Antimanual de supervivencia para padres o c¨®mo tener hijos sin convertirte en una ameba social
El libro ¡®?No solo somos padres!¡¯ quiere devolver la cordura y el disfrute a la crianza en un momento en el que m¨¢s que educar a los ni?os, se les entrena. Y es tan divertido que incluso engancha a la gente sin hijos.
¡°Es rar¨ªsimo. Cuando ¨¦ramos peque?os siempre mandaban los mayores y hoy que somos mayores, mandan los ni?os¡±. Esta es una de las reflexiones contenidas en ?No solo somos padres!, de Natalia Flores y Borja Prieto, un libro divertid¨ªsimo que plantea la noci¨®n radical de que los padres son personas. Y los ni?os, tambi¨¦n. Si la crianza contempor¨¢nea, con todos sus complicad¨ªsimos dogmas, modas e instrucciones, fuera una secta, este libro ser¨ªa un manual de desprogramaci¨®n. Los autores han conseguido criar a los cuatro hijos de entre 4 y 15 a?os que tienen entre los dos sin ceder a la locu...
¡°Es rar¨ªsimo. Cuando ¨¦ramos peque?os siempre mandaban los mayores y hoy que somos mayores, mandan los ni?os¡±. Esta es una de las reflexiones contenidas en ?No solo somos padres!, de Natalia Flores y Borja Prieto, un libro divertid¨ªsimo que plantea la noci¨®n radical de que los padres son personas. Y los ni?os, tambi¨¦n. Si la crianza contempor¨¢nea, con todos sus complicad¨ªsimos dogmas, modas e instrucciones, fuera una secta, este libro ser¨ªa un manual de desprogramaci¨®n. Los autores han conseguido criar a los cuatro hijos de entre 4 y 15 a?os que tienen entre los dos sin ceder a la locura de los m¨¦todos educativos ni caer en el ostracismo social. Y a primera vista todos esos cr¨ªos parecen gente sana, bien educada, feliz y bastante carism¨¢tica.
?No solo somos padres! es el ¨²ltimo producto de la factor¨ªa creativa conformada por la pareja. Juntos, adem¨¢s de una familia, gobiernan la agencia de marketing Est¨¢ Pasando y un canal de YouTube, Los Prieto Flores, que consiste b¨¢sicamente en invitar a su casa a gente que les cae bien y comentar canciones, series, hacer sketches o hablar de lo que les parece oportuno. Son gente intelectual y pol¨ªticamente inquieta, mantienen a flote un buen n¨²mero de amistades y su casa es como un museo de cultura pop, lleno de mu?ecos que solo pueden tocar pap¨¢ y mam¨¢. Todo parece indicar que la crianza no les ha drenado por completo la energ¨ªa y la identidad. ?C¨®mo lo han hecho? En su obra lo cuentan.
Natalia y Borja repiten como un mantra que ¡°tener hijos es algo natural, no un m¨¢ster en gilipollez humana¡± y es que de verdad lo parece. En el libro diseccionan con salero, un poco de desesperaci¨®n, pero nunca con amargura las modas de crianza actual: lo eco como dictadura, el ocio al servicio de las criaturas, el abismo de los grupos de WhatsApp del cole o el espantoso rid¨ªculo de los pap¨¢s hipsters cuando insisten en que sus hijos disfrutan m¨¢s del primer disco de Devo que del Baby Shark. ¡°En el libro no adoctrinamos, hablamos de nuestra experiencia personal. Es un libro que no ri?e¡±, cuenta Borja. Los dos se inclinan por una crianza m¨¢s relajada e intuitiva, menos estresante y m¨¢s placentera para ni?os y adultos. Despu¨¦s de todo, los miembros de nuestra generaci¨®n nos comimos alg¨²n que otro gusanito con aditivos, tuvimos un contacto temprano con la palabra ¡°no¡± y siempre que nos aburr¨ªamos hab¨ªa alg¨²n adulto dispuesto a sugerirnos que nos compr¨¢semos un mono. Y tampoco salimos tan mal.
El trabajo es interesante tambi¨¦n para quienes no tenemos hijos ni les esperamos. Nos descubre un mundo de modas fascinantes como la de hacer moldes de escayola de barrigas gestantes o joyas con restos de placenta o grabar a tu hijo de tres a?os abriendo juguetes ante millones de suscriptores.
?C¨®mo llevan vuestros hijos que se¨¢is youtubers?
O bien ven nuestros v¨ªdeos a escondidas, o bien les da mucha verg¨¹enza ajena, no lo sabemos. Lo que s¨ª nos tienen prohibido es sacarles en Instagram, y hacen bien, el sharenting (compartir fotos de los hijos en redes compulsivamente) es excesivo y genera estr¨¦s. Nunca ves un cr¨ªo con lega?as y un calcet¨ªn de cada. En Instagram hay meriendas de ni?os tan perfectas que producen ansiedad.
De hecho habl¨¢is del caso de la hija de una amiga a la que le robaban la merienda en el cole sistem¨¢ticamente precisamente porque sol¨ªa llevar un bocata normcore de esos que nos daban nuestros padres. Mucha tentaci¨®n en un patio lleno de meriendas ¡°eco¡±¡
S¨ª, hay una obsesi¨®n con la alimentaci¨®n sana en los ni?os, proliferan estas fiestas infantiles en las que solo hay hummus y zanahorias. Nosotros alimentamos bien a nuestros hijos y somos muy conscientes de lo que es saludable y lo que no, pero quitarle a un cr¨ªo un helado en verano y un s¨¢ndwich acartonado en un cumplea?os es criminal.
Hay una obsesi¨®n con la alimentaci¨®n sana en los ni?os, proliferan estas fiestas infantiles en las que solo hay hummus y zanahorias
La crianza moderna se ha convertido en un circo estresante lleno de referentes imposibles de alcanzar. ?Por qu¨¦ nos hemos vuelto tan locos? ?Qu¨¦ ha pasado?
Nosotros hablamos desde nuestra experiencia, no somos pedagogos ni psic¨®logos. Nuestra vida es la de una familia de clase media de un pa¨ªs desarrollado y urbana, tenemos unas condiciones privilegiadas. Desde esta perspectiva, lo que vemos es que est¨¢s expuesto al mismo tiempo a una crianza sin red familiar y a un escrutinio brutal. Hay miles de libros de prescripci¨®n que te interpelan, cuentas de Instagram de madres perfectas, m¨¦todos, consejos, comidas que de repente son venenos. Cuando tienes un hijo tu cabeza cambia, quieres a toda costa lo mejor para ¨¦l o ella, y obviamente hay una estructura que aprovecha eso. Es estresante y es un negocio millonario para muchos que t¨² est¨¦s sometido a esa tensi¨®n, a veces hasta l¨ªmites incompatibles con la vida normal.
?Se ha convertido tener ni?os en algo complicad¨ªsimo y desnaturalizado?
Nosotros llevamos muchos a?os criando ni?os, hemos visto gente cercana que era normal y ha entrado en psicosis al tener cr¨ªos. No tienes que ceder a esta presi¨®n, lo importante es otra cosa; si te desestresas, gan¨¢is t¨² y tu familia. Si no llegas a hacer una crianza con apego porque tu circunstancia te lo impide o no puedes dar el pecho dos a?os porque tienes que volver al trabajo o quer¨ªas un parto natural y no ha podido ser, no pasa nada. Tenemos que pelear en todos los ¨¢mbitos por tener la mejor maternidad y paternidad posibles, pero no fustigarnos si no llegamos. Genera una angustia tremenda en un entorno que ya es bastante complicado.
?Qu¨¦ consecuencias cre¨¦is que tiene para los ni?os esta psicosis adulta?
La principal obsesi¨®n de los padres es que sean felices, que es algo totalmente natural cuando eres padre o madre. No estamos dispuestos a que tengan frustraciones, les damos montones de opciones. Pero no hay que olvidar que los ni?os son gente tambi¨¦n, con sus momentos bajos y que la frustraci¨®n forma parte de la vida. Hay que encontrar un punto medio: escucharles, porque tienen buenas ideas, pero no vivir seg¨²n sus caprichos, porque se convierten en tiranos. Observamos diariamente que si consientes, creas un ej¨¦rcito de ni?os narcisistas sin tolerancia a la realidad.
?Qu¨¦ ha cambiado? ?Por qu¨¦ nos hemos vuelto locos? ?Tiene algo que ver la tecnolog¨ªa? Ten¨¦is un cap¨ªtulo entero dedicado a las fuentes de adicci¨®n para los ni?os en Internet: los v¨ªdeos de huevos Kinder, los temas de bakalao machac¨®n, el unboxing (desempaquetar) de juguetes¡ No estaba al tanto de la existencia de estas drogas nuevas.
No creo que sea tan definitivo, nosotros pas¨¢bamos mucho tiempo delante de un televisor que era la tecnolog¨ªa de ese momento. El problema es usar la tecnolog¨ªa como chupete electr¨®nico; en el libro tambi¨¦n hay trucos que nos han funcionado. Nosotros somos bastante familia von Trapp, nos encanta hacer cosas juntos. Adem¨¢s, tenemos una norma: hasta que los ni?os no se acuestan, nada de m¨®vil, y nos est¨¢ viniendo bien, estamos todos m¨¢s centrados.
El problema es usar la tecnolog¨ªa como chupete electr¨®nico
Record¨¢is, con muy buen criterio, a la gente que sus hijos no son Einstein ni Beyonc¨¦, ?los nuevos padres proyectan demasiado?
Te dicen ¡°a mi hijo le gusta Joy Division y Rosal¨ªa¡±, y nosotros pensamos: ¡°Mira, qu¨¦ suerte, porque los nuestros, que tienen la casa llena de vinilos, escuchan El baile del gorila y Osito gominola¡±. Debe de ser un marr¨®n si se te ponen as¨ª de cursis tan pronto porque a los 10 a?os ya te est¨¢n pidiendo un abono para un festival. Ya en serio, hay que dejarles en paz y no interferir tanto en lo que genuinamente les gusta. Es importante que los ni?os se aburran, que inventen. Si no te aburres de peque?o, ?cu¨¢ndo te vas a aburrir? La educaci¨®n se ha convertido en un entrenamiento.
La inmensa mayor¨ªa de libros de crianza apelan a las madres. En No solo somos padres, apel¨¢is a padres y a madres en todo momento. ?Estamos m¨¢s cerca del reparto equilibrado de tareas?
El libro est¨¢ hecho entre los dos. Hicimos el ¨ªndice juntos, nos repartimos los temas y luego cada uno se lo daba al otro para leer, quer¨ªamos dar una visi¨®n conjunta. En todo el libro se da por hecho que la responsabilidad tiene que estar repartida y creemos que las cosas han cambiado, lo hemos visto de nuestros hijos mayores a los peque?os, en diez a?os el cambio ha sido radical. Lo hemos visto en la puerta del cole, en las reuniones de padres, en las bajas paternales¡ Puede que vivamos en una burbuja, que sea un espejismo porque les llevamos a un cole p¨²blico de Malasa?a, pero creemos que se ha avanzado en gran parte gracias al feminismo.
El libro hace honor a su t¨ªtulo: no solo sois padres; sois gente con inquietudes, vida social y una pareja que quer¨¦is mantener viva y sana. Dir¨ªa que casi la mitad del libro gira alrededor de aquello imprescindible para que los cr¨ªos est¨¦n bien, que son los adultos.
Hablamos de la importancia de cuidar la pareja, de tener amigos sin hijos para mantener tu identidad. La llegada de los ni?os es un shock y una responsabilidad tan enorme que te obsesionas, te vuelves sectario, empiezas a meterte en foros (que es lo ¨²ltimo que tienes que hacer, ah¨ª ya la has cagado). Este libro viene a abrir los ojos a la gente que est¨¢ pasando por lo que nosotros pasamos, porque hemos visto que uno mejora de esa obsesi¨®n tan natural. Venimos a decir que no es tan tremendo.