Amanda Gorman, la poeta estrella de la inauguraci¨®n de Biden que vivi¨® en Madrid
Con solo 22 a?os ha llamado la atenci¨®n de firmas como Prada y de la todopoderosa Oprah Winfrey. La lectura de su poema The Hill we climb fue uno de los momentos m¨¢s emocionantes de la ceremonia de investidura.
?Hay un poema en este lugar, un poema en Am¨¦rica, un poeta en cada americano que reescribe esta naci¨®n, que cada d¨ªa cuenta una historia digna de ser contada?. Amanda Gorman ten¨ªa 19 a?os cuando se subi¨® al estrado de la biblioteca del congreso para recitar los versos de In This Place. An american Lyric, un texto que hab¨ªa escrito expresamente para aquel festival de j¨®venes poetas. La casualidad quiso que por all¨ª pasara Jill Biden. Era 2017, y la ahora Primera Dama de los estados Unidos record¨® hace unas semanas aquel texto. Hoy Amanda Gorman ha recitado frente al mundo ...
?Hay un poema en este lugar, un poema en Am¨¦rica, un poeta en cada americano que reescribe esta naci¨®n, que cada d¨ªa cuenta una historia digna de ser contada?. Amanda Gorman ten¨ªa 19 a?os cuando se subi¨® al estrado de la biblioteca del congreso para recitar los versos de In This Place. An american Lyric, un texto que hab¨ªa escrito expresamente para aquel festival de j¨®venes poetas. La casualidad quiso que por all¨ª pasara Jill Biden. Era 2017, y la ahora Primera Dama de los estados Unidos record¨® hace unas semanas aquel texto. Hoy Amanda Gorman ha recitado frente al mundo The Hill we climb, el alegato a favor de la paz y el cambio que ha emocionado a medio planeta, y que la poetisa escribi¨®, a su pesar, durante el pasado asalto al Capitolio hace dos semanas. Tiene 22 a?os y es la autora m¨¢s joven en recibir semejante honor, pero su carrera lleva tiempo en pleno vuelo.
Tal y como ha comentado en alguna ocasi¨®n, Gorman comenz¨® a recitar su propios textos como una forma de superar sus problemas para hablar en p¨²blico. Escribe desde ni?a, alentada por su madre y por su hermana gemela. Lo hace para entender su entorno y a s¨ª misma, para poner por escrito qu¨¦ es ser negra y mujer en una sociedad que premia impl¨ªcitamente lo contrario.
Ten¨ªa 16 a?os cuando fue premiada como?o mejor poeta joven de Los ?ngeles, 18 cuando entr¨® en Harvard y 19 cuando en la misma universidad la galardonaron como mejor poeta nacional. Sigui¨® escribiendo y se mud¨® a Madrid, donde estudiaba un m¨¢ster de escritura en la Complutense y se alojaba junto a una famlia. All¨ª recibi¨® la llamada del equipo de Prada, que se hab¨ªa fijado en su perfil de Instagram, por entonces contaba con un pu?ado de seguidores, pero su vertiente activista y feminista, su obra literaria y, por supuesto, su edad, llamaron la atenci¨®n de una marca siempre a la caza de j¨®venes intelectuales. Y all¨ª, en un ascensor en Mil¨¢n, fue donde la conoc¨ª. Me sorprendi¨® que hablara espa?ol, que se autodenominara ¡®escritora an¨®nima¡¯ y que residiera en Madrid, donde despu¨¦s volvimos a vernos. Contaba que viv¨ªa con el dinero de la beca pero viajaba a Mil¨¢n a los desfiles (y la primera sorprendida era ella); escrib¨ªa en un cuaderno en los autobuses madrile?os y planeaba volver a Los ?ngeles cuando recibi¨® otro mensaje privado en la red social: el de Oprah Winfrey, que se qued¨® fascinada con a frescura y la fuerza de sus versos.
Oprah se convirti¨® en la madrina inesperada de Gorman quien, ya de vuelta a Estados Unidos, comenz¨® a tener un altavoz m¨¢s potente para reivindicar autoras j¨®venes o clamar en contra de la desigualdad racial. De peque?a quer¨ªa trabajar en las Naciones Uidas siguiendo los pasos de su ¨ªdolo, Malala Yousafzai. Hoy son amigas y colaboran juntas en distintas iniciativas para dar voz a jovenes sin recursos. Fund¨® una organizaci¨®n, One Pen One Page, que anima a la escritura y el liderazgo a j¨®venes nortemaericanos, y sigue contando con Oprah como mentora. Es ella quien le ha prestado para esta ceremonia un par de pendientes y un anillo como amuletos de la suerte, lo mismo que hizo la estrella de televisi¨®n en 1993 con otra de sus autoras favoritas, Maya Angelou; en aquella ocasi¨®n fue un traje de Chanel que la autora us¨® para recitar en la investidura de Clinton. Amanda Gorman no ha necesitado asesoriamiento. Por supuesto, ten¨ªa claro que llevar¨ªa un abrigo de Prada, la primera en confiar en ella.
Hoy Amanda Gorman se ha convertido en uno de esos fen¨®menos virales que merecen serlo; su historia y sus palabras recuerdan que, pese a vivir tiempos convulsos, todo deber¨ªa ser posible: ?Una peque?a chica negra de madre soltera descendiente de esclavos puede so?ar con llegar a ser presidenta, o encontrarse de repente recitando para uno?, comentaba hoy. Amanda anunci¨® en una entrevista en 2017, bromeando, que se postular¨ªa como presidenta en 2036. Quiz¨¢ la broma est¨¦ empezando a cobrar otro sentido.