Gu¨ªa para sibaritas de N¨¢poles, la ciudad m¨¢s gamberra y carism¨¢tica de Italia
La pizza, los fritos, el rag¨²¡ Aunque la gula est¨¢ justificada, aqu¨ª algunas pautas para no atragantarse.
Gamberra y carism¨¢tica, N¨¢poles lo tiene todo para convertirse en el pr¨®ximo destino caliente del Mediterr¨¢neo. Un centro hist¨®rico Patrimonio Mundial de la Unesco, noches bulliciosas, gentes locuaces, tesoros arqueol¨®gicos, un clima privilegiado y un entorno cuajado de islas y pr¨®ximo a una de las costas m¨¢s cinematogr¨¢ficas del mundo, la amalfitana. Por si fuera poco, desde 2011 cuenta con un bestseller ambientado en sus calles, la saga La amiga estupenda, de la misteriosa Elena Ferrante. En proceso de convertirse en serie de la HBO, sin que nadie haya conseguido por ahora pone...
Gamberra y carism¨¢tica, N¨¢poles lo tiene todo para convertirse en el pr¨®ximo destino caliente del Mediterr¨¢neo. Un centro hist¨®rico Patrimonio Mundial de la Unesco, noches bulliciosas, gentes locuaces, tesoros arqueol¨®gicos, un clima privilegiado y un entorno cuajado de islas y pr¨®ximo a una de las costas m¨¢s cinematogr¨¢ficas del mundo, la amalfitana. Por si fuera poco, desde 2011 cuenta con un bestseller ambientado en sus calles, la saga La amiga estupenda, de la misteriosa Elena Ferrante. En proceso de convertirse en serie de la HBO, sin que nadie haya conseguido por ahora poner cara a la escritora que se esconde tras el pseud¨®nimo. Pero si por algo brilla N¨¢poles es por una gastronom¨ªa que lleva siglos sacando partido a una tierra exuberante. ¡°La naturaleza, que parece haber preferido este pa¨ªs m¨¢s que a toda Europa, produce aqu¨ª de todo sin que haya que cultivar de nada¡±, se maravillaba en el siglo XVIII el Marqu¨¦s de Sade. Genuinas pizzas en horno de le?a, tomates que saben a tales, una suculenta reposter¨ªa y gran diversidad de fritos forman parte del inacabable fest¨ªn que ofrece la capital de la Campania. Aqu¨ª algunas pautas, para no atragantarse.
La pizza
Barata y deliciosa, es un must en N¨¢poles. La ciudad y, en concreto, un restaurante, Brandi, presume de haberse inventado la pizza Margarita, en honor a la reina italiana Margarita de Saboya. Recluida en el Palacio Capodimonte durante una visita en 1889, se habr¨ªa cansado de tanta comida francesa gourmet. Un pizzero, Raffaele Esposito, acudi¨® al rescate con tres pizzas para consolarla: la marinara (s¨®lo lleva tomate, or¨¦gano y ajo, nada de marisco) y la napoli, con anchoas, no convencieron a la monarca. Hizo sus delicias una tercera con tomate, mozzarella y hojas de albahaca, casualmente los colores de la bandera italiana pocos a?os despu¨¦s de que Garibaldi anexionase el sur del pa¨ªs en 1861. Aunque esta teor¨ªa ha sido puesta en duda, en Brandi, descendientes de Esposito viven a¨²n de haberle dedicado una pizza a la reina. Otras pizzer¨ªas m¨ªticas son Da Michele y Gino Sorbillo. De todas formas, no hay que devanarse los sesos: cualquier pizza en N¨¢poles suele ser magn¨ªfica. Como norma general, menos es m¨¢s, y frente al barroquismo de ingredientes de las cadenas de comida r¨¢pida, nada supera a una aut¨¦ntica margarita cocinada al horno de le?a, con buenas dosis de mozzarella de b¨²fala.
Cafeter¨ªas y pasteler¨ªas
Basta con ver el furor que Maradona desat¨® en N¨¢poles este mismo mes para constatar que no le olvidan. Y eso que hace ya tres d¨¦cadas que el argentino puso al Calcio patas arriba y, en siete a?os, obr¨® el milagro de que un equipo modesto del sur de Italia ganase dos t¨ªtulos de liga, una copa UEFA, una copa de Italia y una Supercopa de ese pa¨ªs. Lo tienen en un altar, f¨ªsicamente incluso: hay que buscarlo dentro del Bar Nilo. Su due?o tuvo la buena idea de consagrar un pelo que al Diez se le hab¨ªa ca¨ªdo dentro de un avi¨®n, cuando regresaba en 1990 de un partido ante el Milan. Nunca se vendieron tantos caf¨¦s por un pelo: el Bar Nilo obliga a los curiosos que acuden a fotografiar el altar a tom¨¢rselo o como m¨ªnimo pagar el euro que cuesta. ?Otro caf¨¦ c¨¦lebre es el Gambrinus, cerca de la plaza del Plebiscito, m¨¢s asociado a intelectuales y artistas. Se dice que por all¨ª pas¨® Oscar Wilde y, c¨®mo no, Ernest Hemingway. En N¨¢poles se fomenta la bella tradici¨®n del caff¨¨ sospeso o caf¨¦ pendiente, que consiste en dejar pagado un caf¨¦ para que pr¨®ximos consumidores que no puedan permit¨ªrselo lo disfruten.
Respecto a la reposter¨ªa, las delicias de la Campania no tienen fin. Del bab¨¤, un bizcocho remojado en licor (ron o limoncello), a la torta caprese, un pastel de almendras que naci¨® del feliz olvido de ponerle harina o las sfogliatelles, unas irresistibles conchas de hojaldre rellenas de ricota. La Pasticceria Giovanni Scaturchio o la Sfogliatelle Attanasio son algunos lugares ?reputados para probarlas.
La pasta
El rag¨² destaca como la salsa estrella en N¨¢poles, con su concentrado sabor a carne y tomate. ?Aunque es la especialidad local y en muchos sitios lo bordan, el del restaurante Tandem, consagrado al rag¨², es de lo m¨¢s intenso. Otro plato imperdonable de no probar en la ciudad es el spaghetti alle vongole, con almejas. Exquisito el de la pescheria Azzurra, un restaurante popular adosado a la pescader¨ªa que lo provee. Tambi¨¦n ofrece fritura y pescado marinado a una calidad-precio imbatible.
Los fritos
Los napolitanos tienen tal debilidad por los fritos que hasta han sumergido a la pizza en aceite hirviendo. No es broma: la pizza frita es una de las especialidades de la ciudad y por lo visto se invent¨® tras la II Guerra Mundial, ya que pod¨ªan cocinarse en cualquier olla y, con su venta, las mujeres se sacaban alg¨²n dinero. De exterior crujiente ¨Cla masa evoca a la de los churros¨C y relleno fundido, son un placer que no recomendar¨¢ ning¨²n dietista. Puedes probarlas en la Antica Pizza Fritta da Zia Esterina Sorbillo, donde no queda m¨¢s remedio que devorarla a pie de calle, porque en el interior del local no hay mesas.
Los fritos, muchas veces servidos en cucuruchos de papel, constituyen en general una opci¨®n para comer a buen precio. Al pesce fritto, similar a las frituras de pescado andaluz, se suman otras especialidades patrias. Como los arancini, croquetas de arroz que pueden llevar rag¨² en su interior o rellenos elaborados con salsa de tomate, mozzarella o jam¨®n cocido. O la fiori di zucca ¨Cflor de calabaza¨C rellena de ricota, tambi¨¦n rebozada y frita. Aunque no suelen faltar en ning¨²n men¨², tambi¨¦n hay establecimientos especializados en fritos como Passion of Soffi o Il Cuoppo.
Comer como un napolitano
Para quien no tenga suficiente con lo que se encuentre por la calle, otra experiencia gastron¨®mica muy recomendable es pagar a una familia aut¨®ctona para que siente al viajero a su mesa. La cena o comida puede concertarse a trav¨¦s de la web Cesarine, que abarca otras ciudades de Italia: promete hospitalidad y escoger entre a expertos en la verdadera cocina tradicional.? No es barato ¨Cel precio ronda los 50 euros por comensal¨C pero los men¨²s son opulentos y permite ver lo que se guisa en un hogar.
Pescado en islas de pel¨ªcula
No alcanzan la fama mundial de Capri ni de la costa amalfitana. Ergo todav¨ªa procuran una cierta paz de esp¨ªritu en temporada alta, aunque para los italianos sean lugar de veraneo habitual. Ischia, famosa por sus aguas termales, y Procida, la m¨¢s peque?a de las tres que salpican la bah¨ªa de N¨¢poles, son un destino ideal para escapar un d¨ªa del sofoco de la capital, en apenas media hora de ferri. En Procida se rod¨® El cartero y Pablo Neruda, en ella tambi¨¦n se materializ¨® en El talento de Mr Ripley la vida so?ada que Matt Damon aspiraba a usurpar. Cinefilia y playas volc¨¢nicas aparte, d¨®nde mejor que en restaurantes como La Conchiglia de Procida para probar las especialidades marineras. Como la pezzogna, una especie de besugo. O platos de pasta como los linguine allo scoglio (con gambas, pulpo y marisco) o los paccheri all¡¯astice, con bogavante. En Ischia, la isla donde las protagonistas de Elena Ferrante viven el verano m¨¢s decisivo de sus vidas, un restaurante muy recomendable es La Capanna, en Forio, con espectaculares vistas al mar.