Barcelona y el inesperado auge de los restaurantes de editoriales
Las editoriales/librer¨ªas que abren espacios gastron¨®micos se hacen un hueco en la oferta culinaria mezclando libros con buenos platos y entretenidas sobremesas.
¡°Uno no puede pensar bien, amar bien, dormir bien, si no ha comido bien¡±. Con esta cita de Virginia Woolf estampada en la pared, el restaurante Malpaso ¨Cen la esquina entre las calles Girona y Diputaci¨®n de Barcelona, pr¨®ximo a la editorial y a la librer¨ªa con el mismo nombre¨C procura que la relaci¨®n entre libros y gastronom¨ªa sea lo m¨¢s promiscua posible....
¡°Uno no puede pensar bien, amar bien, dormir bien, si no ha comido bien¡±. Con esta cita de Virginia Woolf estampada en la pared, el restaurante Malpaso ¨Cen la esquina entre las calles Girona y Diputaci¨®n de Barcelona, pr¨®ximo a la editorial y a la librer¨ªa con el mismo nombre¨C procura que la relaci¨®n entre libros y gastronom¨ªa sea lo m¨¢s promiscua posible. Lo mismo acoge presentaciones de autores, que organiza concursos para titanes del picante o sirve a la clientela sus especialidades mexicanas, que pueden saborear mientras hojean las ¨²ltimas novedades de Malpaso Ediciones, a mano en los estantes. Entre ellas, algunos t¨ªtulos relacionados con los asuntos de la mesa, como Sobrebeber, de Kingsley Amis, o la reciente Dulceagrio, de Stephanie Danler. ¡°Son negocios complementarios¡±, defiende la encargada del local, Carla Mendoza. El restaurante, con el chef del DF Eduardo Gonz¨¢lez al frente, acaba de renovar su carta. Al guacamole y los cl¨¢sicos tacos, enchiladas y fajitas se suman otros platos menos exportados como el cabrito norte?o o el mixiote de pollo y nopales, cocinado a baja temperatura. Un buen surtido de cervezas de importaci¨®n y c¨®cteles ¨Cabundan los combinados con mezcal y los margaritas¨C riegan las sobremesas.
Iniciativas como la del empresario mexicano Bernardo Dom¨ªnguez, que tras fundar Malpaso Ediciones abri¨® el restaurante en 2015 y la librer¨ªa el pasado mes de octubre, han dejado de ser in¨¦ditas. No muy lejos, en el Paseo de San Juan, se encuentra Glups!, el restaurante de Norma C¨®mics. Su propuesta es desenfadada: hamburguesas, wraps, ensaladas y alg¨²n que otro plato japon¨¦s en honor al manga como los dorayakis que ofrecen de postre. Un ambiente informal al que contribuyen taburetes, mesas altas y una decoraci¨®n que remite al mundo de la vi?eta a cuenta de Daniel Torres, uno de los historietistas m¨¢s prestigiosos de Espa?a, que ha dejado su firma en las paredes. Lo que llev¨® a Norma Editorial a abrir Glups! junto a su tienda de c¨®mics fue sobre todo el azar: el bar anexo qued¨® libre y a Rafa Mart¨ªnez, creador de la marca, hacerse cargo le pareci¨® una buena idea. ¡°Tener un restaurante aporta visibilidad y sirve tambi¨¦n para tus actos¡±, sostiene Oriol Figuera, portavoz de Norma Editorial. Adem¨¢s, acoger eventos externos como las exposiciones de Tamashii Nations, que aglutina a las mejores marcas japonesas de figuras coleccionables de Manga y Anime, les ha aportado proyecci¨®n internacional, reflexiona.
Sin embargo, Figuera niega que un negocio gastron¨®mico pueda servir de salvavidas. ¡°Una editorial depende de su producto, debe venderse por s¨ª mismo, aunque tener un local sea un a?adido para promocionar tus obras¡±, sostiene. Tambi¨¦n recuerda que la inversi¨®n inicial para poner en marcha un restaurante no est¨¢ al alcance de cualquiera, y mucho menos de una editorial que empieza o se tambalea. A parte de Glups!, la otra aportaci¨®n de Norma Editorial a la gastronom¨ªa es haber traducido al castellano el manga Oishinbo (algo as¨ª como El Gourmet), todo un fen¨®meno cultural dedicado a la cocina japonesa que se publica desde 1983 y ha vendido en su pa¨ªs m¨¢s de cien millones de copias.
¡°En mi caso, Id¨° DO Balear es un negocio identitario, la gastronom¨ªa va a lo m¨¢s ¨ªntimo de ti¡±, defiende la editora mallorquina Pema Maym¨®, que combina su trabajo en Columna Edicions con ser socia de este bar-bodega de productos t¨ªpicos de las islas. Junto con una dise?adora gr¨¢fica y una arquitecta, se animaron a llenar el vac¨ªo que dej¨® el Espai Mallorca en Barcelona una vez cerr¨® en 2012, ante la perspectiva que sus hijos no pudieran comer aquellas cosas que a ellas les marcaron en su infancia. La carta va de tablas con embutidos baleares a platos t¨ªpicos como el tumbet (una especie de pisto) o habitas a la menorquina. La tienda de productos gourmet ofrece desde la ginebra Xoriguer a una gran variedad de vinos de las islas, galletas Quely y olivas. Tras cuatro a?os en el tur¨ªstico barrio de Sant Antoni, tienen una clientela ecl¨¦ctica: no s¨®lo han captado a baleares expatriados como ellas ni a veraneantes nost¨¢lgicos; incluso los hipsters se aventuran, bromea Maym¨®. Otras personas vinculadas al mundo editorial, como Oriol Izquierdo, tambi¨¦n han abierto negocios gastron¨®micos. Tras seis a?os al frente de la Instituci¨® de les Lletres Catalanes, Izquierdo puso en marcha en 2014 Sopa de Lletres, una tienda dedicada a la alimentaci¨®n saludable junto con su mujer, la nutricionista Dolors Borau.