La empresa espa?ola que f¨¢brica juguetes er¨®ticos artesanales y feministas
Rodeados de vibradores de hasta cinco velocidades, un peque?o taller artesanal de dildos no solo resiste al invasor, la industria del juguete er¨®tico, sino que crece y vende en todo el mundo.
No hace mucho que le¨ª un art¨ªculo sobre como los vibradores est¨¢n modificando nuestra vida sexual. En ¨¦l, algunas mujeres contaban como tras un periodo de soledad en el que su ¨²nico acompa?ante de cama era el modelo Rabbit, cuando volv¨ªan a tener relaciones humanas encontraban m¨¢s dificultoso llegar al orgasmo. La teor¨ªa principal del texto era que acostumbrarse a la vibraci¨®n nos volv¨ªa m¨¢s exigentes y, en algunos casos, ocurr¨ªa que un excesivo uso de estos juguetes er¨®ticos pod¨ªa retrasar nuestra habilidad de respuesta a los est¨ªmulos normales. Es decir, de vuelta al mundo real los dedos y...
No hace mucho que le¨ª un art¨ªculo sobre como los vibradores est¨¢n modificando nuestra vida sexual. En ¨¦l, algunas mujeres contaban como tras un periodo de soledad en el que su ¨²nico acompa?ante de cama era el modelo Rabbit, cuando volv¨ªan a tener relaciones humanas encontraban m¨¢s dificultoso llegar al orgasmo. La teor¨ªa principal del texto era que acostumbrarse a la vibraci¨®n nos volv¨ªa m¨¢s exigentes y, en algunos casos, ocurr¨ªa que un excesivo uso de estos juguetes er¨®ticos pod¨ªa retrasar nuestra habilidad de respuesta a los est¨ªmulos normales. Es decir, de vuelta al mundo real los dedos y la lengua quedaban a la altura del bet¨²n. Eran inexpertos principiantes en comparaci¨®n al atractivo y sex appeal que derrochaban la vibraci¨®n, rotaci¨®n o estimulaci¨®n de estas fant¨¢sticas maquinitas que ya han conquistado nuestras mesas de noche.
Nadie m¨¢s a favor que yo de que el progreso e innovaci¨®n tecnol¨®gica se aplique, inmediatamente, a la industria del juguete er¨®tico, ya que gracias a ella muchas mujeres han descubierto, se han reconciliado o han mejorado su relaci¨®n con el sexo. No se trata de volver a la prehistoria de los consoladores, echando mano de las verduras, hortalizas o de otros utensilios del mundo vegetal, pero los vibradores, como todo, deben administrarse en las dosis exactas, si no queremos correr el riesgo de que nuestra especie mute y pierda la capacidad de la auto estimulaci¨®n er¨®tica por si misma, sin artefactos, bater¨ªas o enchufes.
De la misma forma que elevadas dosis de fast food nos han convertido en gourmets, la omnipresencia de la moda nos ha hecho a?orar las vestimentas sencillas y ha propiciado el normcore y un atrac¨®n de pixeles nos han devuelto un gusto m¨¢s anal¨®gico; en jugueter¨ªa er¨®tica tambi¨¦n existe la tendencia que nos devuelve a los or¨ªgenes. ¡°La tradici¨®n artesana de hacer dildos es tan antigua como el hombre, puesto que se han encontrado consoladores en restos arqueol¨®gicos, pero nosotros retomamos el esp¨ªritu de algunas empresas que en los a?os 90, en distintas partes del mundo ¨CLondres, EEUU o Australia¨C, se dieron cuenta de que la jugueter¨ªa er¨®tica no representaba los gustos de las mujeres ni de otras orientaciones sexuales, fuera de la heterosexualidad, y empezaron a hacer cosas diferentes¡±, cuenta Beatriz Hig¨®n, una de las socias y fundadoras de BS Atelier, empresa espa?ola que fabrica juguetes er¨®ticos a mano y de forma artesanal en contraposici¨®n a la idea de producci¨®n china ¨Chacer basura, en abundancia y en el menor tiempo posible¨C y cuyos productos est¨¢n en las mejores sex shops de Tokio, Nueva York, Berl¨ªn o Sydney.
La idea de estas dos licenciadas en Bellas Artes, Beatriz Hig¨®n y Sabela Dopazo, all¨¢ en el 2009, cuando empezaron con este proyecto, era, entre otras cosas, aplicar algo de conciencia de g¨¦nero al patio de recreo del sexo, en el que aunque las chicas han sido siempre las que compran m¨¢s juguetes ¨Csi exceptuamos el universo gay¨C, ¨¦stos no parecen especialmente dise?ados ni para sus necesidades ni para sus anatom¨ªas. ¡°Recuerdo que mi primer dildo era muy grande, enorme¡±, cuenta Hig¨®n, ¡°seguramente porque las ofertas que hab¨ªa en el mercado no eran muchas e imitaban a penes gigantes, r¨ªgidos y duros de color blanquecino. Afortunadamente, se ha innovado mucho en los ¨²ltimos a?os. Nosotras tratamos de que nuestros productos sean anat¨®micos y tengan la curvatura necesaria para que se adapte a la vagina de la mujer, adem¨¢s, los comentarios de las clientas nos hacen evolucionar constantemente. Nuestros dildos tienen un glande blandito, ya que muchas mujeres se quejaban de la dureza de esta parte. Hacemos tambi¨¦n kits de vaginismo que constan de seis piezas que crecen de tama?o, progresivamente, y que son muy ¨²tiles para mujeres con este trastorno o a quienes se hayan hecho una vagoniplastia. En juguetes anales ofrecemos tambi¨¦n mucha variedad porque este tipo de sexo es m¨¢s delicado y hay que ir poco a poco, y porque tradicionalmente este sector de la utiler¨ªa er¨®tica estaba destinado a un p¨²blico gay muy hardcore. Y para la tendencia, en auge, del pegging ¨Ccuando una mujer penetra analmente a un hombre¨C fabricamos arneses a los que se les inserta un dildo¡±, cuenta Beatriz.
Otro de los puntos fuertes de esta marca es que utilizan siliconas y pigmentos m¨¦dicos, ya que a la lista de sustancias a evitar en nuestro d¨ªa a d¨ªa provenientes de champ¨²s, cosm¨¦ticos, lavavajillas, ambientadores y dem¨¢s armas mort¨ªferas, hay que a?adir nuevos miembros: los ftalatos o ¨¦steres de ¨¢cido ft¨¢lico, unos componentes qu¨ªmicos que se a?aden a los pl¨¢sticos para incrementar su flexibilidad. El problema con los ftalatos es que son muy porosos y en ellos entran muy f¨¢cilmente los fluidos, por lo que son muy dif¨ªciles de limpiar. Al mismo tiempo, hay una doble transferencia ya que este material deja residuos que la mucosa de los genitales, con su enorme capacidad de absorci¨®n, asimila. ¡°Es curioso como los juguetes infantiles tienen unos est¨¢ndares muy severos de calidad pero no ocurre lo mismo con los productos er¨®ticos¡±, apunta Beatriz. ¡°En BS Atelier nos regimos por la normativa alemana, que es una de las m¨¢s exigentes en Europa. Nuestros dildos se pueden hervir, una buena forma de eliminar cualquier bacteria, aunque si se reservan para uso estrictamente personal basta con lavarlos con un jab¨®n neutro¡±.
Los juguetes er¨®ticos de BS Atelier est¨¢n hechos a mano.
Cortes¨ªa de BS Atelier
A primera vista, vender cerillas en un mundo donde hace tiempo que se han inventado los mecheros no parece un buen negocio, por eso pregunto a Beatriz si no piensan incorporar la vibraci¨®n a alguno de sus penetradores. ¡°Es una idea que hace tiempo que nos ronda, pero queremos hacerlo bien y que cuadre con nuestra filosof¨ªa, que es la de que la gente se tome su tiempo para recuperar su placer sexual. No estamos en contra de los vibradores, pero si que persiste en ellos un poco la idea de sexo r¨¢pido, de ser unos aparatos que te llevan al orgasmo por el camino m¨¢s corto, que se estropean r¨¢pidamente, que se tiran y se cambian por otros. Los dildos conectan m¨¢s con la visi¨®n de ser algo m¨¢s personal, especialmente los que hacemos nosotras que customizamos en dise?o y color. Algo en lo que t¨² te implicas. Tal vez una opci¨®n sea la de un juguete en el que el mecanismo vibratorio pueda ser opcional y se pueda poner o sacar¡±.
Los primeros anuncios de vibradores de la historia ahondaban en la idea de un aparato destinado a apaciguar a las mujeres, que deb¨ªan utilizarlo cuando el marido estaba trabajando para estar dispuestas y mansitas cuando el esposo regresara al hogar. ¡°El dildo se lo apropia desde el principio el mundo gay y l¨¦sbico, en parte porque ciertas pr¨¢cticas de estos colectivos no pod¨ªan hacerse con los vibradores de hace unos a?os¡±, comenta Beatriz, ¡°pero esto est¨¢ cambiando y cada vez m¨¢s heteros descubren esta variante. Nuestro mayor mercado est¨¢ en EEUU, pese a ser un pa¨ªs con una tradici¨®n muy puritana. Norteam¨¦rica es un mercado muy grande y lo bueno es que all¨ª las minor¨ªas son tambi¨¦n muy numerosas y se organizan muy bien. En materia de sexo, las comunidades fuera del mainstream est¨¢n muy bien conectadas. Hay universidades del sexo, iconos profesionales que dan clases. Gente haciendo cosas muy interesantes. Nuestra l¨ªnea de dildos nude, en colores que imitan los diferentes tonos de piel, tiene una gran acogida en EEUU. Al principio la comunidad lesbiana rechazaba los dildos realistas, porque imitaban al pene, sobre el que giraba toda la sexualidad ortodoxa, pero en Norteamerica no ocurre esto porque entre las mujeres homosexuales todav¨ªa funciona el roll de los g¨¦neros ¨Csiempre hay alguien que hace el papel masculino y otra el femenino-".
Al ser BS Atelier una empresa que admite pedidos en cuesti¨®n de color y dise?o, no faltan los que contactan solicitando un dildo hecho a partir del molde del pene del ser querido. ¡°Normalmente no hacemos ese tipo de cosas, aunque estamos barajando la solicitud de un cliente perteneciente al mundo BDSM, que nos ha pedido uno con palo extensible. De momento estamos m¨¢s centradas en agilizar el proceso de producci¨®n, sin renunciar a nuestros principios¡±, afirma Hig¨®n.