?Existe Dios?
Christina Rosenvinge y Agust¨ªn Fernandez Mallo son nuestra extra?a pareja de esta semana. Ambos nos dan su opini¨®n sobre la existencia de Dios con un porcentaje de acuerdo del 70%.
Christina Rosenvinge
"Todos vamos a morir". El que lleg¨® a esta conclusi¨®n era un ni?o de pelo cortado a taz¨®n y con la mirada clavada en un besugo poco conversador que estaba expuesto en la pescader¨ªa del mercado de San Miguel. Y es verdad que ese ojo vidrioso, que otrora hab¨ªa danzado por los mares y sus corrientes caprichosas, era la respuesta incuestionable a la gran pregunta. Sin embargo, un se?or con 16 bogavantes primorosamente envueltos bajo el brazo (excelente remedio casero contra las dudas existenciales) lo mir¨® reprobatoriamente.
Ignorant...
Christina Rosenvinge
"Todos vamos a morir". El que lleg¨® a esta conclusi¨®n era un ni?o de pelo cortado a taz¨®n y con la mirada clavada en un besugo poco conversador que estaba expuesto en la pescader¨ªa del mercado de San Miguel. Y es verdad que ese ojo vidrioso, que otrora hab¨ªa danzado por los mares y sus corrientes caprichosas, era la respuesta incuestionable a la gran pregunta. Sin embargo, un se?or con 16 bogavantes primorosamente envueltos bajo el brazo (excelente remedio casero contra las dudas existenciales) lo mir¨® reprobatoriamente.
Ignorantes de las normas sociales, los ni?os, benditos sean, suelen ser el paradigma de la honestidad y, a veces, de la raz¨®n. Su brutal vehemencia deber¨ªa apreciarse como un rastro precioso de nuestra pureza original, pero los adultos solemos confundir educaci¨®n con adiestramiento. En alg¨²n momento de la explosi¨®n hormonal optamos por vivir con los dos dedos ¨ªndices taponando los o¨ªdos y coreando a gritos ?la-la-la-la? cada vez que algo nos recuerda la cuesti¨®n ineludible, la que es de mal gusto mencionar en una revista de moda donde se anuncian elixires antiarrugas, vaya. En?la desesperaci¨®n hemos inventado la vida eterna y un dios customizable a las tendencias del momento que act¨²a como un portero de discoteca decidiendo qui¨¦n s¨ª y qui¨¦n no entra al reservado. Solo siguiendo un poco la absurda evoluci¨®n de ese c¨®digo de puerta, lo utilitario y contradictorio que resulta respecto a sus propios textos fundacionales, cualquier escolar con el pelo a taz¨®n puede desmontar el mito y encontrarse de frente con la insondable mirada del besugo inerte.
Pero el invierno es largo y los bogavantes escasos, as¨ª que d¨¦jenme se?alar un peque?o indicio de que despu¨¦s de todo tal vez existe la bondad divina. La presbicia nos llega justo al mismo tiempo que las patas de gallo. As¨ª, desdibujados los surcos, podemos seguir cantando ?la-la-la? hasta el final.
Agust¨ªn Fernandez Mallo
Puede que Dios exista o no exista. Puede que a fecha de hoy exista pero que en un futuro deje de existir. Puede que nunca haya existido y dentro de unos a?os aparezca como de la nada. Tambi¨¦n cabe la posibilidad de que Dios haya existido alguna vez y que por motivos que todos desconocemos se extinguiera como lo hacen las mariposas o los perros del desierto, pero todo eso da lo mismo. Lo importante no es la presencia real de las cosas, sino si te conviene creer en ellas. A las mujeres, por pura l¨®gica, les convendr¨ªa creer firmemente en la existencia del Dios que aparece en la Biblia porque, seg¨²n postula la Sagrada Escritura, la mujer fue creada de una costilla del hombre. O lo que es lo mismo: en la Historia Natural, la mujer es un producto biol¨®gico de posterior aparici¨®n que el var¨®n, y por lo tanto posee, ya de entrada, un grado de evoluci¨®n superior; parte con esa ventaja.
Esta teor¨ªa, que a¨²na creacionismo y evolucionismo en un solo rel¨¢mpago, pondr¨ªa fin a a?os de aburrid¨ªsimas luchas entre ambas posiciones, de modo que la cuento en todas partes, pero ni ellos ni ellas me hacen caso. Sea como fuere, si las mujeres est¨¢n m¨¢s evolucionadas que los varones, entonces van siempre por delante, con una ventaja que puede ser de a?os o de una d¨¦cima de segundo. Es cierto. Por ejemplo, por la indumentaria de las mujeres sabes cu¨¢ndo est¨¢ a punto de aparecer un nuevo periodo estacional: justo antes de que llegue la primavera t¨² a¨²n llevas doble calcet¨ªn y camiseta interior, y ellas ya combinan el abrigo con el zapato abierto, los tonos oscuros con alg¨²n color m¨¢s o menos vivo, etc¨¦tera; aqu¨ª la ventaja es de unos 18 d¨ªas. Tambi¨¦n van por delante en cuanto al uso de la falda. En este caso, la ventaja se cuenta en siglos. Hay muchos m¨¢s ejemplos. Aqu¨ª no me caben todos. Pero creo que ya me van entendiendo.