?Se me rompi¨® el coraz¨®n?: Jessica Bruder, la periodista que descubri¨® a los trabajadores n¨®madas que inspiraron la que ser¨¢ la pel¨ªcula de 2021
Frances McDormand protagoniza la versi¨®n cinematogr¨¢fica del libro, ¡®Nomadland¡¯, un retrato humano y honesto sobre las tripas de la econom¨ªa estadounidense. Hablamos con la periodista que recorri¨® Estados Unidos en caravana para adentrarse en las condiciones de los trabajadores n¨®madas.
¡°En un art¨ªculo sobre las duras condiciones laborales de Amazon que encontr¨¦ en una revista, aparec¨ªa un hombre mayor que le contaba al periodista que ni ¨¦l ni su mujer hab¨ªan podido jubilarse cuando alcanzaron la edad para hacerlo, as¨ª que iban de un estado a otro, viviendo en una caravana, en busca de trabajos como ese¡±, as¨ª fue como ...
¡°En un art¨ªculo sobre las duras condiciones laborales de Amazon que encontr¨¦ en una revista, aparec¨ªa un hombre mayor que le contaba al periodista que ni ¨¦l ni su mujer hab¨ªan podido jubilarse cuando alcanzaron la edad para hacerlo, as¨ª que iban de un estado a otro, viviendo en una caravana, en busca de trabajos como ese¡±, as¨ª fue como Jessica Bruder, periodista especializada en retratar subculturas de Estados Unidos supo de los workampers, trabajadores n¨®madas que recorren todo el pa¨ªs en busca de empleo a bordo de caravanas, furgonetas, remolques e incluso autom¨®viles; durmiendo en aparcamientos de centros comerciales o reuni¨¦ndose cuando ca¨ªa la noche, acampando en medio de la nada, alrededor de un fuego.
¡°Pas¨® el tiempo y no pod¨ªa dejar de pensar en aquel hombre¡±, contin¨²a Jessica. ¡°Se trataba de un tipo de trabajo itinerante del que nunca hab¨ªa o¨ªdo hablar. Me pareci¨® dist¨®pico que estadounidenses en edad de jubilaci¨®n y sin residencia fija fueran contratados para trabajos como ese¡±.
Amazon es uno de sus grandes patronos, pero tambi¨¦n trabajan en la cosecha de la remolacha o del ar¨¢ndano, vendiendo calabazas antes de Halloween o ¨¢rboles de navidad en diciembre. A veces, los puedes encontrar manejando atracciones en parques tem¨¢ticos durante el verano¡ Lo que salga. Las empresas saben de su existencia y cuentan con ellos. Cuestan poco y necesitan el dinero. Lo que m¨¢s llama la atenci¨®n de este grupo de personas es que por su edad deber¨ªan estar jubilados, pero las cosas no salieron bien.
Una nueva clase social creada por la crisis de 2008
¡°Investigu¨¦ en internet y di con miles de ofertas de trabajo, todas dirigidas a ese mismo grupo de edad. Era un mundo del que nunca antes hab¨ªa tenido noticia y quise saber m¨¢s¡±. As¨ª fue como Jessica se lanz¨® a la carretera para encontrarse con esta nueva clase social. Corr¨ªa 2013 y aunque entonces no lo sab¨ªa, pasar¨ªa m¨¢s de tres a?os viajando. En total, recorri¨® junto a estos trabajadores m¨¢s de 24.000 kil¨®metros, viajando de costa a costa de Estados Unidos y desde M¨¦xico a la frontera con Canad¨¢. El resultado fue el libro Pa¨ªs n¨®mada: supervivientes del siglo XXI, que acaba de ser editado en espa?ol por la editorial Capit¨¢n Swing, y que en el que se basa la pel¨ªcula Nomadland, que se hizo con el Le¨®n de Oro en Venecia es favorita en la pr¨®xima temporada de premios.
Pero estas personas no siempre vivieron as¨ª. Ten¨ªan casas, hijos, vidas normales y algunos incluso llevaban un nivel de vida por encima de la media. Todo cambi¨® cuando lleg¨® la crisis de 2008: ¡°Algunos vieron como sus ahorros, sus casas o sus negocios se esfumaron con la crisis de las hipotecas subprime¡±, nos cuenta Bruder desde su casa en Brooklyn. ¡°Otros tuvieron toda la vida trabajos de bajos salarios y con el aumento del precio de la vivienda se dieron cuenta de que no pod¨ªan pagar. Todos son v¨ªctimas del raquitismo del sistema de pensiones de Estados Unidos¡±. Ante los problemas econ¨®micos, se vieron obligados a renunciar al gasto m¨¢s importante que todos tenemos, la vivienda, y se echaron a la carretera.
La ¨²nica que no ten¨ªa canas
Bruder no quiso ser una simple espectadora de la vida de los workampers, as¨ª que se hizo con una caravana para vivir como ellos a la que bautiz¨® como Van Halen (por van, furgoneta en ingl¨¦s). Muchos de los n¨®madas bautizaban a sus veh¨ªculos con nombres divertidos o juegos de palabras.
Tambi¨¦n trabaj¨® mano a mano con ellos. ¡°Hacer turnos de 12 horas al aire libre en la recogida de la remolacha azucarera en Dakota del Norte era agotador. Ten¨ªamos que colocar remolachas del tama?o de bolas de bolera en una m¨¢quina que les quitaba la tierra y las escup¨ªa para formar una pila enorme. Despu¨¦s de pasar varios d¨ªas haci¨¦ndolo, sent¨ª que estaba tan dolorida que parec¨ªa que todas las lesiones musculares que he tenido a lo largo de mi vida hab¨ªan regresado¡±, nos cuenta.
Bruder tambi¨¦n trabaj¨® en un almac¨¦n de Amazon, en lo que la empresa llama fulfillment center, un enorme espacio robotizado donde se preparan los env¨ªos a los clientes. All¨ª pr¨¢cticamente era la ¨²nica que no ten¨ªa canas. La cr¨®nica de c¨®mo era su trabajo en ese almac¨¦n es uno de los cap¨ªtulos m¨¢s surrealistas y tristes de todo el libro. ¡°Estaba en el turno de noche y sent¨ªa que me estaban lobotomizando lentamente porque el trabajo era muy mon¨®tono. El almac¨¦n ten¨ªa un mural que dec¨ªa, ¡®la variaci¨®n es el enemigo¡¯. All¨ª conoc¨ª a un trabajador de 77 a?os que me cont¨® que ten¨ªa las rodillas destrozadas por trabajar como mec¨¢nico en una empresa minera de cobre. Cuando me lo imagin¨¦ realizando el trabajo que hac¨ªamos, que implicaba hacer miles de sentadillas y estiramientos para acceder a diferentes estantes de mercanc¨ªas durante un turno de diez horas¡ Se me rompi¨® el coraz¨®n¡±. Por supuesto, Amazon recibe un subsidio por contratar a personas mayores (entre un 25% y un 40% de su sueldo), es por eso que la compa?¨ªa tiene tanto inter¨¦s en emplearlos, sobretodo cuando existen picos de trabajo como, por ejemplo, en Navidad. La compa?¨ªa es conocida por tener en sus almacenes expendedores gratuitos de ibuprofeno.
Mujeres poderosas (y blancas)
Hay dos aspectos comunes entre los protagonistas del libro que no son precisamente casuales. El primero es que entre ellos hay una mayor¨ªa de mujeres fuertes y fascinantes. ¡°Es cierto, hay un mont¨®n de mujeres mayores en la carretera, y esto me sorprendi¨® al principio¡±, comenta Bruder. ¡°Pero no deber¨ªa haberlo hecho. En promedio, las mujeres viven m¨¢s tiempo y ganan menos dinero que los hombres, lo que significa que tienen menos ahorros y una pensi¨®n m¨¢s baja. Muchas de ellas abandonan el mercado laboral a lo largo de su vida para realizar trabajos no remunerados como cuidar de ni?os o de padres ancianos, lo que todav¨ªa se considera un trabajo de mujeres. Muchas de ellas se criaron en un mundo donde los hombres eran el sost¨¦n de la familia, en un momento en el que se pod¨ªa formar una familia con una sola fuente de ingresos¡±.
Lo segundo es que los trabajadores n¨®madas son fundamentalmente cauc¨¢sicos. El motivo es sencillo y terrible: ¡°Es m¨¢s f¨¢cil para las personas blancas vivir en la carretera, en una sociedad donde el racismo ha cobrado una fuerza tan espantosa. Cuando estaba escribiendo el libro, cada semana le¨ªa una nueva noticia de conductores negros desarmados que hab¨ªan recibido disparos de la polic¨ªa. Tambi¨¦n los conductores latinos son objeto de acoso, o de algo peor, por parte de las autoridades debido al rechazo a los inmigrantes y la xenofobia de este pa¨ªs. Sin embargo, a m¨ª, como mujer blanca, durante todo el tiempo que estuve viajando me pararon una sola vez debido a una infracci¨®n y la polic¨ªa me dej¨® seguir mi camino tras una simple advertencia. Despu¨¦s, se pusieron a charlar conmigo tranquilamente y me recomendaron visitar algunas atracciones tur¨ªsticas de la zona que pensaban que me gustar¨ªan¡±.
Romanticismo y vulnerabilidad
No hay duda de que hay algo rom¨¢ntico y tambi¨¦n t¨ªpicamente americano en esta forma de vida; muy relacionado con el esp¨ªritu de los primeros colonos estadounidenses y con un f¨¦rreo optimismo. ¡°Muchos de los n¨®madas que conoc¨ª cre¨ªan firmemente en la autosuficiencia. Al mismo tiempo, tambi¨¦n eran muy generosos entre ellos, construyendo redes informales de ayuda mutua entre los compa?eros de viaje que conoc¨ªan en persona y a trav¨¦s de internet. Ese tipo de redes me daban cierta esperanza. Encuentro muy frustrante la obsesi¨®n estadounidense por el individualismo. Somos una especie social. Necesitamos cooperar para sobrevivir y, en la era del coronavirus, eso nunca ha sido m¨¢s obvio¡±.
Esta positividad de los workampers alcanza a veces cotas inimaginables y una iron¨ªa abrasiva. Un ejemplo es el mensaje que dej¨® uno de ellos en uno de los m¨²ltiples grupos de Facebook en los que los trabajadores comparten pensamientos y oportunidades laborales. En este caso, se trataba de un trabajador de un almac¨¦n de Amazon: ¡°Es f¨¢cil perder peso si caminas medio marat¨®n cada d¨ªa en el trabajo. Adem¨¢s, despu¨¦s est¨¢s tan cansado que ni tienes ganas de comer¡±.
Est¨¢ claro que los protagonistas del libro de Bruder disfrutan de cierta libertad rom¨¢ntica pero, a la vez, son extremadamente vulnerables. Nadie les protege y viven desarraigados. ¡°La vulnerabilidad es real¡±, nos cuenta la autora. ¡°Al vivir en un veh¨ªculo, est¨¢s a un eje roto de quedarte sin hogar. Algunas de las personas que conoc¨ª so?aban con tener una casa y estaban ahorrando dinero para comprar un trozo de tierra y construirla. Otros, pretend¨ªan seguir en la carretera todo el tiempo que pudieran conducir y no ten¨ªan ning¨²n plan sobre lo que hacer despu¨¦s¡±.
Es casi inevitable pensar en que las vidas de las personas del libro parecen la avanzadilla de un futuro dist¨®pico en el que, si nadie lo remedia y las grandes compa?¨ªas siguen creciendo y creciendo sin regulaciones que limiten su poder, muchos podr¨ªamos acabar viviendo de una manera similar. Bruder opina lo mismo: ¡°En Estados Unidos, nuestro gobierno no ha aplicado correctamente las leyes antimonopolio y eso es parte de la raz¨®n por la que nuestra clase media est¨¢ desapareciendo. Hoy en d¨ªa, los directores ejecutivos de las grandes corporaciones cobran 370 veces m¨¢s que el trabajador medio. En 1965, la proporci¨®n era de 21 a 1. Estamos transitando una senda muy peligrosa. Mientras tanto, en la ¨²ltima d¨¦cada, las reglas que limitan las donaciones corporativas a campa?as pol¨ªticas han desaparecido, lo cual es terrible: el gobierno debe trabajar para todos nosotros, no solo para unas pocas personas en la cima de la pir¨¢mide¡±.
Lo m¨¢s probable es que la pandemia actual, con el impacto tan enorme que ha tenido en Estados Unidos, provocar¨¢ que muchas m¨¢s personas se vean obligadas a salir a la carretera. ¡°Este a?o, el programa CamperForce de Amazon est¨¢ contratando trabajadores en once almacenes de ocho estados, muchos m¨¢s de lo que hab¨ªa hecho antes¡±, nos confirma Jessica.
Una gran pel¨ªcula
El conmovedor libro de Jessica llam¨® la atenci¨®n de Frances McDormand, que ser¨¢ la protagonista de una pel¨ªcula basada en el libro y que ya se estren¨® en el Festival de Venecia donde se llev¨® el Le¨®n de Oro.
¡°He visto la pel¨ªcula y es pura poes¨ªa: hermosa, humana e inquietante¡±, nos cuenta Bruder. ¡°Frances McDormand ha hecho la actuaci¨®n de su vida. Pero para m¨ª, la mayor emoci¨®n fue ver a muchos de los n¨®madas del libro, personas cuyos viajes hab¨ªa seguido durante a?os, aparecer en pantalla como actores por primera vez. Se interpretaron a s¨ª mismos y se sintieron muy apoyados gracias a eso. Pude volver a ver a algunos de ellos en el pase que se realiz¨® en Los ?ngeles. Debido al coronavirus, no pudimos abrazarnos, pero hay fotos de nosotros saltando y bailando y chocando los codos; fue un gran momento¡±.