Rebeldes, genios y estafadores: la curiosa m¨ªstica del jersey negro de cuello alto
De icono de la resistencia a uniforme de genios pragm¨¢ticos como Steve Jobs, el su¨¦ter negro de cuello cisne adquiere nuevas y pol¨¦micas simbolog¨ªas que dicen mucho de quien lo viste.
?Admiro a Steve Jobs pero llevo cuello alto desde que ten¨ªa 7 a?os?, dice con picard¨ªa?Elizabeth Holmes con su risa forzada de replicante en el documental The Inventor (HBO). Un film de obligado visionado para entender hasta qu¨¦ punto nos hemos dejado cegar por el aura de los falsos mes¨ªas de Silicon Valley. Pese a negar lo evidente de su imitaci¨®n del fundador de Apple (?¨¦l llevaba vaqueros, yo no?), la estafadora?m¨¢s ...
?Admiro a Steve Jobs pero llevo cuello alto desde que ten¨ªa 7 a?os?, dice con picard¨ªa?Elizabeth Holmes con su risa forzada de replicante en el documental The Inventor (HBO). Un film de obligado visionado para entender hasta qu¨¦ punto nos hemos dejado cegar por el aura de los falsos mes¨ªas de Silicon Valley. Pese a negar lo evidente de su imitaci¨®n del fundador de Apple (?¨¦l llevaba vaqueros, yo no?), la estafadora?m¨¢s fascinante de lo que llevamos de siglo copi¨® su uniforme para venderse como una versi¨®n femenina del venerado magnate inform¨¢tico?¨Ca?adiendo aqu¨ª una extra?a man¨ªa de no parpadear, un inquietante maquillaje y una melena electrizada rubia (te?ida)¨C . ?Visto de negro porque va acorde a mi vida de dedicar toda mi energ¨ªa a este trabajo?, contaba a los periodistas cuando le preguntaban por qu¨¦ nunca llevaba otro color. Holmes quer¨ªa aferrarse a ese efectista marketing, pre-Marie Kondo entre los gur¨²s del dise?o y la creatividad,?que vend¨ªa una fantas¨ªa pragm¨¢tica de mayor eficiencia personal y credibilidad si uno?no emplea tiempo en pensar qu¨¦ va a ponerse por las ma?anas.
Con ese estilo ?mon¨¢stico? y una juventud arrolladora, la empresaria/inventora se hizo con unos cuantos cientos de millones de d¨®lares de las fortunas de ancianos blancos poderosos y convirti¨® a a su empresa, Theranos, en una de las m¨¢s valoradas del sector tecnol¨®gico. Su compa?¨ªa lleg¨® a estimarse en 9.000 millones de d¨®lares, de los que ella pose¨ªa la mitad. Tras ver The Inventor, uno se pregunta hasta qu¨¦ punto ese look de Steve Jobs femenina funcion¨® a la hora de estafar a figuras respetadas como Kissinger u otros gur¨²s techies como Larry Ellison.??Sus jers¨¦is negros de cuello alto no solo prueban que estaba como las maracas, tambi¨¦n c¨®mo de cegados est¨¢bamos por el ¡®piensa diferente¡¯ de la start up que ahora todos imitan. Nos deber¨ªa explotar la cabeza ante el hecho de que tanta gente no se cuestionase sus pr¨¢cticas porque ella vest¨ªa el mismo jersey que Steve Jobs?,?escribi¨® Vanessa Friedman al respecto en The New York Times tras ver el film.
Theranos, su empresa, ya no vale nada. El jersey de cuello alto negro visto como uniforme oficial de los genios del s. XXI, tampoco. Holmes ha cerrado el c¨ªrculo y el cuello cisne en tonos oscuros?es el recurso al que se aferran aquellos que esconden algo. Aunque fue la elegida por Gerard Piqu¨¦ en La Resistencia para presumir de fortuna personal, la prenda vive un boom como favorita de estafadores, mentirosos y renegados sociales. Adem¨¢s de Holmes, el exabogado de Trump, Michael Cohen, recurre al cuello alto negro en televisi¨®n trat¨¢ndose de ganar el perd¨®n del p¨²blico o?Felicity Huffman tambi¨¦n fue fotografiada con ¨¦l en los juzgados al declarar su culpabilidad en el esc¨¢ndalo de los fraudes universitarios. No siempre fue as¨ª.
Feministas y rebeldes con causa
Despu¨¦s de que lo popularizasen las Gibson Girls a principios de s.XX, y tras el breve flirteo de Jayne Maynsfield o Marilyn Monroe con ¨¦l, el jersey de cuello alto negro pas¨® de la sofisticaci¨®n de finales de los 50 (Audrey Hepburn en Una cara con ¨¢ngel) a s¨ªmbolo de la resistencia en los 60 y 70. Gloria Steinem y las feministas de la segunda ola, los Panteras Negras y los beatniks lo utilizaron como uniforme opositor a la hegemon¨ªa cultural o pol¨ªtica. La invasi¨®n fue tan evidente que, como recuerda aqu¨ª?Rachel Syme, en un art¨ªculo de The New York Times de 1967 se ironizaba con su imparable contagio por la ciudad y consecuente p¨¦rdida de valor simb¨®lico: ?Es tan imposible escapar del cuello alto en Manhattan como de la poluci¨®n. Quien lo llevase desde hace a?os deber¨ªa saber que ahora se le ve tan inconformista como a un se?or con camisa y corbata?.
?Siempre llevo un jersey de cuello alto negro a cualquier parte. Es uno de los mayores logros de mi vida?, escribi¨® al respecto la siempre punzante Nora Ephron, que lleg¨® a recomendar no pon¨¦rselo hasta pasados los 60 y lo elev¨® a uniforme oficial de la menopausia: ?Mujeres, hasta los 36, lucid un bikini y nada m¨¢s?, sentenciar¨ªa. Con ¨¦l, como s¨ªmbolo de coraza de la mujer madura que reniega de su cuerpo ¨Cas¨ª lo ejemplificar¨ªa Diane Keaton en Cuando menos te lo esperas¨C, llegar¨ªa a fotografiarse para la portada de El cuello no enga?a y otras reflexiones sobre ser mujer (Alba, 2009). Prenda con la que otra escritora de referencia en el estilo femenino, Joan Didion, tambi¨¦n se inmortalizar¨ªa junto a su hija Quintana Roo en una ic¨®nica campa?a de Gap. D¨¦cadas m¨¢s tarde volver¨ªa a hacerlo para otra pol¨¦mica campa?a, la que Phoebe Philo le dedic¨® en C¨¦line.
Minimalismo y genialidad?
Philo, con Didion como referencia, tambi¨¦n se ha escondido tras ¨¦l en fotos ic¨®nicas y har¨ªa suyas las normas de equipaje que Didion describi¨® en su colecci¨®n de ensayos de?El ¨¢lbum blanco?(aqu¨ª traducidas y agrupadas en Los que sue?an el sue?o Dorado en Random House): ?2 jerseys, 2 faldas, un sujetador, un jersey de cuello redondo, 2 pares de zapatos, calcetines, ropa interior, cigarrillos y bourbon?. ?A la dise?adora de Chlo¨¦ y C¨¦line, ahora retirada, adem¨¢s de sus distintas versiones de zapatillas blancas, se le imit¨® en las calles ese halo de magnificencia del creador minimalista que desprend¨ªa con los jers¨¦is de cuello alto con los que sal¨ªa a saludar, una estrategia adoptada sin rechistar a escala global por su legi¨®n de?philophiles. Un estatus de sabidur¨ªa, sobriedad y brillantez art¨ªstica tambi¨¦n compartido por otros iconos del dise?o como Steve Jobs o Rick Owens, que dotaron al jersey negro de cuello en el s. XXI de un estatus de genialidad¡ hasta que una estafadora de Silicon Valley lo mandase todo al carajo. La misma que recurri¨® a ¨¦l para allanar su camino a convertirse en milmillonaria antes de los 30 ya nunca lo viste. Ya nadie, ni ella misma, cae en esa farsa.