La generaci¨®n digital vuelve al m¨¦todo Ogino y la marcha atr¨¢s
Los m¨¦todos anticonceptivos naturales experimentan un revival gracias a su modernizaci¨®n en forma de softwares y apps pero, ?podemos realmente confiar en las versiones digitales?
Gracias al m¨¦todo Ogino, ¨²nico sistema anticonceptivo de muchos de nuestros padres y la mayor¨ªa de los abuelos, muchos espermatozoides burlaron la vigilancia, las tablas de cuentas y los innumerables c¨¢lculos que las mujeres hac¨ªan, para llegar hasta el ¨®vulo y fecundarlo, de forma que, en la mayor¨ªa de las familias numerosas, los m¨¢s peque?os eran siempre hijos de este m¨¦dico japon¨¦s, que invent¨® una red para pescar con los agujeros demasiado grandes, por los que se le colaban todos los peces.
Casi un siglo m¨¢s tarde, este sistema vuelve a ser utilizado por muchas mujeres que, cans...
Gracias al m¨¦todo Ogino, ¨²nico sistema anticonceptivo de muchos de nuestros padres y la mayor¨ªa de los abuelos, muchos espermatozoides burlaron la vigilancia, las tablas de cuentas y los innumerables c¨¢lculos que las mujeres hac¨ªan, para llegar hasta el ¨®vulo y fecundarlo, de forma que, en la mayor¨ªa de las familias numerosas, los m¨¢s peque?os eran siempre hijos de este m¨¦dico japon¨¦s, que invent¨® una red para pescar con los agujeros demasiado grandes, por los que se le colaban todos los peces.
Casi un siglo m¨¢s tarde, este sistema vuelve a ser utilizado por muchas mujeres que, cansadas de la p¨ªldora y sus efectos secundarios, empiezan a revisar los antiguos m¨¦todos anticonceptivos, buscando una manera m¨¢s natural de retrasar o evitar la maternidad. Claro que esta vez, los c¨¢lculos y mediciones se hacen con ayuda de apps, peque?os ordenadores, monitores anticonceptivos dise?ados para decirnos, cuando el sem¨¢foro est¨¢ en verde, que no hay peligro; o, cuando se pone rojo, que es mejor utilizar un preservativo o dejarlo para otro d¨ªa.
Las hay incluso m¨¢s temerarias y en esta hormonofobia, en la que nos encontramos, recurren incluso a la marcha atr¨¢s como ¨²nico sistema de control de natalidad. Es lo que Ann Friedman, llam¨® la ¡°pullout generation¡±, en un art¨ªculo de The Cut, en el que tras declarar que ¡°la p¨ªldora ya no era sin¨®nimo de liberaci¨®n sexual¡±, pasaba a explicar que, seg¨²n un estudio de Annie Dude, de la Duke University, casi un tercio de las mujeres norteamericanas entre los 15 y los 24 a?os utilizan el coitus interruptus como medida anticonceptiva. Las m¨¢s precavidas lo alternan con los m¨¦todos naturales y el retrato robot de estas mujeres no es el de unas ignorantes o irresponsables, sino el de aquellas que han sufrido algunos de los efectos secundarios de la anticoncepci¨®n hormonal, con pareja estable en la que conf¨ªan (de ah¨ª que no teman a las enfermedades de transmisi¨®n sexual), con la intenci¨®n de sacarle al sexo el mayor placer posible (por eso su alergia a los preservativos) y con el status econ¨®mico suficiente para que un fallo en el sistema, es decir un embarazo imprevisto, no suponga el fin del mundo.
Mientras libros como Sweetening the Pill, de Holly Grigg-Spell, constituyen una alegor¨ªa en contra de los m¨¦todos hormonales, con una extensa recopilaci¨®n de sus efectos secundarios y mujeres que cuentan sus experiencias; el sex¨®logo Rurth Westheimer, en The Cut, comparaba la marcha atr¨¢s con la ruleta rusa, al mismo tiempo que otros de sus colegas llaman al sentido com¨²n y a utilizar m¨¦todos anticonceptivos realmente eficaces. Seg¨²n apuntaba The Atlantic en un art¨ªculo al respecto, un estudio llevado a cabo en EEUU por The Centers for Disease Control and Prevention¡¯s National Center for Health Statistics (NCHS), apuntaba que el n¨²mero de mujeres norteamericanas que en 2010 recurrieron, en alguna ocasi¨®n, a la marcha atr¨¢s para evitar tener descendencia, era de un 60%, cuando en 1982 el porcentaje era tan solo de un 25%. La Sociedad Espa?ola de Contraconcepci¨®n elabor¨®, el pasado a?o, la Encuesta Anticoncepci¨®n 2014, en la que se alertaba que un 27,3 % de las espa?olas en edad f¨¦rtil mantiene relaciones sexuales sin ninguna forma de protecci¨®n. El anticonceptivo m¨¢s utilizado en nuestro pa¨ªs es el cond¨®n (31,3%); mientras la marcha atr¨¢s la practican solo un 0,8 % de las parejas y los m¨¦todos naturales son aplicados por un 0,1%. No est¨¢n los tiempos para correr riesgos.
En el mercado existen versiones tecnol¨®gicas y apps para poner en practica las opciones m¨¢s naturales de la anticoncepci¨®n: No Baby es un software basado en el m¨¦todo Ogino-Knaus, o del ritmo, y que hace los c¨¢lculos de los d¨ªas f¨¦rtiles e inf¨¦rtiles a partir del inicio de la menstruaci¨®n, duraci¨®n del ciclo y si ¨¦ste es regular o no. Cyclotest Basic, Pearly o Ladycomp son term¨®metros que miden la temperatura corporal basal cada ma?ana. Un cambio sutil en esta variable es sin¨®nimo de ovulaci¨®n y los dispositivos pueden comenzar a crear un calendario de fertilidad del ciclo. La hormona luteinizante (LH) aumenta cuando la ovulaci¨®n es inminente, y ¨¦sta puede detectarse en la orina; lo que permite que monitores anticonceptivos como Persona, que analizan este fluido, nos avisen de los d¨ªas del mes en los que la concepci¨®n no es posible. El moco cervical tambi¨¦n varia durante el ciclo de la mujer. El m¨¦todo sintot¨¦rmico es el m¨¢s efectivo de los sistemas de anticoncepci¨®n natural, puesto que combina varias variables ¨Cla temperatura basal, el moco cervical y el ritmo¨C. Este es el sistema que utilizan algunos monitores son Cyclotest 2 Plus o Bioself. Al fin de al cabo, piensan muchas, el promedio de d¨ªas no f¨¦rtiles de una mujer al mes es, seg¨²n estos m¨¦todos de entre 10 y 18. Me temo que el ¨ªndice de encuentros sexuales de una pareja estable no sea mucho m¨¢s elevado; as¨ª que, ?para qu¨¦ atiborrarse a hormonas diariamente?
Francisca Molero, sex¨®loga, ginec¨®loga, directora del Institut Clinic de Sexolog¨ªa de Barcelona y directora del Instituto Iberoamericano de Sexolog¨ªa ha acusado en su trabajo esta tendencia m¨¢s relajada en la anticoncepci¨®n. ¡°Es verdad que las hormonas no gozan de una buena imagen, y eso que los anticonceptivos hormonales de hoy en d¨ªa tienen dosis mucho m¨¢s bajas que los de antes, pero la gente le ha cogido miedo y vivimos una hormonofobia, en parte por los tratamientos hormonales que se daban a las mujeres menop¨¢usicas y por el error de considerar a esa etapa de la vida de la mujer como una enfermedad. Es verdad que los anticonceptivos hormonales pueden producir falta de deseo, cambios de humor, menor flujo vaginal, aumento de peso o de vello; pero esto no le ocurre a todas las mujeres y tambi¨¦n tienen sus efectos beneficiosos como reducir el riesgo de c¨¢ncer de ovario o de endometriosis. En consulta vemos que muchas chicas j¨®venes, que empiezan su vida sexual y se plantean qu¨¦ m¨¦todo utilizar, son m¨¢s reacias a los m¨¦todos hormonales, yo creo que en parte por temor a ganar peso, y tambi¨¦n hemos constatado que muchas dejan los anticonceptivos orales por motivos econ¨®micos. La Seguridad Social no incluye todos y algunos son caros. Muchas con pareja estable recurren a la marcha atr¨¢s, uno de las t¨¦cnicas m¨¢s inseguras porque, como dice el dicho, antes de llover siempre chispea¡±.
Aunque el m¨¦todo Ogino no es 100% seguro, algunas mujeres lo utilizan para programar o evitar embarazos.
Choca comprobar como los m¨¦todos naturales, que hasta ahora ten¨ªan fama de servir, m¨¢s que para evitar embarazos, para traer hijos al mundo, vivan ahora un revival con lavado de cara incluido, en parte por su digitalizaci¨®n y por su modernizaci¨®n a trav¨¦s de las nuevas tecnolog¨ªas, que facilitan sus complicados c¨¢lculos y mediciones. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud, por ejemplo, ha reconocido que el m¨¦todo sintot¨¦rmico tiene la eficacia anticonceptiva de un 98 %, la misma que la p¨ªldora.
¡°Lo que ocurre¡±, explica Molero, ¡°es que en materia de anticonceptivos hay que diferenciar entre eficacia te¨®rica y real y la separaci¨®n entre ambas aumenta a medida que el buen uso dependa de su correcta utilizaci¨®n. Por ejemplo, la p¨ªldora tiene una eficacia real y te¨®rica muy similar ¨Ca no ser que se olvide tomarla¨C porque lo ¨²nico que hay que hacer es ingerirla; pero el preservativo varia m¨¢s porque depende de su correcta utilizaci¨®n, ponerlo en el momento adecuado, no utilizar al mismo tiempo ciertos aceites que pueden da?arlo y aumentar la posibilidad de ruptura, etc. Los m¨¦todos naturales presentan un grave problema y es que esas variables que se miden: temperatura basal, moco cervical, hormona LH pueden variar por otros motivos diferentes a los de la ovulaci¨®n. En el caso de los term¨®metros que miden la temperatura basal, los cambios que se registran en las diferentes etapas del ciclo son muy sutiles y, a veces, pueden estar debidos a una peque?a fiebre o resfriado. Adem¨¢s, su medici¨®n requiere levantarse media hora antes y tomarse la temperatura sin salir de cama, y esto hay que hacerlo todos los d¨ªas, fines de semana incluidos, a la misma hora. El moco cervical experimenta cambios, no solo con la ovulaci¨®n sino tambi¨¦n con el estr¨¦s, determinada medicaci¨®n, viajes, dietas o enfermedades. Seg¨²n Ogino, una mujer tiene una sola ovulaci¨®n al mes en la que el ¨®vulo dura 48 horas y el espermatozoide 72. Pero en la practica hay mujeres que ovulan antes de la regla, otras a mitad del ciclo y esto adem¨¢s puede variar de un mes a otro. Hay por lo tanto que tener periodos muy regulares, pareja estable, vivir una vida tranquila con tiempo para poner atenci¨®n al propio cuerpo y poder afrontar el riesgo de que estos m¨¦todos fallen. ?Cu¨¢ntas mujeres re¨²nen, hoy en d¨ªa, estas cualidades?¡±.
Es probable que muchas mujeres sientan que han avanzado algo con respecto a sus abuelas cuando desde su tel¨¦fono m¨®vil pueden consultar una app ¨Cque adem¨¢s est¨¢ dise?ada en un color que no es el rosa¨C que hace las mediciones que nuestras predecesoras hac¨ªan con papel y l¨¢piz. Tal vez haya menos errores de c¨¢lculo, pero lo que no puede decirte tu ginec¨®logo virtual es que el motivo de que la consistencia del moco cervical haya cambiado, no es porque est¨¢s en determinado d¨ªa del ciclo sino porque hoy ten¨ªas una importante reuni¨®n en la que te jugabas un posible cambio de puesto o un ascenso en tu trabajo.
¡°Es verdad que hace unos a?os, cuando una mujer llegaba al ginec¨®logo y no quer¨ªa tener hijos se le recetaba autom¨¢ticamente la p¨ªldora¡±, reconoce Molero, ¡°y elegir un m¨¦todo anticonceptivo no es dar una receta. Es informar, proponer y llegar a un consenso con el paciente, dependiendo de muchos factores como su edad, forma de vida, sexualidad¡Hay alternativas a los m¨¦todos hormonales como el DIU y una, que es tambi¨¦n natural y no tiene efectos secundarios: el diafragma, que si se combina con espermicidas tienen un ¨ªndice muy alto de fiabilidad. El problema es que, ¨²ltimamente en Espa?a no son f¨¢ciles de conseguir y la gente los pide por Internet o los compra en Andorra¡±, afirma esta ginec¨®loga.