Francesca Zampollo y la ¨²ltima revoluci¨®n gastron¨®mica, el ¡®food design¡¯
La investigadora italiana participa en el Madrid Design Festival los d¨ªas 13 y 15 de febrero para explicar en qu¨¦ consiste el dise?o de alimentos. ?La sostenibilidad no puede convertirse en un t¨¦rmino solo para vender. Debe ser una necesidad?, asegura.
A Francesca Zampollo le cambi¨® la vida la gastronom¨ªa. Y no, no es ninguna chef iluminada del producto. Tampoco aparece en los medios por el talent culinario de turno. Sus dotes se encuentran fuera de los fogones y la sala de un restaurante. ...
A Francesca Zampollo le cambi¨® la vida la gastronom¨ªa. Y no, no es ninguna chef iluminada del producto. Tampoco aparece en los medios por el talent culinario de turno. Sus dotes se encuentran fuera de los fogones y la sala de un restaurante. Lo que ella hace es pensar todo tipo de usos en los que aplicar el dise?o en el mundo culinario, dentro de un amplio abanico de posibilidades que van desde la creaci¨®n de espacios al packaging de un art¨ªculo o, directamente, la invenci¨®n de nuevos alimentos. Todo empez¨® un d¨ªa que, a¨²n en la universidad, acudi¨® a un workshop del provocador Davide Scabin, propietario de Combal.zero, con una estrella Michelin. Aquello le abri¨® las puertas a un universo en el que a¨²n sigue trabajando.
Ahora visita Madrid para participar los d¨ªas 13 y 15 de febrero en la tercera edici¨®n de Madrid Design Festival, que ha querido hacer un hueco a esta corriente invit¨¢ndola a impartir un taller de dise?o de alimentos. ?La gente tendr¨¢ la oportunidad de probar y entender la metodolog¨ªa que he desarrollado?, apunta sobre este concepto emergente. En su completa web se explaya algo m¨¢s sobre su funci¨®n formativa. ?No soy una dise?adora de alimentos convencional. Te ense?o la forma de crear cosas por ti mismo. Te muestro mi metodolog¨ªa de food design thinking y te recomiendo c¨®mo usarla, para que siempre tengas las herramientas y puedas dise?ar de forma independiente en el futuro?.
Lleva a?os teorizando sobre este concepto. ?En 2009 fund¨¦ la International Food Design Society. En esa ¨¦poca, era todav¨ªa muy f¨¢cil googlear el t¨¦rmino food design y encontrar mucha informaci¨®n confusa?, rememora Zampollo sobre un momento en el que la expresi¨®n comenz¨® a ponerse de moda. Hab¨ªa art¨ªculos y noticias, pero pocas novedades relevantes. ?Imagina mi frustraci¨®n, no hab¨ªa nada verdaderamente acad¨¦mico o con algo de inter¨¦s. Entonces, un profesor me sugiri¨® que me lanzara a organizar el proyecto de la sociedad?. Dicho y hecho: con poco m¨¢s de 25 a?os, lanz¨® un espacio que se convirti¨® r¨¢pidamente en referente para acad¨¦micos y gente interesada en ir un poco m¨¢s all¨¢ de la experiencia gastron¨®mica al uso.?
En la d¨¦cada siguiente, esta inquieta italiana se movi¨® por el mundo con una idea clara: mejorar nuestra relaci¨®n con la comida a trav¨¦s del buen dise?o de los alimentos. ?Cu¨¢l es el que m¨¢s le interesa? ?Aquel que merece la pena. Siempre est¨¢ hecho por startups y por gente muy joven que no escasea en ideas. Innovadores con valores, emociones y respeto por el planeta, m¨¢s que por el dinero?, describe. Para ella, el food design de verdad es aquel proceso creativo capaz de cambiar el mundo. ?La sostenibilidad no puede convertirse en un t¨¦rmino solo para vender. Debe ser una necesidad?, contin¨²a. De ah¨ª que cada d¨ªa sea m¨¢s importante dar alternativas en el reciclaje de muchos de los alimentos que se consumen. Es el caso de restaurantes como Fat Duck de Heston Blumenthal, del que es una rendida admiradora. La capacidad multisensorial del cocinero brit¨¢nico tambi¨¦n es muy valorada por Zampollo.
Al preguntarle por proyectos espa?oles que de alg¨²n modo toquen dise?o y gastronom¨ªa apunta perfiles como los de We Crave Design o Escaparetech. Los primeros cuentan que sus ?experiencias alimentarias establecen interacciones, crean historias y momentos importantes a trav¨¦s de la comida?. Y los segundos est¨¢n especializados en acciones de ?marketing experiencial? donde fusionan gastronom¨ªa y tecnolog¨ªa. Hace cuatro a?os, en el Gastrofestival propusieron una acci¨®n llamada Oye mi salsa. La iniciativa juntaba m¨²sica de ra¨ªz caribe?a y salsas del otro lado Atl¨¢ntico en una performance que pretend¨ªa perderle el respeto al acto de sentarse a la mesa. De los dos, la pensadora y dise?adora ha hablado de manera extensa en su perfil de Youtube, que cuenta con dos mil suscriptores y m¨¢s de doscientos videos dedicados al food design.
Esta doctorada en teor¨ªa del dise?o, a la que se le amontonan las palabras durante la entrevista, no para quieta ni un instante. A finales de 2018 teoriz¨® todo su pensamiento en una publicaci¨®n de m¨¢s de quinientas p¨¢ginas llamada Food Design Thinking: The Complete Methodology. ?He creado un proceso concreto de 52 m¨¦todos que pueden usarse. Puede ser utilizado por chefs para confeccionar platos, dise?ar un restaurante entero o crear envoltorios m¨¢s sostenibles?, cuenta Zampollo desde su actual alojamiento en Francia. ?No te puedo decir para qui¨¦n estoy trabajando ahora mismo?, concede. Su vida es un ir y venir por diferentes pa¨ªses de los cinco continentes realizando labores de asesor¨ªa.
Admirar todos los perfiles que se esconden bajo el hashtag #fooddesign tambi¨¦n ayuda a hacerse una idea de todo lo que esconde el concepto. Una b¨²squeda r¨¢pida en Instagram destaca 412K publicaciones. Ah¨ª es nada. Un espacio que lo mismo abarca tartas suntuosas, donde el chocolate chorrea de manera abundante; gr¨¢ficos en torno a c¨®mo deben colocarse los variados elementos de una hamburguesa o, un signo de nuestro tiempo, diferentes alimentos pelados y protegidos por bandejas de pl¨¢stico. A¨²n queda mucho por hacer.