¡°No hay mayor acto de feminismo que hablar de un cuerpo menop¨¢usico en la sociedad actual¡±
La publicaci¨®n de Manifiesto por la menopausia, el ¨²ltimo libro de la prestigiosa ginec¨®loga Jen Gunter (editado en espa?ol por Libros C¨²pula), supuso hace unos meses toda una revoluci¨®n. Hablamos con ella sobre la falta de investigaci¨®n y la cultura de la verg¨¹enza que rodean al cese de la menstruaci¨®n.
Algo va mal cuando la inmensa mayor¨ªa de las mujeres siguen teniendo infinidad de dudas y preguntas cuando llegan a la menopausia. La nula inclusi¨®n de este tema en el di¨¢logo cultural ha sido tal durante siglos que la desinformaci¨®n, la falta de investigaci¨®n y la cultura de la verg¨¹enza han sido la t¨®nica constante. Por eso mismo, la publicaci¨®n de Manifiesto por la menopausia, el ¨²ltimo libro de la prestigiosa ginec¨®loga y obstetra canadiense-estadounidense Jen Gunter (editado en espa?ol por Libros C¨²pula), supuso hace apenas unos meses toda una revoluci¨®n en las librer¨ªas anglosaj...
Algo va mal cuando la inmensa mayor¨ªa de las mujeres siguen teniendo infinidad de dudas y preguntas cuando llegan a la menopausia. La nula inclusi¨®n de este tema en el di¨¢logo cultural ha sido tal durante siglos que la desinformaci¨®n, la falta de investigaci¨®n y la cultura de la verg¨¹enza han sido la t¨®nica constante. Por eso mismo, la publicaci¨®n de Manifiesto por la menopausia, el ¨²ltimo libro de la prestigiosa ginec¨®loga y obstetra canadiense-estadounidense Jen Gunter (editado en espa?ol por Libros C¨²pula), supuso hace apenas unos meses toda una revoluci¨®n en las librer¨ªas anglosajonas.
En sus cerca de 500 p¨¢ginas la doctora no solo ofrece informaci¨®n fiable y contrastada para que las mujeres puedan afrontar esta etapa de la vida lo m¨¢s tranquilas posibles. Adem¨¢s, transmite un contundente mensaje de empoderamiento. Tal como asevera en el libro: ¡°No hay mayor acto de feminismo que hablar de un cuerpo menop¨¢usico en la sociedad patriarcal¡±. As¨ª fue nuestra conversaci¨®n con ella.
Tan pronto lo publicaste en ingl¨¦s el pasado a?o, de inmediato se col¨® en la lista de bestsellers de The New York Times. ?Te lo esperabas?
Las mujeres estaban ansiosas por saber m¨¢s de la menopausia. Cuando present¨¦ mi anterior libro, La biblia de la vagina, todas las preguntas del p¨²blico giraban en torno a ella. Ah¨ª me di cuenta de que ten¨ªa que escribir algo exclusivamente sobre este tema. Lo normal es que las ventas de un libro decaigan semanas despu¨¦s de editarse. No obstante, para mi sorpresa, en Canad¨¢ estuvo entre los m¨¢s vendidos ocho meses despu¨¦s de su publicaci¨®n. Algo as¨ª es muy inusual. En Manifiesto por la menopausia no solo hablo de qu¨¦ es la menopausia, sino tambi¨¦n de c¨®mo se ha tratado hist¨®ricamente y las maneras que puedes enfrentarte a esta etapa de la vida.
Uno de los aspectos que analizas es la cultura del silencio que rodea a la menopausia. ?Por qu¨¦ sigue siendo un tab¨²?
?A pesar de que todas pasamos por ello, nuestra sociedad patriarcal nos resta valor una vez dejamos de menstruar porque ya no somos f¨¦rtiles. M¨¢s que como una fase de la vida, socialmente la menopausia se trata como una fase de la muerte o una especie de premuerte. Y obviamente, no es as¨ª. Todas las mujeres somos capaces de hacer cosas incre¨ªbles cuando envejecemos. Me entristece que todav¨ªa haya personas que desconocen la hip¨®tesis de la abuela, ya que la menopausia ha tenido un papel esencial en la evoluci¨®n humana. Hist¨®ricamente, las abuelas supusieron una ventaja de supervivencia para sus nietos porque eran las encargadas de recolectar comida y ayudar con el cuidado de los hijos y el refugio. Es una absurdez afirmar que las mujeres mayores no contribuyen activamente en la humanidad. Precisamente, es todo lo contrario.?
?De hecho, tu libro ayuda a erradicar el discurso de la fragilidad y muchos de los miedos que se han inculcado durante siglos.
Sin informaci¨®n objetiva es muy f¨¢cil asustarse. Eso justo lo hemos visto con la pandemia: al principio nadie sab¨ªa qu¨¦ estaba ocurriendo y viv¨ªamos con miedo. Con la menopausia sucede lo mismo porque nuestro cuerpo sufre una serie de cambios. Muchas mujeres son menospreciadas por sus m¨¦dicos cuando acuden preocupadas a consultarles alg¨²n s¨ªntoma. Simplemente se limitan a contestarles: ¡°Tranquila, tu problema no es gran cosa¡±. ?C¨®mo que no es gran cosa! La medicina moderna existe por alg¨²n motivo, ?no? Hay infinidad de terapias para quienes sufren s¨ªntomas moderados o severos; todas deber¨ªamos tener acceso a ellas. Ya es hora de acabar con esa narrativa de que al hacernos mayores nos convertimos en seres fr¨¢giles, que a partir de los 50 ya est¨¢ todo hecho y debemos pasar el resto de nuestros d¨ªas en una silla mecedora.
?Estas p¨¢ginas deber¨ªan ser de obligada lectura tambi¨¦n para los hombres?
Absolutamente. Siempre es importante saber por lo que ha pasado, est¨¢ pasando o pasar¨¢ tu pareja, tu esposa y tu madre. Socialmente se habla tan poco de la menopausia que hasta en las escuelas se obvia o se trata de una forma peyorativa. Si ense?¨¢ramos en las aulas la hip¨®tesis de la abuela y que la menopausia tiene un prop¨®sito, probablemente, los m¨¢s peque?os mirar¨ªan a las mujeres mayores de una forma muy distinta. Hay culturas que hacen un gran trabajo inculcando este respeto, pero en Occidente no es el caso. No hay m¨¢s que analizar lo que ocurri¨® hace unos a?os en Estados Unidos: cuando Hillary Clinton se present¨® a las elecciones presidenciales, un sector de la prensa la atac¨® porque, seg¨²n su parecer, era demasiado mayor. ?Pas¨® lo mismo con Donald Trump? Que nos juzguen por nuestra capacidad de reproducci¨®n es una estupidez: la mayor¨ªa de los hombres tambi¨¦n pasan por eso a los cincuenta, los sesenta o los setenta. Hay muy pocos Mick Jagger en el mundo.
?La informaci¨®n objetiva empodera a las mujeres para que puedan tomar decisiones de salud que les funcionen?
?Ese es uno de los principales motivos por los que he escrito este libro. Con la informaci¨®n correcta y adecuada podemos empoderarnos y decidir si un tratamiento nos puede ir bien o no sin que nos enga?en. Asimismo, en muchas p¨¢ginas hago hincapi¨¦ en un mensaje que jam¨¢s hay que olvidar: la menopausia no es una enfermedad. Esto ¨²ltimo parece l¨®gico, pero lamentablemente hay quienes siguen crey¨¦ndolo.
?Qu¨¦ dudas suelen hacerte llegar con m¨¢s frecuencia en tu consulta?
La experiencia de la menopausia var¨ªa en cada caso: muchas mujeres sienten s¨ªntomas leves; algunas moderados y otras severos. Pero lo que m¨¢s oigo en mi consulta son dos cosas. Por un lado, que sin hormonas mi vida ser¨¢ espantosa. Y, por el otro, que si las tomo puedo desarrollar un c¨¢ncer. Hay que dejar claro que las hormonas no son apropiadas para todas; solo para algunas dependiendo de los s¨ªntomas. Como toda medicaci¨®n, la terapia hormonal implica unos riesgos. Si no padeces s¨ªntomas molestos, no es necesario correr un riesgo as¨ª. Y en el caso de que s¨ª los tengas, sus beneficios no implican una gran amenaza para la salud siempre y cuando seas menor de sesenta y no presentes un historial personal de c¨¢ncer de mama. Tampoco habr¨ªa que olvidar que existen otros tratamientos que nada tienen que ver con las hormonas.
Los sofocos son uno de los s¨ªntomas m¨¢s frecuentes. ?A qu¨¦ tratamientos pueden recurrirse?
Hay medicamentos como la gabapentina que, en peque?as dosis, son muy positivos. Tambi¨¦n la terapia cognitiva conductual y los antidepresivos, lo cual no quiere decir que est¨¦s deprimida: numerosos estudios han demostrado que los cambios qu¨ªmicos que desembocan en sofocos involucran muchos de los mismos neurotransmisores que la depresi¨®n. De igual forma, desconf¨ªa de esos m¨¦dicos que te recomienden medir tus niveles hormonales: no sirve para nada en el caso de los sofocos.
Tambi¨¦n haces hincapi¨¦ en la importancia de llevar una vida sana.
?Aunque no existe una dieta espec¨ªfica para la menopausia, cuanto m¨¢s sano sea tu cuerpo en general, mejor ser¨¢ tu menopausia. Y no habr¨ªa que pasar por alto cu¨¢n importante es hacer ejercicio: no solo es beneficioso para el coraz¨®n y el cerebro, sino para evitar que al caerte te rompas un hueso. Al llegar a la menopausia muchas mujeres no van al gimnasio porque consideran que es un lugar para gente joven o, simplemente, porque se sienten como un pez fuera del agua al levantar pesos. Esto es un error. No siempre es f¨¢cil encontrar un buen entrenador que te asesore a cierta edad, pero ahora hay muchos m¨¢s que antes. El deporte es un gran aliado.
??La desinformaci¨®n en las redes sociales es el mayor enemigo que combatir?
Todo el tiempo veo que se ofertan smoothies y suplementos milagrosos en las redes. Si as¨ª de f¨¢cil fuera, no habr¨ªa ning¨²n motivo para que la medicina lo ocultara. En realidad, me facilitar¨ªa el trabajo. Igualmente, los m¨¦dicos en algunas ocasiones tambi¨¦n son una fuente de desinformaci¨®n. Independientemente del tratamiento que te recomienden, ante todo deber¨ªan contarte sus pros y contras. Eso es b¨¢sico.
Imagino que, tras leerlo, muchas lectoras se han revelado ante sus m¨¦dicos.
Es incre¨ªble cuando alguien te confiesa que llev¨® mi libro a su doctor y le coment¨®: ¡°Jen dice esto. ?Por qu¨¦ me estas contando lo contrario?¡±. Este es un claro ejemplo de empoderamiento. Yo misma lo he pasado mal durante la menopausia. Por eso he querido compartir con todas las mujeres el m¨¢ximo de informaci¨®n posible para que sepan realmente c¨®mo funciona su cuerpo.