¡°Paula, no te pongas hist¨¦rica¡±
El concepto ¡®luz de gas¡¯ naci¨® en el cine y la primera mujer que lo sufri¨® fue Ingrid Bergman.
Luz que agoniza, el cl¨¢sico de George Cukor de 1944 protagonizado por Ingrid Bergman y Charles Boyer, est¨¢ considerado un alegato feminista cuyo t¨ªtulo original (Gaslight) acab¨® convertido en un eufemismo para referirse a ese sibilino terror psicol¨®gico y dom¨¦stico que ahora tanto se cita y que por desgracia demasiadas mujeres conocen al dedillo. Ya se sabe: ante la evidencia de un enga?o o de una mentira, el socorrido ?t¨² est¨¢s loca? que insinuado entre caranto?as o expl¨ªcito a gritos (no s¨¦ qu¨¦ es peor) va minando el suelo que se pisa. Remake de una pel¨ªcula ingles...
Luz que agoniza, el cl¨¢sico de George Cukor de 1944 protagonizado por Ingrid Bergman y Charles Boyer, est¨¢ considerado un alegato feminista cuyo t¨ªtulo original (Gaslight) acab¨® convertido en un eufemismo para referirse a ese sibilino terror psicol¨®gico y dom¨¦stico que ahora tanto se cita y que por desgracia demasiadas mujeres conocen al dedillo. Ya se sabe: ante la evidencia de un enga?o o de una mentira, el socorrido ?t¨² est¨¢s loca? que insinuado entre caranto?as o expl¨ªcito a gritos (no s¨¦ qu¨¦ es peor) va minando el suelo que se pisa. Remake de una pel¨ªcula inglesa de 1940 basada a su vez en una obra de teatro de Patrick Hamilton, la pel¨ªcula de Cukor llev¨® a Ingrid Bergman hasta su primer Oscar por su interpretaci¨®n de Paula, la joven cantante esposa de un pianista seductor y astuto que pasadas las aguas cristalinas de la luna de miel se destapa como un hombre turbio empe?ado en debilitar mentalmente a su mujer con insinuaciones del tipo ?Paula, no te pongas hist¨¦rica?, ??No estar¨¢s empezando a imaginar cosas, ?verdad, Paula??, ?Te est¨¢s volviendo olvidadiza, debes de estar cansada?.
Uno de los ensayos del fil¨®sofo estadounidense Stanley Cavell, incluido en el libro M¨¢s all¨¢ de las l¨¢grimas (editado en la colecci¨®n La balsa de Medusa), se titula Oradores osados: la negaci¨®n de la voz en Luz de gas y plantea un interesante viaje por la humillaci¨®n dentro del matrimonio que representa esta pel¨ªcula, en el que la mujer ?est¨¢ destinada a ser aniquilada, torturada hasta sacarla completamente de sus casillas?. Adem¨¢s de las met¨¢foras de la luz como reflejo de los personajes o de la propia naturaleza del cine, Cavell se?ala los gui?os de Cukor a Hitchcock en un filme que enlaza con el segundo acto de la obra de Ibsen Casa de mu?ecas y con el psicoan¨¢lisis, concretamente con los Estudios sobre la histeria de Freud y Breuer, que injustamente negaban a las mujeres el derecho a tener sus propios puntos de vista. Cavell habla de una paciente d¨ªscola, Dora, internada por su padre hasta que decide por su propia cuenta dar por concluido el tratamiento de Freud. Eso es exactamente lo que hace Paula, romper con la autoridad paternalista, con las palabras que la menoscaban y recuperar su voz.