Juana Eguren, la mujer que uni¨® a Balenciaga y Chillida

El 17 de abril?Chillida Leku reabre sus puertas tras permanecer cerrado ocho a?os. Lo hace con una exposici¨®n, Ecos, que recorre 60 a?os de la vida del escultor vasco Eduardo Chillida, quien junto a su mujer, Pilar Belzunce, compr¨® en 1983 el caser¨ªo Zabalaga, sede del museo, donde quer¨ªa que permaneciera parte de su legado....

El 17 de abril?Chillida Leku reabre sus puertas tras permanecer cerrado ocho a?os. Lo hace con una exposici¨®n, Ecos, que recorre 60 a?os de la vida del escultor vasco Eduardo Chillida, quien junto a su mujer, Pilar Belzunce, compr¨® en 1983 el caser¨ªo Zabalaga, sede del museo, donde quer¨ªa que permaneciera parte de su legado. Esta finca de Hernani, muy cerca de San Sebasti¨¢n, es el escenario sobre el que se reparten algunas de las esculturas del creador, entre ellas su Homenaje a Crist¨®bal Balenciaga.?

No es la ¨²nica obra dedicada a otro creador. Entre el trabajo de Chillida figuran homenajes a pintores como Juan Gris o Kandinsky (este ¨²ltimo en alabastro) o poetas como Jorge Guill¨¦n y San Juan de la Cruz. Pero estas dos piezas de acero de dos metros dedicadas al maestro de Getaria encierran un significado especial: detr¨¢s ellas hay una mujer, Juana Eguren, vinculada a ambos. ¡°Ella era la abuela materna de mi padre. Naci¨® en Zum¨¢rraga y por edad era cercana a Crist¨®bal. Eran amigos y ella lo ayud¨® cuando se fue a Par¨ªs, lo anim¨®, porque todo lo de avanzar y abrirse al mundo le parec¨ªa estupendo¡±, recuerda la escritora y cineasta Susana Chillida, una de las hijas del escultor.

Juana Eguren fue ¡°una mujer muy echada para adelante¡±, recuerda su bisnieta. ¡°Ella fund¨® el hotel Biarritz y el Niza en San Sebasti¨¢n. Y tambi¨¦n ayud¨® a mi padre cuando decidi¨® irse a Par¨ªs, como a Balenciaga en su momento¡±, a?ade. Adem¨¢s, era clienta del modista, al igual que Pilar?Belzunce. ¡°Mi bisabuela era muy coqueta, y madre era muy atrevida, incluso tuvo el descaro de alguna vez modificar alguno de los dise?os de Balenciaga¡±, explica la cineasta, quien dedic¨® dos documentales a la figura de su padre, Chillida: el arte y los sue?os y De Chillida a Hokusai: creaci¨®n de una obra.

29 a?os de edad separaban al couturier y al escultor guipuzcoanos: Balenciaga naci¨® en Getaria en 1895 y Chillida en San Sebasti¨¢n en 1924.?Pero eso no supuso una traba para que entablaran una amistad, facilitada por Juana Eguren. En la web de Chillida Leku recuerdan que ¡°la relaci¨®n de Chillida con Balenciaga se remonta a su m¨¢s tierna infancia. Juana Eguren fue una mujer excepcional a quien Balenciaga visitaba asiduamente acompa?ado de gente relevante en el mundo de la moda (¡­) A?os m¨¢s tarde, Chillida entabl¨® amistad con el hombre humilde, sensible e inteligente que fue este maestro del dedal¡±.?

Luis Chillida, otro de los hijos del escultor, confirm¨® en un v¨ªdeo de?EPS que ¡°con Balenciaga tuvo una gran amistad, se conocieron en Par¨ªs¡±. En un paseo por Chillida Leku, se detiene ante Homenaje a Crist¨®bal Balenciaga para explicar la escultura, que juega con el vac¨ªo entre sus dos piezas para ¡°recordar la l¨ªnea de los cortes cl¨¢sicos de la obra de Crist¨®bal¡±.?

Esa escultura ha permanecido ligada al dise?ador en algo m¨¢s que en el nombre: su litograf¨ªa es la imagen de la Fundaci¨®n Crist¨®bal Balenciaga del Museo Crist¨®bal Balenciaga de Getaria. Y tambi¨¦n se utiliz¨® en el cartel de la exposici¨®n Homenaje internacional a Crist¨®bal Balenciaga que se celebr¨® en 1987 en el Palacio Miramar de San Sebasti¨¢n. Las dos piezas que la forman evocan dos de los rasgos destacados de las creaciones del couturier vasco desaparecido en 1972: su dominio del color negro, una de sus se?as de identidad, y la presencia de los vol¨²menes que defin¨ªan las siluetas de sus creaciones.