Actualizaciones que hacen la boca agua

Una paella dominguera. Unas magdalenas (esas que ahora llamamos cupcakes). Un desayuno para curar la resaca. Si en los ¨²ltimos d¨ªas has entrado en las redes sociales lo m¨¢s probable es que te hayas encontrado con alguna foto de comida. O hayas publicado alguna.

Y si no puedes evitar irritarte cada vez que un amigo de Facebook comenta otra vez m¨¢s lo que se acaba de meter metido entre pecho y espalda, puedes ir prepar¨¢ndote.? Con grupos, blogs y aplicaciones como Foodspotting, Foursquare, ...

Una paella dominguera. Unas magdalenas (esas que ahora llamamos cupcakes). Un desayuno para curar la resaca. Si en los ¨²ltimos d¨ªas has entrado en las redes sociales lo m¨¢s probable es que te hayas encontrado con alguna foto de comida. O hayas publicado alguna.

Y si no puedes evitar irritarte cada vez que un amigo de Facebook comenta otra vez m¨¢s lo que se acaba de meter metido entre pecho y espalda, puedes ir prepar¨¢ndote.? Con grupos, blogs y aplicaciones como Foodspotting, Foursquare, fiddme, SnapDish y por supuesto, Instagram? vivimos un boom del intercambio de im¨¢genes relacionadas con la cocina.?

As¨ª hace la cena Lady Gaga. O eso es lo que ella muestra en su Twitter

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Estamos enganchados a los que algunos llaman ¡°el porno gastron¨®mico¡±, esa fascinaci¨®n por la fotogenia del papeo. Pero esta fiebre es el equivalente al v¨ªdeo equis de webcam. Sin estrellas (michel¨ªn), cotidiano y amateur.? El grupo de Flickr I Ate This cuenta con m¨¢s de 250.000 miembros que publican desde latas a carne cruda y la nueva aplicaci¨®n Platter se centra en la cocina casera. Es significativo que un estudio se?ale que de los 80.000 millones de fotos que se compartieron en la red hasta finales del 2010, un 25%? formaron parte de un diario culinario. No hicieron falta banquetes, ocasiones especiales o chefs famosos para que la gente sacase el m¨®vil y retratase su alimento antes de hincarle el diente.

Hasta en el perfil de Facebook de Mark Zuckerberg nos encontramos con las omnipresentes viandas. Entre fotos de su perro y de encuentros con Obama hay chuletitas, frituras en forma de coraz¨®n y otras creaciones sin especialmente buena pinta.

Tommy, la autora del blog no exclusivamente gastron¨®mico This is Naive publica instant¨¢neas de comida desde 2003: ¡°No son las m¨¢s vistas pero s¨ª las m¨¢s comentadas. A la gente le encanta hablar sobre el tema.¡± Esta veterana bloguera nacida en Singapur y residente en Londres razona el refrigerio es lo que le quedan m¨¢s a mano: ¡°Tengo que alimentarme a diario, muchas veces m¨¢s de tres veces al d¨ªa y eso se convierte en un tema recurrente. Nos sentamos para cenar o almorzar, esa pausa me anima a sacar la c¨¢mara, hasta ahora ning¨²n restaurante me lo ha impedido. Adem¨¢s es f¨¢cil de que estas fotos queden bien. ¡±

David Beckham les ense?a a sus amigos de Facebook la pinta que tiene su plato favorito

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La fot¨®grafa Carmen Vali?o reconoce que no se esmera tanto en las im¨¢genes de comestibles que cuelga en Facebook como las que hace para su trabajo. Pese a todo considera que hay algunos detalles que ayudan a que la imagen haga la boca agua: ¡°No uses flash y no saques a otros o a ti mismo comiendo. Por sentido com¨²n y educaci¨®n en un restaurante no se deben fotografiar los pedidos de otras mesas. Un plato por foto, nunca una fila en plan boda. A?ade alg¨²n detalle que contextualice, como adornos o servilletas. Para mejorar o cambiar utilizas filtros de aplicaciones como Instagram o Instamatic. Que la comida no se vea reseca. ?Y s¨¦ r¨¢pido! Ante todo que no se te enfr¨ªe el plato.¡± Para ella la tendencia tiene m¨¢s que ver con la interacci¨®n personal que con enfoques, objetivos o filtros. Ni siquiera con las recetas: ¡°Es m¨¢s por establecer conversaci¨®n o por poner los dientes largos al personal."

Comida y animalitos: para qu¨¦ queremos m¨¢s en las redes sociales

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El doctor Francisco Ord¨®?ez de la Rosa, del Instituto Centta tambi¨¦n relaciona esta moda con el gusto por exhibir nuestro estilo de vida:? ¡°Las redes sociales hacen que podamos mostrar con orgullo los sitios que visitamos o las actividades que realizamos, si no que podamos presumir tambi¨¦n de lo que comemos. La atracci¨®n que sentimos por la comida obedece a un impulso biol¨®gico pero en el ser humano cumple tambi¨¦n otras funciones: sirve de s¨ªmbolo de estatus o medio de relacionarnos con los dem¨¢s.¡±

?Como sucede con las im¨¢genes de beb¨¦s o de mascotas, las de comida son parte ineludible de la vida virtual. Aquellos que no puedan con otra actualizaci¨®n con pastelito incluido, lo m¨¢s recomendable para evitar crispaci¨®n es retirarse de las redes sociales. Esto no tiene visos de parar ma?ana.
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