De joyas de Cartier a esqu¨ªs: los tesoros ocultos en la tienda de Alabama que vende objetos perdidos en aeropuertos
El despiste, el olvido y la desgana pueden ser un negocio. Existe una empresa que compra equipajes y objetos perdidos o no reclamados para venderlos en su tienda. Se llama, sin florituras, Unclaimed Baggage Center (Equipaje sin reclamar) y fue la idea de Dyle Owens, un vendedor de seguros que en 1972 pens¨® que los olvidadizos pod¨ªan hacerle ganar mucho dinero.
El proceso por el cual la se?ora, digamos Johnson, pierde su bufanda de Vuitton en el vuelo Washington-Houston y la se?ora, digamos, Montgomery, termina compr¨¢ndola en Alabama es el siguiente. La se?ora Johnson, con las prisas, olvida la bufanda en un avi¨®n. Hay dos opciones: la se?ora Johnson la reclama, pero como no puede acreditar que es suya, la pierde o, sencillamente, no la reclama porque tiene muchas bufandas como esa, tiene prisa o tiene desgana. Tras tres meses la bufanda se declara oficialmente hu¨¦rfana. En alg¨²n lugar la se?ora Johnson maldice a su despiste y a la a...
El proceso por el cual la se?ora, digamos Johnson, pierde su bufanda de Vuitton en el vuelo Washington-Houston y la se?ora, digamos, Montgomery, termina compr¨¢ndola en Alabama es el siguiente. La se?ora Johnson, con las prisas, olvida la bufanda en un avi¨®n. Hay dos opciones: la se?ora Johnson la reclama, pero como no puede acreditar que es suya, la pierde o, sencillamente, no la reclama porque tiene muchas bufandas como esa, tiene prisa o tiene desgana. Tras tres meses la bufanda se declara oficialmente hu¨¦rfana. En alg¨²n lugar la se?ora Johnson maldice a su despiste y a la aerol¨ªnea. Y ah¨ª entran los Owens, que supieron ver que en ese m¨ªnimo porcentaje de equipaje perdido o no reclamado (un 0,03%) sin due?o hab¨ªa negocio. Esta empresa compra lotes de objetos y de maletas a distintas aerol¨ªneas con las que tiene acuerdo y las vende con descuento. Cuando Unclaimed Baggage recibe la bufanda valora si la recicla, la dona (por cada producto que venden donan otro) o la vende, como hace con todos los objetos que recibe. Si deciden vender la bufanda se lleva a la tienda, donde acude la se?ora Montgomery, la encuentra, la compra y se cierra el c¨ªrculo; probablemente tenga cuidado de no perderla.
Unclaimed Baggage Center, que cumple este a?o medio siglo, es la ¨²nica tienda en todo el pa¨ªs que vende equipajes no reclamados. Comenz¨®, como tantas otras tiendas, sobre unas mesas plegables. Fue en una casa alquilada, donde Owens despleg¨® su primera mercanc¨ªa, una tanda de productos que hab¨ªa comprado a la compa?¨ªa de autobuses Trailway Bus Line. Para ello viaj¨® de su estado a Washington DC en una camioneta prestada y con un pr¨¦stamo de 300 d¨®lares. El sue?o americano se escribe con esas letras. Pasaron seis a?os y el bueno de Owens tuvo una idea a¨²n mejor que vender las bolsas que olvidaban los que viajaban en autobuses: vender las que olvidaban los que volaban; los aviones proporcionaban m¨¢s volumen de productos y m¨¢s originalidad. No se trataba solo de vender despistes, sino de ofrecer cantidad y calidad. El contrato con Eastern Airlines en 1978 fue el inicio de otros muchos con distintas aerol¨ªneas.
Desde los a?os setenta hasta este a?o que han inaugurado su tienda online a los Owens (el negocio sigue siendo familiar) les ha dado tiempo a mucho; hasta Oprah llam¨® a su tienda uno de los tiendas-secreto mejor guardadas. Ampliaron el marco de las aerol¨ªneas a otros medios de transporte, aumentando el volumen del negocio. En los a?os ochenta comenzaron a lanzar una venta anual de esqu¨ªs (?qui¨¦n puede olvidar unos?) y, cada a?o, la primera semana de noviembre, venden todos los que han ido reservando a lo largo del a?o. Este fin de semana se ha celebrado este Annual Winter &Ski Event. Cuando en los noventa la siguiente generaci¨®n se hizo cargo del negocio abri¨® un caf¨¦ anexo a la tienda y un peque?o museo al que le pusieron el nombre: de Museo de Tesoros Encontrados. Esta es una buena lecci¨®n para los constructores de relatos de marcas: en Unclaimed Baggage no solo se trata de comprar objetos a las compa?¨ªas a¨¦reas y venderlos, sino de hacer sentir a los clientes como buscadores de tesoros y envolver algunos objetos con una p¨¢tina especial d¨¢ndole as¨ª al negocio un peque?o barniz cultural. Los Owens son listos. En Espa?a comprar equipaje perdido a una aerol¨ªnea y venderlo es impensable: cada aerol¨ªnea tiene su pol¨ªtica, pero ninguna contempla un sistema como el de Unclaimed Luggage, que no revela los acuerdos que tienen con sus empresas colaboradoras.
Todos guardamos cosas extra?as en las maletas, pero algunas personas, m¨¢s. Unclaimed Baggage vende objetos de lo m¨¢s dispar, desde figuritas de tartas nupciales a pufs marroqu¨ªes, pasando por la Trinity de Cartier y por cantidades ingentes de gafas de sol y de aparatos electr¨®nicos. Seg¨²n declar¨® la brand ambassador de la marca, Brenda Cantrell, a Atlas Obscura, estos son los objetos m¨¢s perdidos. ¡°Recibimos miles y miles de auriculares cada a?o¡±, cont¨®. Tambi¨¦n revel¨® que han encontrado y comprado taxidermia, armaduras y sustancias ilegales que saben descubrir porque ¡°son muy buenos encontr¨¢ndolas¡±. Esta tienda no solo quiere ser un almac¨¦n de rarezas y descuentos: quiere vender moda y ser destino de influencers y cazadores de piezas ¨²nicas. Por eso, cuando en una maleta encuentra algo como una sudadera de una colaboraci¨®n de Dior con Raymond Pettibon la anuncia con ganas.
Hay algo de voyeurismo, mucho de caza del tesoro y, tambi¨¦n, ganas de ahorrar en el mill¨®n de personas que visitan cada a?o Unclaimed Luggage Center. La pr¨®xima vez que nos montemos en un avi¨®n en Estados Unidos vigilaremos el equipaje; o viajaremos a Alabama a comprar el que otros no vigilaron. El olvido que compraremos.