Ocho enemigos del buen sexo en los que nunca hab¨ªas pensado antes
La mayor¨ªa de nuestros problemas sexuales podr¨ªan mejorar si atendemos a cuestiones que restan placer al que deber¨ªa ser el mejor momento del d¨ªa.
El sexo deber¨ªa ser algo apetecible, divertido, que d¨¦ un toque de color a nuestra vida. No solo una necesidad b¨¢sica que cumplir, o un compromiso con la pareja, sino algo que realmente deseemos y disfrutemos. Esa es la teor¨ªa, pero en la pr¨¢ctica, por alg¨²n motivo, el sexo acaba siendo algo demasiado complicado. Algo que nos gustar¨ªa hacer, pero para lo que no encontramos tiempo, o que podemos disfrutar con placer a solas pero que en pareja, por diferentes causas, ya no nos sabe tan bien. ?Por qu¨¦ ocurre esto?
M¨¢s all¨¢ de las posibles dificultades sexuales que puedan s...
El sexo deber¨ªa ser algo apetecible, divertido, que d¨¦ un toque de color a nuestra vida. No solo una necesidad b¨¢sica que cumplir, o un compromiso con la pareja, sino algo que realmente deseemos y disfrutemos. Esa es la teor¨ªa, pero en la pr¨¢ctica, por alg¨²n motivo, el sexo acaba siendo algo demasiado complicado. Algo que nos gustar¨ªa hacer, pero para lo que no encontramos tiempo, o que podemos disfrutar con placer a solas pero que en pareja, por diferentes causas, ya no nos sabe tan bien. ?Por qu¨¦ ocurre esto?
M¨¢s all¨¢ de las posibles dificultades sexuales que puedan surgir a lo largo de la vida, tales como una enfermedad f¨ªsica o mental, o incluso casos concretos como una eyaculaci¨®n precoz o un vaginismo, lo cierto es que los enemigos del sexo son aspectos comunes del d¨ªa a d¨ªa que simplemente dejamos que nos venzan. Sin embargo, si aprovechando el aumento de nuestro deseo sexual en verano y que tenemos m¨¢s tiempo para dedicarle al placer queremos combatirlos, el primer paso es ponerles cara. Por ello preguntamos a varias sex¨®logas cu¨¢les ser¨ªan aquellos a los que podemos hacer frente con nuestros propios recursos.
Exceso de informaci¨®n
S¨ª, el sexo est¨¢ en todas partes. Recibimos informaci¨®n sexual desde m¨²ltiples canales, desde la publicidad hasta los productos culturales. Sin embargo, parece que cada d¨ªa tenemos m¨¢s desconocimiento sexual. A este respecto, la sex¨®loga Arola Poch, autora del libro sobre sexualidad Las cosas claras, insiste: ¡°En un mundo con tant¨ªsima informaci¨®n sobre sexo es cuando m¨¢s necesaria se hace una educaci¨®n sexual que proporcione informaci¨®n fiable. Pero seguimos cojeando en este aspecto¡±. Mientras tanto, apunta lo que debemos trabajar: ¡°Incidir en el esp¨ªritu cr¨ªtico y en la capacidad de an¨¢lisis de la informaci¨®n¡±.
La presi¨®n por los resultados
El sexo es placer casi por definici¨®n, son emociones, sensaciones, sentimientos. Pero ¨²ltimamente parece un examen en el que medir tama?os, tiempos y frecuencias. Tanto que hay quien lo vive con verdadera angustia. Esta es la idea que destaca la tambi¨¦n sex¨®loga Sonia Garc¨ªa en su libro Los enemigos del sexo. Si bien el problema parece claro, la forma de combatirlo es m¨¢s compleja. En este sentido, la experta recomienda trabajar en lo que se conoce como psicoeducaci¨®n, adem¨¢s de aprender a manejar correctamente la ansiedad, ?y practicar un sexo consciente y con atenci¨®n plena?.
Tener demasiadas expectativas
Otro de los problemas es que vemos, o¨ªmos y hablamos tanto sobre sexo que al final se generan demasiadas expectativas, sobre todo cuando tenemos pocos referentes que no sean amigos alardeando de cosas que nunca han pasado y pel¨ªculas en las que olvidamos que lo que se muestra es ficci¨®n. ¡°Alrededor del sexo se generan falsas ideas de c¨®mo van a ser los encuentros. Volvemos a la falta de educaci¨®n sexual que hace que no se disponga de informaci¨®n real, que permita ajustar esas expectativas para que los encuentros partan de la realidad (no de la fantas¨ªa) y, de esta manera, evitar algunas decepciones¡±, insiste Poch.
El estr¨¦s
Nuestro cuerpo responde sexualmente cuando se siente bien, pero en momentos de estr¨¦s reacciona y se pone en modo supervivencia, que ser¨ªa algo as¨ª como el modo de ultrabater¨ªa del m¨®vil: solo puede realizar funciones b¨¢sicas y que gasten poca energ¨ªa, y el sexo no est¨¢ entre ellas. Si bien no se trata de un problema solo de ¨ªndole sexual, sino de nuestro ritmo de vida general, Sonia Garc¨ªa recomienda a todos los niveles? ¡°aprender a manejar correctamente el estr¨¦s para prevenirlo, controlarlo o hacerle frente si aparece¡±. Una idea a este respecto es optar por t¨¦cnicas de meditaci¨®n o mindfulness que nos ayuden a centrarnos en el momento.
Autoimponernos obligaciones
Lo has visto en la tele o lo has le¨ªdo en un libro, y aunque a ti no te convence, te empe?as en probarlo. Y te empe?as tambi¨¦n en hacerlo el s¨¢bado porque te toca. O incluso te empe?as en el sexo oral, cuando a ti en realidad no es lo que m¨¢s te va. ¡°Ir a un encuentro sexual con presiones no es recomendable, porque lo m¨¢s f¨¢cil es que uno o una acabe situ¨¢ndose en un rol de espectador y se preocupe m¨¢s de verse desde fuera y valorar qu¨¦ est¨¢ haciendo seg¨²n unos c¨¢nones sociales, que de sentir y disfrutar el propio encuentro. Deber¨ªamos quitarnos esas presiones sociales y entender que cada encuentro es ¨²nico y diferente y no hay un guion que seguir para que funcione¡±, apunta Arola Poch.
Los problemas de pareja
Cuando una pareja llega a un sex¨®logo espera que les manden ejercicios para hacer en la cama y salen sorprendidos cuando los primeros deberes tienen que ver, por ejemplo, con los repartos de tareas dom¨¦sticas o con qui¨¦n elige las pel¨ªculas que van a ver juntos. Pensamos que lo que pasa fuera y dentro de la cama no tiene conexi¨®n, cuando est¨¢ intr¨ªnsecamente unido, y es que nadie quiere darle placer al enemigo. Como recuerda Sonia Garc¨ªa, ¡°lejos de lo que se cree, no todas las parejas resuelven los enfados con sexo¡±. Tambi¨¦n recuerda que ¡°otros factores como problemas econ¨®micos o temas enquistados pueden condicionar la vida sexual compartida pero tambi¨¦n la individual¡±. En este sentido recuerda la importancia de trabajar ¡°la comunicaci¨®n, el respeto y la toma de decisiones¡±.
Dejarnos llevar por lo establecido
A todo el mundo le gusta la penetraci¨®n, ?o no? Y a todo el mundo le gusta que le den besos en el cuello, que le pellizquen los pezones o que le digan palabras subidas de tono al o¨ªdo. Tenemos la idea de que debemos cumplir socialmente con lo que nos muestran, en vez de pararnos a pensar que no hay dos personas iguales, y que a cada uno le gustan, por ejemplo, las tostadas de una determinada forma. Con el sexo pasa exactamente lo mismo: cada uno tiene sus gustos. Es por ello que Poch se?ala como otro enemigo importante el ¡°no preguntarse a uno mismo qu¨¦ se desea. Antes de poder hablar con otro, debemos saber qu¨¦ nos gusta. Y a veces nos dejamos guiar por aquello que socialmente nos se?alan que es lo deseable, que es lo que nos deber¨ªa gustar o deber¨ªamos hacer y no reflexionamos sobre lo que realmente queremos¡±, y as¨ª acabamos aborreci¨¦ndolo.
Una pobre autoestima
Para disfrutar del sexo, el primer paso es saber disfrutarse uno mismo, y eso pasa por no tener miedo a mostrar nuestro cuerpo y gozar del mismo sin ponernos limitaciones, como que haya que apagar la luz. ¡°La carencia de amor propio genera miedos, verg¨¹enza, inseguridades, culpas y autoexigencia sexual¡±. As¨ª, la idea es evaluar si el problema no est¨¢ en la cama sino en nuestra autoestima, y trabajar al respecto por la misma. Para ello Sonia Garc¨ªa propone ejercicios como ¡°utilizar un lenguaje interno en positivo o acudir en busca de ayuda psicol¨®gica¡±.