Rosana Antol¨ª y el arte radical de lo cotidiano

Durante este ¨²ltimo mes, el p¨²blico que se ha acercado a The Apartment, el espacio privado de Las Rozas Village, ha podido admirar las esculturas de hierro y vidrio de Rosana Antol¨ª, ¡°es una forma de recontextualizar la obra, porque no se trata de un espacio expositivo convencional, pero creo que han funcionado perfectamente con el entorno¡±, cuenta la artista. El proyecto, de hecho, forma parte de una iniciativa m¨¢s amplia. Antol¨ª ha creado una ¡®Coreograf¨ªa del hielo¡¯, es decir, una secuencia de cuatro esculturas que tambi¨¦n han funcionado como galard...

Durante este ¨²ltimo mes, el p¨²blico que se ha acercado a The Apartment, el espacio privado de Las Rozas Village, ha podido admirar las esculturas de hierro y vidrio de Rosana Antol¨ª, ¡°es una forma de recontextualizar la obra, porque no se trata de un espacio expositivo convencional, pero creo que han funcionado perfectamente con el entorno¡±, cuenta la artista. El proyecto, de hecho, forma parte de una iniciativa m¨¢s amplia. Antol¨ª ha creado una ¡®Coreograf¨ªa del hielo¡¯, es decir, una secuencia de cuatro esculturas que tambi¨¦n han funcionado como galardones en los Premios Iberomamericanos de Mecenazgo, que organiza la Fundaci¨®n Cailla en colaboraci¨®n con las Rozas Village.

Antol¨ª, que empez¨® en la pintura, es una artista multidisplinar que abraza lo cotidiano. A primera vista, puede que parecer que sus obras, abstractas y de movimientos intricados, no lo son, pero la base de su trabajo se encuentra en el d¨ªa a d¨ªa, tanto, que hace unos a?os alcanz¨® relevancia internacional con esculturas y performances en torno a la ¡®pol¨ªtica del gesto¡¯, es decir, a todas las intersecciones sociales, culturales (y, por , pol¨ªticas) que median de forma casi inconsciente en nuestra forma de movernos. ¡°Hay una cierta po¨¦tica en todos los movimientos del d¨ªa a d¨ªa¡±, explica. De ah¨ª que la idea de la coreograf¨ªa (y de c¨®mo hemos llegado a ella) est¨¦ presente en todas sus obras. De hecho, hace unos a?os comenz¨® el proyecto ¡®Virtual choreography¡¯, en el que graba y almacena el movimiento y los gestos cotidianos de decenas de personas para arrojar luz sobre esta especie de algoritmo gestual que da forma a nuestra experiencia diaria.

La idea de la coreograf¨ªa cotidiana no solo se concreta en arte en vivo, tambi¨¦n en esculturas que condensan conceptos como la fluidez vs. la repetici¨®n o lo acuoso vs. Lo s¨®lido. De ah¨ª que en esta ocasi¨®n haya escogido el hierro y el vidrio ¡°una representa la solidez y otro la fragilidad de lo que se nos escapa entre los desdos¡±, cuenta. Y de ah¨ª, tambi¨¦n, que Antol¨ª lleve un tiempo interesada en el hidrofeminismo, la corriente filos¨®fica que opone la materia est¨¢tica (masculina) a la informidad, movimiento y fluidez que vertebra la ontolog¨ªa femenina. ¡°Llevo tiempo leyendo sobre ello. Normalmente, mi proceso de trabajo comienza escribiendo; es la forma de poner en orden los est¨ªmulos que recibo y las ideas que van surgiendo. Una vez rele¨ªdo lo escrito, imagino materiales y formas¡±, explica.

Tras convertirse en la artista espa?ola m¨¢s joven en tener una exposici¨®n en solitario en la Tate Modern, Antol¨ª acaba de publicar un libro que resume una d¨¦cada de trayectoria y prepara una exposici¨®n en el Cgac de Santiago con obras, en su mayor¨ªa escult¨®ricas, que condensan elementos tan pertinentes hoy como la realidad tecnol¨®gica, la alerta clim¨¢tica y el papel de la mujer en una sociedad repleta de incertidumbres. ¡°me gusta que el espectador cree su propio relato a partir de lo que ve¡±, cuenta, ¡°m¨¢s all¨¢ de leer las cartelas, lo que importa es que evoque algo personalmente¡±. El suyo no es un arte complaciente, sino inquieto, que busca remover cimientos personales, sociales e incluso pol¨ªticos a partir de materiales opuestos y formas complejas. ¡°Al final, todo est¨¢ conectado. La propia biograf¨ªa personal est¨¢ marcada por la agenda social. Pienso mucho, por ejemplo, en esa fijaci¨®n de la mente humana por apresar algo que se nos escapa de entre los dedos¡±. En definitiva, ir a la ra¨ªz misma de lo que nos pasa desapercibido, pero nos define.