Hacia los tres sexos
Australia y Alemania han reconocido ya el sexo neutro, mientras la comunidad intersexual empieza a organizarse para luchar por sus derechos.
En el libro Evolution¡¯s Rainbow (University of California Press, 2004), la bi¨®loga estadounidense Joan Roughgarden nos descubre como la mitad de todas las especies que pueblan la tierra, ya sean animales o vegetales, no podr¨ªan entrar en la clasificaci¨®n de macho o hembra. La mayor¨ªa de las plantas son hermafroditas y tambi¨¦n algunos animales como los percebes, caracoles, estrellas de mar y muchos peces, algunos de los cuales empiezan su vida siendo machos y luego se transforman en hembras o viceversa.
Los humanos siempre hemos tenido muy claro este esquema sexual binario, sin embar...
En el libro Evolution¡¯s Rainbow (University of California Press, 2004), la bi¨®loga estadounidense Joan Roughgarden nos descubre como la mitad de todas las especies que pueblan la tierra, ya sean animales o vegetales, no podr¨ªan entrar en la clasificaci¨®n de macho o hembra. La mayor¨ªa de las plantas son hermafroditas y tambi¨¦n algunos animales como los percebes, caracoles, estrellas de mar y muchos peces, algunos de los cuales empiezan su vida siendo machos y luego se transforman en hembras o viceversa.
Los humanos siempre hemos tenido muy claro este esquema sexual binario, sin embargo no siempre es as¨ª, y muchos empiezan a cuestionarse este modelo. Este mismo a?o, Australia y Alemania han reconocido el g¨¦nero neutro, es decir la posibilidad de que un ciudadano de estos pa¨ªses no deba ser registrado como hombre o mujer necesariamente, sino que deje libre la casilla correspondiente al sexo. Alemania es el primer pa¨ªs europeo en aprobar esta iniciativa y todo parece indicar que en los pr¨®ximos a?os veremos a otros sumarse a esta pol¨ªtica.
Para muchos esta decisi¨®n sienta las bases para combatir la, hasta ahora habitual, costumbre de practicar cirug¨ªas genitales en reci¨¦n nacidos, cuando sus ¨®rganos sexuales no est¨¢n claros, o cuando presentan caracter¨ªsticas fisiol¨®gicas de los dos sexos. El ni?o/a deb¨ªa ser definido como hombre o mujer para inscribirlo en el registro y, en la mayor parte de los casos, eso lo decid¨ªa el m¨¦dico, que optaba por dar prioridad a los ¨®rganos m¨¢s desarrollados o visibles, extirpando los de menor tama?o. As¨ª, la angustia de la indeterminaci¨®n se zanjaba y el ni?o crec¨ªa con un sexo definido.
Como cuenta el documental de TVE emitido en La noche tem¨¢tica y que lleva por t¨ªtulo La ciencia de los sexos. Intersex, los casos de hermafroditismo, androginia o de individuos intersexuales, como se les empieza a llamar, no son tan aislados como creemos. Las estad¨ªsticas dicen que hay un caso por cada 250 personas y que la frecuencia con la que nos encontramos con un intersexual ser¨ªa similar a la de coincidir con un pelirrojo. Seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, afecta al 1 % de la poblaci¨®n mundial. En Alemania, cada a?o nacen 400 ni?os sin sexo definido y en EEUU cada d¨ªa se hacen cinco operaciones quir¨²rgicas de asignaci¨®n de sexo en reci¨¦n nacidos. Operaciones que, seg¨²n Francisca Molero, ginec¨®loga, sex¨®loga y directora del Institut Clinic de Sexolog¨ªa, de Barcelona ¡°ponen en peligro la salud del paciente y que pueden da?ar los genitales o disminuir su sensibilidad¡±. Los partidarios argumentan que asignar un rol sexual al beb¨¦ evita que ¨¦ste sufra discriminaci¨®n en el futuro y alivia la tensi¨®n emocional que sufren los padres. Sin embargo, no evita da?os posteriores como el caso de Rudy Alaniz, que registra el documental, y que creci¨® como un chico, se alist¨® en el ej¨¦rcito, fue a luchar a la Guerra del Golfo y, debido a una lesi¨®n de espalda y a una resonancia magn¨¦tica posterior, descubri¨® que ten¨ªa ovarios y un ¨²tero poco desarrollado. Rudi empez¨® una serie de descubrimientos que le mostraron el enga?o al que hab¨ªa sido sometido desde peque?o por los m¨¦dicos y sus padres, lo que le produjo una depresi¨®n.
Las voces de la comunidad intersexual empiezan a alzarse, muchos casos comienzan a salir a la luz y ya hay organizaciones que velan por sus derechos como la OII (Organizaci¨®n Internacional de Intersexuales) o la ISNA (Intersex Society of North America), en EEUU. Estos organismos son contrarios a que la identidad sexual del reci¨¦n nacido perteneciente a este colectivo, sea decidida en un quir¨®fano, por el equipo m¨¦dico, y abogan por que ¨¦sta sea asumida m¨¢s adelante, por el propio individuo, que deber¨¢ decidir si quiere someterse a cirug¨ªa o no. La pregunta que surge entonces es, ?y mientras llega ese momento, c¨®mo educamos a esa persona: como hombre, mujer, indeterminado? La ISNA es partidaria de dar siempre un g¨¦nero al ni?o ¡ªaunque este pueda ser modificado en la edad adulta o la pubertad¡ª, independiente de su genitalidad, ya que la clasificaci¨®n de ¡°neutro¡± no har¨¢ sino tachar al individuo como raro u outsider. En su art¨ªculo How can you assign a gender (boy or girl) without surgery? (?C¨®mo asignar un g¨¦nero -chico o chica- sin cirug¨ªa?) explica como ¨¦ste se basar¨¢ en test hormonales y gen¨¦ticos, adem¨¢s de en la experiencia y opini¨®n de los m¨¦dicos, que pueden en cierta forma, predecir en cual de los dos sexos se sentir¨¢ m¨¢s c¨®modo el beb¨¦. La ISNA no es contraria a las operaciones quir¨²rgicas, si su finalidad es mejorar la salud f¨ªsica del ni?o o ayudarle a cumplir sus funciones fisiol¨®gicas, por ejemplo, hacerle un orificio para orinar en el pene, cuando el ni?o no dispone de uno.
Abdrej Pejic en la portada del New York.
El caso de la comunidad intersexual abre otro debate que se centra en el hecho de que sentirse hombre o mujer es, algunas veces, independiente a los ¨®rganos sexuales que uno posea, como queda patente en el caso de los transexuales. El psic¨®logo Gabriel J. Mart¨ªn, especializado en psicolog¨ªa de la homosexualidad, cree que ¡°la identidad sexual se mantiene estable desde el nacimiento hasta la muerte, pero esta no reside en los genitales de una persona¡±. J. Mart¨ªn naci¨® con una intersexualidad y los m¨¦dicos creyeron que era ni?a, aunque ¨¦l nunca se sinti¨® una chica. Con la adolescencia, cuando le sali¨® barba y le creci¨® el pene, descubri¨® su verdadera orientaci¨®n. Este psic¨®logo cree que ¡°los cambios legales de pa¨ªses como Australia o Alemania, son interesantes porque empiezan a hacer visible a este colectivo, pero si no van acompa?ados de una pedagog¨ªa social, tienen su parte negativa, porque al ni?o se le cuelga la etiqueta de ¡°neutro¡± y se le pone en el punto de mira de las criticas de una sociedad que todav¨ªa no asume ni entiende a este colectivo¡±.
Seg¨²n Francisca Molero, ¡°el tema de la intersexualidad es algo todav¨ªa muy escondido, de lo que mucha gente no quiere a¨²n hablar. Muchas veces son los propios padres los que piden una soluci¨®n quir¨²rgica porque no pueden afrontar la idea de que su hijo es intersexual, o la comunidad en la que viven jam¨¢s lo aceptar¨ªa. Queda todav¨ªa mucho por hacer, pero es una labor de evoluci¨®n colectiva. Los transexuales empiezan a ser ya m¨¢s visibles y algunos comienzan a elegir la opci¨®n de no operarse, independientemente de su orientaci¨®n sexual, porque los genitales, entre otras cosas, sirven para dar placer. Pero todav¨ªa hay un largo camino que recorrer para que la intersexualidad empiece a ser admitida¡±. ?
Aunque puede parecer un gran avance en materia de igualdad, la mayor parte de las organizaciones de intersexuales rechazan el ¡°tercer g¨¦nero¡±, que propone Alemania y Australia porque piensan que puede estigmatizar a los peque?os. Un art¨ªculo publicado en la web de la OII titulado Sobre la violenta construcci¨®n del sexo como binario y firmado por Antke Engel, puede darnos una idea de su postura, aparentemente contradictoria: ¡°A la luz del hecho de que esto todav¨ªa no ha sido siquiera considerado una posibilidad, a una le queda la firme impresi¨®n de que las regulaciones que controlan la ambig¨¹edad sexual no est¨¢ hechas para nada en el inter¨¦s de aquellas personas afectadas, sino m¨¢s bien en el inter¨¦s de aquellos que desean mantener intacta la presente jerarqu¨ªa de relaciones sexuales, de cara a prevenir cualquier incertidumbre¡±.