Netflix lanza ropa por primera vez: la colaboraci¨®n con Halston y el futuro de la moda
Tras el estreno de la miniserie, la plataforma y la firma de moda han colaborado para resucitar algunas de las prendas m¨¢s ic¨®nicas del dise?ador, una estrategia que va mucho m¨¢s all¨¢ del mero ¡®merchandising¡¯ y que prueba la influencia est¨¦tica de la ficci¨®n audiovisual en el presente.
Que los contenidos de Netflix crean tendencia es un hecho. M¨¢s, si cabe, en un a?o sin eventos de moda, que traslad¨® la novedad de la pasarela a las series. Las b¨²squedas de joyas crecieron gracias a los Bridgerton, las? de boinas rojas aumentaron un 100% en Lyst despu¨¦s del ¡®boom¡¯ de Emily in Paris, los abrigos Barbour resucitaron convertidos en tendencia tras el estreno de la cuarta temproada de The Crown y hasta aument¨® el inter¨¦s por el ajedrez gracia sa Gambito de dama. Era de esper...
Que los contenidos de Netflix crean tendencia es un hecho. M¨¢s, si cabe, en un a?o sin eventos de moda, que traslad¨® la novedad de la pasarela a las series. Las b¨²squedas de joyas crecieron gracias a los Bridgerton, las? de boinas rojas aumentaron un 100% en Lyst despu¨¦s del ¡®boom¡¯ de Emily in Paris, los abrigos Barbour resucitaron convertidos en tendencia tras el estreno de la cuarta temproada de The Crown y hasta aument¨® el inter¨¦s por el ajedrez gracia sa Gambito de dama. Era de esperar que ¡®Halston¡¯, el biopic de Ryan Murphy sobre el dise?ador americano, rescatara de alg¨²n modo la est¨¦tica disco de los 70, pero esta vez la cuesti¨®n va mucho m¨¢s all¨¢.
?Estoy muy emocionado por poder traer al presente este legado a trav¨¦s de esta colecci¨®n con Netflix. Ha sido muy interesante poder recrear los vestidos de archivo de Halston y reinterpretarlos para el presente?, declaraba el actual director creativo de Halston, Robert Rodriguez. Horas despu¨¦s del estreno de la miniserie el pasado viernes Netflix y la firma de moda anunciaban su alianza en forma de colecci¨®n c¨¢psula,? una decena de vestidos inspirados en los que aparecen en la serie y que podr¨¢n comprarse en la web de la firma y en los dos grandes almacenes de lujo norteamericano, Saks Fifth Avenue y Neiman Marcus, a un precio que oscilar¨¢ entre los 900 y los 2.000 d¨®lares.
La obsesi¨®n de Roy Halston por crear dise?os libres de cualquier elemento superfluo (el modisto dec¨ªa que le molestaba hasta la ropa interior) ha hecho que esas piezas sean absolutamente contempor¨¢neas en la actualidad. De hecho, tras muchos vaivenes y cambios de manos, en 2010 la empresa Hilco, por entonces su propietaria, lanz¨® la l¨ªnea Halston Heritage, una reproducci¨®n casi literal de los iconos que hab¨ªa creado el dise?ador durante la d¨¦cada de los 70. Pese a los muchos altibajos en la directiva (Sarah Jessica Parker fue consultora creativa y el accionista mayoritario era nada menos que Harvey Weinstein) la facturaci¨®n les permiti¨® abrir tiendas en distintos pa¨ªses. Ahora la marca pertenece a XCel, una compa?¨ªa que tambi¨¦n es propietaria de Issa Mizhari (otro creador fundamental en la historia de la moda americana que, como Halston, perdi¨® su nombre al apoyarse en inversores) y desde el a?o pasado est¨¢ a las ¨®rdenes creativas de Rodr¨ªguez, un joven dise?ador de Los ?ngeles que cerr¨® su marca hom¨®nima en 2003.
No es la primera vez que Netflix pone su nombre a una colecci¨®n de moda. De hecho, el gigante del entretenimiento lleva un tiempo operando con los t¨ªtulos de sus series como si se tratara de un sistema de licencias de marca: La casa de Papel y Diesel, Elite y Pull and Bear o Stranger Things y H&M ejemplifican ete nuevo paradigma, en el que la ficci¨®n y su vestuario tienen el estatus a efectos pr¨¢cticos del logotipo de una marca de moda tradicional. S¨ª es la primera vez, sin embargo, que Netflix trabaja mano a mano con una firma al uso. El propio car¨¢cter de la miniserie no da lugar a otra cosa, y el momento no pod¨ªa ser m¨¢s oportuno. Primero, porque en este caso concreto, son los propios dise?os de Halston, adquiridos en subastas y tiendas vintage, los que han dado forma visual al biopic. La dise?adora de vestuario, Jeriana San Juan ha tenido por delante una labor aparentemente sencilla: no solo porque casi todos los personajes tienen una identidad est¨¦tica muy marcada (empezando por los ic¨®nicos jerseys de cuello cisne de Roy Halston), sobre todo porque buena parte de las creaciones que aparecen en la miniserie est¨¢n a¨²n hoy disponibles, de los vestidos ¡®ultrasuede¡¯ de antelina a los vestidos cortados al bies de escote halter o, por supuesto, las joyas de Elsa Peretti, que nunca han dejado de venderse en Tiffany & Co. Pero quiz¨¢ esta apuesta por volver a vestir de Halston responda tambi¨¦n a otras motivaciones:
La moda norteamericana, condensada en el Consejo de dise?adores estadounidenses (CFDA) est¨¢ duplicando sus esfuerzos para volver a ser relevante en el panorama internacional. Ha anunciado que es septimbre la semana de la moda de nueva York volver¨¢ a ser presencial (y recuperar¨¢ a algunas firmas que llevaban a?os sin desfilar en la Gran Manzana) y que esa semana de desfiles culminar¨¢ con la gala del MET y su nueva exposici¨®n, dedicada al dise?o americano y sus aportaciones a la historia de la moda y que estar¨¢ dividida en dos partes: ?In America. A lexicon of fashion? y ?In America: An anthology of Fashion?. Por supuesto, Halston , el gran icono de la moda nacional, el primer dise?ador estrella del pa¨ªs, estar¨¢ m¨¢s que representado. En este sentido, resucitar su historia y sus prendas en este context es da runa oportunidad al relanzamiento de la ense?a en la gran alfombra roja que precede a la inuguraci¨®n. Por si no fuera suficiente motivo para recuperar su figura, el actual presidente del CFDA y anfitri¨®n de esta gala (junto a Anna Wintour, Timothee Chalamet, Amanda Gorman y Billie Eilish) es Tom Ford, cuya obsesi¨®n confesa por Halston no solo le ha llevado a convertirlo en la principal influencia de sus creaciones (tanto en sus a?os en Gucci como en su marca hom¨®nima) tambi¨¦n a comprar la casa que el dise?ador pose¨ªa en Manhattan. Una sociedad deseosa de volver a arreglarse y so?ar con las prendas, una industria empe?ada en volver a brillar y recuperar su marca nacional a exportar, una ficci¨®n basada en hechos reales que sirve de altavoz planetario para enfatizar ambas cuestiones. La estrategia, en principio, parece perfecta.
Roy Halston no quiso repetir la historia de su mentor, Charles James, que muri¨® arruinado por no querer ceder un ¨¢pice en su forma de trabajar y obstinarse en seguir dise?ando car¨ªsimos y elitistas vestidos escult¨®ricos. Pero, parad¨®jicamente, Halston fue uno de los primeros dise?adores que vio c¨®mo su estrella se apagaba al vender su nombre a una gran corporaci¨®n y ampliar su oferta de forma masiva a todo tipo de productos. Iron¨ªas de la vida, ahora su convulsa biograf¨ªa, que le llev¨® a ser despedido de su propio emporio, har¨¢ que el mundo vuelva a fijarse en su obra.