Hannah Jane Parkinson: ¡°Odio cuando te encuentras con alguien y no saluda. No cuesta nada ser educado¡±
La periodista brit¨¢nica escribe sobre las cosas buenas de la vida en su libro ¡®La alegr¨ªa de las peque?as cosas¡¯.
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Dar con la bata perfecta (¡°enorme, mullidita¡±), cerrar las pesta?as abiertas en el navegador (¡°todas. De una tacada¡±) o un desayuno ingl¨¦s (¡°la mantequilla hay que servirla caliente, para poder untarla sobre el pan y que se derrita como oro l¨ªquido¡±) son algunos de los peque?os gestos cotidianos que hacen mejor la vida de Hannah Jane Parkinson (Liverpool, 33 a?os). This must be the place, de Talking Heads, y las canciones de Girls Aloud son su banda sonora feliz. Hace tres a?os empez¨® a escribir una columna sobre estos asuntos en su peri¨®dico, el brit¨¢nico The Guardian. ¡°Pensaba que en t¨¦rminos de pol¨ªtica global era todo deprimente, con Trump y el Brexit, y habl¨¦ con mi editora y le dije que pod¨ªamos ofrecer a nuestros lectores una columna alegre, amable, que los animara. Le pareci¨® una buena idea, y as¨ª comenz¨® todo¡±, recuerda al otro lado de la pantalla, desde una cafeter¨ªa de Londres, donde se mud¨® hace una d¨¦cada desde Oxford. Cita Delight, obra publicada en 1949 por J. B. Priestley, como inspiraci¨®n de esos escritos ahora reunidos en el libro La alegr¨ªa de las peque?as cosas (C¨ªrculo de Tiza), ¡°un inventario de deleites y hallazgos, una energ¨ªa febril de ni?o que te toma de la mano y te se?ala los tesoros del camino¡±, seg¨²n rese?a Marta D. Riezu.
Cuando comenz¨® con esta columna el mundo era diferente. Ahora han pasado una pandemia y un confinamiento, vivimos el Brexit, la guerra en Ucrania, la crisis clim¨¢tica¡ ?Es m¨¢s importante que nunca concentrarse en lo bueno de la vida, aunque sea por instinto de supervivencia?
Es una buena manera de decirlo, s¨ª. Durante la pandemia la gente empez¨® a leer de forma distinta mis columnas, dec¨ªa que las apreciaba de verdad. En el confinamiento fue especialmente importante para la gente recordar las cosas buenas. Lo enfatiz¨® todo.
En esta sociedad tan veloz, ?resulta necesario pararse a pensar en lo que nos hace felices, pese a la sensaci¨®n de no tener ese tiempo para frenar?
Una de mis columnas habla sobre mirar hacia arriba, y se refiere justo a esto. Vamos con la cabeza hacia abajo, r¨¢pido, al trabajo, mirando el m¨®vil. Estamos perdidos. Y deber¨ªamos quitar nuestra vista de ah¨ª, mirar a nuestro alrededor y tomarnos nuestro tiempo para apreciar las cosas. Veo que cada vez m¨¢s gente intenta hacerlo, se preocupa de su salud mental y dedica tiempo a reflexionar, a parar, a hacer cosas que le gustan. Por eso me encanta nadar, me meto en el agua y me olvido de lo dem¨¢s.
El reciente Digital News Report 2022, del Instituto Reuters y la Universidad de Oxford, concluye que los lectores est¨¢n cansados de malas noticias y se interesan cada vez m¨¢s por otro tipo de contenidos. ?Han cambiado los intereses?
Antes la gente no buscaba noticias felices. Ve¨ªas las b¨²squedas en The Guardian y nunca ocupaban los primeros puestos, no obten¨ªan mucho tr¨¢fico, clics. Pero ahora estamos cansados de malas noticias, y creo que la gente est¨¢ leyendo m¨¢s las buenas noticias, lo vemos en el tr¨¢fico en la web, y con los temas que se comparten en las redes sociales, que tienden a ser m¨¢s positivos.
?Por qu¨¦? ?Puro escapismo o cambio de prioridades?
La pandemia ha tenido un gran impacto, hemos estado desesperados, y las prioridades han cambiado, porque la gente se ha dado cuenta de lo que es m¨¢s importante para ella. Y luego est¨¢ el cambio clim¨¢tico, ignorado durante tanto tiempo, y ahora que tenemos estas olas de calor y los incendios se est¨¢ prestando m¨¢s atenci¨®n a este problema. De una forma extra?a, hay m¨¢s positivismo sobre la necesidad de hacer algo. Es curioso, me parece que la gente se est¨¢ centrando en lo positivo, pero tambi¨¦n como forma de combatir las cosas malas. Hay escapismo, pero tambi¨¦n es una manera de concentrar energ¨ªa para poder cambiar las cosas.
Habla mucho de autocuidado, ?hay que reivindicar la importancia de tener tiempo para uno mismo?
Hay cosas obvias que nos hacen sentir bien, como pasar tiempo con los amigos. Decir que lavarse los dientes nos hace sentir bien puede sonar raro, pero dedicar tiempo a cuidarse a uno mismo es importante. Cuando la gente est¨¢ deprimida, o baja de ¨¢nimo, esa es una de las primeras cosas que dejan de hacerse. A veces no te cuidas porque crees que no mereces esa atenci¨®n. Tengo una amiga, Nigella Lawson, que es chef y escribe de cocina, y dice que mucha gente no cocina para s¨ª misma porque piensa que no merece la pena. Su premisa es que tienes que hacer cosas para ti, porque t¨² mereces la pena, y creo que es una ense?anza importante.
Sus peque?as cosas tambi¨¦n implican grandes asuntos: al referirse a la decoraci¨®n aborda tambi¨¦n la precariedad, el coste de la vida, los precios del alquiler¡
Los alquileres en Londres son cada vez m¨¢s elevados, y a la vez comprar un piso se est¨¢ haciendo muy caro. Eso puede ser deprimente, porque vives en un sitio mucho tiempo, pero no puedes reflejar tu personalidad. Nos queda utilizar la creatividad para mejorar lo que tenemos, ver cosas positivas en un mundo que no es ideal.
Defiende la amabilidad en un mundo de constantes pol¨¦micas, ?las redes est¨¢n acabando con ella?
S¨ª, creo que las redes sociales son gran parte del problema. La gente dice en las redes sociales cosas que no dir¨ªa en la vida real. Especialmente porque muchas veces tienen cuentas an¨®nimas. Tuiteas algo de forma r¨¢pida, ni siquiera lo piensas, y eso, definitivamente, no ayuda. Y adem¨¢s los medios de comunicaci¨®n se han convertido en muy combativos, siempre encuentras gente discutiendo en la televisi¨®n.
Se busca que haya confrontaci¨®n y pol¨¦mica.
S¨ª, y me parece agotador. La amabilidad y la educaci¨®n se pierden, y se ve solo rudeza. Odio la groser¨ªa. Como cuando te cruzas con alguien en la puerta y no te saluda. No cuesta nada ser educado. Es un gesto que hace sentir bien. Por eso insisto en apreciar las peque?as cosas de la vida que pueden marcar una diferencia. Ahora, con toda la ira que llena las redes, creo que incluso valoramos m¨¢s encontrarnos con personas amables.