explanada que los mi¨¦rcoles y los s¨¢bados se convierte en un gran march¨¦ aux puces. Entre otras cosas se pueden encontrar prendas vintage, discos, relojes antiguos o llamativos sombreros. Adem¨¢s, una vez al a?o durante los meses en los que hace buen tiempo, se celebra ¡°La Ville Est a Vous¡± una iniciativa itinerante por los barrios de la ciudad en la que los vecinos sacan a la venta las pertenencias que ya no necesitan en una especie de rastros vecinales amenizados por puestos de comida en la calle y conciertos populares. Alfo
Consejo: aunque sean mercadillos no dejan de estar en Suiza, as¨ª que puede que el concepto de ¡°precio asequible¡± no sea al que el comprador for¨¢neo est¨¦ acostumbrado. A¨²n as¨ª, sigue siendo una buena opci¨®n para comprar los souvenirs del viaje, por ejemplo.
Estocolmo
La ciudad sueca ha inaugurado este a?o un nuevo mercadillo: el Vintage Market, que se celebra todos los domingos de mayo a septiembre en la plaza de Blasieholmstorg. Los vendedores son ciudadanos individuales o tiendas de antig¨¹edades y de segunda mano que trasladan sus mercanc¨ªas al exterior en busca de nuevos compradores. Los suecos son bastante amigos de la compra-venta de objetos de segunda mano y de hecho en Estocolmo, en la zona de V?rberg, hay otro llamado Loppmarknaden, en funcionamiento desde 1979 y considerado el m¨¢s grande de Escandinavia, con 250 puestos repletos de los m¨¢s diversos objetos de segunda mano y alguna que otra antig¨¹edad.
Consejo: pese a ser conocidos por su estilo de dise?o funcional y minimalista, en Suecia tambi¨¦n tienen cierta predilecci¨®n por el kitsch que se puede apreciar especialmente en este tipo de eventos, en los que se pueden encontrar aut¨¦nticas rarezas.
Bolonia
Bolonia, adem¨¢s de dar nombre un plan de estudios como poco pol¨¦mico, tambi¨¦n es una urbe italiana con mucho movimiento cultural y social (es una de las ciudades de estudiantes m¨¢s importantes de Italia). Todos los viernes y los s¨¢bados se celebra el mercadillo de la Montagnola, en el que se sobre todo abundan las prendas de segunda mano y los complementos de moda. Conviene andarse con ojo porque no es dif¨ªcil encontrarse con aut¨¦nticas piezas de marcas de peso a precios dif¨ªciles de imaginar. Algo as¨ª como el para¨ªso del fashionista amante de lo retro.
Consejo: comprobar bien las etiquetas, porque aunque es relativamente f¨¢cil dar con marcas aut¨¦nticas, tambi¨¦n abunda la picaresca transformada en imitaciones bastante logradas.
Par¨ªs
La ciudad de la luz es una de las abanderadas de la venta de objetos de segunda mano y antig¨¹edades al aire libre. Adem¨¢s de sus mercados de pulgas, Par¨ªs tiene otras dos modalidades de mercadillos: los brocantes, orientados a la venta de antig¨¹edades de calidad y piezas de coleccionista y los vide-greniers, m¨¢s parecidos a los rastros espa?oles, con multitud de objetos diferentes, prendas de segunda mano y eclecticismo como norma general. Las calles de la ciudad se llenan de estos puestos durante la temporada de calor y conviene consultar las fechas de celebraci¨®n para no perderse los m¨¢s interesantes.
Consejo: hay que ir con la mente preparada para pasar horas rebuscando entre cachivaches en busca del buen gusto del que hacen gala los franceses. Al final acaba apareciendo, casi siempre, por sorpresa y como quien pasaba por all¨ª. Cosas del chic.