Ni pr¨ªncipe azul ni ¡®comieron perdices¡¯
Los a?os de ¡®guerra contra las princesas¡¯ han dado sus frutos: Disney y Pixar apuestan por hero¨ªnas empoderadas que no fantaseen con un marido y una familia.
Cuando a la madre de la fot¨®grafa Dina Goldstein le diagnosticaron c¨¢ncer de pecho, su hija de tres a?os no dejaba de ver pel¨ªculas de Disney y de leer todas sus historias. Goldstein se dio cuenta de que todas esas princesas de la factor¨ªa de dibujos animados que tanto adoraba su hija no ten¨ªan que lidiar con problemas del d¨ªa a d¨ªa, como el c¨¢ncer o la guerra, porque, simplemente, 'viv¨ªan felices para siempre' y no se sab¨ªa m¨¢s de su vida pasados sus a?os de juventud. Fue entonces cuando decidi¨® poner en marcha un proyecto que reflexionase sobre la re...
Cuando a la madre de la fot¨®grafa Dina Goldstein le diagnosticaron c¨¢ncer de pecho, su hija de tres a?os no dejaba de ver pel¨ªculas de Disney y de leer todas sus historias. Goldstein se dio cuenta de que todas esas princesas de la factor¨ªa de dibujos animados que tanto adoraba su hija no ten¨ªan que lidiar con problemas del d¨ªa a d¨ªa, como el c¨¢ncer o la guerra, porque, simplemente, 'viv¨ªan felices para siempre' y no se sab¨ªa m¨¢s de su vida pasados sus a?os de juventud. Fue entonces cuando decidi¨® poner en marcha un proyecto que reflexionase sobre la realidad y desmitificase las falsas ilusiones que desprend¨ªa Disney. De ah¨ª naci¨® Fallen Princesses, una serie de fotograf¨ªas tomadas entre 2007 y 2010 en las que vemos qu¨¦ pasar¨ªa realmente despu¨¦s del 'y comieron perdices': Blancanieves cual ama de casa desesperada, Cenicienta dada a la bebida, La Sirenita encerrada en un acuario, Caperucita Roja con sobrepeso y adicta al McDonald's o Bella rendida a la cirug¨ªa pl¨¢stica. La serie se convirti¨® en un ¨¦xito (con libro a la venta y presencia itinerante en multitud de galer¨ªas) y Goldstein ha popularizado su trabajo con otras obras pop surrealistas como Into the Dollhouse, donde imagina la vivencia real entre Ken y Barbie, su homosexualidad y sus peleas por qui¨¦n se pone los tacones.
Bella adicta a la cirug¨ªa est¨¦tica, un anciano pr¨ªncipe esperando a la Bella Durmiente, Caperucita Roja con sobrepeso o Cenicienta sola y dada a la bebida, algunas de las instant¨¢neas de Goldstein.
Cortes¨ªa de Dina Goldstein
Guerra a las princesas
El proyecto de Goldstein no es el ¨²nico que ha puesto sobre la mesa la denominada Guerra contra las princesas, una cruzada que encabez¨® la periodista del New York Times, Peggy Orenstein, cuando public¨® el bestseller Cinderella ate my daughter (Cenicienta se comi¨® a mi hija) y que ven¨ªa a decir que toda esta cultura que estigmatiza a las ni?as con la obsesi¨®n por el rosa y que "promueve el narcisismo y el consumismo" planteando un "¨²nico modelo de feminidad" no hace ning¨²n bien social.
Mientras estudios acad¨¦micos defienden que crecer influenciadas por Disney tampoco pasa factura a las ni?as y ¨¦stas acaban tomando como modelo a figuras m¨¢s pr¨®ximas a su vida real, cuestionar los roles que desprenden las princesas de cuento es uno de los pasatiempos favoritos de internet. Ah¨ª est¨¢ Doro, una artista que dibuj¨® c¨®mo ser¨ªan los parejas m¨¢s emblem¨¢ticas de la factor¨ªa si intercambiasen el g¨¦nero; Paint, un joven cantante que se hizo con 35 millones de visionados en YouTube con sus versiones de los hits de Disney (spoiler: Ariel acababa ahogada por un vertido de petr¨®leo de BP o Jasmine llora por las esquinas porque Al¨ª hasido confundido con un talib¨¢n y acaba preso en Guant¨¢namo) o una de las m¨¢s populares, ver c¨®mo explotan cada una de las cabezas de las protagonistas de los cl¨¢sicos infantiles.
Cine de empoderamiento
Tras a?os de juicio social, las factor¨ªas de dibujos animados han tomado nota. Disney y Pixar est¨¢ afianzado un cambio de rumbo sorprendenteme empoderador para las f¨¦minas. Con Brave ya lo advirtieron: se pueden hacer pel¨ªculas sin pr¨ªncipe azul de por medio (aunque la trama parte de la voluntad de la madre de M¨¦rida de que encuentre 'un buen marido') y con Frozen ampliaron el espectro a dos protagonistas (hermanas) que comprenden que el amor verdadero puede ser familiar y no tiene por qu¨¦ estar atado a ese "y comieron perdices" de rigor. Tal y como describ¨ªan en Feministing," no es el caballero con reluciente armadura, el Pr¨ªncipe de un reino extranjero el que se convierte en h¨¦roe de esta pel¨ªcula. Anna y Elsa comprenden qui¨¦nes son y lideran su reino hacia un 'felices para siempre' que nunca hab¨ªamos visto en una pel¨ªcula de princesas de Disney".
Ahora, por primera vez, Pixar ha producido una pel¨ªcula en la que la protagonista es una ni?a y sus emociones (y sin rastro de princesas). En 2009, la escritora Linda Holmes escribi¨® una columna bajo el t¨ªtulo Querido Pixar, de parte de todas las ni?as con tiritas en sus rodillas en el que ped¨ªa "por favor, haced una pel¨ªcula que no vaya de una princesa [¡] Quiero que las ni?as tengan su propio Up!, con un disfraz que puedan llevar en Halloween". Seis a?os despu¨¦s (en 2015), la factor¨ªa estrenar¨¢ Inside Out, la historia de las emociones que confluyen dentro de la cabeza de Riley, una ni?a que afronta una mudanza del Medio Oeste a San Francisco y su nueva vida. Tal y como explicaban en Vulture (que ya han podido ver el film) "la verdadera protagonista" de la pel¨ªcula es Joy (Alegr¨ªa, a la que pone voz Amy Poehler) que tras haber liderado la vida de Riley durante sus primeros 11 a?os, ver¨¢ como el Miedo (Bill Hader) toma el control de su mente. La interacci¨®n de estas dos emociones, junto a la aversi¨®n (Mindy Kalling), la Angustia (Lewis Black) y la Tristeza (Phyllis Smith), describir¨¢n el paso de la ni?ez a la adolescencia melanc¨®lica de Riley. "No es que haya querido hacer una pel¨ªcula sobre el poder femenino", explic¨® el director Pete Docter, "pero creo que esta historia y el tema lidian directamente con ¨¦l".
El cambio de tim¨®n ya es una realidad. Hasta han logrado convencer a una de sus cr¨ªticas m¨¢s populares, como la fot¨®grafa Dina Goldstein. "Me alegra ver que finalmente hay un prisma distinto y se moderniza a las princesas en los cuentos de hadas", explica por correo electr¨®nico. "Disney hab¨ªa dibujado el escenario de ser 'felices para siempre', alimentando a nuestras ni?as con la creencia de que un d¨ªa llegar¨ªa un Pr¨ªncipe Azul, las salvar¨ªa y tendr¨ªan una vida feliz. Es importante romper el ciclo, empoderar a las ni?as para que cambien de pensar cuando son ni?as, ofreci¨¦ndoles herramientas para que puedan salir al mundo y construirse una buena vida".
Elsa, M¨¦rida y Joy (en el centro de la imagen inferior), las nuevas hero¨ªnas infantiles en la animaci¨®n.
Cordon Press