Balenciaga y sus ojos verdes de ciencia ficci¨®n
Nicolas Ghesqui¨¨re sube a Balenciaga a las alturas para presentar una colecci¨®n para chicas de oficina con un punto trekkie.
Para que luego se diga que las precolecciones no son un buen pre¨¢mbulo, ya ven¨ªa avisando Nicolas Ghesqui¨¨re de su primer viaje comercial al espacio. Visionario de s¨ª mismo y en a?o de predicciones, nos dej¨® un claro mensaje all¨¢ por el verano de 2009. Aunque a ¨¦l lo de Richard Branson y sus aviones gal¨¢cticos, plin, lo de Balenciaga es mucho m¨¢s ut¨®pico, fant¨¢stico y cyberpunk ochentero. M¨¢s en la l¨ªnea de un ficticio y surreali...
Para que luego se diga que las precolecciones no son un buen pre¨¢mbulo, ya ven¨ªa avisando Nicolas Ghesqui¨¨re de su primer viaje comercial al espacio. Visionario de s¨ª mismo y en a?o de predicciones, nos dej¨® un claro mensaje all¨¢ por el verano de 2009. Aunque a ¨¦l lo de Richard Branson y sus aviones gal¨¢cticos, plin, lo de Balenciaga es mucho m¨¢s ut¨®pico, fant¨¢stico y cyberpunk ochentero. M¨¢s en la l¨ªnea de un ficticio y surrealista panal espacial en el que trabajan perfectamente organizadas sus modelos.?
Esta vez no solamente es que sus estructuras y vol¨²menes parezcan suspendidos: es que lo est¨¢n literalmente. Flotan m¨¢s que nunca sus cazadoras y abrigos elaborados en liger¨ªsimos materiales con aspecto de neopreno espumoso que, como sus parkas id¨¦nticas en cenizos colores que simulan buzos de faena o sus vestidos lenceros agrietados como si estuvieran mutando, bien podr¨ªan ser la versi¨®n Ghesqui¨¨re de los monos de astronauta.
Las reinas tanto en esta plataforma celeste como all¨ª abajo en la tierra son, sin duda, las sudaderas.?Fruncidas y estampadas con carteles de filmes geeks que nunca estar¨¢n en cartelera y sobre pantalones que parecen la modalidad elevada de?los ch¨¢ndals de tactel.