Preferencias sexuales o ubicaci¨®n en tiempo real: estas apps para ligar est¨¢n vendiendo a otros tus datos personales
Tinder, Grindr y OkCupid estar¨ªan vendiendo a terceros informaci¨®n ¨ªntima sobre sus usuarios, seg¨²n ha revelado un estudio del Consejo de Consumidores de Noruega. Una pr¨¢ctica que viola la ley y que puede poner en peligro a quienes descargan la app.
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Descargarse una app para ligar en 2020 no significa necesariamente que uno ande en busca del amor o lo que surja. Muchas veces este gesto responde m¨¢s bien al aburrimiento de un domingo tarde despu¨¦s de un fin de semana intenso. Otro espacio m¨¢s en nuestro m¨®vil donde deslizar el dedo sin pensar mucho. Pero distra¨ªdos entre swipes y scrolls, se desliza tambi¨¦n todo tipo de informaci¨®n ¨ªntima sobre nosotros mismos. La preferencia sexual que hemos marcado al iniciar, los perfiles en los que nos detenemos m¨¢s, el speech sobre lo que andamos buscando repetido en cada conversaci¨®n y otros datos m¨¢s sensibles de los que nos somos conscientes: el lugar en el que estamos en ese preciso momento, por ejemplo. Informaci¨®n que aplicaciones como Tinder, Grindr y OkCupid no solo almacenan para su propio uso sino que estar¨ªan comercializando con cientos de empresas, seg¨²n ha revelado recientemente un estudio del Consejo de Consumidores de Noruega.
Los resultados de la investigaci¨®n, publicados como Fuera de control: c¨®mo los consumidores son explotados por la industria de la publicidad online, han analizado el uso de los datos de estas apps descargadas desde el market de Android. En el caso de Grindr, la app de citas orientada a hombres homosexuales o bisexuales, se?alan que esta ha estado vendiendo los c¨®digos de seguimiento web de sus usuarios -siguiendo y guardando todos sus pasos online¨C y targete¨¢ndolas seg¨²n su orientaci¨®n sexual. Grindr enviaba tambi¨¦n la ubicaci¨®n de estos usuarios a determinadas empresas, una informaci¨®n que el propio diario The New York Times ha comprobado descarg¨¢ndose la app. ¡°Comparti¨® informaci¨®n precisa sobre las coordenadas con cinco empresas¡±, aseguran. Una informaci¨®n que puede incluso poner en riesgo f¨ªsico a los propios usuarios que se encuentren en pa¨ªses como Pakist¨¢n o Catar, donde las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo son consideradas ilegales, se?alan.
En el caso de Tinder, el estudio apunta que la app usa los datos del g¨¦nero bajo el que se identifican sus usuarios y el g¨¦nero que buscan entre sus potenciales citas para vend¨¦rselos a, al menos, dos empresas de marketing. Y en el de OkCupid, que pertenece al mismo gigante empresarial que Tinder, MatchGroup, la informaci¨®n vendida a terceros estaba basada en el origen ¨¦tnico de los usuarios y en las respuestas vertidas por estos a preguntas que la propia app les hace para configurar su perfil. Entre ellas, una relacionada con el consumo de drogas psicod¨¦licas.
Que las apps y empresas acumulan cantidades ingentes de informaci¨®n sobre nosotros es algo que ya no nos pilla por sorpresa. Con el boom de aplicaciones como FaceApp, esa aplicaci¨®n que? nos mostraba nuestro rostro del futuro -siempre y cuando envejeci¨¦ramos bajo los par¨¢metros de los filtros de Instagram y no tanto atendiendo a nuestra gen¨¦tica-, la brecha entre los esc¨¦pticos tecnol¨®gicos y los m¨¢s despreocupados se abri¨® para evidenciar el aumento de conciencia respecto al modelo de negocio bajo el que que funcionan estas aplicaciones, relacionado con el provecho que sacan de nuestros datos. Y esc¨¢ndalos como el del propio Grindr, que en 2018 se descubri¨® que estaba compartiendo informaci¨®n de sus usuarios relacionada con el VIH, han sembrado a¨²n m¨¢s alerta.??Cualquier consumidor con un n¨²mero promedio de aplicaciones en su tel¨¦fono de entre 40 y 80, tendr¨¢ sus datos compartidos con cientos o quiz¨¢s miles de actores en l¨ªnea?, afirma Finn Myrstad, director de pol¨ªticas digitales del Consejo Noruego del Consumidor y supervisor del citado estudio a The New York Times.
Pero aunque esto nos vaya sonando, ?somos capaces de cuantificar cu¨¢nta informaci¨®n tienen de nosotros estas aplicaciones? En su art¨ªculo Le ped¨ª a Tinder los datos que guarda de m¨ª y me mand¨® 800 p¨¢ginas de oscuros secretos, la periodista Juddith Duportail, autora de El algoritmo del amor (Ed.Contra) explica la dificultad para conseguir y enfrentar la cuant¨ªa de datos que proporcionamos sin darnos cuenta. ?Las aplicaciones como Tinder se est¨¢n aprovechando de un simple fen¨®meno emocional: no podemos sentir los datos. Es por eso que verlo todo impreso te impresiona. Somos criaturas f¨ªsicas. Necesitamos materialidad¡±, explica ante el fen¨®meno el soci¨®logo Luke Stark en el art¨ªculo.
Otra cifra impresionante la deja el mismo estudio del Consejo de Consumidores de Noruega. Tirando del hilo, han descubierto que Grindr incluye un software de MoPub (servicio publicitario de Twitter) que adem¨¢s de permitir localizar la ubicaci¨®n exacta de los dispositivos, comparte su informaci¨®n con m¨¢s de 180 empresas asociadas, explican en The New York Times. Entre esas, est¨¢ AT&T, que a su vez puede compartirlos con m¨¢s de 1.000 proveedores. Una situaci¨®n frente a la que la empresa ha reaccionado inhabilitando el uso de MoPub en Grindr.
La Comisi¨®n noruega por su parte va a llevar la investigaci¨®n m¨¢s all¨¢ tomando acciones legales, solicitando investigaciones a Grindr y otras cinco compa?¨ªas que podr¨ªan haber violado la ley europea de protecci¨®n de datos (GDPR). Mientras, tanto MatchGroup como Grindr defienden haber actuado dentro del marco legal y reafirman su compromiso con la privacidad de sus usuarios.