?No es que quiera luchar por los derechos de los transg¨¦nero, es que debo hacerlo?
Charlamos con Hari Nef, modelo y actriz transg¨¦nero, sobre la necesidad de derrumbar estereotipos y sus proyectos en el mundo del cine y la moda.
Guarda en su memoria que durante mucho tiempo nadie quiso contratarla. ?Mi agente me consolaba diciendo que llegar¨ªa una persona que creer¨ªa en m¨ª. Y que, despu¨¦s, todo el mundo correr¨ªa a hacer lo mismo?, explica Hari Nef, acurrucada en un sof¨¢ de su hotel berlin¨¦s. Y as¨ª sucedi¨®. Tras ser ignorada durante a?os por una industria que no sab¨ªa qu¨¦ hacer con ella, le empezaron a llover los contratos. En un mismo fin de semana, la llam¨® Jill Solloway, la creadora de la serie Transparent, para proponerle interpretar a un antepasado transexual de la familia protagonista. Y...
Guarda en su memoria que durante mucho tiempo nadie quiso contratarla. ?Mi agente me consolaba diciendo que llegar¨ªa una persona que creer¨ªa en m¨ª. Y que, despu¨¦s, todo el mundo correr¨ªa a hacer lo mismo?, explica Hari Nef, acurrucada en un sof¨¢ de su hotel berlin¨¦s. Y as¨ª sucedi¨®. Tras ser ignorada durante a?os por una industria que no sab¨ªa qu¨¦ hacer con ella, le empezaron a llover los contratos. En un mismo fin de semana, la llam¨® Jill Solloway, la creadora de la serie Transparent, para proponerle interpretar a un antepasado transexual de la familia protagonista. Y tambi¨¦n el responsable de la agencia de modelos IMG, que representa a tops como Kate Moss o Gigi Hadid, para anunciarle que quer¨ªa ficharla. Desde entonces, esta estadounidense de 24 a?os se ha licenciado en interpretaci¨®n en la Universidad de Columbia. Ha protagonizado un v¨ªdeo para The Drums. Ha sido objeto de un perfil de varias p¨¢ginas en The New Yorker, biblia de la intelectualidad de la costa este. Y se acaba de convertir en la nueva imagen de Gucci. ?Ser¨¢ una se?al de ese momento hist¨®rico que se supone que vive el movimiento trans? Nef lo niega rotundamente: ?Quienes viven ese momento hist¨®rico siguen siendo los hombres blancos?.
?Qu¨¦ supone convertirse en imagen de Gucci?
Me hace muy feliz. De las marcas actuales, es la que hubiera escogido de manera instintiva. Siento una conexi¨®n emocional, espiritual e ideol¨®gica con lo que propone Alessandro Michele. Hoy no abundan los modistos que ahonden en la historia del arte y de las subculturas con un resultado tan accesible, universal y delicioso. En su trabajo hay psicolog¨ªa, sensualidad y sexualidad. Me resulta er¨®tico y desafiante. En ese sentido, Alessandro me parece desacomplejadamente queer.
Es la primera modelo transg¨¦nero que ficha por la agencia de modelos IMG y la primera portavoz trans de L¡¯Or¨¦al. ?Qu¨¦ se siente al ser la primera en todo?
No entiendo esa obsesi¨®n. En el fondo, cuando formas parte de una comunidad ignorada, brutalizada y denigrada durante tanto tiempo, no es dif¨ªcil ser la primera en alcanzar todas esas cosas. Entiendo que eso genere atenci¨®n y titulares, pero la obsesi¨®n por mi identidad y por mi cuerpo me parece, en muchos casos, simple voyerismo. Valoro lo que he conseguido pero, por citar a Maya Angelou, me niego a ser reducida a eso. Preferir¨ªa conseguir todas esas cosas de manera discreta, sin que todo el mundo me apuntara con el dedo todo el rato. Entiendo que es un honor, pero me resulta inc¨®modo.
?No cree que, si se insiste tanto en ello, es porque demuestra que las cosas est¨¢n cambiando?
No, yo no creo que demuestre ning¨²n cambio. Mire lo que est¨¢ sucediendo en mi pa¨ªs. ?De verdad cree que aparecer en una campa?a de L¡¯Or¨¦al o lucir un vestido de Gucci va a salvar a Estados Unidos de lo que planea la Administraci¨®n Trump? Claro, puede que eso logre ayudar a alguien. Puede que alguien semejante a m¨ª se sienta mejor y empiece a quererse un poco m¨¢s. Pero me parece poco realista proyectar expectativas tan progresistas en el simple hecho de que yo trabaje en la moda y en Hollywood. Participo en esas industrias porque me gusta el trabajo que me proponen hacer, pero no se me olvida hasta qu¨¦ punto son racistas, sexistas y transf¨®bicas.
En ese contexto, ?se considera una activista?
No soy una activista. Solo soy una actriz. Lucho por obligaci¨®n, no por elecci¨®n propia. No vine a este planeta a salvar a mi comunidad. No quiero hacerlo, pero no me queda otro remedio. Siento que tengo una responsabilidad, al ser alguien que ha ido a la universidad, que sabe hablar ante una audiencia y que se ha convertido en personaje p¨²blico. Pero ni me gusta ni me inspira. Al rev¨¦s, es una fuente de mucho dolor. En realidad, yo solo quiero ser una persona. Quiero trabajar. Quiero amar y hacer amigos e ir de compras y pasar tiempo con mi hermana y llamar a mi madre para contarle c¨®mo me ha ido el d¨ªa. Lo he aceptado, pero me gustar¨ªa que mi vida fuera distinta.
Parece insinuar con sus palabras que el movimiento transg¨¦nero no vive ning¨²n momento hist¨®rico. Todo lo contrario de lo que nos repite desde hace a?os.
Tal vez lo sea¡ o tal vez no. Lo que digo es que hemos estado dentro y fuera de los focos desde hace tiempo. En los 50 estuvo Christine Jorgensen [la primera persona que declar¨® haber recurrido a una operaci¨®n de reasignaci¨®n de sexo]. En los 60, Candy Darling trabaj¨® con Tennessee Williams. En los 70, Ren¨¦e Richards particip¨® en el U.S. Open de tenis. En los 80 tuvimos el documental Paris is burning y, en los 90, triunf¨® la pel¨ªcula Juego de l¨¢grimas. Y, ya en tiempos inmemoriales, el emperador Heliog¨¢balo prometi¨® regalar parte del Imperio Romano al m¨¦dico que lograra practicarle un cambio de sexo¡
?Nada ha cambiado desde hace 20 siglos?
No, hay una novedad: ahora se ha establecido una alianza entre este movimiento y el neoliberalismo. Eso es bueno y malo a la vez. Por una parte, nos ha proporcionado una plataforma medi¨¢tica. Por la otra, generaliza una imagen de una comunidad que me parece imposible de generalizar. Los transg¨¦nero no comparten una misma cultura. Adem¨¢s, el g¨¦nero se define culturalmente, por lo que ser trans en Estados Unidos, en Filipinas o en ?frica no es lo mismo. Hablar de ?la comunidad trans? es, en el fondo, como hablar de la comunidad de los pelirrojos con pecas.
Lo trans se ha puesto de moda, pero la realidad sigue teniendo un reverso m¨¢s prosaico que el que se ve en el cine, la televisi¨®n y la moda¡
Desde luego que s¨ª.
Por ejemplo, la misma semana que la revista Time dedic¨® su portada a la actriz Laverne Cox, de Orange Is The New Black, un grupo de mujeres transg¨¦nero eran brutalmente agredidas en Atlanta.
Es interesante, porque el aumento de la visibilidad de la comunidad trans es directamente proporcional al incremento de la violencia contra sus miembros. Todav¨ªa m¨¢s, si son mujeres. Y todav¨ªa m¨¢s si esas mujeres son negras. No podemos olvidar a nombres como Monica Loera o Gwen Araujo, que fallecieron tras ser agredidas. Aunque yo intento no pensar mucho en ello, porque me resulta muy doloroso.
Obama protegi¨® a los ni?os transg¨¦nero y abri¨® la sanidad p¨²blica a las operaciones de reasignaci¨®n de sexo. Durante el mandato de Donald Trump, ?teme que se produzca una involuci¨®n?
Trump prometi¨®, de manera deshonesta, preservar algunas ordenanzas que protegen a la comunidad LGBT. En realidad, su administraci¨®n est¨¢ promoviendo leyes y decretos para favorecer la libertad religiosa de los trabajadores del sector p¨²blico. Eso significa que, si la nueva normativa llega a buen puerto, un funcionario podr¨¢ discriminar a quien le parezca. Seguramente a personas LGBT, ya que su forma de vida y sus identidades no se ajustan a ciertos valores religiosos. Nos enfrentamos a un aut¨¦ntico peligro. La verdad es que, antes de las elecciones, me dije que no hablar¨ªa m¨¢s de estos temas. Pero los tiempos han cambiado desde entonces¡
Parece que su pa¨ªs d¨¦ un paso adelante y dos o tres hacia atr¨¢s¡
S¨ª, pero esa es, para m¨ª, la definici¨®n del progreso, si es que existe esa noci¨®n. Cuando escucho a mis amigos afroamericanos, me doy cuenta de que sus tatarabuelos lucharon, de que sus abuelos siguieron luchando y sus padres insistieron a¨²n m¨¢s en esa lucha. Y ellos mismos siguen luchando. ?Qu¨¦ dice eso de nosotros? Sea lo que sea, lo que estamos haciendo no est¨¢ funcionando.
?Qu¨¦ camino hay que tomar entonces?
No lo s¨¦. Creo que necesitamos a m¨¢s personas dispuestas a ayudarnos, a individuos que no se sientan directamente perjudicados por este problema. Yo no tendr¨ªa que estar luchando tanto. Gente con mucho m¨¢s poder es la que deber¨ªa hacerlo. Me irrita cuando vienen a decirme: ??Qu¨¦ puedo hacer por vuestra lucha? ?Dime qu¨¦ puedo hacer!?. Me entran ganas de responderles que mi conocimiento sobre estas cuestiones no apareci¨® por arte de magia. Que le¨ª muchos libros, que me interes¨¦ por las vidas de los dem¨¢s, que les hice preguntas y que les escuch¨¦. Mi respuesta ser¨ªa: ?ed¨²cate a ti mismo! ?Lee Deshacer el g¨¦nero, de Judith Butler! ?Inf¨®rmate sobre lo que ocurre a tu alrededor! ?Habla con los transg¨¦nero que hay en tu vida! ?Sal en una cita con uno de ellos! ?Dales la bienvenida a tu vida y a tu coraz¨®n! No te quedes en un lado preguntando: ??Qu¨¦ puedo hacer por ti??. M¨¢s que nada, porque la lista es demasiado larga¡
En la serie Transparent interpretaba a una transg¨¦nero berlinesa de los tiempos de Weimar. Se dice que fue en esa ¨¦poca cuando se invent¨® la identidad sexual moderna. Existi¨® una tolerancia respecto al g¨¦nero no binario que desapareci¨® el resto del siglo XX¡
Lo que aprend¨ª preparando ese papel es que estuvimos muy cerca de conseguirlo. En ciertas partes de Europa, los transg¨¦neros fueron entendidos, aceptados e integrados. Incluso las instituciones m¨¦dicas se interesaron por ellos. Ese personaje me hizo preguntarme d¨®nde nos encontrar¨ªamos hoy si no hubiera tenido lugar la Segunda Guerra Mundial. Es algo que me pregunto como mujer transg¨¦nero, pero tambi¨¦n como jud¨ªa¡
Uno de los cambios que se observa en el cine, la televisi¨®n o la moda es que los transg¨¦nero ya no son seres monstruosos, como en otra ¨¦poca. Ahora tienen cuerpos sexualizados y deseables¡
Es verdad. Somos una de las categor¨ªas de pornograf¨ªa con m¨¢s seguidores. Seguramente, m¨¢s de un hombre en esta sala haya consumido alguna vez porno trans¡
?Y eso es bueno o malo?
Es bueno saber que el cuerpo transg¨¦nero no representa algo indeseable. Pero tambi¨¦n es malo, porque la representaci¨®n que la pornograf¨ªa da de mi comunidad tiende a ser explotadora. Y est¨¢ manufacturada para ser consumida por la mirada masculina. La pornograf¨ªa es el canal principal por el que los hombres heterosexuales descubren el cuerpo de una mujer transg¨¦nero. O una shemale, por usar una de esas palabras asquerosas que el porno nos tiene reservadas. No nos enga?emos: existe un porcentaje muy peque?o de hombres que nos encuentren bellas y sexis, que se atrevan a pedirnos para salir o que nos cuiden y amen con la misma dignidad que demostrar¨ªan por una mujer cisg¨¦nero¡
?Cu¨¢l es su experiencia al respecto?
Conozco a pocas mujeres trans con relaciones largas, todav¨ªa a menos que est¨¦n casadas y todav¨ªa a menos que no hayan conocido una relaci¨®n violenta. Es dif¨ªcil dar con un hombre que se sienta lo suficientemente c¨®modo con su masculinidad para aceptar a una mujer que es diferente¡ aunque, en realidad, no sea diferente en absoluto. Yo s¨¦ unas cuantas cosas¡ Si filtrara mis mensajes privados, ganar¨ªa miles de d¨®lares en TMZ [web sensacionalista que difunde noticias sobre celebridades]. Es todo lo que voy a decir¡ Pero, oiga, ?no piensa preguntarme nada sobre mi carrera de actriz?
Ya llegamos. S¨¦ que est¨¢ a punto de rodar con Suki Waterhouse¡
S¨ª, estoy muy emocionada. Es mi primera pel¨ªcula, un papel protagonista. Se titula Assassination Nation y la dirige Sam Levinson, hijo del director Barry Levinson. Trata de cuatro chicas en un pueblo estadounidense amenazadas por un hacker an¨®nimo que publica sus datos personales, mensajes, correos electr¨®nicos y fotos privadas. La pel¨ªcula recrea y moderniza el juicio de Las brujas de Salem, donde los habitantes de ese pueblo se ven sometidos al aireamiento p¨²blico de sus secretos. Va a ser una pel¨ªcula muy oscura y violenta.
?Cu¨¢ndo decidi¨® dedicarse a la interpretaci¨®n?
El mundo siempre me pareci¨® un lugar confuso y cruel. Contar historias era una manera de encontrarle sentido, tambi¨¦n a m¨ª misma. Actu¨¦ en mi primera obra teatral a los 5 a?os, y no he parado. La actuaci¨®n ha sido una forma de explorar partes de m¨ª misma antes de que me dieran permiso para hacerlo tambi¨¦n fuera del escenario. La moda me gusta por la misma raz¨®n: en el fondo, se trata de contar historias sobre nuestros cuerpos e identidades. Esas son mis obsesiones. Por ese motivo me lo paso tan bien trabajando. En especial, con las mujeres. Con los hombres me parece menos divertido¡
?Por qu¨¦ motivo?
Porque ellos tienen ideas y planes. Est¨¢n muy apegados a sus propias visiones. Las mujeres, en cambio, funcionan de una forma distinta. Por ejemplo, Jill Solloway, la creadora de Transparent, no te dice qu¨¦ tienes que hacer. Hasta el 80% de lo que se ha visto en la serie es improvisado. Yo me le¨ª el guion y luego lo pronunci¨¦ como me pareci¨®. Por eso, la serie tiene ese aire tan aut¨¦ntico y contempor¨¢neo. A¨²n no puedo anunciarlo, pero tengo otros proyectos con directoras incre¨ªbles. En la moda, tambi¨¦n me gustar¨ªa colaborar con m¨¢s dise?adoras¡
Cambi¨® de g¨¦nero mientras estudiaba interpretaci¨®n en Columbia. ?Qu¨¦ papeles pudo encarnar entonces?
Los estudios de interpretaci¨®n en Columbia son muy abiertos, progresistas e inclusivos. Cuando empec¨¦ con mi transici¨®n, les anunci¨¦ a mis profesores que no quer¨ªa interpretar a m¨¢s hombres y lo aceptaron. El problema es que, en los textos que tenemos a nuestra disposici¨®n, existen pocos personajes transg¨¦nero. En ese momento, me pregunt¨¦ si ten¨ªa sentido querer dedicarme profesionalmente a esto. Por un tiempo me dirig¨ª hacia la performance art¨ªstica. Pero, por aquella ¨¦poca apareci¨® la portada de Laverne Cox en Time. Fue algo que me reafirm¨® como mujer, pero tambi¨¦n como actriz. Me dije que tal vez yo tambi¨¦n pod¨ªa¡
?A qu¨¦ retos se enfrenta hoy como actriz?
Siento una gran presi¨®n para tener m¨¢s versatilidad. Paso mucho tiempo pensando en c¨®mo resultar m¨¢s vendible. Quiero pasar por una actriz a secas y no por una actriz transg¨¦nero. Estoy viendo a un especialista del habla para expandir las octavas de mi voz. Hoy estoy cansada y tengo jet lag, pero cuando hago mis ejercicios resulto bastante convincente¡ [sonr¨ªe].
Acaba de usar el adjetivo ?vendible?¡
Lo s¨¦, es una verg¨¹enza. Es una humillaci¨®n. Pero es algo que necesito hacer si quiero trabajar. Al mismo tiempo, cualquier actriz que no sea blanca, delgada, no discapacitada y cisg¨¦nero le dar¨¢ un testimonio parecido. Tengo que ser muy disciplinada. Tengo que volverme mejor.
Cuando le dijo a su madre que quer¨ªa ser actriz, le advirti¨® que no leyera lo que la gente dir¨ªa de usted. ?Le hizo caso?
No, yo lo leo todo. Los actores que dicen lo contrario mienten. Tengo 24 a?os y todav¨ªa no tengo claro qui¨¦n soy. A veces, me digo que leer lo que los dem¨¢s piensan de m¨ª me ayudar¨¢ a entenderlo mejor. Pero es peligroso y s¨¦ que no deber¨ªa hacerlo¡
?Le dicen cosas hirientes?
A veces, s¨ª. Me dicen que hablo demasiado sobre el hecho de ser trans. No entienden que es lo que me preguntan en las entrevistas¡ Cada vez que una revista me llama ?actriz transg¨¦nero?, alguien se siente con derecho a opinar. Yo s¨¦ que no soy un hombre. S¨¦ que no tengo aspecto de hombre. Pero eso es lo que ve esa gente¡ Si leyeran algo m¨¢s sobre m¨ª o hablaran conmigo, tal vez tendr¨ªan una reacci¨®n distinta. O tal vez no. Como dec¨ªa antes, esa visibilidad, por positiva que sea, es lo que me expone al odio y a la violencia. Lea lo que escriben ciertas personas cada vez que Gucci pone una foto m¨ªa en Instagram¡ En el fondo, no soy lo que esa gente quiere ver.
?Espera que eso cambie en un futuro pr¨®ximo?
Realmente, me da igual. Ya estoy aqu¨ª. Pero espero que s¨ª ocurra. ?Qu¨¦ puedo hacer, sino esperar?
* Puedes ver el reportaje fotogr¨¢fico completo de Hari Nef en nuestra edici¨®n de papel, ya en tu quisco. Tambi¨¦n puedes verlo descarg¨¢ndo gratis la aplicaci¨®n en en Kiosko y m¨¢s, Apple Store o Google Play.