5 reacciones valientes ante un plant¨®n en el altar
Destrozar el vestido de novia, escribir un libro o mandarlo todo al carajo y casarse con el perro. Existen muchas maneras de sobreponerse si el novio se da a la fuga.
?Qu¨¦ ocurre cuando no es ella quien se aleja del altar a la carrera sino ¨¦l? Los sollozos y lamentos que dejan los novios a la fuga duran muy poco. Al menos en Internet. La red se llena de historias en las que las novias abandonadas transforman el rencor en una celebraci¨®n de independencia.
Estos son algunos ejemplos de novias abandonadas que se han enfrentado al plant¨®n de una forma valiente:
1. Destrozar el vestido en una guerra de pintura
Hace tiempo que se pusieron de moda las sesiones ...
?Qu¨¦ ocurre cuando no es ella quien se aleja del altar a la carrera sino ¨¦l? Los sollozos y lamentos que dejan los novios a la fuga duran muy poco. Al menos en Internet. La red se llena de historias en las que las novias abandonadas transforman el rencor en una celebraci¨®n de independencia.
Estos son algunos ejemplos de novias abandonadas que se han enfrentado al plant¨®n de una forma valiente:
1. Destrozar el vestido en una guerra de pintura
Hace tiempo que se pusieron de moda las sesiones trash the dress, esas en las que los novios destrozan sus vestidos quem¨¢ndolos, sumergi¨¦ndolos en el fondo del oc¨¦ano o reboz¨¢ndolos en la arena bajo las directrices de un fot¨®grafo que inmortaliza el momento para la posteridad. Aunque surgieran con la intenci¨®n de crear una alternativa divertida a las cursis fotograf¨ªas que retratan gran n¨²mero de enlaces, tambi¨¦n son una forma de darle uso al vestido si te dejan plantada en el altar.
Eso fue lo que pens¨® Shelby Swink. Despu¨¦s de que su novio le dijera seis d¨ªas antes de la ceremonia que ya no estaba enamorado y que no quer¨ªa saber nada de bodas, la joven de 23 a?os decidi¨® que seguir¨ªa adelante con los planes de fiesta y que se negaba a dejar su vestido colgado en el armario. Familia y amigos segu¨ªan estando convocados el mismo d¨ªa, pero su cometido distaba bastante de emocionarse con el 's¨ª quiero' y atiborrarse en el banquete.
Elizabeth Hoard, la fot¨®grafa que hab¨ªa contratado para el reportaje nupcial, fue la misma que dispar¨® las fotos en las que Swink y los invitados m¨¢s cercanos embadurnaron sus trajes con pintura de colores. Lejos de la autocompasi¨®n, una guerra al m¨¢s puro estilo paintball puede ser la soluci¨®n para superar el mal trago: ¡°Desde el momento en que la pintura se estamp¨® contra mi vestido me sent¨ª libre¡±, explica la joven en los numerosos art¨ªculos que han hecho viral su historia en Internet.
Despu¨¦s de la sesi¨®n, el multicolor vestido fue donado a la tienda de novias The Barefoot Bride, ubicada en Memphis, donde se exhibe con el objetivo de recaudar fondos para la organizaci¨®n Be Free Revolution. Catarsis post-ruptura y apoyo a una buena causa, as¨ª se matan dos p¨¢jaros de un tiro.
2. Escribir un libro
Left at the Altar: My Story of Hope and Healing for Every Woman Who Has Felt the Heartbreak of Rejection (algo as¨ª como: Abandonada en el altar: Mi historia de esperanza y sanaci¨®n para todas las mujeres que han sentido la desolaci¨®n del rechazo), es el t¨ªtulo del libro que la periodista de televisi¨®n Kimberly Kennedy escribi¨® para resarcirse del dolor de su plant¨®n.
En una entrevista que concedi¨® a Time, la autora explica que fue la v¨ªspera de la boda, en el ensayo general (con familia y parafernalia incluidas), cuando su prometido le dijo las palabras que cambiar¨ªan su vida: ¡°Simplemente no puedo hacerlo¡±. Despu¨¦s de eso, el caos se apoder¨® de la iglesia y el anillo de compromiso acab¨® sirviendo de arma arrojadiza contra el novio. ¡°Fue una escena terrible¡±, recuerda la periodista. Con fuerte carga humor¨ªstica, su texto tambi¨¦n recoge otras historias de mujeres que se quedaron compuestas y sin novio y da las claves para lidiar con la ira, superar el mal trago y seguir adelante.
Echar a correr, por Carrie Bradshaw en Sexo en Nueva York.
Cordon Press
3. Demandar al novio a la fuga
Si te has gastado un pastizal en organizar la boda y no est¨¢s dispuesta a perder ni un c¨¦ntimo por culpa de que el novio haya decidido pens¨¢rselo mejor¡ demanda al canto. Es la acci¨®n que emprendi¨® Dominique A. Buttitta, una joven de Chicago, que tras ser abandonada por su novio cuatro d¨ªas antes del enlace decidi¨® reclamar por la v¨ªa legal casi 100.000 d¨®lares (unos 88.000 euros) en concepto de gastos de preparativos y da?o emocional. Su novio, con el que hab¨ªa compartido tres a?os de su vida, debi¨® pens¨¢rselo mejor antes de dar calabazas a una abogada.
Pero no es la primera vez que una novia emprende acciones legales contra su ex pareja por faltar a su palabra. En 2008, una mujer filipina demand¨® a su novio por abandonarla antes de la ceremonia para irse con otra. En 2007, un hombre tuvo que pagar 150.000 d¨®lares (unos 132.000 euros) a su ex novia por cortar con ella antes del s¨ª quiero y en 2004 una chica malaya, denunci¨® a su pareja por dejarla por mensaje de texto 24 horas antes de pasar por la vicar¨ªa (aunque celebr¨® la fiesta de todos modos). Y tambi¨¦n tenemos ejemplos dentro de nuestras fronteras. Hace siete a?os, Josefa, una joven murciana llev¨® ante los tribunales a su ex por "faltar a la promesa de casarse" y le reclam¨® 20.000 euros, en concepto de los gastos que hab¨ªa afrontado de cara a una vida en com¨²n que jam¨¢s lleg¨®.
Lo cierto es que aunque como recoge el art¨ªculo 42 del C¨®digo Civil, no es posible exigir legalmente el cumplimiento de la promesa de matrimonio, la ley s¨ª ampara la reclamaci¨®n del dinero invertido en la ceremonia. Seg¨²n establece el art¨ªculo 43, ¡°el incumplimiento sin causa de la promesa cierta de matrimonio hecha por persona mayor de edad o por menor emancipado s¨®lo producir¨¢ la obligaci¨®n de resarcir a la otra parte de los gastos hechos y las obligaciones contra¨ªdas en consideraci¨®n al matrimonio prometido¡±. Eso s¨ª, la reclamaci¨®n de la inversi¨®n debe hacerse durante los 365 d¨ªas siguiente a la fecha del plant¨®n. M¨¢s vale reponerse pronto, secarse las l¨¢grimas y hacer pasar por caja al huidizo contrayente.
4. Echar a correr
Aunque el novio a la fuga sea ¨¦l, pegarse una buena carrera puede ser una buena forma de canalizar la rabia. Al menos eso fue lo que hizo la octava mejor tenista del mundo, Caroline Wozniacki, cuando su prometido, el golfista Rory McIlroy, la dej¨® plantada con las invitaciones ya enviadas. Pocos d¨ªas despu¨¦s de la ruptura de su relaci¨®n, la danesa anunci¨® que correr¨ªa la marat¨®n de Nueva York.
Para recochinearse un poco m¨¢s, la deportista no solo lleg¨® a la meta de Central Park en 3:26, muy por debajo de las cuatro horas que se hab¨ªa establecido como objetivo, sino que se jact¨® de no haber entrenado en absoluto. En el tiempo de preparaci¨®n para la carrera apenas sali¨® a correr un par de veces por semana, se fue de fiesta hasta altas horas de la madrugada unos d¨ªas antes y se atiborr¨® a palomitas la noche anterior junto a su amiga Serena Williams. Nada mejor que deporte y un buen atrac¨®n para canalizar la ira.
5. Casarse con una misma (o con el perro)
La estadounidense Yasmin Eleby, la brit¨¢nica Grace Gelder y la taiwanesa Chen Wei-yih tienen en com¨²n que se casaron vestidas de blanco acompa?adas por sus seres queridos en una fiesta celebrada por todo lo alto. Todo bastante normal y cl¨¢sico si no fuera porque ninguna de ellas acudi¨® acompa?ada al altar. La primera decidi¨® jurarse amor eterno porque se negaba a seguir soltera a los 40 a?os; la segunda se autopropuso matrimonio en un parque londinense en la m¨¢s estricta intimidad y la tercera prometi¨® que quer¨ªa pasar el resto de su vida consigo misma por la presi¨®n que existe en su pa¨ªs por casarse antes de los 30.
Y si esta opci¨®n tan narcisista no te convence, siempre puedes mandarlo todo al carajo y casarte con tu perro. No ser¨ªas la primera. En marzo de 2014, Amanda Rodgers, una brit¨¢nica que hab¨ªa tenido un matrimonio fallido, decidi¨® consagrar su vida a la de su perro Sheba. A la ceremonia, que se celebr¨® en Croacia y fue calificada por Mirror como ¡°rom¨¢ntica¡±, acudieron 200 invitados. Ella (la humana) eligi¨® un 'look viuda negra'. Su mascota, apost¨® por el cl¨¢sico vestido blanco. Pero pi¨¦nsatelo dos veces antes de dar este paso, no vayas a ser t¨² la que abandone al perro en el altar. ?l nunca lo har¨ªa.
La novia acompa?ada por sus padres.
Elizabeth Hoard