5 fantas¨ªas sexuales que deber¨ªas cumplir antes de morir
El imaginario de fantas¨ªas sexuales es casi infinito pero hay algunas experiencias que merecer¨ªan llevarse a la pr¨¢ctica, mientras todav¨ªa dispongamos de un cuerpo de carne y hueso.
1. Hacer un tr¨ªo
¡°Pod¨ªamos haber tenido m¨¢s sexo, pero no hab¨ªa gente suficiente¡±, dijo en una ocasi¨®n Woody Allen que, en otro momento, a?adi¨® ¡°el sexo entre dos es algo hermoso, pero entre cinco es fant¨¢stico¡±. Hacer un tr¨ªo es una de las fantas¨ªas sexuales m¨¢s comunes entre hombres y mujeres. Una consecuencia l¨®gica para cualquier mente m¨ªnimamente inquieta y con ganas de darle la vuelta a las cosas, que puede f¨¢cilmente preguntarse c¨®mo ser¨¢ el sexo con la introducci¨®n de un tercer personaje. En las parejas de larga duraci¨®n y con cierta curiosidad er¨®tica, la pe...
1. Hacer un tr¨ªo
¡°Pod¨ªamos haber tenido m¨¢s sexo, pero no hab¨ªa gente suficiente¡±, dijo en una ocasi¨®n Woody Allen que, en otro momento, a?adi¨® ¡°el sexo entre dos es algo hermoso, pero entre cinco es fant¨¢stico¡±. Hacer un tr¨ªo es una de las fantas¨ªas sexuales m¨¢s comunes entre hombres y mujeres. Una consecuencia l¨®gica para cualquier mente m¨ªnimamente inquieta y con ganas de darle la vuelta a las cosas, que puede f¨¢cilmente preguntarse c¨®mo ser¨¢ el sexo con la introducci¨®n de un tercer personaje. En las parejas de larga duraci¨®n y con cierta curiosidad er¨®tica, la perspectiva de un tr¨ªo aparece antes o despu¨¦s, debido al hecho de que el n¨²mero dos, que generalmente se aburre solo, tiende siempre a expandirse. Tras un cierto tiempo, la pareja tiene hijos, sobrinos, perros, gatos o nuevos compa?eros de cama. Existen un sinf¨ªn de art¨ªculos que avisan de las reglas a establecer a la hora de hacer un tr¨ªo. Yo solo soy partidaria de dos b¨¢sicas: sexo seguro ¨Cpreservativo¨C y evitar hacerlo con alguien al que nos unan ciertos v¨ªnculos afectivos. Lo dem¨¢s se ver¨¢ sobre la marcha, puesto que reglas y prohibiciones tenemos ya de sobra.
Est¨¢n tambi¨¦n los apocal¨ªpticos de este tipo de pr¨¢cticas, que predicen un futuro de caos y destrucci¨®n y el fin irremediable de la pareja, en el caso de que la haya. Cr¨¦anme, a la ma?ana siguiente el aire sigue siendo respirable y la Tierra gira en su misma ¨®rbita. Y si la experiencia ha sido gratificante, el paso siguiente es incluir a m¨¢s individuos en la relaci¨®n. Los swingers sostienen que el sexo en grupo nunca ha hecho que un mal matrimonio sea bueno, pero s¨ª ha conseguido que un buen matrimonio sea mejor, adem¨¢s de ser un amplificador de las sensaciones que se tienen cuando se mantienen relaciones con una sola persona y adem¨¢s, seg¨²n ellos, nos ense?a complicidad y tolerancia.
2. Probar con una persona de tu mismo sexo
En el sexo, como en todos los ¨¢mbitos de la vida, uno puede ir en plan turista, buscando principalmente la seguridad, el confort y la ausencia de problemas, o hacerlo a la manera de los viajeros, donde la incertidumbre, la incomodidad, el polvo y los imprevistos est¨¢n a la orden del d¨ªa, pero tambi¨¦n las experiencias m¨¢s vivas y menos artificiales. Los que elijan el camino cuesta arriba llegar¨¢n m¨¢s cansados, pero tendr¨¢n tambi¨¦n mejores vistas, una vez alcanzada la cima. Si entendemos la sexualidad como un viaje y no como una excursi¨®n organizada, es muy probable que, en alg¨²n momento de nuestras vidas, nos preguntemos qu¨¦ hay detr¨¢s de la valla de la heterosexualidad y queramos probar una experiencia con alguien del mismo sexo. Seg¨²n un art¨ªculo del Huffington Post titulado 11 Cosas que siempre quiso saber sobre el sexo l¨¦sbico y nunca se atrevi¨® a preguntar, el 80% de las mujeres heterosexuales ha tenido fantas¨ªas l¨¦sbicas.
Muchas que quisieran poner en pr¨¢ctica esta idea contar¨ªan con la aprobaci¨®n de su pareja, a la que generalmente le pone pensar en su novia haci¨¦ndoselo con otra chica ¨C?cu¨¢ntas mujeres aprobar¨ªan que su novio se lo hiciera con otro hombre?¨C. Adem¨¢s, casi todos podemos imaginar y predecir lo que va a ocurrir en una relaci¨®n sexual hombre-mujer, incluso hombre-hombre, pero es m¨¢s complicado visualizar lo que pasa entre dos mujeres, si una no lo ha experimentado antes. Lo ¨²nico predecible es que la lengua, manos e imaginaci¨®n ser¨¢n, en principio, las armas disponibles para reemplazar al omnipresente falo. Hace a?os escrib¨ª un art¨ªculo sobre amor entre mujeres y habl¨¦ con muchas. Algunas eran homosexuales puras, otras bisexuales y otras hab¨ªan pasado por ¨¦pocas heteras u homo, alternativamente. Pero recuerdo que dos de las que hab¨ªan mantenido relaciones con hombres me comentaron que tuvieron su primer orgasmo con el sexo l¨¦sbico, que les aport¨® una considerable dosis de sensualidad y les ayud¨® a conocer a fondo el cuerpo femenino.
3. Practicar el sexo con alguien que no hable ni una sola palabra de tu idioma.
Durante a?os hemos escuchado el mantra de que la comunicaci¨®n es la base de una buena relaci¨®n, pero no todo el mundo est¨¢ de acuerdo con eso. Por lo pronto, la psic¨®loga norteamericana Sue Johnson, especializada en la terapia focalizada en las emociones, lo que los anglosajones llaman ETF (Emotionally Focused Therapy), y autora del libro Abr¨¢zame fuerte: Siete conversaciones para un amor duradero (Urano, 2009) sostiene que los cimientos para una buena armon¨ªa en la pareja pasan por establecer una conexi¨®n emocional segura y fortalecer el v¨ªnculo afectivo. Johnson describe en su obra c¨®mo en sus inicios como terapeuta de parejas se dio cuenta de que ¨¦stas no quer¨ªan ser razonables y que el amor ten¨ªa m¨¢s que ver con cosas no negociables ni l¨®gicas que con argumentos intelectuales.
Las emociones pueden expresarse de palabra, pero parece que no es tan importante lo que se dice sino c¨®mo se dice y, de la misma forma que a los beb¨¦s no solo hay que comunicarles que se les quiere sino que es m¨¢s importante abrazarlos, tocarlos, jugar con ellos y demostrarles nuestro afecto, m¨¢s con hechos que con palabras, lo mismo nos ocurre a los adultos.
En un art¨ªculo de 2forcouples.com, titulado Lovers who speek different languages (literally), el escritor canadiense Mark Moyes relataba sus experiencias cuando fue a vivir un tiempo a Jap¨®n y conoci¨® a una japonesa con la que intim¨®. El completo desconocimiento de la lengua del otro, convirti¨® la relaci¨®n de pareja en una pel¨ªcula muda o, como mucho, en una de Tarz¨¢n en la que los di¨¢logos se reduc¨ªan a la frase ¡°yo Tarz¨¢n, tu Jane¡±, pero la falta de entendimiento, lejos de ser un impedimento para la relaci¨®n o para el sexo, como reconoce Moyes, fue m¨¢s bien una ventaja. El escritor aprendi¨® mucho sobre comunicaci¨®n no verbal y, como cuenta en el art¨ªculo, ¡°el amor y sus m¨¢s primitivos elementos: actitud protectora, ternura, intimidad¡ crecen m¨¢s r¨¢pido cuando uno no puede protegerse detr¨¢s de las palabras. Cuando solo eres algo¡±.
Cuando no hay vocabulario, hay que recurrir a otro lenguaje, generalmente m¨¢s rico y que todos conocemos, y que describe mucho mejor nuestras emociones. ?Necesitan los due?os de perros, gatos u otras mascotas, una lengua para comunicarse con sus amigos m¨¢s fieles? Yo m¨¢s bien pienso que si los animales y los humanos tuvieran un lenguaje com¨²n, desaparecer¨ªa toda la magia y la grandiosidad que existe entre un hombre y su perro.
4. Explorar el sexo t¨¢ntrico
Hace cientos de a?os los t¨¢ntricos desarrollaron su doctrina para adquirir un mayor nivel de consciencia y se valieron del sexo porque estaban convencidos de que la sexualidad es la mayor fuente de energ¨ªa de que dispone el ser humano. Hoy en d¨ªa, la palabra tantra nos remite autom¨¢ticamente a la idea de una serie de pr¨¢cticas sexuales para retrasar la eyaculaci¨®n y potenciar el orgasmo. ¡°Es lo que se llama neotantra. Una visi¨®n parcial de esta filosof¨ªa encaminada a mejorar las relaciones sexuales, aunque sus efectos llegan a todos los ¨¢mbitos de la vida. Es lo que ocurre con el yoga. Uno puede querer empezar a practicarlo para sentirse m¨¢s flexible pero sus consecuencias van mucho m¨¢s all¨¢¡±, comenta Munindra, maestro t¨¢ntrico que imparte clases en Espa?a en su escuela Tantraway
Seg¨²n Munindra, ¡°la sexualidad que habitualmente tenemos es bastante inconsciente y, aunque aprendamos cosas nuevas, ¨¦sta se rige habitualmente por un patr¨®n demasiado mec¨¢nico. Con el tantra podemos hacer que se vuelva algo m¨¢s consciente, lo que har¨¢ que disfrutemos m¨¢s de ella y que adem¨¢s, a trav¨¦s de nuestras relaciones sexuales podamos empezar a descubrir cosas y crecer en otros ¨¢mbitos de nuestra existencia¡±.
¡°Muchos de los ejercicios que proponen ahora los sex¨®logos para mejorar la calidad de las relaciones vienen del yoga o del tantra¡±, asegura este maestro, ¡°y la mayor¨ªa son pr¨¢cticas sencillas de respiraci¨®n o control de los m¨²sculos p¨¦lvicos. En el tantra, como en el yoga, uno elige el nivel en el que quiere trabajar. No hace falta hacerse vegetariano ni retirarse a un ashram para empezar a disfrutar de sus beneficios. Y que nadie piense que los t¨¢ntricos eran un pu?ado de gente aburrida que quer¨ªa retirarse del mundo. Al contrario, lo que ellos pretend¨ªan eran ser m¨¢s conscientes de todo lo que ocurr¨ªa a su alrededor¡±.
5. Tener una aventura
Antes que nada aclarar¨¦ que mi idea de amante se corresponde con la de una persona a la que se ve casi exclusivamente para tener sexo y con el que nos une un v¨ªnculo puramente sexual; no hace falta tener pareja para tener un amante, se puede hacer perfectamente estando soltero. Lo interesante de esta propuesta es el hecho de relacionarse con alguien por motivos estrictamente sexuales, sin ¨¢nimo de lucro y cuyo fin primordial es rendir culto a la lujuria.
Un compa?ero sexual sin compromiso con el que explorar las diferentes facetas de la sexualidad es un perfecto entrenamiento para crecer en este ¨¢mbito, adem¨¢s de proporcionar una sensaci¨®n de aventura gracias a los encuentros en lugares poco comunes, la puesta en pr¨¢ctica de nuevas posturas, las visitas imprevistas a altas horas de la madrugada y dem¨¢s ideas que vayan surgiendo por ambas partes.
¡°El amor es el ingrediente secreto del sexo¡±, le dec¨ªa una amiga a la protagonista de Nymphomaniac. Cierto, pero tambi¨¦n es verdad que muchas veces el amor, o esa equivocada idea que a menudo se tiene del enamoramiento, nos ha impedido disfrutar del sexo todo lo que deber¨ªamos, probablemente fijando la atenci¨®n, ¨²nica y exclusivamente, en satisfacer al otro.
En un art¨ªculo de Suzanne Braun Lavine titulado 8 Reasons why sex is better after 50 dedicado a las mujeres, la autora enumera en segundo lugar que ¡°se puede separar el sexo del amor¡±. En este apartado Suzanne subraya c¨®mo ¡°antes de los 50, la mayor parte de las mujeres invierte muchos a?os en mitos rom¨¢nticos ¨Ccomo unir sexo, matrimonio y amor¨C, pero cuando se entra en la segunda edad adulta, la experiencia y la independencia que traen los a?os hace que muchas mujeres empiecen a separar sexo de compromiso, lo que les hace dise?ar a su gusto sus encuentros sexuales, ya sea con conocidos, amantes o amigos con derecho a roce y disfrutar de su sexualidad, sin m¨¢s¡±. La buena noticia es que con un amante no hay que esperar a cumplir esa edad.