El estilo de Megan Draper (contiene spoilers)
La nueva primera dama introduce aires renovados en el vestuario de Mad Men.
A Megan, la ex recepcionista de Sterling Cooper Draper Pryce, la dejamos en el ¨²ltimo cap¨ªtulo de la cuarta temporada, ese en el que ejerci¨® de babysitter de los tres ni?os Draper (bien saben Sienna Miller, Uma Thurman y cualquiera que haya visto La mano que mece la cuna que no conviene fiarse de la ni?era) vistiendo, entre otras cosas un bikini -al que Don no puso ninguna objecci¨®n, no como cua...
A Megan, la ex recepcionista de Sterling Cooper Draper Pryce, la dejamos en el ¨²ltimo cap¨ªtulo de la cuarta temporada, ese en el que ejerci¨® de babysitter de los tres ni?os Draper (bien saben Sienna Miller, Uma Thurman y cualquiera que haya visto La mano que mece la cuna que no conviene fiarse de la ni?era) vistiendo, entre otras cosas un bikini -al que Don no puso ninguna objecci¨®n, no como cuando Betty intent¨® ponerse uno- y un vestido de verano, blanco, con falda de vuelo y flores rojas, que se puso para cantar en franc¨¦s a los ni?os. La inocencia hecha vestido.
Pues bien. Megan ya no es la que era. En la quinta temporada tiene un trabajo nuevo -ejerce de copy novata- y, bueno, sin incidir en el spoiler, digamos que tambi¨¦n tiene un nuevo estatus y un flamante apartamento en Manhattan. Y todo eso conlleva un nuevo vestuario.
Megan Draper dentro de su feliz y estilosa familia.
Cordon Press
Janie Bryant, la estilista de Mad Men, que cada semana comenta los looks m¨¢s importantes de cada cap¨ªtulo en unos v¨ªdeos que cuelga la web de AMC (y que no son visibles desde Epa?a, aunque aparecen sin problemas en YouTube), ha querido introducir nuevos estilos a trav¨¦s de la figura de Megan. M¨¢s escote, m¨¢s minifaldas, m¨¢s poli¨¦ster. Betty y Joan, las dos capitanas de las cuatro primeras temporadas, aunque enraizadas en los sesenta, eran mujeres que recibieron su educaci¨®n sentimental, y estil¨ªstica, en los cincuenta. Es f¨¢cil verlo en su querencia por las cinturas marcadas, los tejidos ricos como el brocado y los estampados florales. En cambio, Megan, que tiene 26 a?os en 1966, es una hija leg¨ªtima de los sesenta. Y encima su origen francocanadiense la convierte en pr¨¢cticamente europea a ojos de muchos de los otros personajes de la serie.
As¨ª que a Megan la dejamos californiana, diurna y juvenil y la reecontramos muy cambiada. El vestido que probablemente marcar¨¢ la historia de Megan y la de la actriz que la interpreta, Jessica Par¨¦ es el que utiliza para interpretar la canci¨®n Zou Bisou Bisou, su regalo de cumplea?os para Don Draper en el primer cap¨ªtulo de la quinta temporada. Sin duda, el momento ¨¢lgido del regreso de la serie. Es negro, muy corto (ni Trudy Campbell ni Joan Sterling, apenas mayores que ella, se atrever¨ªan), con detalles de pedrer¨ªa en el cuello y las mu?ecas y mangas acorde¨®n. Megan lo combina con medias de rejilla y portentoso eyeliner -la nueva se?ora Draper podr¨ªa haber tomado notas del look de Anouk Aim¨¦e en Un hombre y una mujer, pel¨ªcula que caus¨® sensaci¨®n en 1966-. El efecto es devastador. No es que parezca habitar otra d¨¦cada que el resto de las actrices de la escena, es que parece habitar otro universo.
La nueva se?ora Draper luce una nada californiana melena oscura.
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Bryant ha contado que lo encontr¨® en una tienda vintage y tuvo que reconstruir las mangas al completo para a?adir efecto. "Quer¨ªa que fuera negro para que contrastara con el resto. Adem¨¢s el negro es muy franc¨¦s, muy europeo", declar¨® a Slate.
Y no es que a la nueva se?ora Draper le asuste el color. Al contrario. Su vestuario es m¨¢s lujoso que en la cuarta temporada, cuando era la recepcionista de la agencia, y abunda en colores fuertes como el coral y en estampados geom¨¦tricos. Hemos visto a Megan en un arriesgado conjunto de blusa de topos con chorreras y falda con con un raya lateral, en una combinaci¨®n abrigo y vestido trapecio (Megan es muy del trapecio, que liber¨® la cintura en los sesenta) en color madreselva y con un vestido lila de estampado cercano al paisley. ?ste est¨¢ pensado para ejercer de contrapunto casi cruel con un modelo de brocado azul celeste que ya no le abrocha a la antigua se?ora Draper, ahora Betty Francis.
Nuevos estampados y vol¨²menes gracias a Megan Draper.
Cordon Press
Pero con quien verdaderamente establece un choque de estilos es con Peggy Olson, su nueva jefa en la agencia. Aunque Peggy es su superior, viste de manera mucho m¨¢s utilitaria. Y, seg¨²n ha explicado Bryant, en la quinta temporada su estilo se masculiniza y adopta un uniforme de blusa blanca y falda que es su versi¨®n del traje-y-camisa de los hombres. Incluso la vemos con corbatines, ese accesorio que los encargados de vestuario siempre colocan a una mujer cuando quieren deletrear "lo que le importa es su carrera" (ver Miranda en la primera temporada de Sexo en Nueva York).
Como empleada, Megan es una cruz: est¨¢ casada con el jefe, no se queda hasta tarde? a hacer su trabajo y no se le puede mangonear. Y verla llegar inmaculada, incluso con guantes blancos (Megan ser¨¢ una moderna pero no ha perdido ese accesorio, propio de las mujeres que no tienen que mancharse las manos trabajando) insin¨²a que para ella la publicidad es un pasatiempo, al contrario que para Peggy. El resto de la temporada sin duda deparar¨¢ hallazgos que har¨¢n vibrar a los dedicados fans de la serie y a blogueros como los neoyorquinos Tom and Lorenzo,que cada semana diseccionan los cap¨ªtulos vestido a vestido.
Por cierto, Jessica Par¨¦, la actriz que interpreta a Megan, asegura que su propio estilo, fuera del plat¨®, se ha madmenificado por influencia de Bryant. Esta galer¨ªa da fe de la evoluci¨®n estil¨ªstica que ha hecho desde que lleg¨® a Hollywood hace una d¨¦cada y luc¨ªa pelo m¨¢s claro, curvas mas rotundas y un estilo propio de la ¨¦poca, todo jeans acampanados, blusas de sat¨¦n y stilettos en punta.