?Qu¨¦ hay que regalar en las bodas?
El dinero se impone como regalo, aunque no siempre gusta. ?Es suficiente con el precio aproximado del cubierto o hay que doblarlo? La media est¨¢ en torno a los 150 euros.
Desde el momento en que ese amigo o ese familiar comunican la noticia -?Nos casamos!- empieza el c¨¢lculo mental: la ropa, la despedida de soltero, el desplazamiento si hay que hacerlo, puede que hotel y el regalo, claro. En efecto, las bodas por lo general son una ruina. Y en tiempos de inestabilidad econ¨®mica es muy posible que la cortes¨ªa y el protocolo se den de bruces con la realidad. ?Qu¨¦, cu¨¢nto y c¨®mo hay que regalar para no quedar mal en 2012? Las tradicionales listas de boda est¨¢n de capa ca¨ªda desde hace a?os, en parte porque la mayor parte de las parejas que se casa...
Desde el momento en que ese amigo o ese familiar comunican la noticia -?Nos casamos!- empieza el c¨¢lculo mental: la ropa, la despedida de soltero, el desplazamiento si hay que hacerlo, puede que hotel y el regalo, claro. En efecto, las bodas por lo general son una ruina. Y en tiempos de inestabilidad econ¨®mica es muy posible que la cortes¨ªa y el protocolo se den de bruces con la realidad. ?Qu¨¦, cu¨¢nto y c¨®mo hay que regalar para no quedar mal en 2012? Las tradicionales listas de boda est¨¢n de capa ca¨ªda desde hace a?os, en parte porque la mayor parte de las parejas que se casan ya viven juntas y por tanto ya tienen resuelto el menaje del hogar.
Desde hace ya m¨¢s de una d¨¦cada se ha extendido la pr¨¢ctica de regalar dinero en met¨¢lico, que se ingresa en una cuenta de los novios. Y la convenci¨®n dice que la cantidad que se regala debe por lo menos cubrir el precio del cubierto. La media anda por los 150 euros, aunque la cifra se quedar¨ªa justa en una boda de post¨ªn, en la que el precio por comensal f¨¢cilmente puede alcanzar los 300 euros.
Diego Zala, Jefe de Estudios de la Escuela de Protocolo de Madrid, no aprueba la costumbre de regalar vil metal. ¡°No me parece apropiado. Los novios invitan a la gente con la que se suponen que quieren compartir ese d¨ªa y en principio si te invitan, te invita. No deber¨ªas tener que pagar tu cubierto. El regalo deber¨ªa ser algo discrecional. Adem¨¢s, todav¨ªa existe el g¨¦nero de boda en que los novios van recogiendo sobres de dinero y eso me parece lo peor¡±. La soluci¨®n, para Zala, ser¨ªa optar por bodas m¨¢s peque?as, para que cueste menos cubrir los gastos, ¡°enlaces de 50 invitados como m¨¢ximo¡±, sugiere.
En cambio, Concha Molina, autora del libro Di s¨ª quiero con estilo (Rojo de Fassi) cree que regalar dinero es lo que va ¡°m¨¢s acorde con los tiempos¡±. ¡°Para evitar meteduras de pata, lo m¨¢s natural es preguntar a los novios o bien a alg¨²n familiar qu¨¦ es lo que prefieren ellos y, en caso de que sea dinero, pedir un n¨²mero de cuenta nada m¨¢s recibir la invitaci¨®n para hacer el ingreso en los d¨ªas siguientes¡±, aconseja. Eso s¨ª, Molina cree que el invitado rumboso paga el doble de lo que calcula que va a costar el cubierto: ¡°una boda es un acontecimiento de felicidad y que el hecho de ser un invitado deber¨ªa ser motivo de agradecimiento¡±?
?Se debe incluir el n¨²mero de cuenta en la invitaci¨®n?
Este m¨¦todo podr¨ªa descalabrar durante a?os la econom¨ªa de Maria Molins. Esta barcelonesa de 29 a?os ha recibido este a?o nada menos que 12 invitaciones de boda este a?o. Finalmente, tras un duro proceso de eliminaci¨®n, ha decidido ir solo a siete de ellas. Por motivos econ¨®micos pero tambi¨¦n por imposibilidad geogr¨¢fica. El mismo fin de semana de junio se la requiere como invitada en Mallorca, en Italia y en Barcelona. ¡°Es un gasto imposible. Adem¨¢s, con mi novio hemos decidido que si la boda es de un amigo suyo, ¨¦l paga el regalo de los dos y viceversa, as¨ª que en las bodas de mis amigas pago el doble¡±. Molins empez¨® regalando 150 euros pero cree que la cantidad ha quedado justa y ha subido a 200 por persona. Como propietaria de la tienda Biombo Atelier, especializada en vestidos de fiesta, est¨¢ acostumbrada a o¨ªr hablar de bodas. ¡°Una clienta me coment¨® que todos sus amigos se casaban el mismo a?o y pactaron no hacerse regalo, tan s¨®lo una cesta de frutas y champagne en la habitaci¨®n del hotel¡±, cuenta.
Son muchos los invitados que se niegan a regalar dinero, por encontrarlo demasiado fr¨ªo y buscan alternativas, aunque no siempre aciertan. ¡°Yo nunca regalaba dinero y en al ¨²ltima boda, la novia nos lo suplic¨®¡±, explica el joven arquitecto Llu¨ªs Escudero. Pero hay alternativas, como regalar etapas de la luna de miel o el hotel de la noche de bodas. Y detalles m¨¢s originales. Ariana D¨ªaz Celma, que gestiona la web de ocio y estilo de vida Good2b.es y ejerce como Dj ocasional asiste pr¨®ximamente a una boda. ¡°Y yo soy el regalo de un invitado¡±, explica. Es decir, un amigo les regala a los novios su sesi¨®n de pinchadiscos. La ilustradora y dise?adora gr¨¢fica Rachel Sender, ofreci¨® recientemente varios cuadros suyos enmarcados en un enlace. ¡°La novia me llam¨® al d¨ªa siguiente emocionad¨ªsima. Creo que le gust¨® m¨¢s que un ingreso. O eso dijo¡±. Sender reside desde hace unos a?os en Rotterdam y ha detectado una enorme diferencia en los usos y costumbres nupciales. ¡°Unos amigos holandeses fueron hace poco a una boda en Valencia y alucinaron con el nivel de gasto. Aqu¨ª es todo m¨¢s discreto y s¨®lo hace regalos la familia directa, y ni siquiera los de la misma generaci¨®n, s¨®lo padres y abuelos¡±, compara.
Emma O¡¯Sullivan, brit¨¢nica afincada en Espa?a, tambi¨¦n encuentra chocante la costumbre patria. ¡°Lo del dinero me parece demasiado directo, muy poco brit¨¢nico, aunque supongo que m¨¢s sincero¡±, comenta. En Reino Unido todav¨ªa se estila bastante al lista de bodas, generalmente en la cadena John Lewis, un Corte Ingl¨¦s m¨¢s estiloso, ¡°pero muchas veces los novios llevan ya a?os viviendo juntos as¨ª que se percibe como una manera un poco aprovechada de actualizar sus toallas y sus vajillas, as¨ª que mucha gente lo ignora y compra su regalo en cualquier otro sitio¡±. Tambi¨¦n es muy habitual que los novios pidan que no se les haga ning¨²n regalo o que donen dinero a una determinada ONG. La diferencia seguramente tambi¨¦n reside en que se trata de eventos a menor escala y sin barra libre, ese inveterada costumbre espa?ola (intenten cobrarle a un invitado en gin tonic en una boda ib¨¦rica) que encarece mucho las bodas.
?Y qu¨¦ opinan los novios? Cristina Taberne se casa a finales de junio en Barcelona y tiene previsto incluir un n¨²mero de cuenta en las invitaciones de boda. ¡°Puede que sea la forma m¨¢s fr¨ªa pero nos parece la m¨¢s c¨®moda para todos. As¨ª no tienen que llamarte para decirte qu¨¦ quieres y tampoco condicionas a nadie en cuanto al precio del regalo, cada uno hace lo que quiere y puede¡±, comenta. Aun as¨ª, algunos familiares optar¨¢n por detalles m¨¢s personales. Como invitada, prefiere preguntar antes: ¡°Unos amigos nos pidieron hace poco un cuadro que hab¨ªan visto en una galer¨ªa¡±. Se haga lo que se haga, compartir la felicidad de los amigos sale por un pico.