Por qu¨¦ dejar que tus vaqueros blancos se manchen los hace mejores

Si hay algo que nos retrotraiga al verano de manera inmediata, despu¨¦s de las camisetas de rayas y los vestidos sueltos, eso es sin duda los vaqueros blancos. Es la prenda que, incluso, cuando la primavera empieza a hacer acto de presencia anuncia la llegada inminente del verano. Hay a?os que la fiebre es m¨¢s intensa que otros y 2019 es uno de esos en los que los pantalones blancos pasan a ser el fondo de armario imprescindible.

Cropped, de corte mommy, acampanados o pitillo, no importa la forma que elijas pero, lo que est¨¢ claro es que unos tienen que estar en tu guard...

Si hay algo que nos retrotraiga al verano de manera inmediata, despu¨¦s de las camisetas de rayas y los vestidos sueltos, eso es sin duda los vaqueros blancos. Es la prenda que, incluso, cuando la primavera empieza a hacer acto de presencia anuncia la llegada inminente del verano. Hay a?os que la fiebre es m¨¢s intensa que otros y 2019 es uno de esos en los que los pantalones blancos pasan a ser el fondo de armario imprescindible.

Cropped, de corte mommy, acampanados o pitillo, no importa la forma que elijas pero, lo que est¨¢ claro es que unos tienen que estar en tu guardarropa. Sin embargo, cuando te dispones a hacerte con algunos esa vocecilla interior te advierte: te van a durar blancos un minuto. Van a estar m¨¢s tiempo en la lavadora que en la calle. Lo que hoy es blanco inmaculado ma?ana ser¨¢ una amalgama de manchas varias. Razones todas ellas de peso que te hacen plantearte si tener unos vaqueros blancos es verdaderamente imprescindible, ?podr¨¢s salir a la calle tranquila sabiendo que ESA mancha est¨¢ ah¨ª?.

Para las que no soportan la idea de salir a la calle con una sola imperfecci¨®n, deben de saber que en realidad los pantalones blancos manchados son mucho m¨¢s estilosos que los reci¨¦n salidos de la tienda.

Es el encanto de una prenda vivida, la forma y el sabor que solo el uso le dan a las cosas y que, al fin y al cabo, las convierte en ¨²nicas y especiales. Esa mancha de ¨®xido que provoc¨® aquel paseo en una bici antigua y que no sale o la de cerezas despu¨¦s de una tarde de vacaciones sentada en la hierba no solo te traer¨¢ recuerdos cada vez que te los pongas sino que adem¨¢s, har¨¢ que esos pantalones no se parezcan a ning¨²n otro. ?Si tenemos ese gusto por lo usado con nuestros bolsos o guantes de piel, por ejemplo, por qu¨¦ no tenerlo con nuestros pantalones blancos?

Por no hablar de lo liberador que puede llegar a resultar. No hay m¨¢s que recordar aquellos tiempos en los que llevar las zapatillas blancas como nuevas era tendencia. Una no ganaba para deportivas o perd¨ªa la tarde buscando c¨®mo dejarlas deslumbrantemente blancas. Hoy no solo puedes llevar el par m¨¢s destrozado que tengas por casa sino que directamente puedes comprarlas desgastadas de f¨¢brica. Toda una tranquilidad saber que est¨¦n en el estado que est¨¦n tus deportivas nadie te va a juzgar por ello.

Lo mismo ocurre con los pantalones de cortes est¨¦ticamente cuestionables. Que los ¡®mommy jeans¡¯ sean unos vaqueros que no lo queden bien absolutamente a nadie es de lo m¨¢s revelador. Llevas algo que te sienta mal, porque quieres y adem¨¢s eres socialmente aceptada porque es pura tendencia.

En lo que se refiere a los pantalones blancos es otra forma de soltar prejuicios y dejarse llevar, ?qu¨¦ m¨¢s da que se ensucien nada m¨¢s comprarlos? Solo hay que asumir desde el principio que esta es una prenda para presumir de imperfecciones, sin complejos. De la misma manera que compramos ropa de lino para que se arrugue desde el minuto uno, compremos pantalones blancos y dejemos que se manchen. Y siempre puedes tom¨¢rtelos como una sesi¨®n de mindfullness de lo m¨¢s productiva.