La misteriosa desaparici¨®n de Elisa Lam en el ascensor asesino: cuando el ¡®true crime¡¯ es puro terror y puro Internet
Netflix estrena el pr¨®ximo 10 de febrero una mini serie documental sobre la desaparici¨®n en 2013 de la estudiante Elisa Lam en el hotel Cecil de Los ?ngeles. Grabadas por una c¨¢mara de seguridad, las inquietantes y terror¨ªficas im¨¢genes de la joven en un ascensor del establecimiento se convirtieron en un fen¨®meno viral.
?Es el c¨®ctel terror e Internet la f¨®rmula del nuevo true crime? La revista Variety anunciaba en exclusiva el mi¨¦rcoles el inminente estreno en Netflix (el pr¨®ximo 10 de febrero) de Escena del crimen: desaparici¨®n en el hotel Cecil, la docuserie sobre lo ocurrido en febrero de 2013...
?Es el c¨®ctel terror e Internet la f¨®rmula del nuevo true crime? La revista Variety anunciaba en exclusiva el mi¨¦rcoles el inminente estreno en Netflix (el pr¨®ximo 10 de febrero) de Escena del crimen: desaparici¨®n en el hotel Cecil, la docuserie sobre lo ocurrido en febrero de 2013 a Elisa Lam, una estudiante canadiense, en el hotel Cecil de Los ?ngeles, donde estaba alojada unos d¨ªas. El suceso, con un desenlace terrible (el cuerpo sin vida de la chica apareci¨® d¨ªas despu¨¦s en un tanque de agua del mismo hotel), tuvo una gran repercusi¨®n en los medios de comunicaci¨®n. Sin embargo, lo realmente significativo no fue tanto su cobertura medi¨¢tica, algo de prever porque el caso era una puerta abierta a la especulaci¨®n y al sensacionalismo, como el impacto que tuvo en Internet. El departamento de polic¨ªa de Los ?ngeles dio a conocer un v¨ªdeo terror¨ªfico, grabado por las c¨¢maras de seguridad del establecimiento, que muestra a Elisa Lam, completamente sola, comport¨¢ndose de una manera extra?a en un ascensor del edificio. Esas im¨¢genes, en las que la chica act¨²a como si se supiera perseguida y hace movimientos raros con las manos, se hicieron virales y convirtieron Internet en una agencia de detectives internacional, amateur y online.
La conexi¨®n del true crime televisivo, uno de los g¨¦neros m¨¢s importantes y fecundos de la ¨²ltima d¨¦cada (la primera temporada del fundamental Making a Murderer ya tiene seis a?os), con Internet es esencial. B¨¢sicamente porque muchos de estos documentales que recrean cr¨ªmenes reales est¨¢n inspirados en true crime podcasts; y algunos, como Beware the Slenderman (2016), guardan relaci¨®n directa con las creepypasta (historias de horror que se extienden y mutan por Internet). Pero, aun sin saber c¨®mo ser¨¢ Crime Scene: The Vanishing at the Cecil Hotel, dirigida por Joe Berlinger, pionero del true crime ¡ªsuyo es Paradise Lost: The Child Murders at Robin Hood Hills, documental de 1996 sobre los juicios a tres adolescentes acusados de asesinar a tres ni?os¡ª, todo apunta a que incorporar¨¢ esa idea del detective dom¨¦stico, dispuesto a resolver un asesinato desde el sof¨¢ (e incluso capaz) con la wifi como ¨²nica herramienta necesaria. La amplificaci¨®n, hasta el punto de convertirla en algo esencial, de esa relaci¨®n directa entre el true crime y las din¨¢micas de Internet parece ser la nueva direcci¨®n de uno de los g¨¦neros m¨¢s efectivos y populares del ¨²ltimo decenio.
Primero vino otra cosa. A fin de potenciar la capacidad de perturbaci¨®n del relato y enganchar al espectador, los responsables de estas propuestas adoptaron (de una forma cada vez m¨¢s indiscriminada, sin pudor a la manipulaci¨®n descarada del relato e incluso a la intromisi¨®n) recursos narrativos y formales propios de la ficci¨®n, sobre todo del thriller y del cine de terror. No es disparatado decir que hay m¨¢s ideas ¨Cnarrativas y de puesta en escena¨C propias del terror en algunos true crime que en muchas pel¨ªculas de ficci¨®n. Despu¨¦s, de forma progresiva (pues insisto en que Internet est¨¢ en el c¨®digo gen¨¦tico de estas docuseries criminales), se acentu¨® el di¨¢logo entre estas propuestas y la l¨®gica de Internet. Hay varios ejemplos claros y recientes. Uno es Tiger King (2020), la miniserie de Netflix sobre el exc¨¦ntrico Joe Exotic, propietario de un zool¨®gico privado de animales salvajes. No solo porque su protagonista sea carne de meme, sino tambi¨¦n porque su narraci¨®n, basada en el torbellino de revelaciones y sorpresas, viaja a la velocidad de la red, espacio en el que las cosas brillan hasta cegar cuando salen, pero, como mueren en cuesti¨®n de horas, hay que jalearlas para que no decaiga la atenci¨®n sobre ellas. Otro, tambi¨¦n de Netflix, es Don¡¯t F**k with Cats: Hunting an Internet Killer (2019), sobre c¨®mo un v¨ªdeo viral, en el que un individuo de identidad desconocida asfixiaba a unos gatos, daba pie a una investigaci¨®n ciudadana por Internet para darle caza.
Crime Scene: The Vanishing at the Cecil Hotel ser¨¢, seg¨²n se ha comentado, la primera temporada de una serie que explorar¨¢ la idea del lugar, del escenario f¨ªsico, en el que suceden cosas terribles (en este caso el hotel Cecil, con un historial de suicidios y muertes violentas espeluznante y en el que, supuestamente, estuvieron alojados varios criminales). Ese parece ser el eje de la propuesta. No obstante, siendo Berlinger el director, atento documentalista, es poco probable, incluso imposible, que no contemple el di¨¢logo entre el caso de Elisa Lam y la Red. ?l mismo lo insin¨²a en sus declaraciones para Variety: ¡°Me fascin¨® en 2013 cuando legiones de detectives aficionados utilizaron Internet para intentar resolver el misterio de lo que le hab¨ªa sucedido a aquella turista canadiense de 21 a?os en su primer viaje a Los ?ngeles¡±. De todos modos, incluso en el hipot¨¦tico caso de que no lo hiciera, este true crime ya se intuye fen¨®meno en l¨ªnea. De hecho, ya lo es de alg¨²n modo antes de su estreno. Pongo un ejemplo cercano: el hilo de Horror Losers (cuenta de Twitter espa?ola especializada en cine fant¨¢stico y de terror) sobre la existencia de la serie tiene miles de retuits, favoritos y reacciones.
Un paseo por las respuestas a los tuits de @horrorlosers, donde muchas personas reconocen el miedo que les dio ese caso, sugiere que la inminente Crime Scene: The Vanishing at the Cecil Hotel sublima la combinaci¨®n de los dos ingredientes que marcan el true crime contempor¨¢neo y prefiguran el que est¨¢ por llegar: terror e Internet. En el caso de Elisa Lam es puro Internet, pero tambi¨¦n es puro terror, de ah¨ª que haya inspirado varias pel¨ªculas, la quinta temporada de la serie American Horror Story (2011-) y hasta algunas canciones. En ese v¨ªdeo grabado por las c¨¢maras de seguridad del hotel Cecil, que encima conecta con el found footage (metraje encontrado), se concentran muchos miedos.
El miedo a un lugar maldito (el leitmotiv de la propuesta), el miedo a los comportamientos extra?os o indescifrables (las manos de Elisa Lam), el miedo a desaparecer, el miedo a sentirse perseguido o acosado (el lenguaje corporal de la chica sugiere la presencia de alguien m¨¢s) y, sin ir m¨¢s lejos, el miedo a los ascensores. De hecho, en relaci¨®n con esto ¨²ltimo, quiz¨¢ la pr¨®xima frontera del true crime sea acercarse a las premisas del cine de terror m¨¢s chiflado: el ascensor asesino (El ascensor, 1983), el yogur asesino (The stuff, 1985), la cama asesina (Dead Bed: The Bed That Eats, 1977). ?Todo podr¨ªa ser! M¨¢s a¨²n cuando un g¨¦nero funciona y necesita reinventarse y adaptarse a la velocidad de los tiempos. Crime Scene: The Vanishing at the Cecil Hotel no parecer ir (o no del todo) sobre un ascensor asesino, pero es evidente que tiene todo a su favor (el horror y la invitaci¨®n a comentarla en Twitter) para secuestrar las redes pronto¡ durante un breve, pero intenso, periodo de tiempo.