El de Gianni Versace no fue el ¨²nico crimen oscuro de la moda
El dise?ador Ossie Clark, m¨¢ximo exponente de la moda brit¨¢nica en los 60, muri¨® apu?alado por su amante. Reivindicamos la figura de un genio olvidado que pas¨® del aplauso de la cr¨ªtica a la quiebra, las adicciones y el descenso a los infiernos.
En la noche del 6 de agosto de 1996, Ossie Clark fue asesinado en su piso de protecci¨®n oficial al oeste de Londres. El dise?ador brit¨¢nico m¨¢s importante de los 60, el mismo que hab¨ªa conquistado con sus dise?os a los Rolling Stone y se hab¨ªa convertido en el mayor representante de la escena Swinging Sixties, terminaba sus d¨ªas de la manera m¨¢s tr¨¢gica posible. Diego Cogolato, su joven examante de 28 a?os, lo apu?al¨® repetidas veces hasta matarlo. El italiano, presa de un episodio psic¨®tico transitorio, atac¨® fren¨¦ticamente al dise?ador con un arma blanca tra...
En la noche del 6 de agosto de 1996, Ossie Clark fue asesinado en su piso de protecci¨®n oficial al oeste de Londres. El dise?ador brit¨¢nico m¨¢s importante de los 60, el mismo que hab¨ªa conquistado con sus dise?os a los Rolling Stone y se hab¨ªa convertido en el mayor representante de la escena Swinging Sixties, terminaba sus d¨ªas de la manera m¨¢s tr¨¢gica posible. Diego Cogolato, su joven examante de 28 a?os, lo apu?al¨® repetidas veces hasta matarlo. El italiano, presa de un episodio psic¨®tico transitorio, atac¨® fren¨¦ticamente al dise?ador con un arma blanca tras ?confundirle con el diablo?. Seg¨²n determin¨® el juez un a?o despu¨¦s de aquella fat¨ªdica noche de verano, el episodio pudo haber sido desencadenado por una mezcla de medicamentos con sustancias ilegales. Un final tan desgraciado como el de Gianni Versace, que tambi¨¦n muri¨® a manos de su amante. Ahora que la cadena FX dedicar¨¢ la tercera temporada de su premiada antolog¨ªa American Crime Story al misterioso homicidio del dise?ador italiano, resulta imposible olvidar otro de los cr¨ªmenes m¨¢s oscuros de la moda. Y, sobre todo, se hace necesario reivindicar la figura de Ossie Clark, un genio olvidado que pas¨® del aplauso de la cr¨ªtica a la quiebra, las adicciones y el descenso a los infiernos.
Clark fue extraordinario, ?un hombre capaz de entender, instintivamente, la anatom¨ªa femenina?, tal y como afirm¨® la periodista Linda Watson en su obituario. Sus conocimientos sobre el corte lo convirtieron en una leyenda de la moda y sus vestidos vaporosos y rom¨¢nticos de chif¨®n (siempre con un bolsillo secreto en el que cabia una llave y un billete de cinco libras) fueron objeto de deseo para Twiggy, Marianne Faithfull o Bianca Jagger. Lo m¨¢s importante para ¨¦l era crear prendas c¨®modas de llevar y, d¨¦cadas antes de que Christian Siriano se hiciera famoso por vestir a mujeres con toda clase de cuerpos, ¨¦l ya cre¨ªa en dise?ar para chicas con curvas y hasta para embarazadas. Pero adem¨¢s era capaz de crear impecables trajes que conquistaron a Mick Jagger, Jimi Hendrix o Los Beatles. D¨¦cadas despu¨¦s de su muerte, sus prendas se convirtieron en piezas de coleccionista y celebrities como Kate Moss, Naomi Campbell o Emma Watson no dudaron en lucir creaciones originales de los 60 y los 70 firmadas por el brit¨¢nico.
Raymond Clark, que as¨ª se llamaba en realidad, naci¨® en Warrington (Inglaterra) en 1942 en el seno de una familia obrera. Durante la guerra se mudaron a Oswaldtwistle, pueblo en el que se inspir¨® para darse a conocer art¨ªsticamente como Ossie. Ya en la secundaria, uno de sus profesores le anim¨® a sustituir los libros de texto por la vida, obra y milagros de los dise?adores americanos. Su posterior paso por el prestigioso Royal College of Art le llev¨® a convertirse en sin¨®nimo del Swinging Sixties y rostro imprescindible de la escena cultural del Londres de los 60. Aunque para ser fieles a la verdad, gran parte de su ¨¦xito fue cosechado gracias a su esposa, la dise?adora textil Celia Birtwell. A pesar de que el dise?ador mantuvo m¨¢s relaciones con hombres que con mujeres a lo largo de su vida, estuvo casado con ella durante cinco a?os (del 69 al 74) y tuvieron dos hijos, Albert y George.
Durante esa ¨¦poca el matrimonio se convirti¨® en un perfecto engranaje art¨ªstico y comercial. Birtwell dise?aba los estampados de las prendas de Clark y los clientes de Quorum, la famosa boutique fundada por Alice Pollock, se los rifaban. El dise?ador ten¨ªa su propio estudio encima de la tienda frecuentado por Mick Jagger, que bailaba mientras el modisto hac¨ªa el boceto de su pr¨®ximo traje. Sus desfiles marcaron un antes y un despu¨¦s en los shows de moda, creando un espect¨¢culo repleto de celebrities nada com¨²n en aquel momento. ?Parec¨ªa m¨¢s un baile de primavera que un desfile?, escribieron en Vogue a prop¨®sito de su presentaci¨®n en el Ayuntamiento de Chelsea. As¨ª fue como el matrimonio Clark y Birtwell no tard¨® en hacerse un hueco en la agitada vida social y la escena art¨ªstica londinense. El pintor David Hockney, amigo y compa?ero del dise?ador, los inmortaliz¨® junto a su gato en la famosa obra Mr & Mrs Clark and Percy, que a d¨ªa de hoy es una de las postales m¨¢s vendidas del Tate Modern. Pero el salto desde las paredes de la galer¨ªa de arte m¨¢s prestigiosa de Londres hasta las profundidades m¨¢s oscuras de la ciudad fue m¨¢s peque?o de lo esperado.
El declive del ¡®King of King¡¯s Road¡¯, como le hab¨ªa apodado la prensa, fue una mezcla de malas decisiones profesionales y personales. El consumo de drogas afect¨® a su estado emocional y econ¨®mico y acab¨® divorci¨¢ndose de su mujer a mediados de los 70. El dise?ador nunca se recuper¨® de la separaci¨®n de Birtwell y de sus dos hijos y su inestabilidad empez¨® a reflejarse en su trabajo. Fueron a?os de subidas y bajadas comerciales que acabaron con su brillante carrera con la llegada del punk en los 80. Sex, la tienda de Malcolm McLaren y Vivienne Westwood, tom¨® el relevo a Quorum como templo de las compras de la chavalada cool londinense y los dise?os boho de Clark dejaron de estar de moda. Fue el comienzo del fin. Los siguientes a?os fueron err¨¢ticos pasando del estrellato a la quiebra hasta acabar sumido en una profunda depresi¨®n. En esta etapa intent¨® volver a las pasarelas sin ¨¦xito y dio rienda suelta a sus pulsiones homosexuales. Mantuvo una larga y obsesiva relaci¨®n con Nicholas Balaban, un camarero que acab¨® muriendo de sida en los 90. Despu¨¦s de aquello, Clark se convirti¨® al budismo y atraves¨® una ¨¦poca de relativa calma como maestro de la dise?adora Bella Freud, bisnieta del padre del psicoan¨¢lisis y art¨ªfice de los jers¨¦is favoritos de las celebrities.
Acab¨® sus d¨ªas desvinculado de la industria, fumando cigarrillos en su desordenado piso y vistiendo como un viejo hippy, seg¨²n dec¨ªan sus vecinos. Volvi¨® a los titulares tras agredir a un pol¨ªcia estando borracho pero logr¨® librarse de la c¨¢rcel gracias a su pasado como genio de la moda, estatus que recuper¨® tras su muerte. ?Ten¨ªa la asombrosa capacidad de crear incre¨ªbles chifones seda y maravillosas prendas de piel de serpiente que toda mi generaci¨®n amaba. Fue una verdadera estrella pero, por desgracia, no dur¨®. Creo que la situaci¨®n pudo con ¨¦l?, declar¨® su mujer d¨ªas despu¨¦s de su asesinato. ?Despu¨¦s de la emoci¨®n de los a?os sesenta y setenta, viajando por todo el mundo, viendo mi imagen en la Galer¨ªa Tate, etc., las cosas se calmaron. Pas¨¦ dificultades financieras y me divorci¨¦. En todo este tiempo he perdido mi amor por el mundo de la moda y apenas he dise?ado tres o cuatro vestidos de noche o de boda para algunos amigos?, confes¨® el propio dise?ador a un lector que se preguntaba ??Qu¨¦ ha sido de Ossie Clark??. Y terminaba: ?Viv¨ª los mismos altibajos que atraviesa la mayor¨ªa de la gente pero he disfrutado de estos diez a?os y del privilegio de ser mi propio maestro. Siento que esto es lo m¨¢s importante para una mente creativa aunque cause problemas econ¨®micos?.
En 2007, el fundador de la agencia de tendencias?WGSN compr¨® el nombre de Quorum e intent¨® resucitar la firma Ossie Clark, pero la propuesta no logr¨® sobrevivir a un par de colecciones. A diferencia de lo que ha ocurrido con etiquetas como Courr¨¨ges o Halston, la firma no encontr¨® la aprobaci¨®n del mercado sin su talentoso creador. Pero de su apote¨®sico ¨¦xito en los sesenta queda mucho m¨¢s que un pu?ado de codiciados vestidos y varias exposiciones. Prada, Dries Van Noten, Marc Jacobs o John Galliano son algunos de los grandes talentos contempor¨¢neos influenciados por ¨¦l. Un legado incomparable sellado por un final tan triste como el de Gianni Versace.