El autor de ¡®El club de la lucha¡¯: ¡°He perdido tanto dinero que ni bajo el ritmo ni me jubilar¨¦ pronto¡±
Charlamos con Chuck Palahniuk sobre el pasado y presente de su carrera. Nos deja claro que no quiere agradar ni salvar a nadie con sus relatos.
Palahniuk es un tipo raro y no lo esconde: un autor de culto que se recrea en lo desagradable ¨Csus lecturas p¨²blicas han llegado a provocar desmayos por la crudeza de sus descripciones¨C, con una legi¨®n de seguidores autodenominada The Cult (La secta) y que revisa tan obsesivamente sus obras que la escritura le afecta a un nivel f¨ªsico (se rapa la cabeza cuando se enfrenta a la labor de cortar sus textos). La versi¨®n cinematogr¨¢fica de su novela El club de la lucha (David Fincher, 1999) le dio la fama: una historia de peleas, sociedades secretas y personalidades disociadas....
Palahniuk es un tipo raro y no lo esconde: un autor de culto que se recrea en lo desagradable ¨Csus lecturas p¨²blicas han llegado a provocar desmayos por la crudeza de sus descripciones¨C, con una legi¨®n de seguidores autodenominada The Cult (La secta) y que revisa tan obsesivamente sus obras que la escritura le afecta a un nivel f¨ªsico (se rapa la cabeza cuando se enfrenta a la labor de cortar sus textos). La versi¨®n cinematogr¨¢fica de su novela El club de la lucha (David Fincher, 1999) le dio la fama: una historia de peleas, sociedades secretas y personalidades disociadas. Su vida misma parece fruto del m¨¢s truculento de los guiones.
Naci¨® en 1962 en Burbank, Washington, donde se crio en una casa prefabricada; su abuelo paterno hab¨ªa matado de un tiro a su abuela tras una discusi¨®n; su padre fue asesinado ¨Ctambi¨¦n con arma de fuego¨C en 1999 junto a su novia por el ex de esta; sali¨® del armario en 2003 ante la posible filtraci¨®n de su homosexualidad; y en mayo de este a?o salt¨® la noticia de que se encontraba al borde de la bancarrota por las malversaciones de Darin Webb, contable de su agencia literaria, Donadio & Olson.
?Me rompi¨® el coraz¨®n. Esa gente ha sido mi aliada durante 25 a?os. Es como si estuviera empezando una nueva carrera. La p¨¦rdida de tantos dinero significa que no aflojar¨¦ el ritmo ni me jubilar¨¦ pronto, pero tambi¨¦n que ya no puedo permitirme esas giras extravagantes con cientos de premios y regalos para mis lectores; eso es lo peor?, explica sin convertir en un drama lo sucedido. Ahora publica en Espa?a Inv¨¦ntate algo. Relatos que no te podr¨¢s sacar de la cabeza (Literatura Random House), 23 historias inquietantes y perturbadoras. Su sello personal.
?Hay alg¨²n l¨ªmite que no pueda traspasar con su escritura?
Todav¨ªa no. Sin embargo, algunos experimentos tienen m¨¢s ¨¦xito que otros. Mudslinger, una historia que escrib¨ª sobre gente que fotograf¨ªa en secreto los movimientos intestinales de estrellas de cine y que los cuelga online, se enfrent¨® al silencio de mis amigas. Mis amigos, sin embargo, se partieron de la risa.
Y a usted, ?hay algo que le haga sentir inc¨®modo?
Cualquier discusi¨®n acerca de m¨ª mismo. Mi trabajo consiste en poner el foco en cualquier otro lugar.
Por ejemplo, en el aborto: en Inv¨¦ntate algo es un tema recurrente, en relatos como Zombis, Romance o Inclinaciones. ?Por qu¨¦ es una de sus fijaciones?
Primero, la idea del aborto introduce un riesgo f¨ªsico y eleva la tensi¨®n de la historia. Sumerge al lector a un nivel visceral. Y m¨¢s importante a¨²n, el asunto es una pol¨¦mica sin resolver en la cultura en general. ?Es malo o bueno? ?Es asesinato o no? Creo que cualquier asunto sin resolver aporta una energ¨ªa enorme a una historia. Pone en riesgo algo valioso.
?Cree necesario abordar estos asuntos controvertidos para fomentar que haya una conversaci¨®n en la sociedad?
No es mi trabajo promover debates ni arreglar nada. Solo quiero curiosear con historias y entretener a la gente que quiz¨¢ de otra forma nunca leer¨ªa un libro. Le dejo lo de salvar gente a Alice Walker [premio Pulitzer por El color p¨²rpura].
?Por eso sus historias son duras, brutales?
¡®Duro y brutal¡¯ es el ¨²nico camino que conduce al sentimiento y a la elevaci¨®n. Una historia feliz que se vuelve incluso m¨¢s feliz no ser¨ªa muy divertida de leer. El tema conductor oculto de la colecci¨®n de relatos Inv¨¦ntate algo es ¡®cosas que se preocupan por las cosas¡¯. Tanto adultos que cuidan a ni?os o humanos que cuidan animales. Quer¨ªa describir las diferentes formas en las que intentamos ayudar a los otros, pero que pueden acabar destruy¨¦ndolos.
?C¨®mo sabe qu¨¦ relatos breves puede desarrollar hasta convertirlos en una novela?
Algunos son simples experimentos con el lenguaje, como Eleanor, que ser¨ªa agotador si se convirtiera en un libro. Y otros, como Can¨ªbal, tratan asuntos que podr¨ªan hacer enfermar y destrozar al lector si fueran m¨¢s largos. Los extremos, tanto en tema como en lenguaje, encajan mejor en los relatos breves y las historias m¨¢s ¡®moderadas¡¯ pueden evolucionar hasta convertirse en libros.
Trabaj¨® como periodista y afirma que todas sus historias nacen hablando con gente que le revela sus secretos. ?Por qu¨¦ cree que le cuentan esas interioridades?
Cuando leo mi obra, especialmente el relato Tripas, pierdo cada ¨¢tomo de mi dignidad. Es tan humillante leerlo en p¨²blico que permite que otras personas se arriesguen a perder algo de su dignidad al contarme sus peores experiencias. Los escritores suelen proceder o de programas de escritura o del periodismo. Los primeros normalmente trabajan solos y la mayor parte de su producci¨®n me aburre, y a mis lectores. Pero mis escritores favoritos y yo mismo venimos de un trasfondo period¨ªstico. Trabajamos con personas, contamos sus historias. Pienso que los experiodistas son los mejores, y menos solitarios, escritores.
?Es importante mantener el contacto con los lectores, por eso las giras y firmas de libros son importantes para usted?
Exacto, las giras me permiten conocer a gente, escuchar sus historias. En consecuencia, un gran grupo de personas puede contribuir a cualquier tema que est¨¦ desarrollando. Y eso me da una oportunidad de agradecerles su apoyo y darles algo a cambio. Desafortunadamente, a veces tienen que esperar mucho tiempo: a menudo mis firmas de libros duran hasta 14 horas¡
Sus seguidores forman una gran comunidad, mantienen su sitio web, se identifican como The Cult. ?C¨®mo lleva ser su dios?
Si un peque?o segmento de gente piensa que eres un dios, otro mucho mayor te ve como el diablo. Aclimatarme al odio de esas personas ha resultado mucho m¨¢s dif¨ªcil para m¨ª.
?La ficci¨®n influye en la vida real? Sus seguidores replicaron clubes de la lucha inspirados en su obra.
La gente busca modelos para saber c¨®mo comportarse. Especialmente a la hora de organizarse como grupos e interactuar. Las mujeres tienen muchas novelas que describen esos grupos. Y los hombres solo disponen de dos modelos a seguir: El club de la lucha o El club de los poetas muertos.
?C¨®mo influy¨® esa primera novela en su carrera?
Ese libro compr¨® mi libertad. Un escritor solo escribe un primer libro, y siempre estar¨¦ agradecido de que mis obras anteriores no fueran aceptadas por los editores.
En Inv¨¦ntate algo aparecen referencias a esa obra en varios relatos e incluso hay una precuela protagonizada por el personaje central del club, Tyler Durden, Expedici¨®n. ?Por qu¨¦ ha querido jugar con estas pistas y referencias?
Voy a contar un secreto: escrib¨ª Expedici¨®n mientras viv¨ªa en Madrid en el verano de 2012. Stephen King siempre ha sido muy bueno en eso que los escritores llaman ¡®construcci¨®n de mundos¡¯. ?l superpone su propio paisaje de ficci¨®n sobre su estado natal de Maine. Yo solo estoy comenzando a crear conexiones entre mis libros. Y muy pronto el pr¨®ximo c¨®mic de El club de la lucha incidir¨¢ en este tipo de redes entre obras.
Para la segunda parte de esa historia usted decidi¨® crear una novela gr¨¢fica. ?Por qu¨¦ este cambio de formato?
Encontr¨¦ unos profesores excelentes en Cameron Stewart [dibujante de Catwoman o Batman y Robin y ganador de un Premio Eisner] y David Mack [escritor e ilustrador de Daredevil o Kabuki]. Ellos me han ense?ado lo bien atada que debe estar la trama de los c¨®mics para que cada vez que el lector pase una p¨¢gina encuentre una sorpresa. Mis habilidades narrativas han aumentado considerablemente desde que me he visto forzado a dictar cada gesto y expresi¨®n facial para las ilustraciones.
?Qu¨¦ siente cuando ve sus historias traducidas a otros formatos? David Fincher preparaba el musical de El club de la lucha, Clark Glegg [director de Thor y de la pr¨®xima Capitana Marvel que protagonizar¨¢ Brie Larson] llev¨® al cine Asfixia y James Franco quer¨ªa adaptar Rant.
Lo siento, pero no puedo hacer comentarios por temor a espoilear alg¨²n proyecto en ciernes que vayan a llevar a cabo otras personas en cine y teatro.
Vive en las cercan¨ªas de Portland, la capital de la cultura hipster de Estados Unidos, ?c¨®mo influye la atm¨®sfera creativa de la ciudad en su trabajo?
El aumento creciente de la vida en Portland me ha forzado a vivir fuera de la ciudad, pero la visito con frecuencia, a veces para dar clases, otras para ver a mis amigos. Es especialmente maravilloso que Dark Horse Comics [editorial independiente de c¨®mics] est¨¦ aqu¨ª y que eso me permita acceso directo al equipo de gente creativa con la que trabajo para desarrollar mis novelas gr¨¢ficas.
All¨ª residen sus amigas las autoras Monica Drake, Chelsea Cain y Lidia Yuknavitch. ?Por qu¨¦ este grupo de colegas de escritura es importante para usted?
Antes ellas eran las primeras en leer todo lo que escrib¨ªa, aunque, por desgracia, nuestro grupo de lectura mutua se ha disuelto porque acabamos escribiendo para complacer a los otros en lugar de plantearnos desaf¨ªos unos a otros. Pero seguimos siendo buenos amigos, y la mayor¨ªa de nosotros hemos dejado de beber¡ Pero no de escribir.
Entonces no leyeron su nuevo trabajo, Adjustment Day, una novela en la que los tiroteos masivos transforman la sociedad. ?Deber¨ªa haber un mayor control de armas?
El control de armas es imposible en EE?UU. Entran demasiadas pistolas de contrabando en el pa¨ªs y los criminales siempre podr¨¢n tener acceso a ellas. Nuestro sistema legal est¨¢ tan demonizado que se ha vuelto ineficaz y creo que la gente respetuosa con la ley deber¨ªa de tener medios para defenderse.
?La escritura debe ser pol¨ªtica?
No, pero si se puede inventar una met¨¢fora inteligente que permita de una manera no combativa reconocer y discutir un problema social, como hac¨ªa Ira Levin, es maravilloso. Cuando escucho que la gente utiliza el t¨¦rmino snowflake [referido a los j¨®venes criados con un exceso de protecci¨®n que se creen ¨²nicos y especiales y Palahniuk reivindica haber acu?ado en El club de la lucha] mi coraz¨®n baila una peque?a danza.
Y, como la realidad alimenta su obra, ?podr¨ªa convertirse la traici¨®n de su contable en la trama de una futura novela?
Nunca. Las historias sobre dinero resultan aburridas porque el dinero es un concepto abstracto. Las buenas historias hablan de emociones. Recuerda: duras y brutales. Eso vale tanto para las buenas historias como para el mejor sexo.