6 razones por las que Palma de Mallorca es la mejor ciudad para vivir
Y una por la que no deber¨ªa haber sido elegida por The Times como el mejor lugar del planeta para residir: su incineradora.
El diario ingl¨¦s The Times sit¨²a a esta ciudad como la primera de una lista de 50, confeccionada por diez periodistas de viajes del peri¨®dico. Calidad de vida, clima y facilidad de asimilaci¨®n de los ciudadanos brit¨¢nicos son, seg¨²n ellos, algunas de sus cualidades. ?stas son las que son importantes para alguien que vive en Palma y tambi¨¦n piensa que es uno de los lugares m¨¢s privilegiados del planeta para vivir:
1. Buen clima
El templado clima mediterr¨¢neo, con una temperatura media anual de 16 ?C, hace que Palma de Mallorca sea uno de los destinos preferido...
El diario ingl¨¦s The Times sit¨²a a esta ciudad como la primera de una lista de 50, confeccionada por diez periodistas de viajes del peri¨®dico. Calidad de vida, clima y facilidad de asimilaci¨®n de los ciudadanos brit¨¢nicos son, seg¨²n ellos, algunas de sus cualidades. ?stas son las que son importantes para alguien que vive en Palma y tambi¨¦n piensa que es uno de los lugares m¨¢s privilegiados del planeta para vivir:
1. Buen clima
El templado clima mediterr¨¢neo, con una temperatura media anual de 16 ?C, hace que Palma de Mallorca sea uno de los destinos preferidos por los europeos, no solo en verano, sino en invierno, donde las temperaturas, aunque fr¨ªas para los habitantes de la isla, resultan muy templadas para los vecinos del norte. Enero y febrero son los meses m¨¢s dif¨ªciles, no tanto por la bajada del term¨®metro sino por la humedad, que incrementa la sensaci¨®n t¨¦rmica y que hace que el frio sea menos soportable. Muchos aprovechan estos meses, de temporada baja y de escaso turismo, para irse a pa¨ªses m¨¢s c¨¢lidos y baratos o para aprender o perfeccionar idiomas en el extranjero. El invierno en Mallorca es un tr¨¢mite. Una ¨¦poca que todo el mundo espera que pase lo antes posible, sin dedicarle demasiada atenci¨®n, ni siquiera arquitect¨®nicamente, ya que las casas antiguas, y muchas de las de reciente construcci¨®n, no disponen de calefacci¨®n. Pero el fr¨ªo dura poco y, generalmente, uno puede empezar a ba?arse en el mar en abril y seguir hasta principios de noviembre, sin necesidad de ser muy valiente.
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2. Bien conectada con el resto de Europa
El aeropuerto de Palma es el tercer con m¨¢s volumen de pasajeros de Espa?a, despu¨¦s de Madrid y Barcelona, y en verano uno de los m¨¢s frecuentados de Europa. La capital de Baleares conecta con muchas de las capitales europeas y con las principales ciudades del Reino Unido y Alemania. Si un habitante de ?msterdam, Manchester o Dubl¨ªn no recuerda ya como es la luz del sol, tan solo tienen que tomar un vuelo de unas horas y, una semana m¨¢s tarde, regresar¨¢ a su trabajo con una tonalidad que puede variar del rojo cangrejo al tostado.
El puerto deportivo es tambi¨¦n un lugar de peregrinaje de yates de lujo, en verano, y de paso, aprovisionamiento o reparaci¨®n de embarcaciones en invierno; procedentes de Europa y con rumbo al Caribe. Una industria que genera muchos beneficios y un tipo de inmigrante que busca trabajar en los barcos, ya sea como patr¨®n, marino, cocinero o chico/a para todo. Gente joven que llega de todos los rincones del mundo, incluso Nueva Zelanda o Sud¨¢frica, en busca de dinero y aventuras.
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3. Peque?a pero cosmopolita
A pesar de tener unas dimensiones m¨¢s bien reducidas y 427.973 habitantes, seg¨²n datos del ayuntamiento de enero del 2015, Palma de Mallorca cuenta con un ambiente cosmopolita que ya el escritor mallorqu¨ªn Jos¨¦ Carlos Llop, describ¨ªa en En la ciudad Sumergida (RBA). Palma, cuenta este autor, era un lugar donde pod¨ªas encontrarte en la misma terraza con Robert Graves, Joan Mir¨® o Yeats; un destino para muchos exiliados europeos del nazismo y m¨¢s adelante, en los 50, una parada donde Frank Sinatra ven¨ªa a cantar. Este esp¨ªritu internacional, sigue siendo uno de sus mayores encantos, en el que adem¨¢s de mezclarse las nacionalidades, tambi¨¦n lo hacen las diversas clases sociales, incluso los famosos. La zona de Santa Catalina, muy cerca del puerto, es uno de los barrios m¨¢s cosmopolitas, en los que a veces se puede tener la sensaci¨®n de estar en el Soho londinense o en una peque?a callejuela parisina o de Marsella. All¨ª la comunidad extranjera ¨Cformada mayoritariamente por alemanes, ingleses, franceses, suizos, suecos o noruegos¨C ha abierto sus tiendas, negocios y peque?os restaurantes. Hay pasteler¨ªas con terraza con vocaci¨®n parisina, restaurantes de todas las cocinas del mundo, supermercados de productos ingleses o alemanes y un bar sueco. Todos conviven con las panader¨ªas mallorquinas que venden ensaimadas y los bares, de toda la vida, que preparan deliciosos llonguets (bocadillos). Los s¨¢bados y domingos por la ma?ana uno puede elegir en qu¨¦ pa¨ªs le apetece desayunar.
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4. Es la puerta de entrada a una bonita isla
Un invierno en Mallorca es la venganza literaria que Georges Sand escribi¨® para relatar su estancia en la isla en 1837. Acompa?ada de sus dos hijos y el compositor Chopin, buscaban un lugar tranquilo y apartado del mundo para descansar, pero su retiro no fue tan id¨ªlico como imaginaban. Un invierno especialmente fr¨ªo y h¨²medo y unos payeses desconfiados y poco acostumbrados a ver a una mujer vestida con ropas masculinas, que viv¨ªa con un hombre que no era su marido, se sumaron a los problemas de salud del compositor. En el libro abundan los insultos-frase, formados por varias palabras, para referirse a los ¡°pueblerinos y conservadores¡± mallorquines. Fueron expulsados de una casa de Palma porque el due?o pensaba que la enfermedad de Chopin era contagiosa y le alquilaron un piano a precio de oro. En el libro, Sand advierte que ¡°los mallorquines no consideran a los extranjeros como seres humanos, los enga?an, les hacen pagar m¨¢s de lo normal, les mienten, insultan y les roban sin el menor escr¨²pulo¡±. La comida le parec¨ªa a la escritora francesa ¡°una cocci¨®n infernal, preparada por el mismo diablo en persona¡± y el vino ¡°duro, negro, caustico¡±. Incluso una critica tan implacable como Sand, guardaba las mejores palabras para el paisaje de la isla. Del pueblo de Valldemosa dijo: ¡°Es el lugar m¨¢s rom¨¢ntico del mundo¡±, y a la isla la calific¨® como ¡°un dorado para los pintores con un verde helv¨¦tico, un cielo calabr¨¦s y la solemnidad del silencio de oriente¡±. Parad¨®jicamente, el libro que pone a caer de un burro a los nativos de estas tierras, se vende ahora como reclamo tur¨ªstico en las tiendas de souvenirs.
La Sierra de Tramontana est¨¢ considerada Patrimonio Mundial por la Unesco, en la categor¨ªa de paisaje cultural. Sus peque?os pueblos, sus calas desiertas y sus cielos color de rosa han enamorado a muchos, hasta a sus m¨¢s fervientes detractores.
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5. Un casco antiguo bien conservado
La parte vieja de la ciudad a¨²n conserva el trazado medieval de calles estrechas y sombr¨ªas, y es un conjunto de edificios de estilo g¨®tico, agrupados entorno a la catedral y alrededores, como el Palacio Episcopal, el de la Almudaina, la Lonja -donde los mallorquines medievales hac¨ªan sus negocios-, el Consulado del Mar y un mont¨®n de iglesias y conventos. Existe tambi¨¦n un antiguo barrio jud¨ªo, Call Major, que floreci¨® desde finales del siglo XIII al XV, ya que en 1435 los jud¨ªos fueron obligados a convertirse al cristianismo. Los ba?os ¨¢rabes es el monumento m¨¢s emblem¨¢tico del pasado musulm¨¢n de la ciudad y, por supuesto, no pod¨ªa faltar una ruta modernista, con diferentes edificios repartidos por varias zonas de la ciudad. Can Forteza Rey, es uno de los m¨¢s destacados, pero contrariamente a lo que muchos turistas creen, no lo dise?¨® Gaud¨ª sino de Llu¨ªs Forteza Rey, un joyero admirador de este estilo arquitect¨®nico. Para ver el ef¨ªmero paso de Gaud¨ª en Palma hay que ir a la catedral, ya que all¨ª realiz¨® algunas reformas. Existen tambi¨¦n antiguos barrios de pescadores, por la zona del puerto, con sus casas bajas y sus persianas mallorquinas que miran al mar, y que hoy en d¨ªa se han convertido en zonas residenciales con precios prohibitivos.
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6. Ambiente art¨ªstico
Esta ciudad, y la isla en general, han sido siempre refugio de artistas y su ambiente ha propiciado la creatividad. Escritores, m¨²sicos y pintores de distintos pa¨ªses y ¨¦pocas se trasladaron a esta roca del Mediterr¨¢neo porque, seg¨²n cuenta Robert Graves en Por qu¨¦ vivo en Mallorca era barato vivir y uno pod¨ªa dedicarse al arte sin invertir grandes esfuerzos en la supervivencia.
Los creadores actuales no piensan lo mismo y luchan por seguir en el oficio en una comunidad, la balear que, seg¨²n el Diario de Mallorca, es la que menos dinero p¨²blico invierte en cultura de toda Espa?a, tan solo un 0,04% de su PIB. L¡¯Associaci¨® d¡¯Artistes Visuals de les Illes Balears (AAVIB), que se dedica a promover los intereses profesionales, culturales y econ¨®micos de los artistas y que cuenta con 200 socios, denuncia el bajo presupuesto que se gasta el Govern en cultura, dedicado casi exclusivamente a mantener grandes museos y edificios que viven de sus colecciones permanentes, o de muestras, enfocadas m¨¢s al turismo que a la realidad art¨ªstica de la isla. Esta asociaci¨®n denuncia tambi¨¦n la precaria remuneraci¨®n del artista y su ¨²ltimo proyecto, Frau Jove ¨Cque ha viajado a Barcelona, e ir¨¢ a Londres y Madrid¨C, es una convocatoria alternativa a la desaparecida Art Jove, un concurso de arte que tras 25 a?os de vida se suspendi¨® en 2013, debido a los recortes en cultura. Pero la vida bohemia se resiste a desaparecer y existen numerosas alternativas a los canales oficiales, como Trampa Teatre, un teatro alternativo, o Cultura a Casa, que organiza conciertos, danza, representaciones o talleres en casas, jardines, terrazas o azoteas de particulares.
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7. Lo que no valor¨® The Times: La incineradora de Son Reus
La cara oscura de esta ciudad id¨ªlica tiene forma de incineradora de residuos a las afueras de Palma, muy cerca del municipio de Bunyola. Un complejo que quema actualmente residuos, no solo de la isla, sino procedentes de Italia, Irlanda y dos municipios de Catalu?a: Sabadell y Molins de Rei. Es dif¨ªcil determinar la cantidad de basura que se procesa al mes, porque, seg¨²n Margalida Ramis, portavoz de GOB, Grupo de Ornitolog¨ªa Balear y Defensa de la Naturaleza, ¡°la llegada de paquetes no es constante. La basura funciona como una mercanc¨ªa y se subasta. Adem¨¢s, en los meses de verano se suspende la quema de residuos procedentes del extranjero para no dar mala imagen al turismo¡±. La incineradora es de la empresa Tirme y tiene una concesi¨®n hasta el a?o 2041. ¡°Hace unos a?os se ampli¨® y se construyeron dos l¨ªneas m¨¢s, innecesarias para una poblaci¨®n como Mallorca, por eso el Partido Popular justific¨® la importaci¨®n de basura en la necesidad de rentabilizar la planta y as¨ª bajar las tarifas de gesti¨®n de residuos, unas de las m¨¢s altas de Espa?a. Pero no han bajado, sino que solo se han congelado uenta Ramisnera la incinetadora sse han congelado"os procedente del extranjero para no dar mala imagen al turismo"de Catalu?a,, .. ¡°, cuenta Ramis. Adem¨¢s, la energ¨ªa el¨¦ctrica que se genera en la incineradora se vende bajo la denominaci¨®n de ¡°energ¨ªa renovable¡±. ¡°Hay un informe del a?o 2012 del Instituto Carlos III de Madrid, que constata que se incrementa el riesgo de c¨¢ncer, enfermedades respiratorias y trastornos hormonales entre la poblaci¨®n pr¨®xima a una incineradora. Desde el GOB pedimos que se paralice la importaci¨®n de residuos y se revise el contrato con Tirme¡±, sostiene la portavoz de esta asociaci¨®n ecologista.