Tus lecturas de verano empiezan por estos relatos para compartir y brindar con los amigos
La invitaci¨®n a un picnic, una fiesta improvisada, compartir una cena de lujo¡ La escritora Alejandra G. Rem¨®n se inspira en Vi?a Esmeralda, el vino blanco fresco, afrutado y vegano, para apuntarnos los mejores planes en buena compa?¨ªa para estas vacaciones
Este verano existen tantas razones para celebrar, descorchar una botella de un buen vino blanco y brindar que cuesta enumerarlas en este breve espacio. Por eso hemos pedido a la escritora e influencer Alejandra G. Rem¨®n,?que nos lleve con su enso?adora prosa a esas citas ideales que queremos disfrutar con nuestras amistades (im)perfectas estos d¨ªas. Las mismas que han inspirado a Vi?a Esmeralda para su nueva campa?a. Un vino fresco, de sabor afrutado, notas florales y certificaci¨®n vegana que promete acompa?arnos en muchos de nuestros aperitivos de verano, esas c¨¢lidas tardes y las risas al caer la noche. Para elegir tu situaci¨®n id¨®nea, sigue leyendo¡
PLAN 1: No te dejes para despu¨¦s
No somos perfectos. A veces somos un verdadero desastre.
Somos un c¨²mulo de buenas intenciones, de ilusi¨®n desmedida, de maneras de observar, de entusiasmo, de coraje, de optimismo, sinceridad, alegr¨ªa y fuerza.
Con algunos defectos, claro.
Con algunos cuantos.
Que solo son perceptibles para aquellos que nos quieren de verdad.
(Y a pesar de esto, nos siguen queriendo.)
(?Por qu¨¦ ser¨¢?)
A decir verdad, nuestro d¨ªa a d¨ªa conlleva demasiadas responsabilidades y, sin querer, en ocasiones nos perdemos, postergamos para otro momento lo importante, obviando que la vida se concentra en el presente, en las personas que est¨¢n a nuestro lado, en el ?aqu¨ª conmigo, aunque no te vea? y no en c¨¢balas futuras sobre momentos ideales que o no llegan nunca o, si llegan, no lo hacen en la forma que los hab¨ªamos planeado.
Es curioso.
Adem¨¢s, en ese c¨ªrculo vicioso de aplazamientos, el tiempo se va acelerando como por arte de magia y, de repente, a esa hora se le suma otra, convirti¨¦ndose en un d¨ªa, y ese d¨ªa se torna semana, luego mes, y luego pasa lo que pasa: ?Hace mucho que no nos vemos?.
Nos dejamos para despu¨¦s. ?Y por qu¨¦?
No existe tecnolog¨ªa que pueda suplantar la intensidad de un buen abrazo, ni pixeles en una pantalla capaces de captar el verdadero brillo de la emoci¨®n en unos ojos, ni sistema que asemeje el sabor de un buen vino degustado en compa?¨ªa.
Lo siento, eso es imposible de inventar.
?Por qu¨¦ empe?arnos?
Por suerte, existen situaciones reales que podemos engendrar, en principio, con poco esfuerzo: llamar, establecer, quedar.
Tan solo necesitamos un pu?ado de buenos amigos, un plan y una se?al en el calendario: ?San Porque s¨ª?, ?La quedada?, ?San Queremos?.
?Existe alguna raz¨®n mejor?
Siempre hay motivos que celebrar y aventuras que compartir.
Siempre hay secretos que desvelar, an¨¦cdotas que recordar y risas que contagiar¡
?Lo has pensado? Re¨ªrse de lo mismo o re¨ªrse sin motivo es otro tipo de meditaci¨®n, una que no se realiza en silencio y que precisa de c¨®mplices. Puede provocar agujetas y/o atragantamientos por el estallido inicial.
Y s¨ª, incluso los m¨¢s as¨¦pticos tienen un toque de humor especial.
Lo mejor: ?Siempre hay motivos por los que brindar!
Te invito a romper con tu rutina y a hacer algo f¨¢cil pero especial. No s¨¦, un picnic. ?C¨®mo te va?
No necesitas m¨¢s que algo de picar, un mantel, un buen vino blanco, (la cesta no es esencial, pero, lo admito, siempre le da un toque especial) y escoger un lugar.
?Qu¨¦ tal una escapada al campo?
Traza una ruta, despliega tus saberes culinarios, avisa a tus amistades imperfectas y d¨¦jate llevar por sus historias. Disfruta de los peque?os placeres que son ?gratistotal? y suelta el lastre de los d¨ªas pasados.
No te dejes para despu¨¦s.
A disfrutar.
PLAN 2: Una noche en blanco
No sabr¨ªa muy bien indicar en qu¨¦ instante de la vida nos conocimos. No recuerdo con exactitud ni el d¨ªa ni la hora en que nuestros caminos se cruzaron, tampoco la excusa que nos inventamos para continuar hablando y compartiendo nuestras historias¡ Hace ya tantos a?os que la memoria no me alcanza, pero s¨ª s¨¦ que desde ese momento nos hicimos casi imprescindibles las unas en la vida de las otras.
Somos muy distintas entre s¨ª y llevamos estilos de vida casi opuestos; tenemos inquietudes diferentes y gustos dispares, pero hay algo en com¨²n, un v¨ªnculo emocional tan fuerte entre nosotras que poco o nada se podr¨ªa hacer para romperlo.
Nuestra confianza es ciega.
Me encantan todas ellas.
A veces siento un tremendo orgullo de formar parte su vida, me alegra reconocerlas como mis confidentes, mis amigas, mis hermanas y mis compa?eras. Son ese tipo de personas con las que las horas no pasan en balde, sino que se sienten y se recuerdan. Son tan elocuentes, poseen tanta inteligencia, tanta frescura, tanta sabidur¨ªa que siempre termina siendo una gran fiesta cualquier excusa con la que decidimos compartirnos, cualquier caf¨¦, cualquier celebraci¨®n, cualquier noche de verano. Ellas me aceptan tal y como soy y eso es algo dif¨ªcil de encontrar. Bastante, dir¨ªa.
Todav¨ªa recuerdo con gran lucidez la ¨²ltima noche en blanco que viv¨ª junto a ellas. Fue una de esas noches en las que los planes se fueron sucediendo casi por descuido y resultaron ser terriblemente especiales.
Nos encontr¨¢bamos de vacaciones en una zona costera y hab¨ªamos pasado el d¨ªa en la playa, aferradas a unas tumbonas, un par de sombrillas y un arsenal de protecci¨®n solar. El sol y su elevada temperatura se volvieron casi insoportables pasado el tiempo, as¨ª que decidimos retirarnos a una hora prudente. Ya de vuelta hacia el hotel recibimos el mensaje de un antiguo amigo com¨²n, con quien hab¨ªamos coincidido por sorpresa en el vest¨ªbulo del recinto unos d¨ªas antes. Nos propon¨ªa un plan divertid¨ªsimo: asistir a una noche en blanco, una de esas fiestas en las que los asistentes deben ir vestidos en colores neutros, la m¨²sica parece deslizarse entre la brisa del mar y la gente baila con mejor o peor acierto sobre la arena mientras las risas y el rumor de las conversaciones se hacen m¨¢s evidentes conforme pasan las horas y las copas vac¨ªas de vino blanco van poblando las mesas.
Fue una noche memorable. Esa es la verdad.
En ese id¨ªlico marco nos sentimos libres, nos re¨ªmos, nos despojamos de todos nuestros complejos, nos abrimos en canal y nos prometimos una amistad eterna, la cual sellamos con un gran abrazo bajo la luz de la luna.
Las an¨¦cdotas se fueron sucediendo y nuestra complicidad fue aumentando, tanto como nuestros secretos.
Y as¨ª pas¨®.
Desde entonces, esa noche se ha convertido en mi refugio.
A ella recurro siempre que puedo y en ella habito siempre que brindamos con una copa de vino.
De vino blanco, por supuesto.
PLAN 3: Todo un lujo
De un tiempo a esta parte tengo un peque?o conflicto con el significado del lujo y su democratizaci¨®n, porque ?puede algo lujoso estar al alcance de todos y seguir siendo exclusivo? Es m¨¢s, ?en qu¨¦ consiste la exclusividad, realmente?
He reflexionado muchas veces sobre ello, pero yo no soy ninguna fil¨®sofa y los pensamientos que he podido dedicarle al asunto han sido m¨¢s bien espor¨¢dicos, guiados antes por la curiosidad que por un af¨¢n anal¨ªtico.
Aun as¨ª, gracias a estas divagaciones he llegado a la conclusi¨®n de que el concepto de lujo es subjetivo y personal, como la belleza y sus percepciones, y que lo que yo considero como exclusivo es simple y llanamente aquello que no est¨¢ a mi alcance.
O no siempre.
Existen multitud de razones para que esto sea as¨ª, quiz¨¢ la m¨¢s habitual sea la econ¨®mica, pero en muchas ocasiones es la distancia o la agenda o la gesti¨®n de mis emociones.
A veces entiendo como un verdadero lujo poder cambiar de escenario y rodearme de naturaleza, poder gestionar mi propio tiempo a mi antojo o desconectar el tel¨¦fono cuando estoy de vacaciones, y no tanto el hecho de darme un capricho o de vivir una experiencia de precio elevado.
En otras es regalarme un masaje o un momento de soledad, recibir un abrazo de la persona que amo, comprar unas flores o ese precioso par de zapatos con los que llevo tiempo so?ando a trav¨¦s del cristal.
Entiendo como exclusivo algo que es ¨²nico, irrepetible, pero m¨¢s all¨¢ de su excepcionalidad, debo valorarlo como aut¨¦ntico y, para llegar a esta valoraci¨®n, he tenido que vivir con anterioridad muchas otras experiencias. As¨ª, poco a poco, voy educando mis ideas y aprovechando las ocasiones que la vida me otorga para ir forjando esta idea lujosa y especial.
Una de las ocasiones m¨¢s especiales y lujosas que he vivido sucedi¨® en un restaurante.
La ocasi¨®n merec¨ªa ser celebrada por todo lo alto y puse todo mi empe?o en que fuese perfecta y singular, algo que fuese excepcionalmente ¨²nico para m¨ª y para mi acompa?ante.
Qu¨¦ cosa tan sencilla, ?verdad?
Recuerdo que me compr¨¦ un vestido precioso y reserv¨¦ una mesa apartada pero con vistas en un punto remoto de la ciudad. Tard¨¦ varias semanas en conseguirla, es cierto, pero mereci¨® la pena. La intimidad compartida en ese enclave, junto a la luz de las velas, las notas de jazz que correteaban por toda la estancia y ese men¨² fabuloso maridado con vino blanco junto a aquella sonrisa me hicieron sentir ¨²nica.
Quiz¨¢s me hubiera bastado solo con la compa?¨ªa, es posible, pero verme rodeada de belleza en aquel enclave repleto de arte, de comodidad, bajo la luz tenue, degustando sabores infinitos y deliciosos mientras nuestras manos se entrelazaban entre las copas y los brindis se suced¨ªan sin remedio, fue un verdadero acierto.
Fue un lujo a mi alcance, una experiencia magn¨ªfica que nunca hubiera imaginado, solo intuido.
Una noche perfecta en un lugar especial.
Una exaltaci¨®n de todos mis sentidos.
Algo que, de vez en cuando, a tu manera y en la medida de tus posibilidades te sugiero vivir.
Agradecimientos:
Foto apertura, de izquierda a derecha: mantel, platos y servilletas de ZARA HOME; porta servilletas de madera de KAVE HOME; con los dips y crudites, cera?micas de SEZE? STUDIO; cuchillos para queso y cucharas de ZARA HOME; cuencos con frutos rojos de ETON MESS; bandeja de madera y jarrones de piedra de ZARA HOME.
Foto 1 (picnic): manta de MAISONS DU MONDE; cesta de picnic, mantel de cuadros, pan?o de cuadros verdes, cesta con sa?ndwiches, pan?o de cuadros y servilletas, todo de ZARA HOME; sombrero de cuadros Vichy de THE BAD LAB para @esfascinante; con las uvas y el bocadillo de pollo, cuenco y plato de KAVE HOME.
Foto 2 (piscina): en la tumbona, toalla de TUCCA y bolsito de LAIA ALLEN; bolso de paja de ZAHATI y gafas de NINA MUR, todo para @esfascinante; sandalia azul de material reciclable y sandalias amarillas planas, ambas de CAMPER; toalla amarilla de KAVE HOME; y bandeja de ma?rmol de ZARA HOME.
Foto 3 (cena), de izquierda a derecha: mantel de ZARA HOME; servilleteros de madera como portavelas de KAVE HOME; candelabro de ZARA HOME; servilletas y cuberteri?a dorada de ZARA HOME; vajilla de cera?mica de KAVE HOME; bajo platos dorados de ZARA HOME; y portavelas de cera?mica MAISONS DU MONDE.