El lado oscuro de Valentino
Con una colecci¨®n que va del ocaso al resplandor, Maria Grazia Chiuri y Piepaolo Picciolo cierran la semana de la alta costura parisina.
Gustave Moreau, pintor franc¨¦s del XIX muy influenciado por la cultura italiana y famoso por su estilo decadente y rom¨¢ntico, es el punto de partida de un desfile alta costura oto?o-invierno 2012/13 de un Valentino algo taciturno. Entre el p¨²blico hubiera pegado m¨¢s que estuvieran Baudelaire o Allan Poe pero en su lugar han asistido Kim Kardashian y Kanye West. Precursores de otro nuevo simbolismo.
Desde las primeras salidas se aprecia que las modelos tienen un punto misterioso, algo maldito y oscuro; encabezado por pases en azul noche cuya silueta dominante, adem¨¢s...
Gustave Moreau, pintor franc¨¦s del XIX muy influenciado por la cultura italiana y famoso por su estilo decadente y rom¨¢ntico, es el punto de partida de un desfile alta costura oto?o-invierno 2012/13 de un Valentino algo taciturno. Entre el p¨²blico hubiera pegado m¨¢s que estuvieran Baudelaire o Allan Poe pero en su lugar han asistido Kim Kardashian y Kanye West. Precursores de otro nuevo simbolismo.
Desde las primeras salidas se aprecia que las modelos tienen un punto misterioso, algo maldito y oscuro; encabezado por pases en azul noche cuya silueta dominante, adem¨¢s de introducir pantalones y monos -una concesi¨®n muy significativa, acorde a la corriente realista que azota estos d¨ªas la alta costura- adopta enseguida como elemento recurrente la capa. Pero se ilumina de inmediato con matices preciosos y flores que parecen extra¨ªdas de los m¨¢s ricos tapices.
Empiezan entonces a fluir cascadas de chiffon y aparecen los brocados y el encaje hecho con hilo de oro que remiendan vestidos, algunos cortos, otros que prueban carambolas, pero mayoritariamente tipo h¨¢bito, de manga larga y escote cerrado, cuyos tonos -del topacio al madreselva pasando por el rojo marca de la casa- encajar¨ªan en cualquier acuarela de Moreau. Los dise?adores Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli no se han cortado a¨²n a la hora de hacer alarde -hay propuestas con m¨¢s de 1200 horas de trabajo detr¨¢s- de un oficio que los italianos dominan por los siglos de los siglos. A ellos, justamente, no les hace ninguna falta aplicarse el cuento de escatimar en?continente para reforzar el discurso de su contenido.