Nueva York busca la redenci¨®n
Raf Simons sigue siendo el pilar de una pasarela que hace aguas y se aferra al regreso de Proenza Schouler y Rodarte.
?Nos atrae el peligro?, como individuos y como sociedad. Con una puesta en escena tan sencilla como apabullante ¨Cdos pantallas gigantes que recrean la apertura de Tibur¨®n (Steven Spielberg, 1975)¨C Raf Simons consigue despertar el instinto de la bestia neoyorquina y generar deseo antes incluso de presentar el primer look de su ¨²ltima colecci¨®n al frente de Calvin Klein 205W39S. Pero m¨¢s all¨¢ de las referencias...
?Nos atrae el peligro?, como individuos y como sociedad. Con una puesta en escena tan sencilla como apabullante ¨Cdos pantallas gigantes que recrean la apertura de Tibur¨®n (Steven Spielberg, 1975)¨C Raf Simons consigue despertar el instinto de la bestia neoyorquina y generar deseo antes incluso de presentar el primer look de su ¨²ltima colecci¨®n al frente de Calvin Klein 205W39S. Pero m¨¢s all¨¢ de las referencias cinematogr¨¢ficas ?literales y psicol¨®gicas? ¨Cde El graduado (Mike Nichols, 1967) a Vida acu¨¢tica (Wes Anderson, 2004)¨C, esta colecci¨®n es una reflexi¨®n sobre la atracci¨®n. ?Esa fuerza natural que puede crear la belleza m¨¢s sublime y la mayor de las cat¨¢strofes?, analiza el belga, Director Creativo General de la marca desde 2016. La alusi¨®n a la crisis medioambiental es evidente. El oc¨¦ano, tel¨®n de fondo de esta pasarela, centra por fin la atenci¨®n de gobiernos y empresas privadas.
Hac¨ªa tiempo que Simons fantaseaba con la idea de hacer algo con Tibur¨®n. ?Me fascina el proceso por el que una cinta se convierte en pieza maestra, ya sea una pel¨ªcula independiente o una macroproducci¨®n?. El pulso entre creatividad y tir¨®n comercial lleva de cabeza a toda la industria; y esa obsesi¨®n se traduce en la ropa. Ah¨ª est¨¢ su serie perfecta de sastrer¨ªa, las prendas de punto, mezcladas con piezas de neopreno ¨Cs¨ªmbolo de protecci¨®n y de sensualidad¨C, las camisetas tie-dye, los vestidos de c¨®ctel, las faldas de tablas y la ropa interior de la marca, motor de ventas del gigante estadounidense (que ha reclutado a las Kardashian para la campa?a).
Todo gira en torno a los iconos de la cultura popular, incluida la banda sonora. De The Cramps a Sonic Youth. ?Pero ante todo, es una oda al amor, a la juventud, a la liberaci¨®n que sientes cuando te grad¨²as?.
Una catarsis parecida vive en estos momentos el sistema que rige la moda, a la deriva desde hace varias temporadas. Marcas y dise?adores han empezado a cambiar su actitud ante el derrumbe del viejo modelo. El p¨¢nico de anteriores ediciones ha sido remplazado por una sensaci¨®n de emancipaci¨®n. El calendario, como el g¨¦nero, es ahora m¨¢s fluido. ?Lo m¨¢s maravilloso de la nueva realidad es precisamente esa fluidez?, resum¨ªan Jack McCollough y Lazaro Hernandez el lunes. ?Ya no tiene sentido ce?irse a un plan estricto, especialmente para una compa?¨ªa independiente como la nuestra?.
Tras un exilio de dos a?os en Par¨ªs, el regreso a Nueva York de Proenza Schouler se hab¨ªa anunciado en junio como el salvavidas de una pasarela que esta temporada hace aguas, literal y metaf¨®ricamente. Sin Alexander Wang ¨Cque ha movido su desfile a diciembre en nombre de la coherencia comercial¨C, ellos volv¨ªan a ser los hijos predilectos. ?No nos sentimos obligados a seguir un calendario ni a permanecer en un lugar. Podemos cambiar de ciudad y probar?. Una redenci¨®n experimental que se percibe en la colecci¨®n, libre de bordados, plumas y aplicaciones. ?Por qu¨¦ no desprenderse de todas las t¨¦cnicas asociadas a la costura? ??Por qu¨¦ no utilizar solo denim?? El resultado es una l¨ªnea, confeccionada en talleres de Nueva York y California, que reconstruye la identidad del tejido americano por excelencia y que conecta de nuevo con la calle. Al fin y al cabo, la prenda m¨¢s vendida y m¨¢s fotografiada de la marca la temporada anterior fue un vestido tie-dye de punto. ?Ahora pensamos en la ropa de un modo distinto. Quiz¨¢ no todo tenga que ser tan complejoHuir de las estridencias y centrar la atenci¨®n en la esencia del guardarropa ha sido siempre la filosof¨ªa de The Row, que tambi¨¦n ha presentado colecci¨®n de hombre. La firma, estandarte del nuevo lujo norteamericano, siempre ha ido por libre, ajena al ruido medi¨¢tico.
En ninguna otra semana de la moda la autenticidad y la fidelidad sin coartadas a esa visi¨®n original de la marca ganan la batalla al impulso insaciable de reinventarse cada seis meses como en Nueva York.?Rodarte perpet¨²a temporada tras temporada la misma fantas¨ªa rom¨¢ntica, con una escenograf¨ªa casi id¨¦ntica. En su universo exquisito, de volantes y encaje, las modelos, con rosas cosidas a mano sobre los velos de tul, buscan su lugar en un jard¨ªn, entre las instalaciones de luces y las flores, y esperan de pie (en esta ocasi¨®n bajo la lluvia) en una formaci¨®n decadente y maravillosa.
?El mundo necesita alegr¨ªa. Y el armario es un buen sitio por el que empezar?, argumentaba Wes Gordon tras su debut al frente de Carolina Herrera New York. La suya ha sido una transici¨®n tranquila y deliciosa. El primera paso de una nueva era, que contenta a la antigua clientela y a las amigas de Wes. Inspirada en fotograf¨ªas de la fundadora en los a?os 70, ?esta colecci¨®n es un celebraci¨®n en honor a una mujer que, independientemente de su edad, lo que quiere es ponerse un vestido y bailar?.
De la denuncia a otras v¨ªas de escape
En dos meses el Partido Dem¨®crata tiene la oportunidad de revertir la apisonadora republicana tras la derrota de Clinton de las presidenciales de 2016. La exsecretaria de Estado asisti¨® al desfile de Ralph Lauren, que marc¨® el pistoletazo de salida de la fashion week. Pero, salvo casos contados ¨Ccomo el activismo social de Pyer Moss (estandarte del movimiento Black Lives Matter) o la protesta feminista de Zero + Maria Cornejo (que ha estampado en sus prendas la obra de la artista chilena Gracia Barros)¨C, esta edici¨®n los dise?adores han preferido no hacer campa?a. Para muchos, la evasi¨®n tambi¨¦n es una forma de rechazo. ?Como creativos respondemos a est¨ªmulos. Unas veces nos sublevamos, otras preferimos huir. En el entorno inh¨®spito actual, yo busco refugio en lugares y culturas con una sensibilidad humana?, explica Phillip Lim. ?Ya leemos demasiadas noticias?, opina Kors. ?Nosotros buscamos la belleza; que est¨¢ en la uni¨®n, en la diversidad, en el romance?.